EXCRITURA DEL LÍMITE
En la punta de esa rama,
desnuda, casi oculta,
sin la sombra de un pájaro.
En este aquí y ahora,
al mirar lo ese anuncio,
tan abierto, hay otro límite.
Nada extraño,
sucede todas las tardes;
con unos amargos
para invitar a la noche,
la única pregunta.
Inútiles, las palabras,
solo esa presencia
y hasta ahí el apenas del ser.
domingo, 31 de diciembre de 2017
sábado, 30 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE GABRIELA MISTRAL
Nadie sabe cuándo comienza la poesía.
Con paciencia, habría que empezar,
por la impaciencia del origen.
Inútil, recurrir a los eruditos,
mucho más dice la luna y el sol.
Yo, desde que soy una vagbunda,
solo el repito andar del aire.
Antes tenía una falsa copa de luz,
una isla dentro de otra isla.
Pero la verdad, ya no me importa,
en cualquier lugar, siento su nacimiento.
Nadie sabe cuándo comienza la poesía.
Con paciencia, habría que empezar,
por la impaciencia del origen.
Inútil, recurrir a los eruditos,
mucho más dice la luna y el sol.
Yo, desde que soy una vagbunda,
solo el repito andar del aire.
Antes tenía una falsa copa de luz,
una isla dentro de otra isla.
Pero la verdad, ya no me importa,
en cualquier lugar, siento su nacimiento.
viernes, 29 de diciembre de 2017
EXCRITURA LÍRICA CASUAL
Y bueno, ya no le queda ningún papel.
Así busca hasta en los rincones,
entre la basura, donde sea,
y en una cajonera
bien al fondo...por suerte.
Todavía no le sale una sola palabra,
ese consuelo para las heridas,
tacha versos y palabras:
deseo, desesperación, tanta soledad,
el espacio es escaso
y no debe leer el otro lado
-¿por qué?; él lo sabe-,
solo es un carta, casi olvidada, de amor.
Y bueno, ya no le queda ningún papel.
Así busca hasta en los rincones,
entre la basura, donde sea,
y en una cajonera
bien al fondo...por suerte.
Todavía no le sale una sola palabra,
ese consuelo para las heridas,
tacha versos y palabras:
deseo, desesperación, tanta soledad,
el espacio es escaso
y no debe leer el otro lado
-¿por qué?; él lo sabe-,
solo es un carta, casi olvidada, de amor.
EXCRITURA DE SARTRE
Justo al Visco
se le dio por la mirada,
la de los otros.
O por el infierno,
que es verse en lo visto
y ¡uy! atrapado.
También por el ser,
la nada, la consciencia
que quiere decidir.
Y esa suciedad,
en las manos reales,
esta tonta historia.
Al pobre Visco
se le dio por este mundo
y la libertad.
Justo al Visco
se le dio por la mirada,
la de los otros.
O por el infierno,
que es verse en lo visto
y ¡uy! atrapado.
También por el ser,
la nada, la consciencia
que quiere decidir.
Y esa suciedad,
en las manos reales,
esta tonta historia.
Al pobre Visco
se le dio por este mundo
y la libertad.
jueves, 28 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE KIERKEGAARD
¿Acaso alguien en este mundo,
cada vez menos humano,
sería capaz de refutar tu tesis?
No, claro, y no importa;
el pecado es solo otra marca
al mirar las vidrieras
o, relajado frente a la tele,
un flash sobre Medio Oriente.
Claro que está la angustia
y las pastillas felices,
cada y todos los santos días:
nadie sabe que dirá en la Bolsa.
¿Acaso alguien este mundo?
Ni siquiera el viejo Adán...
si no entendió la palabra paraíso.
¿Acaso alguien en este mundo,
cada vez menos humano,
sería capaz de refutar tu tesis?
No, claro, y no importa;
el pecado es solo otra marca
al mirar las vidrieras
o, relajado frente a la tele,
un flash sobre Medio Oriente.
Claro que está la angustia
y las pastillas felices,
cada y todos los santos días:
nadie sabe que dirá en la Bolsa.
¿Acaso alguien este mundo?
Ni siquiera el viejo Adán...
si no entendió la palabra paraíso.
lunes, 25 de diciembre de 2017
EXCRITURA PROFÉTICA
Me lo juró, llorando, un perro feo y tuerto
al morderme la pantorrilla.
Después vi la sangre,
venia de color muy celeste;
pero no me asombró.
Cuando en la herida crecieron las flores,
ya empecé sospechar
y llamé a emergencias;
me dolía demasiado el sol.
Mañana me cortan la pierna,
los médicos dicen que peligra la humanidad.
El perro tuerto espera junto a mi cama.
Me lo juró, llorando, un perro feo y tuerto
al morderme la pantorrilla.
Después vi la sangre,
venia de color muy celeste;
pero no me asombró.
Cuando en la herida crecieron las flores,
ya empecé sospechar
y llamé a emergencias;
me dolía demasiado el sol.
Mañana me cortan la pierna,
los médicos dicen que peligra la humanidad.
El perro tuerto espera junto a mi cama.
EXCRITURA DE LAS POTENCIAS DEL CUERPO
No encuentro a mi zapato izquierdo,
ando lento y medio torcido.
Tampoco la nariz,
pero me respiran las fotos viejas.
Peor los oídos:
solo escuchan los bocinazos,
griteríos de sangre;
nunca ninguna música.
Hace rato que estoy ciego;
por suerte, ver es una condena.
A veces me toco, y tengo un cuerpo
y todavía me engaña...
hasta quiere vivir.
¿Dónde se habrá escondido ese zapato?
No encuentro a mi zapato izquierdo,
ando lento y medio torcido.
Tampoco la nariz,
pero me respiran las fotos viejas.
Peor los oídos:
solo escuchan los bocinazos,
griteríos de sangre;
nunca ninguna música.
Hace rato que estoy ciego;
por suerte, ver es una condena.
A veces me toco, y tengo un cuerpo
y todavía me engaña...
hasta quiere vivir.
¿Dónde se habrá escondido ese zapato?
domingo, 24 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE SPINETTA
No voy a quedarme en esta silla triste,
voy a levantar los ojos
hasta olvidar las avenidas,
y descalzo en el aire
subiré al rayo.
Ya no me importa ni los papales,
quiero ser color despierto,
un cuerpito limpio,
ese instante del ver
para el ir.
Sé que encontraré el espacio de tu voz,
la música verdadera,
y juntos veremos el día,
su gloria sin laureles,
será la canción.
No voy a quedarme en esta silla triste,
voy a levantar los ojos
hasta olvidar las avenidas,
y descalzo en el aire
subiré al rayo.
Ya no me importa ni los papales,
quiero ser color despierto,
un cuerpito limpio,
ese instante del ver
para el ir.
Sé que encontraré el espacio de tu voz,
la música verdadera,
y juntos veremos el día,
su gloria sin laureles,
será la canción.
sábado, 23 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE JUAN LUIS MARTÍNEZ
Esa angustia en el abandono del cuerpo,
apenas existen los suspiros.
El agua entre las manos rotas,
la sed de un fantasma.
Y cada hora teme más a la piel,
ese encuentro de la herida.
No puede verse a ese crisantemo,
el alrededor oculta latidos.
Ni siquiera el lejano horizonte,
el más adentro de las tripas.
Pero yo me instalo en la caída de la voz,
al menos para sentir la ausencia.
Esa angustia en el abandono del cuerpo,
apenas existen los suspiros.
El agua entre las manos rotas,
la sed de un fantasma.
Y cada hora teme más a la piel,
ese encuentro de la herida.
No puede verse a ese crisantemo,
el alrededor oculta latidos.
Ni siquiera el lejano horizonte,
el más adentro de las tripas.
Pero yo me instalo en la caída de la voz,
al menos para sentir la ausencia.
EXCRITURA DE ALLEN GINSBERG
Estoy harto de tantas celebridades,
ya basta del Times,
quiero ver flores del ciruelo.
Debe haber otra manera,
pero igual no sirve;
la maquinaria es casi perfecta.
Solo vomitan mis deseos;
no soy un poeta,
apenas un rarito inofensivo.
El alrededor es un decorado,
aunque se huelle
el otro lado lleno de ratas.
Harto de mis propios rezos,
mis lentes, mi barba,
necesito encontrar esas flores.
.
Pero también soy culpable,
aunque grite enfurecido:
América, hacete coger por tus bombas.
Estoy harto de tantas celebridades,
ya basta del Times,
quiero ver flores del ciruelo.
Debe haber otra manera,
pero igual no sirve;
la maquinaria es casi perfecta.
Solo vomitan mis deseos;
no soy un poeta,
apenas un rarito inofensivo.
El alrededor es un decorado,
aunque se huelle
el otro lado lleno de ratas.
Harto de mis propios rezos,
mis lentes, mi barba,
necesito encontrar esas flores.
.
Pero también soy culpable,
aunque grite enfurecido:
América, hacete coger por tus bombas.
EXCRITURA DE CANETTI Y CHARLY
Esa presencia extraña,
nada teme más el ser humano.
Inútil, siempre elude
el menor contacto ajeno.
Tan dócil la piel,
el universo entero es sangre.
Apenas un instante,
el otro desarma el amparo.
¿Dónde está ese ángel,
el alma que desarma el odio?
Nunca se aprende,
vivir es una escuela fatal.
Pero en la masa,
el encuentro olvida los límites.
Allí es el igual,
todos los cuerpos, el cuerpo.
Y ya no importa la nada,
el misterio baila la música del ser.
Esa presencia extraña,
nada teme más el ser humano.
Inútil, siempre elude
el menor contacto ajeno.
Tan dócil la piel,
el universo entero es sangre.
Apenas un instante,
el otro desarma el amparo.
¿Dónde está ese ángel,
el alma que desarma el odio?
Nunca se aprende,
vivir es una escuela fatal.
Pero en la masa,
el encuentro olvida los límites.
Allí es el igual,
todos los cuerpos, el cuerpo.
Y ya no importa la nada,
el misterio baila la música del ser.
viernes, 22 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE NIETZSCHE
Creo que ya entendí a la dulce fábula;
el espíritu del camello,
la voluntad del león,
el juego de la moraleja...
Ese devenir del gran anuncio,
la consumación de la alegría.
A nadie puede confundir,
ese superhombre
que al fin llega a ser hombre.
Creo...pero tengo una duda:
¿todavía los niños,
si existen, son santos para decir el sí?
Creo que ya entendí a la dulce fábula;
el espíritu del camello,
la voluntad del león,
el juego de la moraleja...
Ese devenir del gran anuncio,
la consumación de la alegría.
A nadie puede confundir,
ese superhombre
que al fin llega a ser hombre.
Creo...pero tengo una duda:
¿todavía los niños,
si existen, son santos para decir el sí?
¿EXCRITURA MÍSTICA?
Todo es el fluir en el todo.
La escasa realidad
solo es un escondite;
ese falso temor
al verse en el espejo.
Cada cosa es
el aire de la esencia,
otra musiquita
que silban los árboles.
En el abandono
ya crece el amparo,
y la piel sube al cielo,
y en el adentro, sol.
A veces una taza de té,
otras, un estornudo,
la ventana del colectivo,
los caballos de Aquiles.
Todo, hasta llegar a la nada
Todo es el fluir en el todo.
La escasa realidad
solo es un escondite;
ese falso temor
al verse en el espejo.
Cada cosa es
el aire de la esencia,
otra musiquita
que silban los árboles.
En el abandono
ya crece el amparo,
y la piel sube al cielo,
y en el adentro, sol.
A veces una taza de té,
otras, un estornudo,
la ventana del colectivo,
los caballos de Aquiles.
Todo, hasta llegar a la nada
EXCRITURA DE LAS SIETE CATEGORÍAS DE EUGENIO TRÍAS
La matriz es un programita de computación.
El templo, un shopping.
La hierofanía, el artista de moda.
El logos, los zócalos de la TV.
La hermenéutica, pura redundancia.
El misticismo, los antidepresivos.
Pero al final queda la síntesis:
la absoluta destrucción del Ideal del Espíritu.
La matriz es un programita de computación.
El templo, un shopping.
La hierofanía, el artista de moda.
El logos, los zócalos de la TV.
La hermenéutica, pura redundancia.
El misticismo, los antidepresivos.
Pero al final queda la síntesis:
la absoluta destrucción del Ideal del Espíritu.
jueves, 21 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE EDOARDO SANGUINETTI
En los sucios vegetales del útero
ya fermentan los latidos;
húmedo, el monstruo
solo espera esa oportunidad.
Dentro de las formas deformes,
todo le pertenece,
pero no tiene fuerzas
para devorar a su propia caverna
Su odio exprimen la espuma,
lascivo, único,
todavía vive lo eterno,
pronto verá el espanto de la luz.
En los sucios vegetales del útero
ya fermentan los latidos;
húmedo, el monstruo
solo espera esa oportunidad.
Dentro de las formas deformes,
todo le pertenece,
pero no tiene fuerzas
para devorar a su propia caverna
Su odio exprimen la espuma,
lascivo, único,
todavía vive lo eterno,
pronto verá el espanto de la luz.
EXCRITURA URBANA
El típico dolor de la mañana,
las ventanas ciegas,
el alrededor sin consuelo
y el espejo vencido del rostro.
Ahí, en el mismo sillón,
ya el pensar ni se aburre,
apenas algo de radio,
sin pasar los instantes vivos.
Algunos ruidos que llegan,
bocinas, sirenas;
el vértigo de la costumbre,
y una paloma o un fantasma.
Ya no se está en la ciudad,
ni adentro ni afuera,
basta mirar cualquier árbol,
demasiado ajeno y dolor
Quizás sea el último símbolo,
su ausencia sagrada...
pero ya es el mediodía,
hay que preparar el almuerzo.
miércoles, 20 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE OLGA OROZCO
El último sueño de la memoria,
el esfuerzo inútil;
si la vida apenas una sombra,
ya sin uvas, miel, sol
El polvo de todas las edades
son ecos de la desdicha;
hasta las fotos, mudas
ya olvidan su único rincón.
Inevitables, las enumeraciones,
las heridas, la magia,
el cuerpo deja de ser cuerpo,
junta sus pedazos.
Tan lejos como nunca,
ella mira a sus latidos en la luna.
El último sueño de la memoria,
el esfuerzo inútil;
si la vida apenas una sombra,
ya sin uvas, miel, sol
El polvo de todas las edades
son ecos de la desdicha;
hasta las fotos, mudas
ya olvidan su único rincón.
Inevitables, las enumeraciones,
las heridas, la magia,
el cuerpo deja de ser cuerpo,
junta sus pedazos.
Tan lejos como nunca,
ella mira a sus latidos en la luna.
martes, 19 de diciembre de 2017
EXCRITURA DEL SÍSIFO DE CAMUS
A las cinco, más o menos, ya en la parada;
casi dos horas en el 88.
Después, depende...
aunque siempre los ladrillos.
Más de cuarenta años,
el bolso y la vianda.
A veces, una tira de carne,
vino y una siestita.
No se hace preguntas,
los dolores pasan, como todo.
De vuelta, medio dormido;
es difícil conseguir un asiento.
Sus piernas llegan solas,
de la ruta derecho a la casa.
Y al fin se echa en el sofá,
Sísifo le sonríe a la basura de la televisión.
A las cinco, más o menos, ya en la parada;
casi dos horas en el 88.
Después, depende...
aunque siempre los ladrillos.
Más de cuarenta años,
el bolso y la vianda.
A veces, una tira de carne,
vino y una siestita.
No se hace preguntas,
los dolores pasan, como todo.
De vuelta, medio dormido;
es difícil conseguir un asiento.
Sus piernas llegan solas,
de la ruta derecho a la casa.
Y al fin se echa en el sofá,
Sísifo le sonríe a la basura de la televisión.
EXCRITURA DE MAETERLINCK
Acaso somos libres de esperar lo mejor
o lo peor, apenas otro enigma.
Pero sabemos que las abejas
aun producen la miel:
la tarea más preciosa:
vuelo, calor, entrega y luz...
Quizás algún ser nos contempla,
tan confundidos, lejos;
solos en la colmena,
sin la libertad del nosotros.
Todo en el tiempo es sacrifico,
y ellas brillan para olvidar las tinieblas.
Acaso somos libres de esperar lo mejor
o lo peor, apenas otro enigma.
Pero sabemos que las abejas
aun producen la miel:
la tarea más preciosa:
vuelo, calor, entrega y luz...
Quizás algún ser nos contempla,
tan confundidos, lejos;
solos en la colmena,
sin la libertad del nosotros.
Todo en el tiempo es sacrifico,
y ellas brillan para olvidar las tinieblas.
EXCRITURA DE MALCOM LOWRY
Muchas veces me imagino en tu paraíso,
la tranquila penumbra,
los deseperados más solitarios,
un poco de viento
y los murmullos de la botella:
durante toda la noche, y la eternidad.
Sé que es tan fácil entrar,
ni hace falta dinero.
Siempre habrá algún rincón;
entonces vos me mirás...
apenas el volcán de la ausencia.
Pero a veces, ay, elijo vivir en este infierno.
Muchas veces me imagino en tu paraíso,
la tranquila penumbra,
los deseperados más solitarios,
un poco de viento
y los murmullos de la botella:
durante toda la noche, y la eternidad.
Sé que es tan fácil entrar,
ni hace falta dinero.
Siempre habrá algún rincón;
entonces vos me mirás...
apenas el volcán de la ausencia.
Pero a veces, ay, elijo vivir en este infierno.
EXCRITURA DE LA EDAD DEL ESPÍRITU
Sí que no es esa bellísma luz,
sin la luna ni el sol.
Tampoco lo más hondo
que abisma desde el mar.
O la casual epifanía,
leve, de una mariposa,
una piedra de fuego,
el latido de una arboleda.
Ni siquiera las glorias,
las batallas para el ser;
el amor, su horizonte,
sus desiertos y un oasis.
Nada ajeno al mero sentir,
apenas esta respiración,
viva, a cada instante:
la revelación es la existencia.
Sí que no es esa bellísma luz,
sin la luna ni el sol.
Tampoco lo más hondo
que abisma desde el mar.
O la casual epifanía,
leve, de una mariposa,
una piedra de fuego,
el latido de una arboleda.
Ni siquiera las glorias,
las batallas para el ser;
el amor, su horizonte,
sus desiertos y un oasis.
Nada ajeno al mero sentir,
apenas esta respiración,
viva, a cada instante:
la revelación es la existencia.
EXCRITURAS DE MI PAÍS
Andamos perdidos con mi país,
no nos podemos encontrar;
así que caliento el agua,
apenas un poco de yerba.
Me llegó el afuera...
ni me acompaña la tristeza;
y evito a las preguntas,
claro que tampoco sé
si quiero oír las respuestas.
Creo que casi imagino
sus veredas, sus calles, árboles...
¿esas son mis huellas:
serán las burlas del camino?
Acá, inútil, inmóvil,
algo se apaga en este fueguito.
Hay un aire que aun duele,
y silbo desafinado otro tango;
pero ya veo a la espuma,
en una de esas le ofrezco un mate.
Andamos perdidos con mi país,
no nos podemos encontrar;
así que caliento el agua,
apenas un poco de yerba.
Me llegó el afuera...
ni me acompaña la tristeza;
y evito a las preguntas,
claro que tampoco sé
si quiero oír las respuestas.
Creo que casi imagino
sus veredas, sus calles, árboles...
¿esas son mis huellas:
serán las burlas del camino?
Acá, inútil, inmóvil,
algo se apaga en este fueguito.
Hay un aire que aun duele,
y silbo desafinado otro tango;
pero ya veo a la espuma,
en una de esas le ofrezco un mate.
EXCRITURA DE BERNARDO SOARES
Algo olvida mi cuerpo en esta silla.
Cerradas las ventanas,
sin luces, es inútil:
afuera todavía es el mundo.
¿Puede sentirse un beso
en el lugar del pensamiento?
Nadie interrumpe...
ni las voces del llanto.
El humo frágil del cigarrillo,
ese florero ausente.
La punta de los dedos
ya no acarician a la vida: me fui de mí.
Algo olvida mi cuerpo en esta silla.
Cerradas las ventanas,
sin luces, es inútil:
afuera todavía es el mundo.
¿Puede sentirse un beso
en el lugar del pensamiento?
Nadie interrumpe...
ni las voces del llanto.
El humo frágil del cigarrillo,
ese florero ausente.
La punta de los dedos
ya no acarician a la vida: me fui de mí.
domingo, 17 de diciembre de 2017
EXCRITURA LENNON
Cada vez que se te desvanece algún sueño
ya empezó la pesadilla.
Digamos, la simple realidad:
zapatillas, calles, cigarrillos, etc.
Exageradas rutinas dantescas,
pero sin noticias de Virgilio.
Cualquier consuelo es una burla,
una publicidad berreta.
Para colmo está el mismo espejo,
el corazón roto en cada mueca.
No existe un refugio,
cada lugar es un poco peor.
Pero por suerte, existe Lennon,
y esa canción como para empezar de nuevo.
Cada vez que se te desvanece algún sueño
ya empezó la pesadilla.
Digamos, la simple realidad:
zapatillas, calles, cigarrillos, etc.
Exageradas rutinas dantescas,
pero sin noticias de Virgilio.
Cualquier consuelo es una burla,
una publicidad berreta.
Para colmo está el mismo espejo,
el corazón roto en cada mueca.
No existe un refugio,
cada lugar es un poco peor.
Pero por suerte, existe Lennon,
y esa canción como para empezar de nuevo.
EXCRITURA DE J. O. GIANNUZZZI
Aún la sustancia casi viva, sus latidos,
que nunca pueden salir.
Hasta nunca acabar este mundo,
objetos y máquinas.
Claro que también está la poesía
y la música...
¿Para qué? Si solo repito
tus versos, entre nadie y nadie.
Ni siquiera esos engaños,
ya aturdido por los desastres inhumanos.
Aún la sustancia casi viva, sus latidos,
que nunca pueden salir.
Hasta nunca acabar este mundo,
objetos y máquinas.
Claro que también está la poesía
y la música...
¿Para qué? Si solo repito
tus versos, entre nadie y nadie.
Ni siquiera esos engaños,
ya aturdido por los desastres inhumanos.
EXCRITURA DE UNA RECAÍDA
El mundo daba vueltas en su cabeza
al abrir los ojos.
Por suerte, esa era su cama.
Pudo vestirse,
darle de comer a los perros.
Todo confuso,
en el cuerpo esos dolores.
También la vergüenza,
otro fracaso.
Pero todavía tenía tiempo,
unos mates,
algo bien dulce
y a las diez se reunía el grupo.
Apenas una cuadras
y el colectivo.
Aun le daba vueltas la cabeza,
abrió la heladera,
a un costado había un par de botellas.
sábado, 16 de diciembre de 2017
viernes, 15 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE CONTI
Un buen día empezó a caminar,
sin pies,
casi en el aire.
Muy sereno,
kilómetros y kilómetros,
el río amó sus huellas
y continuó,
dejó un cielo
por el otro;
para distraerse
escribía cuentos o novelas,
soñaba álamos,
cohetes del amor,
después volvía al fondo
más profundo,
tan oscuro,
lleno de futuro,
y su origen.
Ahora descansa,
inmóvil,
en el talud continental, su lugar
Un buen día empezó a caminar,
sin pies,
casi en el aire.
Muy sereno,
kilómetros y kilómetros,
el río amó sus huellas
y continuó,
dejó un cielo
por el otro;
para distraerse
escribía cuentos o novelas,
soñaba álamos,
cohetes del amor,
después volvía al fondo
más profundo,
tan oscuro,
lleno de futuro,
y su origen.
Ahora descansa,
inmóvil,
en el talud continental, su lugar
EXCRITURA DEL ABANDONO
Algunas vez decidió no barrer
a las hojas secas, solitas;
sin motivos, solo por la nada.
Así que ahora las contempla,
esa quietud amarilla;
un otro del sentido, y mudo.
Siempre entre las sombras,
casi parte de la tierra;
pero sin ninguna revelación.
Ese alguna vez y este instante,
apenas un consuelo:
necesita sus crujidos al caminar.
Algunas vez decidió no barrer
a las hojas secas, solitas;
sin motivos, solo por la nada.
Así que ahora las contempla,
esa quietud amarilla;
un otro del sentido, y mudo.
Siempre entre las sombras,
casi parte de la tierra;
pero sin ninguna revelación.
Ese alguna vez y este instante,
apenas un consuelo:
necesita sus crujidos al caminar.
EXCRITURA DE VALLEJO
Hay golpes como el odio de Dios.
Usted lo escribió
y sí, es verdad.
Pero, ¿qué se puede hacer?
Si peor es el después,
ni siquiera llueve
y las piedras mudas.
Perdóneme, poeta,
creo que no lo entiendo;
los húmeros
apenas sostienen este brazo.
solo otro verso para distraer al dolor.
Hay golpes como el odio de Dios.
Usted lo escribió
y sí, es verdad.
Pero, ¿qué se puede hacer?
Si peor es el después,
ni siquiera llueve
y las piedras mudas.
Perdóneme, poeta,
creo que no lo entiendo;
los húmeros
apenas sostienen este brazo.
solo otro verso para distraer al dolor.
jueves, 14 de diciembre de 2017
EXCRITURA SIN ESPÍRITU
La ventana no puede ver,
no soporta la mirada;
si toca el cristal,
lastima el adentro.
Perdido el símbolo,
el laurel es temor,
ese resto sin luz,
una mueca rota.
El cielo tampoco,
un fuego tibio,
inútil, tan lejano,
que huele a cenizas.
¿Cuándo vio un jardín?
ahora, ni latidos;
duelen jazmínes
y rosas y azaleas...
Resignados murmullos,
rota la gramática;
ya no hay el afuera,
así muere otro un nuevo día.
miércoles, 13 de diciembre de 2017
EXCRITURA GNÓSTICA
Esa inmensa vastedad del abismo,
el amor al silencio,
la ausencia del fondo.
Ante las ventanas del viento,
el cielo en las alas,
las huellas sin horizonte.
El cuerpo de los alrededores,
apenas el mero estar,
su misterio mudo y el canto.
Junto al escondite de la gracia,
el espíritu de la raíz:
solo lo posible hasta el imposible.
Esa inmensa vastedad del abismo,
el amor al silencio,
la ausencia del fondo.
Ante las ventanas del viento,
el cielo en las alas,
las huellas sin horizonte.
El cuerpo de los alrededores,
apenas el mero estar,
su misterio mudo y el canto.
Junto al escondite de la gracia,
el espíritu de la raíz:
solo lo posible hasta el imposible.
EXCRITURA DE VIRGILIO PIÑEIRA
El infierno y el paraíso estallaron y solo queda esta tierra.
Nadie piensa en implorar,
ni dar las gracias
o mirar un poco el cielo.
La santidad se viste de carcajadas.
Pasear es parte del horror,
calles sin salida
y solo vuela un flamenco triste.
La belleza necesitar vomitar sonrisas.
Inútiles los lamentos,
los árboles sueltos
ya no creen en la poesía.
Hay que encontrar las venas del mar y desangrar la vida.
El infierno y el paraíso estallaron y solo queda esta tierra.
Nadie piensa en implorar,
ni dar las gracias
o mirar un poco el cielo.
La santidad se viste de carcajadas.
Pasear es parte del horror,
calles sin salida
y solo vuela un flamenco triste.
La belleza necesitar vomitar sonrisas.
Inútiles los lamentos,
los árboles sueltos
ya no creen en la poesía.
Hay que encontrar las venas del mar y desangrar la vida.
EXCRITURA DE CARLOS SÁNCHEZ
Las estrafalarias ideas del tiempo,
solo son una lata con fotos,
encuentros y territorios.
No ya que darles más vueltas
a las vueltas del pasado;
ni los rostros ni la luz,
nada, una eternidad berreta.
Apenas las visiones de un eco
y sus pájaros sin alas,
el abandono de los cuerpos, vencidos.
Las estrafalarias ideas del tiempo,
solo son una lata con fotos,
encuentros y territorios.
No ya que darles más vueltas
a las vueltas del pasado;
ni los rostros ni la luz,
nada, una eternidad berreta.
Apenas las visiones de un eco
y sus pájaros sin alas,
el abandono de los cuerpos, vencidos.
martes, 12 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE URSULA K. LE GUIN
Será que el mundo siempre es nuevo.
Y a veces, da miedo.
Aunque antes de estos días
el camino era el camino,
y las rocas y las plantas y la luz;
no acechaba el Perseguidor,
el que no tiene rostro.
Ya el tiempo perdió los sueños,
solo hay un dios
que mata y nunca renace:
el puente roto de la realidad,
entre el desamparo y el horror.
Ahí, afuera, despedazados los árboles,
el agua muy amarga,
el tallo negro de los helechos...
Y los niños hablan en otra lengua,
deciden si creer o no.
Pero un pueblo no puede estar loco,
ni el fruto de raíces profundas.
En el límite, al final del sendero,
alguien extiende una mano.
Será preciso cantarle a la lluvia,
entonces el bosque volverá a ser el mundo.
Será que el mundo siempre es nuevo.
Y a veces, da miedo.
Aunque antes de estos días
el camino era el camino,
y las rocas y las plantas y la luz;
no acechaba el Perseguidor,
el que no tiene rostro.
Ya el tiempo perdió los sueños,
solo hay un dios
que mata y nunca renace:
el puente roto de la realidad,
entre el desamparo y el horror.
Ahí, afuera, despedazados los árboles,
el agua muy amarga,
el tallo negro de los helechos...
Y los niños hablan en otra lengua,
deciden si creer o no.
Pero un pueblo no puede estar loco,
ni el fruto de raíces profundas.
En el límite, al final del sendero,
alguien extiende una mano.
Será preciso cantarle a la lluvia,
entonces el bosque volverá a ser el mundo.
EXCRITURAS SIN SOL
La estación de Ramos Mejía ya ha sido secuestrada,
sobrevive en un encierro mortal;
ni un centímetro sin un cartel publicitario.
Sus paredes apenas respiran:
stripers, bandas de rock, cumbia, teléfonos...
¿Alguien les puede prestar atención?
Los peatones olvidan su sombra,
andan apurados y ciegos,
nadie escucha los últimos gemidos,
esa agonía libertaria desesperada de sol.
Salvo yo, claro, que espero el colectivo, ahí,
y sueño con alrededores blancos;
o mejor, para purificar al asombro.
un brutal descarrilamiento y el polvo de la realidad.
La estación de Ramos Mejía ya ha sido secuestrada,
sobrevive en un encierro mortal;
ni un centímetro sin un cartel publicitario.
Sus paredes apenas respiran:
stripers, bandas de rock, cumbia, teléfonos...
¿Alguien les puede prestar atención?
Los peatones olvidan su sombra,
andan apurados y ciegos,
nadie escucha los últimos gemidos,
esa agonía libertaria desesperada de sol.
Salvo yo, claro, que espero el colectivo, ahí,
y sueño con alrededores blancos;
o mejor, para purificar al asombro.
un brutal descarrilamiento y el polvo de la realidad.
lunes, 11 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE GIANNI SICARDI
Las yugulares enardecidas por el polen
adentro del ascensor;
también hay exilios y un arbusto,
lástima que no lo mea ningún perro.
Afuera el reloj detenido,
el segundero sin una palabra;
esa inmovilidad sin freno,
salvo por algún estornudo.
Y todavía asesinan a las mujeres
y tenemos lo que perdimos:
todo los anzuelos rotos,
el mismo terror que nos abre los brazos.
Las yugulares enardecidas por el polen
adentro del ascensor;
también hay exilios y un arbusto,
lástima que no lo mea ningún perro.
Afuera el reloj detenido,
el segundero sin una palabra;
esa inmovilidad sin freno,
salvo por algún estornudo.
Y todavía asesinan a las mujeres
y tenemos lo que perdimos:
todo los anzuelos rotos,
el mismo terror que nos abre los brazos.
A NINA SIMONE
Y ahora que ya no tenés más tu hermoso cuerpo,
sin tetas, con tus odios y amores,
¿en dónde vive tu color negro?
Acá, como siempre, escucho tu voz.
Pero, disculpame, quiero ser claro:
no es una pregunta retórica
y menos aun un lamento inútil.
Es que este embrujo me da curiosidad,
solo eso, y ganas de verte.
Yo sé que estarás bailando, ¿sola?,
capaz que la eternidad, no sé...
Al menos espero que no te falte un trago y el piano
Y ahora que ya no tenés más tu hermoso cuerpo,
sin tetas, con tus odios y amores,
¿en dónde vive tu color negro?
Acá, como siempre, escucho tu voz.
Pero, disculpame, quiero ser claro:
no es una pregunta retórica
y menos aun un lamento inútil.
Es que este embrujo me da curiosidad,
solo eso, y ganas de verte.
Yo sé que estarás bailando, ¿sola?,
capaz que la eternidad, no sé...
Al menos espero que no te falte un trago y el piano
EXCRITURA DE POUND
No sé si todavía leés los diarios,
¿te enteraste del desacuerdo de Tokio?
Sería una cita tan desagradable
entre las voces de tus cantos.
Y todos tus ideogramas,
inútiles; esa imagen es ciega.
Ni hablar de Medio Oriente,
peor y ¿para qué, no?
En los millones de televisores
la usura es nuestra Ley.
Así que el viento, querido Ezra,
ya no habla más del paraíso, da miedo.
No sé si todavía leés los diarios,
¿te enteraste del desacuerdo de Tokio?
Sería una cita tan desagradable
entre las voces de tus cantos.
Y todos tus ideogramas,
inútiles; esa imagen es ciega.
Ni hablar de Medio Oriente,
peor y ¿para qué, no?
En los millones de televisores
la usura es nuestra Ley.
Así que el viento, querido Ezra,
ya no habla más del paraíso, da miedo.
EXCRITURA DE MONTALE
Ya se sabe, la ciencia se ocupa de otras cosas,
casi no tiene tiempo
con tantos descubrimientos, novedades...
Pero capas que existe
al menos un hombre sin máscara,
que puede decir algo,
esas otras palabras del mundo.
Claro que es imposible de encontrar,
apenas uno entre millones,
y andará sin saber que solo es él;
aunque así es mejor,
¿quién podría soportar el desamparo de su rostro?
Ya se sabe, la ciencia se ocupa de otras cosas,
casi no tiene tiempo
con tantos descubrimientos, novedades...
Pero capas que existe
al menos un hombre sin máscara,
que puede decir algo,
esas otras palabras del mundo.
Claro que es imposible de encontrar,
apenas uno entre millones,
y andará sin saber que solo es él;
aunque así es mejor,
¿quién podría soportar el desamparo de su rostro?
domingo, 10 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE LEGUIZAMÓN Y CASTILLA
Este amor ya casi en el puro olvido,
y la sombra de la zamba,
a todo el mundo le pregunta
por el padecer del cielo,
las estrellas, tantas noches.
Sé que esa pollerita del carnaval
nunca se podrá ir...
Aun mis manos ansían las llamas
para el pecho enamorado;
oscuridad que alumbra
el querer de las viejas penas.
Ay, las preguntas de la guitarra,
pañuelitos de llanto.
Pero cada mañana florecen hijos,
el manantial del sendero;
y este amor le canta al aire su ternura.
Este amor ya casi en el puro olvido,
y la sombra de la zamba,
a todo el mundo le pregunta
por el padecer del cielo,
las estrellas, tantas noches.
Sé que esa pollerita del carnaval
nunca se podrá ir...
Aun mis manos ansían las llamas
para el pecho enamorado;
oscuridad que alumbra
el querer de las viejas penas.
Ay, las preguntas de la guitarra,
pañuelitos de llanto.
Pero cada mañana florecen hijos,
el manantial del sendero;
y este amor le canta al aire su ternura.
EXCRITURA DE UNA ALMENDRA
Ya no encuentro ninguna excusa:
nadie aguanta el llanto de esa almendra.
Aunque me aparte, lejos,
mire fijo las paredes,
suba el volumen de la radio,
o baje todas las persianas.
Ahí, tan elemental, frágil, pesadísima...
hasta me deja sin muecas.
Quizás pueda lamer la cáscara,
cerrar los ojos, olvidar los latidos.
Pero también es inútil,
esa almendra duele adentro de la tristeza.
Ya no encuentro ninguna excusa:
nadie aguanta el llanto de esa almendra.
Aunque me aparte, lejos,
mire fijo las paredes,
suba el volumen de la radio,
o baje todas las persianas.
Ahí, tan elemental, frágil, pesadísima...
hasta me deja sin muecas.
Quizás pueda lamer la cáscara,
cerrar los ojos, olvidar los latidos.
Pero también es inútil,
esa almendra duele adentro de la tristeza.
viernes, 8 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE FRANCO FORTINI
Fatales, los filos de la poesía
siempre dejan heridas en la memoria.
Al latir del otro sentido,
en el adentro, se abren dolores.
Así, apenas en una flor,
el alrededor desborda en sangres.
Ni asomar una mirada,
cualquier luz es el peor abismo.
Hasta estas tontas metáforas,
muecas repetidas del desamparo.
Por eso escribo sin pensar,
quiero tachar las palabras del horror.
Fatales, los filos de la poesía
siempre dejan heridas en la memoria.
Al latir del otro sentido,
en el adentro, se abren dolores.
Así, apenas en una flor,
el alrededor desborda en sangres.
Ni asomar una mirada,
cualquier luz es el peor abismo.
Hasta estas tontas metáforas,
muecas repetidas del desamparo.
Por eso escribo sin pensar,
quiero tachar las palabras del horror.
jueves, 7 de diciembre de 2017
EXCRITURA DEL ACONTECIMIENTO
Ni siquiera un gemido
en el hablar de la lengua,
casi nada,
y no se oye el silencio.
Entre tanto ruido,
los árboles
sin senderos;
solo el miedo del bosque.
También ellos,
los dioses,
cada vez más lejos,
sin ningún consuelo...
Ya estalla, muda,
la ilusión del esperar
alguna voz,
la propia, la humana: el ser.
Ni siquiera un gemido
en el hablar de la lengua,
casi nada,
y no se oye el silencio.
Entre tanto ruido,
los árboles
sin senderos;
solo el miedo del bosque.
También ellos,
los dioses,
cada vez más lejos,
sin ningún consuelo...
Ya estalla, muda,
la ilusión del esperar
alguna voz,
la propia, la humana: el ser.
EXCRITURA DE RAÚL GONZÁLEZ TUÑÓN
Todos lo saben, al destino le gustan las bromas pesadas.
Aunque a veces también se distrae,
y sin querer, se imagina lo que ya pasó.
Justo al vaciar la última copa,
entre ese piano dormido,
muchos marineros sin puertos,
humo, peleas, risas,
en el espejo más triste del mundo,
perdida, él la vuelve a ver.
La imagen de un blues sin fondo,
la máscarita de otro tiempo,
su boca demasiado pintarrajeada,
dulce, muy dulce, mentirosa,
una trampa para que el cuerpo descubra el amor.
Ah, en el cabaret, el destino es un adiós y la nostalgia.
Todos lo saben, al destino le gustan las bromas pesadas.
Aunque a veces también se distrae,
y sin querer, se imagina lo que ya pasó.
Justo al vaciar la última copa,
entre ese piano dormido,
muchos marineros sin puertos,
humo, peleas, risas,
en el espejo más triste del mundo,
perdida, él la vuelve a ver.
La imagen de un blues sin fondo,
la máscarita de otro tiempo,
su boca demasiado pintarrajeada,
dulce, muy dulce, mentirosa,
una trampa para que el cuerpo descubra el amor.
Ah, en el cabaret, el destino es un adiós y la nostalgia.
miércoles, 6 de diciembre de 2017
EXCRITURA DEL CUERPO
Esa insistencia de los instantes vividos,
el misterio de Viel Temperley,
anónimo, incontrolable, mudo;
lo sé, escribe estos versos.
Claro que es fácil el engaño,
para eso está el yo,
que mira el pájaro en el laurel
y el orden previsible de la gramática.
Pero siempre es él, desde las tripas,
cada uno de sus recorridos,
entradas y salidas;
el cuerpo abierto más allá de esta mano.
Esa insistencia de los instantes vividos,
el misterio de Viel Temperley,
anónimo, incontrolable, mudo;
lo sé, escribe estos versos.
Claro que es fácil el engaño,
para eso está el yo,
que mira el pájaro en el laurel
y el orden previsible de la gramática.
Pero siempre es él, desde las tripas,
cada uno de sus recorridos,
entradas y salidas;
el cuerpo abierto más allá de esta mano.
EXCRITURA EGIPCIA
Todas las almas eran pájaros,
el cielos y el vuelo;
un ángel mudo las protegía,
alrededor de la piel,
hasta cruzar el horizonte.
Después eran miles de seres,
sus brillos animales.
Acaso ingenuos consuelos,
los desamparos de la Fe.
Tanto dolor, tanto sacrificio;
igual que ahora...
pero sin pájaros ni ángeles,
su oscura extinción
y las pirámides de las muertes.
Todas las almas eran pájaros,
el cielos y el vuelo;
un ángel mudo las protegía,
alrededor de la piel,
hasta cruzar el horizonte.
Después eran miles de seres,
sus brillos animales.
Acaso ingenuos consuelos,
los desamparos de la Fe.
Tanto dolor, tanto sacrificio;
igual que ahora...
pero sin pájaros ni ángeles,
su oscura extinción
y las pirámides de las muertes.
EXCRITURA DE CARLOS CORREAS
Siempre la consigna es la misma: prohibido asustarse.
La mendiga se acurruca sin dientes
a los pies, rotos, de la Virgen,
la patrona de los Ferrocarriles Argentinos
y protectora de amigos y usuarios.
Sería más efectiva una estafa, cualquiera;
solo hace falta un poco de impiedad
para evitar la mirada del desierto
y no morir por la inflación, como Kafka.
Igual conviene dejarle algunas flores
o yuyitos de colores, sin nombre.
Total, si nadie los mira...
ni siquiera el sol se anima a esa sombra.
Son pocos, otra vez muy pocos,
los andan en los andenes.
Desde acá, las vías son líneas, indiferentes,
y lejos se diluyen como el humo.
La mendiga casi sonríe y fuma un cigarrillo sin dueño.
Siempre la consigna es la misma: prohibido asustarse.
La mendiga se acurruca sin dientes
a los pies, rotos, de la Virgen,
la patrona de los Ferrocarriles Argentinos
y protectora de amigos y usuarios.
Sería más efectiva una estafa, cualquiera;
solo hace falta un poco de impiedad
para evitar la mirada del desierto
y no morir por la inflación, como Kafka.
Igual conviene dejarle algunas flores
o yuyitos de colores, sin nombre.
Total, si nadie los mira...
ni siquiera el sol se anima a esa sombra.
Son pocos, otra vez muy pocos,
los andan en los andenes.
Desde acá, las vías son líneas, indiferentes,
y lejos se diluyen como el humo.
La mendiga casi sonríe y fuma un cigarrillo sin dueño.
martes, 5 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE LARRY LEVIS
Al final los poemas siempre vuelven a su casa;
inútil guardarlos en un cajón,
aprenderlos de memoria
o regalarlos.
Ni siquiera los más íntimos,
los que salvan amores
y naufragios.
Si hasta los que nacen sin vida,
apenas un bollito de papel.
Claro que nadie lo puede explicar,
simplemente ocurre..
También éste, aunque no escriba la palabra adiós.
Al final los poemas siempre vuelven a su casa;
inútil guardarlos en un cajón,
aprenderlos de memoria
o regalarlos.
Ni siquiera los más íntimos,
los que salvan amores
y naufragios.
Si hasta los que nacen sin vida,
apenas un bollito de papel.
Claro que nadie lo puede explicar,
simplemente ocurre..
También éste, aunque no escriba la palabra adiós.
lunes, 4 de diciembre de 2017
EXCRITURA FALSA DEL TIEMPO
Como si nada...desde aquellos quince
hasta estos cincuenta;
solo más gastado el mirar,
las arrugas en la piel,
ese alrededor de meras figuras,
calles, lunas y soles,
acaso olvidada, casi, toda ilusión.
Como si nada, nunca
la fantasía del pasar los años;
siempre el mismo miedo
y la ingenua incertidumbre de una luz
Como si nada...desde aquellos quince
hasta estos cincuenta;
solo más gastado el mirar,
las arrugas en la piel,
ese alrededor de meras figuras,
calles, lunas y soles,
acaso olvidada, casi, toda ilusión.
Como si nada, nunca
la fantasía del pasar los años;
siempre el mismo miedo
y la ingenua incertidumbre de una luz
EXCRITURA DE WILCOCK
El viento tan frío de la noche ha despoblado a las calles;
hay un portón abierto,
entre las palmeras una estatua,
una mujer gigante,
su vestido es verdadero,
su regazo tibio
la respiración llora el perdón,
y solo es sentir la vida
y el origen del calor del vientre...
ya se disuelve la desesperación, la humillación y la soledad.
El viento tan frío de la noche ha despoblado a las calles;
hay un portón abierto,
entre las palmeras una estatua,
una mujer gigante,
su vestido es verdadero,
su regazo tibio
la respiración llora el perdón,
y solo es sentir la vida
y el origen del calor del vientre...
ya se disuelve la desesperación, la humillación y la soledad.
domingo, 3 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE CALVEYRA
A veces, creo que imagino a ese hombre;
detenido, mudo, ahí,
solo ante los brillos de las aguas.
Puedo sentir sus alrededores,
una plaza, el universo.
Vienen, entonces, tus versos,
mi propia fuente;
pero nunca una respuesta.
A veces, cuando voy en el colectivo,
al saborear un café;
y si lo veo...él también me mira.
No comprendo, ni siquiera soy: ¿sos vos?
A veces, creo que imagino a ese hombre;
detenido, mudo, ahí,
solo ante los brillos de las aguas.
Puedo sentir sus alrededores,
una plaza, el universo.
Vienen, entonces, tus versos,
mi propia fuente;
pero nunca una respuesta.
A veces, cuando voy en el colectivo,
al saborear un café;
y si lo veo...él también me mira.
No comprendo, ni siquiera soy: ¿sos vos?
sábado, 2 de diciembre de 2017
EXCRITURA HOMÍNIDA
El nómade inmóvil
ya no busca frutas ni peces.
Puede imaginar árboles,
ver algún arroyo;
y trata de masticar
para juntar a sus pellejos.
Temeroso de las hordas,
solo las llamas
y la luna, muy lejos.
Apenas respira su sombra,
el otro enigma.
A veces un aullido,
recuerdo de las sangres...
entonces apaga la televisión.
El nómade inmóvil
ya no busca frutas ni peces.
Puede imaginar árboles,
ver algún arroyo;
y trata de masticar
para juntar a sus pellejos.
Temeroso de las hordas,
solo las llamas
y la luna, muy lejos.
Apenas respira su sombra,
el otro enigma.
A veces un aullido,
recuerdo de las sangres...
entonces apaga la televisión.
EXCRITURAS DE UN BALANCE
Más de dos mil y pico de poemas
solo para evitar el ver,
asomar siquiera a la sombra
o encontrar alguna voz.
Inútil, apenas son palabras;
pero por suerte y desgano
todo queda sin corregir:
manchas de los gestos rotos.
Menos que estos pellejos...
la hipócrita tarea para seguir vivo.
Más de dos mil y pico de poemas
solo para evitar el ver,
asomar siquiera a la sombra
o encontrar alguna voz.
Inútil, apenas son palabras;
pero por suerte y desgano
todo queda sin corregir:
manchas de los gestos rotos.
Menos que estos pellejos...
la hipócrita tarea para seguir vivo.
EXCRITURA DE CHAPLIN
Todavía me queda aquel zapato viejo,
pero hasta los cordones,
tan caídos, mudos, ¿y para qué?
Me aisló tanta nieve
o el miedo o apenas la pena.
Si cuando te veo, Carlitos,
esas ganas de llorar
y tampoco ninguna lágrima.
Ni un bigote que se anime al juego,
que sirve como excusa...
hace rato que perdí las muecas.
Me falta sentir el hambre,
la picardía para burlar mis bestias;
por eso ando desnudo,
lejos, solito ante la cámara.
A veces cuando pienso,
tu bastón y tus ojos llenos de luz:
quisiera imaginar la alegría,
meter el zapato y mi cabeza en la olla.
Todavía me queda aquel zapato viejo,
pero hasta los cordones,
tan caídos, mudos, ¿y para qué?
Me aisló tanta nieve
o el miedo o apenas la pena.
Si cuando te veo, Carlitos,
esas ganas de llorar
y tampoco ninguna lágrima.
Ni un bigote que se anime al juego,
que sirve como excusa...
hace rato que perdí las muecas.
Me falta sentir el hambre,
la picardía para burlar mis bestias;
por eso ando desnudo,
lejos, solito ante la cámara.
A veces cuando pienso,
tu bastón y tus ojos llenos de luz:
quisiera imaginar la alegría,
meter el zapato y mi cabeza en la olla.
viernes, 1 de diciembre de 2017
jueves, 30 de noviembre de 2017
9
Un cacharrito quebradizo a cualquier golpe,
a la destrucción fatal,
un instante y miles de pedazos
sin forma, mudos, apenas la nada.
Esta es la simple respuesta
ante la incertidumbre de cada latido,
la efímera alegría,
su certeza única de mortal tristeza.
Ahí lo ves, te ves... siempre
en el último borde de la vida, un cacharrito
Un cacharrito quebradizo a cualquier golpe,
a la destrucción fatal,
un instante y miles de pedazos
sin forma, mudos, apenas la nada.
Esta es la simple respuesta
ante la incertidumbre de cada latido,
la efímera alegría,
su certeza única de mortal tristeza.
Ahí lo ves, te ves... siempre
en el último borde de la vida, un cacharrito
miércoles, 29 de noviembre de 2017
8
Inútil es esconderse en la ingenua ilusión,
negar las sombras,
no sirve creer en esa fantasía,
ese falso milagro:
lo peor,
siempre llega a suceder.
A cualquiera,
y puede ser en el comienzo
o en el final,
su dolor
apenas se oculta en el espejo,
la sorpresa
solo demora el insoportable llanto,
nuestro desconsuelo.
Ah, viejo Séneca,
vos siempre lo supiste, lo escribiste, lo viviste.
Inútil es esconderse en la ingenua ilusión,
negar las sombras,
no sirve creer en esa fantasía,
ese falso milagro:
lo peor,
siempre llega a suceder.
A cualquiera,
y puede ser en el comienzo
o en el final,
su dolor
apenas se oculta en el espejo,
la sorpresa
solo demora el insoportable llanto,
nuestro desconsuelo.
Ah, viejo Séneca,
vos siempre lo supiste, lo escribiste, lo viviste.
martes, 28 de noviembre de 2017
domingo, 26 de noviembre de 2017
4
A la mañana no quedaría nada,
ni el sueño de una mujer.
Los cipreses mudos,
el viento salvaje,
más allá todo el mar.
Asustados los ojos,
apenas horizonte,
el adiós de un delfín.
Veíamos el gran fuego,
los esttallidos
y las pálidas cenizas.
El cielo era un atardecer nublado...
a la mañana, que ya llegó.
A la mañana no quedaría nada,
ni el sueño de una mujer.
Los cipreses mudos,
el viento salvaje,
más allá todo el mar.
Asustados los ojos,
apenas horizonte,
el adiós de un delfín.
Veíamos el gran fuego,
los esttallidos
y las pálidas cenizas.
El cielo era un atardecer nublado...
a la mañana, que ya llegó.
sábado, 25 de noviembre de 2017
70
Tenés toda la razón, viejo Séneca:
solo la calma del espíritu,
el mero pasar por esta vida,
que se deleita ante su espejo:
la naturaleza, misterio sin misterio.
Pero mi cuerpo ya es sombra,
un pájaro en el aire ciego,
el desierto de la desgracia
y la burla efímera del vicio,
ni siquiera desespera el horror.
Si me dolieran estas quejas...
tenés toda la razón, nunca seré feliz.
Tenés toda la razón, viejo Séneca:
solo la calma del espíritu,
el mero pasar por esta vida,
que se deleita ante su espejo:
la naturaleza, misterio sin misterio.
Pero mi cuerpo ya es sombra,
un pájaro en el aire ciego,
el desierto de la desgracia
y la burla efímera del vicio,
ni siquiera desespera el horror.
Si me dolieran estas quejas...
tenés toda la razón, nunca seré feliz.
68
Me matan los para qué,
las risas publicitarias,
los vidrios polarizados,
el día que ya pasó,
los que vendrán,
las cirugías tétricas,
el apuro de las bocinas,
los alambres de púas,
la rutina de las voces,
esa plaza con rejas,
los festejos en titulares,
el crimen de la moda,
la cara de mi yo,
este destino indolente,
cada hora, cada minuto,
¿para qué estos versos?
Me matan los para qué,
las risas publicitarias,
los vidrios polarizados,
el día que ya pasó,
los que vendrán,
las cirugías tétricas,
el apuro de las bocinas,
los alambres de púas,
la rutina de las voces,
esa plaza con rejas,
los festejos en titulares,
el crimen de la moda,
la cara de mi yo,
este destino indolente,
cada hora, cada minuto,
¿para qué estos versos?
viernes, 24 de noviembre de 2017
67
Él pensaba en la tristeza de los vampiros,
hacía un bollo con la piel sucia
y lo metía en el lavarropas;
solía perderse así, inmóvil,
por culpa de tantas películas,
casi todas absurdas y viejas,
mientras veía sangre en la espuma.
Después, al colgar los pellejos,
no podía evitar insultar al sol,
pisarse sus propias tripas
y acariciar el silencio de la soga
para volver al sitio más oscuro, su sombra.
Él pensaba en la tristeza de los vampiros,
hacía un bollo con la piel sucia
y lo metía en el lavarropas;
solía perderse así, inmóvil,
por culpa de tantas películas,
casi todas absurdas y viejas,
mientras veía sangre en la espuma.
Después, al colgar los pellejos,
no podía evitar insultar al sol,
pisarse sus propias tripas
y acariciar el silencio de la soga
para volver al sitio más oscuro, su sombra.
jueves, 23 de noviembre de 2017
66
Hay gusanos negros en la vagina de Pizarnik
que no conocen su obra,
ni siquiera la condena de la niña monstruosa.
Será que vienen hartos de sus propios versos,
el suicidio fallido en cada silencio
y las palabras patéticas de tantas súplicas.
Ellos andan ansiosos por el espanto
entre los pellejos podridos...
con suerte disfrutan las sombras de sangre.
Claro que a ella le gusta ese juego sucio,
y siempre acabar con una imagen:
su ángel aterrado por los colmillos de una lila.
Hay gusanos negros en la vagina de Pizarnik
que no conocen su obra,
ni siquiera la condena de la niña monstruosa.
Será que vienen hartos de sus propios versos,
el suicidio fallido en cada silencio
y las palabras patéticas de tantas súplicas.
Ellos andan ansiosos por el espanto
entre los pellejos podridos...
con suerte disfrutan las sombras de sangre.
Claro que a ella le gusta ese juego sucio,
y siempre acabar con una imagen:
su ángel aterrado por los colmillos de una lila.
65
A los cuerpos sin amor
nunca le crecen yuyos,
salvajes, sin nombres
los que salen libres,
aquí, allá, inevitables,
tan vivos como el sol,
la luna y el agua.
Por eso en mi país no hay
-acá vale la limpieza-
ni siquiera un yuyito;
todo prolijo y ordenado,
las veredas y las calles,
hasta la última plaza...
y así andan los cuerpos,
sin un pelo demás,
sobre el césped del odio.
A los cuerpos sin amor
nunca le crecen yuyos,
salvajes, sin nombres
los que salen libres,
aquí, allá, inevitables,
tan vivos como el sol,
la luna y el agua.
Por eso en mi país no hay
-acá vale la limpieza-
ni siquiera un yuyito;
todo prolijo y ordenado,
las veredas y las calles,
hasta la última plaza...
y así andan los cuerpos,
sin un pelo demás,
sobre el césped del odio.
64
Tanta vida al pedo, ¿un tiro?
La idea es cómoda, acaso justa,
pero no termina de convencer;
mucho ruido y lo obvio.
Además sobran cadáveres,
tonos de la redundancia:
si la nada ya es lo mismo.
Cuando aburre el dolor
ver un árbol es una ofensa.
No es algo en particular, es
solo otro cigarrillo y otro trago;
ah, cualquier vida da muerte.
Tanta vida al pedo, ¿un tiro?
La idea es cómoda, acaso justa,
pero no termina de convencer;
mucho ruido y lo obvio.
Además sobran cadáveres,
tonos de la redundancia:
si la nada ya es lo mismo.
Cuando aburre el dolor
ver un árbol es una ofensa.
No es algo en particular, es
solo otro cigarrillo y otro trago;
ah, cualquier vida da muerte.
62
Todavía Onetti sigue sin hablar,
a lo mejor se murió.
Tampoco sus personajes,
ni una mueca.
Así se baja la persiana,
una pierna de cualquier mujer.
O esa música de violín
con el arco degollado.
Es verdad que algunas tardes
el sol también se esconde.
Alguien deberá entender,
y yo que no sé qué mierda decir.
Todavía Onetti sigue sin hablar,
a lo mejor se murió.
Tampoco sus personajes,
ni una mueca.
Así se baja la persiana,
una pierna de cualquier mujer.
O esa música de violín
con el arco degollado.
Es verdad que algunas tardes
el sol también se esconde.
Alguien deberá entender,
y yo que no sé qué mierda decir.
miércoles, 22 de noviembre de 2017
60
¿El último intento son las palabras?
Yo me asomo al balcón:
la horrible avenida, brillan autos,
soledad para un mal poema.
Lamborghini era más concreto,
una insatisfacción en la bragueta,
solo el camelo del fingir
hasta vaciar todas las botellas.
Aunque creo que llega ese gesto...
no, apenas una parodia del ser.
Pero ahora ni existe el autor,
¿si me tiro podré caer en el desierto?
¿El último intento son las palabras?
Yo me asomo al balcón:
la horrible avenida, brillan autos,
soledad para un mal poema.
Lamborghini era más concreto,
una insatisfacción en la bragueta,
solo el camelo del fingir
hasta vaciar todas las botellas.
Aunque creo que llega ese gesto...
no, apenas una parodia del ser.
Pero ahora ni existe el autor,
¿si me tiro podré caer en el desierto?
57
Al fin decidí cortarme la mano
que escribía los poemas de mierda,
molestaba al sostener el cigarro,
ni para visera ante el sol.
Aliviado, la tiré a la basura,
casi no movía los dedos...
aunque parecía estar feliz,
sin el pulso de mis palabras.
Algo, en verdad, me sorprendió,
demasiado fácil, indoloro,
y además no hubo resistencia,
¿cómo no me enseñó su puño?
Después me fijé en sus uñas...
pero veía mi derrotas, triste,
sospecho que esa negra sangre
aun es la tinta brutal de estos versos
Al fin decidí cortarme la mano
que escribía los poemas de mierda,
molestaba al sostener el cigarro,
ni para visera ante el sol.
Aliviado, la tiré a la basura,
casi no movía los dedos...
aunque parecía estar feliz,
sin el pulso de mis palabras.
Algo, en verdad, me sorprendió,
demasiado fácil, indoloro,
y además no hubo resistencia,
¿cómo no me enseñó su puño?
Después me fijé en sus uñas...
pero veía mi derrotas, triste,
sospecho que esa negra sangre
aun es la tinta brutal de estos versos
56
Decapitado el vuelo de las garzas,
las hadas correntinas
no encuentran refugio
en la mágica piel de los esteros.
Ya desaparecieron tus apariciones,
el puente de los tigres,
aquel ciervo cantor,
esas memorias de montoneras.
Tuviste suerte, querido Francisco,
con tu mirada de otro mundo
y su revelaciones salvajes:
ahora solo hay pantanos de llanto.
Decapitado el vuelo de las garzas,
las hadas correntinas
no encuentran refugio
en la mágica piel de los esteros.
Ya desaparecieron tus apariciones,
el puente de los tigres,
aquel ciervo cantor,
esas memorias de montoneras.
Tuviste suerte, querido Francisco,
con tu mirada de otro mundo
y su revelaciones salvajes:
ahora solo hay pantanos de llanto.
55
Lo lamento,
sé que la soga para sacarte del pozo
ya no te importa,
hasta te resulta una burla.
Por supuesto, vos tenés razón,
¿para qué mirar el cielo?.
Todo tan negro,
cualquier árbol es una ofensa.
Ni hablar de hablar,
mal chiste.
Igual si la aprietan mis manos,
debe ser por algo...
Será la esperanza para ahorcarme
y bailar, feliz, con el aire.
Lo lamento,
sé que la soga para sacarte del pozo
ya no te importa,
hasta te resulta una burla.
Por supuesto, vos tenés razón,
¿para qué mirar el cielo?.
Todo tan negro,
cualquier árbol es una ofensa.
Ni hablar de hablar,
mal chiste.
Igual si la aprietan mis manos,
debe ser por algo...
Será la esperanza para ahorcarme
y bailar, feliz, con el aire.
54
A veces alguien me toca el portero;
pero no respondo...nunca,
incluso en la madrugada.
Todas las puertas son seguras
y de acá no voy a salir.
Poco a poco, el alrededor
apenas se asoma en la memoria.
Por las dudas no veo la tele,
sé que pronto no pasarán los días.
Solo me molestan los espejos,
esa ya cara no es la mía.
Hace tiempo dejé de pensar,
pero afuera aun hace mucho miedo.
A veces alguien me toca el portero;
pero no respondo...nunca,
incluso en la madrugada.
Todas las puertas son seguras
y de acá no voy a salir.
Poco a poco, el alrededor
apenas se asoma en la memoria.
Por las dudas no veo la tele,
sé que pronto no pasarán los días.
Solo me molestan los espejos,
esa ya cara no es la mía.
Hace tiempo dejé de pensar,
pero afuera aun hace mucho miedo.
53
Por esos desvíos insólitos de la vida,
después de leer el evangelio,
él aprendió a multiplicar los peces.
No lo asombró su don,
tenían un olor espantoso...
y prefirió venderlos en el barrio.
En pocos años comprendió al mundo,
arrojó sus redes al mercado
y naturalmente monopolizó el negocio.
Así se lleno de dinero y ahora,
lejos de los brillos del mar,
solo hace milagros con las finanzas.
Por esos desvíos insólitos de la vida,
después de leer el evangelio,
él aprendió a multiplicar los peces.
No lo asombró su don,
tenían un olor espantoso...
y prefirió venderlos en el barrio.
En pocos años comprendió al mundo,
arrojó sus redes al mercado
y naturalmente monopolizó el negocio.
Así se lleno de dinero y ahora,
lejos de los brillos del mar,
solo hace milagros con las finanzas.
martes, 21 de noviembre de 2017
50
¡Ay, pero qué frase tan ridícula!,
y absolutamente genial:
por el sendero venia avanzando el viejecillo...
Claro que hasta da risa.
Aunque ese personaje soy yo, o todos;
inútil intentar cualquier engaño.
Antes, en el medio, después,
siempre el malentendido insoportable y bello,
como escribiste vos, Abelardo.
Por el sendero venía avanzando el viejecillo....
y todo lo demás no importa,
si también suele ser cursi el destino.
¡Ay, pero qué frase tan ridícula!,
y absolutamente genial:
por el sendero venia avanzando el viejecillo...
Claro que hasta da risa.
Aunque ese personaje soy yo, o todos;
inútil intentar cualquier engaño.
Antes, en el medio, después,
siempre el malentendido insoportable y bello,
como escribiste vos, Abelardo.
Por el sendero venía avanzando el viejecillo....
y todo lo demás no importa,
si también suele ser cursi el destino.
49
Por un tonto descuido, un instante, justo ayer,
se rompió la botella para arrojar al mar.
Esas cosas que pasan..
inevitables, y casi siempre.
Tantas dudas durante tanto tiempo,
y sin escribir, ni siquiera, un mensaje.
Todo perdido, lejos del mundo,
la isla, aburrida, se burla de las esperanzas.
Pero esas gaviotas ¿o buitres?
dan vueltas y vueltas en el cielo,
también dentro de su sombra,
en sus huellas que borran la espuma.
Así es la vida, ¿no?, ya pasó,
algún día, ¡ojalá!, desaparecerá el horizonte.
Por un tonto descuido, un instante, justo ayer,
se rompió la botella para arrojar al mar.
Esas cosas que pasan..
inevitables, y casi siempre.
Tantas dudas durante tanto tiempo,
y sin escribir, ni siquiera, un mensaje.
Todo perdido, lejos del mundo,
la isla, aburrida, se burla de las esperanzas.
Pero esas gaviotas ¿o buitres?
dan vueltas y vueltas en el cielo,
también dentro de su sombra,
en sus huellas que borran la espuma.
Así es la vida, ¿no?, ya pasó,
algún día, ¡ojalá!, desaparecerá el horizonte.
48
Cada día más brutal el capitalismo
y, de golpe, pienso en tu pene,
triste, ya apenas tierra.
Ah, querido Pier Paolo, no sé...
Quizás debiera salir, olvidar,
o esperar el sonido de una campana.
Pero seguro que vos entendés;
pienso, y también el mío:
tanta pena detrás de la bragueta.
No te equivocaste, poeta,
solo que ni siquiera asoma la rabia.
Cada día más brutal el capitalismo
y, de golpe, pienso en tu pene,
triste, ya apenas tierra.
Ah, querido Pier Paolo, no sé...
Quizás debiera salir, olvidar,
o esperar el sonido de una campana.
Pero seguro que vos entendés;
pienso, y también el mío:
tanta pena detrás de la bragueta.
No te equivocaste, poeta,
solo que ni siquiera asoma la rabia.
47
Ese perro horrible con tres patas
solo quería morder;
y mostraba sus dientes,
ahí, cerca de sus pantorrillas.
Él trató de alejarlo,
agito nervioso sus brazos
y después tuvo que recurrir,
temblando, a una patada al aire.
Aunque pasaron varios días,
esa escena perduraba...
como si algún detalle,
invisible, escondiera un secreto.
Así que volvió, lo necesitaba,
pero el perro no,
ni rastros de su odio feroz.
Al igual que su pata,
también había desaparecido.
Y sintió dolor y más pena,
ya nadie le clavaría los colmillos.
Ese perro horrible con tres patas
solo quería morder;
y mostraba sus dientes,
ahí, cerca de sus pantorrillas.
Él trató de alejarlo,
agito nervioso sus brazos
y después tuvo que recurrir,
temblando, a una patada al aire.
Aunque pasaron varios días,
esa escena perduraba...
como si algún detalle,
invisible, escondiera un secreto.
Así que volvió, lo necesitaba,
pero el perro no,
ni rastros de su odio feroz.
Al igual que su pata,
también había desaparecido.
Y sintió dolor y más pena,
ya nadie le clavaría los colmillos.
lunes, 20 de noviembre de 2017
46
Después de largos siglos de grandes progresos de la humanidad,
precisos y vertiginosos,
algo extraño ocurre en los televisores;
en los programas de chismes,
noticieros,
series policiales,
vampirescas,
comedias,
documentales de la BBC...
Ninguno se salva,
huelen mal, cada vez peor.
También en las transmisiones por cable,
las redes,
hasta en los satélites.
Ya apenas se puede asomar la nariz,
los perfumes vomitan,
occidente apesta;
y lenta, insistente se proyecta y crece la hediondez de los humillados.
Después de largos siglos de grandes progresos de la humanidad,
precisos y vertiginosos,
algo extraño ocurre en los televisores;
en los programas de chismes,
noticieros,
series policiales,
vampirescas,
comedias,
documentales de la BBC...
Ninguno se salva,
huelen mal, cada vez peor.
También en las transmisiones por cable,
las redes,
hasta en los satélites.
Ya apenas se puede asomar la nariz,
los perfumes vomitan,
occidente apesta;
y lenta, insistente se proyecta y crece la hediondez de los humillados.
45
Imposible la pureza de la lengua,
ni siquiera su traducción,
ese balbuceo al borde del silencio,
la pasión de Judas en la soga.
Vos lo sabías, Benjamin,
y sentías el dolor alrededor:
la mudez de los árboles,
apenas aullidos en el cielo...
Solo desechos, sonidos rotos,
el llanto seco de un Origen.
Imposible, hasta la palabra luna,
su lejana luz sin consuelo;
mierda, tampoco se salva la poesía
Imposible la pureza de la lengua,
ni siquiera su traducción,
ese balbuceo al borde del silencio,
la pasión de Judas en la soga.
Vos lo sabías, Benjamin,
y sentías el dolor alrededor:
la mudez de los árboles,
apenas aullidos en el cielo...
Solo desechos, sonidos rotos,
el llanto seco de un Origen.
Imposible, hasta la palabra luna,
su lejana luz sin consuelo;
mierda, tampoco se salva la poesía
44
Pintan jeroglíficos en las paredes,
patean tachos de basura,
andan sin horario.
A veces rompen una vidriera,
hacen humito de esquina,
meta birra y birra.
Pueden bailar en la plaza,
sacarse las remeras,
siempre sucios los pies.
También gritan sus canciones,
mean las veredas,
sueñan delirios juntos.
Son muy peligrosos,
los jóvenes aun aman estar vivos.
Pintan jeroglíficos en las paredes,
patean tachos de basura,
andan sin horario.
A veces rompen una vidriera,
hacen humito de esquina,
meta birra y birra.
Pueden bailar en la plaza,
sacarse las remeras,
siempre sucios los pies.
También gritan sus canciones,
mean las veredas,
sueñan delirios juntos.
Son muy peligrosos,
los jóvenes aun aman estar vivos.
42
No sé por qué me acordé de esa perrita,
la de la humilde Chiquillada,
y me puse contento y la canté como Favio.
Pero después, ay, cuando salí,
mientras caminaba la Estación de Catán,
la vi en el playón: una sombra
solita entre el ir y venir de los colectivos.
Tan temerosa, sucia, puro costillas,
la mirada todas las súplicas...
No estaban los pibes jugando al fútbol,
solo cuerpos cansados y casi ciegos.
Culpé al tiempo, a la memoria,
aquellos años en los que era inocente.
Resignado, me fui a esperar al 620,
¿qué se puede contra la derrota?
Ningún perdedor se la podía llevar a casa.
No sé por qué me acordé de esa perrita,
la de la humilde Chiquillada,
y me puse contento y la canté como Favio.
Pero después, ay, cuando salí,
mientras caminaba la Estación de Catán,
la vi en el playón: una sombra
solita entre el ir y venir de los colectivos.
Tan temerosa, sucia, puro costillas,
la mirada todas las súplicas...
No estaban los pibes jugando al fútbol,
solo cuerpos cansados y casi ciegos.
Culpé al tiempo, a la memoria,
aquellos años en los que era inocente.
Resignado, me fui a esperar al 620,
¿qué se puede contra la derrota?
Ningún perdedor se la podía llevar a casa.
40
El ovillo en la sombra aun respira
su refugio abierto de la noche;
Muchos diarios, algunas mantas,
y entre la mugre, ahí,
apenas un mover de algo.
Difícil es detenerse a mirar,
la vergüenza bajo las estrellas;
montoncito de misera que insiste
una media asoma en el resistir.
Es casi una figura sin forma,
ese último temblor de lo humano,
con olor a olvidos, a meo,
a mierda, sí; y aun respira en el ser.
El ovillo en la sombra aun respira
su refugio abierto de la noche;
Muchos diarios, algunas mantas,
y entre la mugre, ahí,
apenas un mover de algo.
Difícil es detenerse a mirar,
la vergüenza bajo las estrellas;
montoncito de misera que insiste
una media asoma en el resistir.
Es casi una figura sin forma,
ese último temblor de lo humano,
con olor a olvidos, a meo,
a mierda, sí; y aun respira en el ser.
domingo, 19 de noviembre de 2017
37
No le encontraban ningún remedio
para ese llanto o lagrimeo.
Ya lo decía Macedonio: los médicos
siempre fracasan;
ante la nada, ¿cuál es la receta?
Pero era otro el gran inconveniente;
como siempre, ese enigma;
o la miseria de la escasa verdad,
Para colmo, hasta podían contagiarse.
Así que mejor apretar los ojos
y consumar el sacrificio.
Por un rato volver a creer en esta vida.
No le encontraban ningún remedio
para ese llanto o lagrimeo.
Ya lo decía Macedonio: los médicos
siempre fracasan;
ante la nada, ¿cuál es la receta?
Pero era otro el gran inconveniente;
como siempre, ese enigma;
o la miseria de la escasa verdad,
Para colmo, hasta podían contagiarse.
Así que mejor apretar los ojos
y consumar el sacrificio.
Por un rato volver a creer en esta vida.
34
No pasa más el tiempo en Anhedonia
y ni siquiera una película.
Solo tengo un tomate, una cebolla
y un dudoso zapallito.
Claro ahora no importa la hora,
tampoco los pactos de sangre;
secas las pilas del alma
incluso a la sombra, en el jardín.
Si fuera al menos mi perro...
o esa pared desnuda de ladrillos.
Lejos del alrededor, el amor
apenas si se asoma para el doler.
Estos poemas de mierda
ya se olvidaron de mi corazón y mi furia.
No pasa más el tiempo en Anhedonia
y ni siquiera una película.
Solo tengo un tomate, una cebolla
y un dudoso zapallito.
Claro ahora no importa la hora,
tampoco los pactos de sangre;
secas las pilas del alma
incluso a la sombra, en el jardín.
Si fuera al menos mi perro...
o esa pared desnuda de ladrillos.
Lejos del alrededor, el amor
apenas si se asoma para el doler.
Estos poemas de mierda
ya se olvidaron de mi corazón y mi furia.
33
¿Puedo romper el vidrio de la ventana y ser un pájaro?
Mejor arrancarme los ojos,
comprar un M 16 de juguete
y superar las muertes de todos los superhéroes
y sus variantes paródicas.
O dormir sobre los escombros de Libia,
flotar más allá de cualquier horizonte,
nadar...hasta el último suspiro.
Pero me quedo acá, sentadito y mudo,
todavía no puedo parar de temblar frente a las paredes.
¿Puedo romper el vidrio de la ventana y ser un pájaro?
Mejor arrancarme los ojos,
comprar un M 16 de juguete
y superar las muertes de todos los superhéroes
y sus variantes paródicas.
O dormir sobre los escombros de Libia,
flotar más allá de cualquier horizonte,
nadar...hasta el último suspiro.
Pero me quedo acá, sentadito y mudo,
todavía no puedo parar de temblar frente a las paredes.
32
No sé de dónde me habrá venido ésta,
casi invisible, muda, ahí,
adentro del cuerpo y más peor,
esa sombra de los dolores
o su no ser en la melancolía.
Inútil dar detalles,
cualquier aclaración es lágrima.
Pero nunca falla ni falta,
hasta en estos poemas de mierda, sí,
apenas un ratito le sobra,
ah, escondida detrás de cada verso;
solo sé que nunca me dejarás, mi tristeza.
No sé de dónde me habrá venido ésta,
casi invisible, muda, ahí,
adentro del cuerpo y más peor,
esa sombra de los dolores
o su no ser en la melancolía.
Inútil dar detalles,
cualquier aclaración es lágrima.
Pero nunca falla ni falta,
hasta en estos poemas de mierda, sí,
apenas un ratito le sobra,
ah, escondida detrás de cada verso;
solo sé que nunca me dejarás, mi tristeza.
31
Hoy la luna tiene que darle buena suerte,
además no hace nada de frío
y pocas salen los domingos.
Ya le falta menos al maquillaje,
pero esa sombra, ay, necesita depilarse,
no es igual con la maquinita, no,
que la noche sea la más oscura.
Paciencia, sin apurarse;
que el espejo le diga otra vez que es ella:
una reina, como antes; bueno,
aunque es imposible el engaño,
ya no tiene veinte, casi el doble.
Al menos con cuatro o cinco clientes;
vienen mal las últimas semanas,
fideos y arroz, arroz y fideos.
Igual nadie va a notar la media rota,
esas cosas a ellos no les importa;
y si viene la policia va a decir que no.
En la villa se hizo respetar,
todos la saludan sin hacer comentarios;
Tanto aguantar para ser lo que es...
ahora su verdadera vida, ahora es la Karen.
Hoy la luna tiene que darle buena suerte,
además no hace nada de frío
y pocas salen los domingos.
Ya le falta menos al maquillaje,
pero esa sombra, ay, necesita depilarse,
no es igual con la maquinita, no,
que la noche sea la más oscura.
Paciencia, sin apurarse;
que el espejo le diga otra vez que es ella:
una reina, como antes; bueno,
aunque es imposible el engaño,
ya no tiene veinte, casi el doble.
Al menos con cuatro o cinco clientes;
vienen mal las últimas semanas,
fideos y arroz, arroz y fideos.
Igual nadie va a notar la media rota,
esas cosas a ellos no les importa;
y si viene la policia va a decir que no.
En la villa se hizo respetar,
todos la saludan sin hacer comentarios;
Tanto aguantar para ser lo que es...
ahora su verdadera vida, ahora es la Karen.
sábado, 18 de noviembre de 2017
25
A veces Maldoror piensa en el cielo,
apenas un instante.
No quiere volar con el odio,
tampoco vomitar.
Alrededor la humillación,
su reino.
Violan a otro niño
y sonríe.
Despedazan inocentes
en las cárceles
Y prender fuego a un hambriento
para cumplir las ley.
Lo de siempre,
siempre la bella crueldad.
Piensa, no mira;
solo disfruta el horror de los humanos.
A veces Maldoror piensa en el cielo,
apenas un instante.
No quiere volar con el odio,
tampoco vomitar.
Alrededor la humillación,
su reino.
Violan a otro niño
y sonríe.
Despedazan inocentes
en las cárceles
Y prender fuego a un hambriento
para cumplir las ley.
Lo de siempre,
siempre la bella crueldad.
Piensa, no mira;
solo disfruta el horror de los humanos.
viernes, 17 de noviembre de 2017
20
¡La tanta vida, plena, por todas partes!
Pero él no está...
en ninguna.
Ni siquiera el desierto
con sus barbitúricos mudos.
Ya olvidó a su propio encierro.
En la ventana
las hojas están muertas;
y nadie,
apenas la burla sin gestos.
Tampoco espera a los gusanos,
solo una ausencia, lejana, en los latidos
¡La tanta vida, plena, por todas partes!
Pero él no está...
en ninguna.
Ni siquiera el desierto
con sus barbitúricos mudos.
Ya olvidó a su propio encierro.
En la ventana
las hojas están muertas;
y nadie,
apenas la burla sin gestos.
Tampoco espera a los gusanos,
solo una ausencia, lejana, en los latidos
jueves, 16 de noviembre de 2017
14
Aunque -raro- ya pasaron varios años
y no entiendo, recuerdo la imagen.
Apenas otra foto en el diario,
una panorámica de la destrucción,
en Irak, tal vez Bagdad.
Los edificios, las casas... escombros.
Mucho polvo, ningún cuerpo.
pero ahí, escondida, a un costado,
justo descubrí ese detalle:
una zapatilla Nike, casi para un bebé.
Aunque -raro- ya pasaron varios años
y no entiendo, recuerdo la imagen.
Apenas otra foto en el diario,
una panorámica de la destrucción,
en Irak, tal vez Bagdad.
Los edificios, las casas... escombros.
Mucho polvo, ningún cuerpo.
pero ahí, escondida, a un costado,
justo descubrí ese detalle:
una zapatilla Nike, casi para un bebé.
12
Serían cerca las seis de la tarde
en la plaza de San Justo,
menos de 15 años,
sucio, sin ojos, casi desnudo,
en la mano un porrito,
habla o canta,
da vueltas, solo, da vueltas,
a veces se detiene
y mira el agua de la fuente,
pero nadie lo ve,
y pasan a su lado, apurados,
a la policía tampoco no le importa.
Serían cerca las seis de la tarde
en la plaza de San Justo,
menos de 15 años,
sucio, sin ojos, casi desnudo,
en la mano un porrito,
habla o canta,
da vueltas, solo, da vueltas,
a veces se detiene
y mira el agua de la fuente,
pero nadie lo ve,
y pasan a su lado, apurados,
a la policía tampoco no le importa.
miércoles, 15 de noviembre de 2017
10
Desde siempre adoramos esa carne,
la más humana.
Poco importa la receta,
cruda o cocida,
a la luz de la luna o del sol,
ceremonia o mentira.
Nos hace falta; tan obvio,
hasta lo reconoce Lévi-Strauss.
Ya hace mucho tiempo,
nos engaña la compasión,
la hipocresía,
cientos de excusas tontas:
la religión, la moral, la ley...
¡Cómo gustan las nalgas,
un buen corazón sangrante!.
Ay, solo somos para devorarnos el ser.
Desde siempre adoramos esa carne,
la más humana.
Poco importa la receta,
cruda o cocida,
a la luz de la luna o del sol,
ceremonia o mentira.
Nos hace falta; tan obvio,
hasta lo reconoce Lévi-Strauss.
Ya hace mucho tiempo,
nos engaña la compasión,
la hipocresía,
cientos de excusas tontas:
la religión, la moral, la ley...
¡Cómo gustan las nalgas,
un buen corazón sangrante!.
Ay, solo somos para devorarnos el ser.
6
El poeta de la ONU solo se caga de risa.
Ahora le tocó Yemen...
difícil, aun no bombardearon.
Y algo tiene que hacer,
hay que justificar el sueldo.
Para colmo ese resfrío,
saca un moco y hace una bolita.
Piensa en los hambrientos
y se traga la metáfora.
El poeta de la ONU, otra vez, se ríe de todo.
El poeta de la ONU solo se caga de risa.
Ahora le tocó Yemen...
difícil, aun no bombardearon.
Y algo tiene que hacer,
hay que justificar el sueldo.
Para colmo ese resfrío,
saca un moco y hace una bolita.
Piensa en los hambrientos
y se traga la metáfora.
El poeta de la ONU, otra vez, se ríe de todo.
5
Claro que ya vio seis o siete veces
ese capítulo de House.
Otra cosa no hay
o peor...es decir, su vida.
La agonía es irreal,
aunque al final, inevitable,
solo interesa la muerte.
Quizás esté enfermo,
pero él no tiene una pizarra,
tampoco un bastón.
Al menos pasa el tiempo,
no hay diagnóstico para tanta pena.
Claro que ya vio seis o siete veces
ese capítulo de House.
Otra cosa no hay
o peor...es decir, su vida.
La agonía es irreal,
aunque al final, inevitable,
solo interesa la muerte.
Quizás esté enfermo,
pero él no tiene una pizarra,
tampoco un bastón.
Al menos pasa el tiempo,
no hay diagnóstico para tanta pena.
sábado, 11 de noviembre de 2017
DESPEDIDA DESPEJADA, OTRO COMIENZO.
Las palabras de los otros, o nadie.
hasta esas del Príncipe.
Claro que a lo mejor, están vivas.
Debajo de los escombros,
aun respiran los sobrevivientes.
Yo nunca sé lo que hago,
a aveces creo que soy libre..
Tonterías, solo quería un amparo,
ese conocerse en el estar.
En verdad, un divertimento,
casi una forma de la plenitud.
solo escribir en la incógnita,
Pero igual..¿para qué?
si no entiendo las razones.
Quizás algún día, una noche:
estas excrituras festejen los enigmas.
Las palabras de los otros, o nadie.
hasta esas del Príncipe.
Claro que a lo mejor, están vivas.
Debajo de los escombros,
aun respiran los sobrevivientes.
Yo nunca sé lo que hago,
a aveces creo que soy libre..
Tonterías, solo quería un amparo,
ese conocerse en el estar.
En verdad, un divertimento,
casi una forma de la plenitud.
solo escribir en la incógnita,
Pero igual..¿para qué?
si no entiendo las razones.
Quizás algún día, una noche:
estas excrituras festejen los enigmas.
LOS PASOS DE LA RECAÍDA.
Un sorbito que te deja sin el alma,
el primero o el segundo.
y todo es como en Fantasía.
La tentación del mal,
tan profunda, tan bella...
Después vienen los vomitos, etc.
Pero solo es un reacaída,
a cualquiera la pasa,
todos necesitan dentigrarse,
al menos un poquito,
la vida es así:
un vaso dorado en todo mi cuerpo.
Un sorbito que te deja sin el alma,
el primero o el segundo.
y todo es como en Fantasía.
La tentación del mal,
tan profunda, tan bella...
Después vienen los vomitos, etc.
Pero solo es un reacaída,
a cualquiera la pasa,
todos necesitan dentigrarse,
al menos un poquito,
la vida es así:
un vaso dorado en todo mi cuerpo.
EL FRACASO
Voy a tratar de escribir algo bueno,
aunque también,
qué se yo, como diria Montaine,
-¿se escribe así, no?
podría escuchar
a George con Dylan...
Volver al silencio del mate,
un fracaso y humo,
o mejor dicho: lo de siempre,
y otra vez la ventana.
Ahí están las cosas: ningún lugar,
o there´s a place,
la versíón de Charly
y una cama, las llamas.
Lástima, no quiero ni puedo escribir
Voy a tratar de escribir algo bueno,
aunque también,
qué se yo, como diria Montaine,
-¿se escribe así, no?
podría escuchar
a George con Dylan...
Volver al silencio del mate,
un fracaso y humo,
o mejor dicho: lo de siempre,
y otra vez la ventana.
Ahí están las cosas: ningún lugar,
o there´s a place,
la versíón de Charly
y una cama, las llamas.
Lástima, no quiero ni puedo escribir
LLUVIA DE TUÑÓN
Justo ahí, en el extremo de toda la nada
el destino me llamó con tu vos.
Pero no paraba de llover,
con furia, tambores, relojes, descalzo.
Demasiado parecido a un poema,
cualquiera, de Túnón: ternuras rotas.
Justo en este extremo y en el otro,
ay, yo no podía hablar,
Sin fuerza para soñar un puente,
la transparencia de tu sombra tan tibia.
No podía comprender la lluvia,
ni a la ventana o el laurel,
así la silla me sentó en el olvido,
y ahí perdí a las caricias de la hermosura.
Justo ahí, en el extremo de toda la nada
el destino me llamó con tu vos.
Pero no paraba de llover,
con furia, tambores, relojes, descalzo.
Demasiado parecido a un poema,
cualquiera, de Túnón: ternuras rotas.
Justo en este extremo y en el otro,
ay, yo no podía hablar,
Sin fuerza para soñar un puente,
la transparencia de tu sombra tan tibia.
No podía comprender la lluvia,
ni a la ventana o el laurel,
así la silla me sentó en el olvido,
y ahí perdí a las caricias de la hermosura.
viernes, 10 de noviembre de 2017
jueves, 9 de noviembre de 2017
EL AMOR DE MAROSA
Nadie sabía que había otro habitante,
tan cerca, en el jardín.
Los ojos de esplendor violeta,
siempre cerca del rosal
o en la pileta
donde nadan las azucenas...
Él está ahí y también más allá,
con su tacita de miel;
y necesito ir hacia su mirada,
mi propio corazón,
el idioma del aire:
nos amamos, aunque a veces lo olvide.
Nadie sabía que había otro habitante,
tan cerca, en el jardín.
Los ojos de esplendor violeta,
siempre cerca del rosal
o en la pileta
donde nadan las azucenas...
Él está ahí y también más allá,
con su tacita de miel;
y necesito ir hacia su mirada,
mi propio corazón,
el idioma del aire:
nos amamos, aunque a veces lo olvide.
TRISTEZAS
También eso que fue mi corazón
ya duerme en las sombras.
Nada me estremece,
ni azul, rojo, ni verdor.
Si he sido, poco importa...
¿Dónde está el viento?
Ni siquiera el cielo, vano.
Y menos las ilusiones,
el consuelo de ser conmigo.
Mis versos mudos
me olvidan desde lejos.
Oh, Pessoa, si tuviera tu tristeza.
También eso que fue mi corazón
ya duerme en las sombras.
Nada me estremece,
ni azul, rojo, ni verdor.
Si he sido, poco importa...
¿Dónde está el viento?
Ni siquiera el cielo, vano.
Y menos las ilusiones,
el consuelo de ser conmigo.
Mis versos mudos
me olvidan desde lejos.
Oh, Pessoa, si tuviera tu tristeza.
IDENTIDAD
Ya perdí la conciencia, pero no importa.
Ni siquiera siento quién soy
y tampoco a mi animal.
A veces imagino a una rosa,
a mi lado, para siempre.
Otras, el fondo de un pozo
con su estúpida piedad.
Quizás estoy en mi infancia,
una felicidad de la tristeza;
o me pasé de la vejez
para no molestar al ataud.
¿Quién es Clarice Lispector?
Tan sencilla es esta vida:
palabras, gotas de cristal, la luna y nada.
Ya perdí la conciencia, pero no importa.
Ni siquiera siento quién soy
y tampoco a mi animal.
A veces imagino a una rosa,
a mi lado, para siempre.
Otras, el fondo de un pozo
con su estúpida piedad.
Quizás estoy en mi infancia,
una felicidad de la tristeza;
o me pasé de la vejez
para no molestar al ataud.
¿Quién es Clarice Lispector?
Tan sencilla es esta vida:
palabras, gotas de cristal, la luna y nada.
EL SUEÑO DE LA LUNA
Recuerdo a ese poema,
el sueño de Zhang Jiuling.
Ya todo está oscuro,
lejos, en la casa.
Quizás así pueda verte,
al amparo de la luna.
Imagino a tus pasos,
llego a nuestra habitación.
Y las sábanas tiemblan
y al fin veo tu cuerpo...
Ay, no puedo atrapar
apenas un rayito de tu luz.
UNA MOSCA DE JOAQUÍN O. GIANUZZI
Cualquier mal estornudo puede matar al gato,
nadie domina a sus posibilidades.
Será por las antiguas apariciones del demonio
o los efectos de tanto barbitúrico.
Es que en tu época, querido J. O. G.,
el nudo de la corbata delata la impostura,
la de cualquiera; y aun peor:
solo sirve hablar con los muertos
sin esperar ninguna respuesta esperada.
Pero ya te instalaste, lejos, en el inodoro
y delirás sobre cosas como el infinito y...
Una mosca te revela la nulidad de toda historia.
Cualquier mal estornudo puede matar al gato,
nadie domina a sus posibilidades.
Será por las antiguas apariciones del demonio
o los efectos de tanto barbitúrico.
Es que en tu época, querido J. O. G.,
el nudo de la corbata delata la impostura,
la de cualquiera; y aun peor:
solo sirve hablar con los muertos
sin esperar ninguna respuesta esperada.
Pero ya te instalaste, lejos, en el inodoro
y delirás sobre cosas como el infinito y...
Una mosca te revela la nulidad de toda historia.
ANTON WEBERN EN EL FUEGO
Apenas tocar una flor,
el origen del fuego retorna a las manos.
Siempre, desde los bordes,
cada pétalo necesita arder en las huellas.
En la corola, secretas,
las formas reavivan a las vida humanas.
No soy más Anton,
ya siento la viejas llamas de la melodía.
Pero se diluye tan pronto,
y el calorcito olvida el temblor del aire.
Todo es ígneo y se consume,
solo quedan esas cenizas para la música.
Apenas tocar una flor,
el origen del fuego retorna a las manos.
Siempre, desde los bordes,
cada pétalo necesita arder en las huellas.
En la corola, secretas,
las formas reavivan a las vida humanas.
No soy más Anton,
ya siento la viejas llamas de la melodía.
Pero se diluye tan pronto,
y el calorcito olvida el temblor del aire.
Todo es ígneo y se consume,
solo quedan esas cenizas para la música.
miércoles, 8 de noviembre de 2017
¿DE LA POESÍA MODERNA?
No es cuestión de confiar en la cabeza.
A veces, Wallace, solo ocurre;
no tiene explicación.
Apenas esa emoción de la palabra;
el mundo, claro, es el teatro.
En todo caso, también está el cuerpo,
la posibilidad del mirar.
Digo, un hombre patinado
y una mujer que baila...
La mente estalla en el acto del poema.
No es cuestión de confiar en la cabeza.
A veces, Wallace, solo ocurre;
no tiene explicación.
Apenas esa emoción de la palabra;
el mundo, claro, es el teatro.
En todo caso, también está el cuerpo,
la posibilidad del mirar.
Digo, un hombre patinado
y una mujer que baila...
La mente estalla en el acto del poema.
LA DELEGADA DEL DOCKE VI
Ya las manos enlazadas suben al tren,
los primeros fantasmas,
los más inocentes, la despedida
y la última mirada de su padre
más allá del horizonte, en el sol.
Aquella remota esperanza,
los miedos de la libertad.
Después la marcha de los años,
esa felicidad de los cantitos.
La memoria entibia a los dedos,
la verdad del calorcito:
el crucifijo y el carnet del 46.
Y aparecen todos los compañeros:
la eterna historia de la delegada del docke.
Ya las manos enlazadas suben al tren,
los primeros fantasmas,
los más inocentes, la despedida
y la última mirada de su padre
más allá del horizonte, en el sol.
Aquella remota esperanza,
los miedos de la libertad.
Después la marcha de los años,
esa felicidad de los cantitos.
La memoria entibia a los dedos,
la verdad del calorcito:
el crucifijo y el carnet del 46.
Y aparecen todos los compañeros:
la eterna historia de la delegada del docke.
EL MALÓN DE TEDESCO O EL MACRISMO
Ni libertad ni respeto ni piedad.
Uno anda por ahí,
entre agujeros del ser
y los casos de la malevolencia.
Prefiero olvidarme el corazón.
Cerquita, el griterío
y la polvareda de venganza,
acá, a la vuelta de la esquina.
Nadie recibe, no convida un mate.
El odio es condolencia
y te sonríe en los afiches,
calabozos, afuera de toda ley.
Yo no soy más que un cascajo.
Corro, ya me perdí;
se me confundió el malón:
tanta pena ya me dejó sin cautiverio.
Ni libertad ni respeto ni piedad.
Uno anda por ahí,
entre agujeros del ser
y los casos de la malevolencia.
Prefiero olvidarme el corazón.
Cerquita, el griterío
y la polvareda de venganza,
acá, a la vuelta de la esquina.
Nadie recibe, no convida un mate.
El odio es condolencia
y te sonríe en los afiches,
calabozos, afuera de toda ley.
Yo no soy más que un cascajo.
Corro, ya me perdí;
se me confundió el malón:
tanta pena ya me dejó sin cautiverio.
LA FUENTE DE DUCHAMP
A veces creo que la cagaste con ese famoso mingitorio;
sin querer, ese primer asombro
que atentó contra el arte, instaló el aburrimiento.
Todo, después, fue demasiado evidente,
apenas un catálogo de bromas banales, o peor,
como si lo único sagrado,
el terror de esta vida, desapareciera en los museos.
Pero así ocurren estas cosas, siempre;
la necesidad elemental se convierte en lujo:
una galería de objetos inhumanos, solo para millonarios.
A veces creo que la cagaste con ese famoso mingitorio;
sin querer, ese primer asombro
que atentó contra el arte, instaló el aburrimiento.
Todo, después, fue demasiado evidente,
apenas un catálogo de bromas banales, o peor,
como si lo único sagrado,
el terror de esta vida, desapareciera en los museos.
Pero así ocurren estas cosas, siempre;
la necesidad elemental se convierte en lujo:
una galería de objetos inhumanos, solo para millonarios.
EL VIAJE DE JOAO CABRAL DE MELO NETO
Alguien que nunca podré ser yo,
durante la noche
me dice, sin soñar, palabras rotas.
Un viaje escondido en el viento
con un perro famélico
y la vieja mochila de los fracasos.
Lejos, hasta morir el horizonte,
pero ahí, en mi cuarto,
en la inmensidad del cielo raso.
Alguien se despierta a la mañana
adentro de mi ropa,
y camina, solo, a juntar mi tristeza.
Alguien que nunca podré ser yo,
durante la noche
me dice, sin soñar, palabras rotas.
Un viaje escondido en el viento
con un perro famélico
y la vieja mochila de los fracasos.
Lejos, hasta morir el horizonte,
pero ahí, en mi cuarto,
en la inmensidad del cielo raso.
Alguien se despierta a la mañana
adentro de mi ropa,
y camina, solo, a juntar mi tristeza.
EL PASEO DE JOHN MUIR
Solo salí a dar un simple paseo,
apenas perder el tiempo:
calles, avenidas,
plazas, arboledas.
Ningún rumbo,
vueltas y vueltas,
un encuentro vital
con mi alrededor,
así empecé a sentir,
descubrir el aire,
olvidar que soy John,
nadie, huellas...
y ya al anochecer,
por fin, decidí quedarme afuera.
Solo salí a dar un simple paseo,
apenas perder el tiempo:
calles, avenidas,
plazas, arboledas.
Ningún rumbo,
vueltas y vueltas,
un encuentro vital
con mi alrededor,
así empecé a sentir,
descubrir el aire,
olvidar que soy John,
nadie, huellas...
y ya al anochecer,
por fin, decidí quedarme afuera.
martes, 7 de noviembre de 2017
CANCIÓN CON PUÑALES
Siempre, como en el primer día, solo.
Pero no hay almanaques
cuando faltan las pasiones.
En la pared apenas un cuadro,
esa pena de las tantas noches.
Hace rato perdió al asombro
y se deshace en el hombre.
Indigna, la tonta melancolía
aun intenta mentir un pasado.
La distancia...parecida el amor,
aunque solo es otro cigarrillo.
Ay, sin querer se rompió el último vaso.
Siempre, como en el primer día, solo.
Pero no hay almanaques
cuando faltan las pasiones.
En la pared apenas un cuadro,
esa pena de las tantas noches.
Hace rato perdió al asombro
y se deshace en el hombre.
Indigna, la tonta melancolía
aun intenta mentir un pasado.
La distancia...parecida el amor,
aunque solo es otro cigarrillo.
Ay, sin querer se rompió el último vaso.
FILOSOFÍA MATTONI
Somos apenas animales, solos, secretos,
restos de combustibles.
Un poco más de la tanta materia pútrida:
o semen, sangre, una fogata.
Entre las flores, los basurares, los trenes,
y perdernos en el viaje.
A veces jugamos a creer en las palabras,
nos aterra el simple silencio.
Así nos inventamos nobles sentimientos,
y después volvemos al odio.
Y si aceptamos los fantasmas del tiempo,
solo es para llorar y morir.
Somos apenas animales, solos, secretos,
restos de combustibles.
Un poco más de la tanta materia pútrida:
o semen, sangre, una fogata.
Entre las flores, los basurares, los trenes,
y perdernos en el viaje.
A veces jugamos a creer en las palabras,
nos aterra el simple silencio.
Así nos inventamos nobles sentimientos,
y después volvemos al odio.
Y si aceptamos los fantasmas del tiempo,
solo es para llorar y morir.
lunes, 6 de noviembre de 2017
LA DELEGADA DEL DOCKE V
A pesar de los tantos y tantos años en el frigorífico,
las carnes y las sangres,
nunca pensó en la muerte.
Tampoco ahora, y eso
que ni siquiera puede ir sola al baño.
Es cierto que se le dio por rezar,
pero es charlar un rato,
hay que discutir las reivindicaciones.
Los dolores son sabiduría.
Pronto la enfermera apagará la luz,
y hoy lo vio triste a su hijo.
Todavía no aprendió bien la doctrina,
quizás debió insistir más...
Para la delegada, la muerte es otra mentira de los gorilas
A pesar de los tantos y tantos años en el frigorífico,
las carnes y las sangres,
nunca pensó en la muerte.
Tampoco ahora, y eso
que ni siquiera puede ir sola al baño.
Es cierto que se le dio por rezar,
pero es charlar un rato,
hay que discutir las reivindicaciones.
Los dolores son sabiduría.
Pronto la enfermera apagará la luz,
y hoy lo vio triste a su hijo.
Todavía no aprendió bien la doctrina,
quizás debió insistir más...
Para la delegada, la muerte es otra mentira de los gorilas
domingo, 5 de noviembre de 2017
LA DELEGADA DEL DOCKE IV
Estos días apenas pasan sin dejar rastros.
Ahí, junto a la cama, las pantuflas;
un vacuidad afuera del tiempo.
Pero en el adentro, todavía
esos empujones de toda la vida:
el sol en la pirámide,
la dignidad desborda a la Plaza.
Después...los bombardeos,
cadáveres, cenizas y el odio.
Así lo siente su sangre
que vuelva a juntar a los compañeros,
una sola es la consigna: ¡la vida por Perón!
Estos días apenas pasan sin dejar rastros.
Ahí, junto a la cama, las pantuflas;
un vacuidad afuera del tiempo.
Pero en el adentro, todavía
esos empujones de toda la vida:
el sol en la pirámide,
la dignidad desborda a la Plaza.
Después...los bombardeos,
cadáveres, cenizas y el odio.
Así lo siente su sangre
que vuelva a juntar a los compañeros,
una sola es la consigna: ¡la vida por Perón!
EL PORVENIR DE ALTHUSSER
A cada instante, feliz,
Cezanne pintaba la misma montaña:
la luz es un don.
Yo tengo setenta y siete años,
y aunque no tuve juventud
hoy me siente joven.
Después de la locura y el horror,
la angustia en mi cuerpo:
creo que aprendí qué es amar:
no pedir nada para aguardar el recibir.
Incluso si esta historia,
ya debiera acabarse pronto...
Sí, el porvenir es largo.
A cada instante, feliz,
Cezanne pintaba la misma montaña:
la luz es un don.
Yo tengo setenta y siete años,
y aunque no tuve juventud
hoy me siente joven.
Después de la locura y el horror,
la angustia en mi cuerpo:
creo que aprendí qué es amar:
no pedir nada para aguardar el recibir.
Incluso si esta historia,
ya debiera acabarse pronto...
Sí, el porvenir es largo.
MILAGRO ZAINO
Antes, siempre borracho, todos los miserables días.
El imposible de subirse a la carreta,
si hasta olvidaba atar al Zaino;
igual, solo había que escarbar basura.
Claro que pasa lo que pasa
y dejó la botella y el resentimiento;
tan doloroso, más dificil
que encontrar algo de comida.
Pero la sobriedad es un amanecer,
calles, arboledas, un destino...
lástima que hoy llueve, ay, no puede trabajar.
Así que se prepara unos amargos,
fácil...y le agradece a la vida.
Con una sonrisa y unos yuyos
ya camina a ver a su compañero.
Algo le murmura, suave, en la oreja;
el Zaino con la cabeza dice que sí
y, mientras descansa, come despacio la palabra sol.
Antes, siempre borracho, todos los miserables días.
El imposible de subirse a la carreta,
si hasta olvidaba atar al Zaino;
igual, solo había que escarbar basura.
Claro que pasa lo que pasa
y dejó la botella y el resentimiento;
tan doloroso, más dificil
que encontrar algo de comida.
Pero la sobriedad es un amanecer,
calles, arboledas, un destino...
lástima que hoy llueve, ay, no puede trabajar.
Así que se prepara unos amargos,
fácil...y le agradece a la vida.
Con una sonrisa y unos yuyos
ya camina a ver a su compañero.
Algo le murmura, suave, en la oreja;
el Zaino con la cabeza dice que sí
y, mientras descansa, come despacio la palabra sol.
sábado, 4 de noviembre de 2017
DUDAS INTRASCENDENTES
Hasta la nada de los simples mortales,
tienen ese detalle del misterio:
¿el último instante de la vida
redime y ennoblece al hombre?
Discupá, Schiller, pero tengo dudas;
a veces me imagino con pañales y...
Será que cambiaron los tiempos,
ni te imáginas los adelantos médicos.
Claro que la frase tiene grandeza,
además, solo es una cuestión de esperar.
Hasta la nada de los simples mortales,
tienen ese detalle del misterio:
¿el último instante de la vida
redime y ennoblece al hombre?
Discupá, Schiller, pero tengo dudas;
a veces me imagino con pañales y...
Será que cambiaron los tiempos,
ni te imáginas los adelantos médicos.
Claro que la frase tiene grandeza,
además, solo es una cuestión de esperar.
LA DELEGADA DEL DOCKE III
A la delegada se le acerca la rama más alta,
desde su mirada sube con cuidado,
lentamente, y de pronto se pierden en el cielo,
abren una pueblada de victoria, y el pino,
ahí, en el corazón del hospital, ya no es,
casi desaparece en inmensidad de sombras,
y un instante, borrosa, se le cruza la imagen:
esa sonrisa de Evita, otra vez, en el frigorífico.
A la delegada se le acerca la rama más alta,
desde su mirada sube con cuidado,
lentamente, y de pronto se pierden en el cielo,
abren una pueblada de victoria, y el pino,
ahí, en el corazón del hospital, ya no es,
casi desaparece en inmensidad de sombras,
y un instante, borrosa, se le cruza la imagen:
esa sonrisa de Evita, otra vez, en el frigorífico.
viernes, 3 de noviembre de 2017
DE ÚLTIMA
Ya no hay mucho que decir.
Lento, el hastío
y la extinción del deseo.
¿Nombrar una rosa
no es peor que un insulto?
Hasta el cigarrillo,
solito, se consume.
El aire y las estrellas,
¡la luna!...pavadas.
El origen estéril,
el final ya pasó hace rato.
Quejas patéticas,
apenas la cobardía.
Mejor, escuchar a los muertos.
Ya no hay mucho que decir.
Lento, el hastío
y la extinción del deseo.
¿Nombrar una rosa
no es peor que un insulto?
Hasta el cigarrillo,
solito, se consume.
El aire y las estrellas,
¡la luna!...pavadas.
El origen estéril,
el final ya pasó hace rato.
Quejas patéticas,
apenas la cobardía.
Mejor, escuchar a los muertos.
LA COMPAÑÍA DE LAS MOSCAS
Hay un revuelo de moscas alrededor de la basura.
Pero todo está en orden;
bueno, las mismas paredes sucias,
los ceniceros, etc., etc., etc.
Puedo poner la pava al fuego,
otro cigarrillo, esperar,
y quedarme un rato tranquilo.
El aire huele a cadáver.
Por suerte tengo un papel y un lápiz,
aunque no vienen...las palabras.
Algo se me escapa, no entiendo,
ni siquiera al asomarme a la ventana.
Creo que aun estoy vivo.
La verdad, por ahora prefiero contemplar las moscas
Hay un revuelo de moscas alrededor de la basura.
Pero todo está en orden;
bueno, las mismas paredes sucias,
los ceniceros, etc., etc., etc.
Puedo poner la pava al fuego,
otro cigarrillo, esperar,
y quedarme un rato tranquilo.
El aire huele a cadáver.
Por suerte tengo un papel y un lápiz,
aunque no vienen...las palabras.
Algo se me escapa, no entiendo,
ni siquiera al asomarme a la ventana.
Creo que aun estoy vivo.
La verdad, por ahora prefiero contemplar las moscas
EL LABERINTO DE OLGA OROZCO
Ya no sé si al avanzar, solo retrocedo.
Tantas culpas,
el frágil despeñadero hacia el paraíso.
El camino siempre crea a las nieblas,
curvas falsas,
ese brillo fatal de la única serpiente.
A veces puede imaginar al monstruo,
los deseos,
sus laceraciones en la voz del cuerpo.
Y otra vez ante la misma emboscada,
la verdad del río...
no quiero saber a donde van las aguas.
Ya no sé si al avanzar, solo retrocedo.
Tantas culpas,
el frágil despeñadero hacia el paraíso.
El camino siempre crea a las nieblas,
curvas falsas,
ese brillo fatal de la única serpiente.
A veces puede imaginar al monstruo,
los deseos,
sus laceraciones en la voz del cuerpo.
Y otra vez ante la misma emboscada,
la verdad del río...
no quiero saber a donde van las aguas.
RUTINA DEL HORROR
Acá, en la flotación del mundo,
en este vértigo,
su aliento,
apenas un lamento suspira la nada.
Acá, masacrada la primavera,
en este jardín,
pobres mariposas,
los árboles se hunden en el cielo.
Y ante las imágenes del final,
en este video,
ya ciego y mudo,
acá, el error es la rutina del horror.
Acá, en la flotación del mundo,
en este vértigo,
su aliento,
apenas un lamento suspira la nada.
Acá, masacrada la primavera,
en este jardín,
pobres mariposas,
los árboles se hunden en el cielo.
Y ante las imágenes del final,
en este video,
ya ciego y mudo,
acá, el error es la rutina del horror.
EL MATERIALISMO DE ALTHUSSER
En las bellas tierras de mi abuelo,
ahí, por primera vez,
mi cuerpo empezó a pensar:
la acción de la mano,
el juego de los músculos,
esa piel de las sensaciones.
Ya no la vana mirada,
la boba especulación;
yo paseaba por el huerto,
arrancaba lechugas...
Y hasta eran otras las palabras,
transpiradas, reales, nobles;
lejos de los fantasmas:
ni mi padre ni mi madre.
Mi cuerpo, el gran misterio;
ahí, al fin, encontré mi propia vida.
En las bellas tierras de mi abuelo,
ahí, por primera vez,
mi cuerpo empezó a pensar:
la acción de la mano,
el juego de los músculos,
esa piel de las sensaciones.
Ya no la vana mirada,
la boba especulación;
yo paseaba por el huerto,
arrancaba lechugas...
Y hasta eran otras las palabras,
transpiradas, reales, nobles;
lejos de los fantasmas:
ni mi padre ni mi madre.
Mi cuerpo, el gran misterio;
ahí, al fin, encontré mi propia vida.
jueves, 2 de noviembre de 2017
LA DELEGADA DEL DOCKE II
La mirada es eterna en el adiós del mirar,
a un costado, ahí, el otro sueño;
pero la delegada, inmóvil,
empieza a mover la cortina:
a la voluntad nunca se la puede vencer.
Su fantasma todavía resiste,
mientras la noche acaricia sus párpados
que persisten en la memoria;
el reclamo de los compañeros,
los panfletos clandestinos y la cárcel:
el corazón ya abrió la ventana a la victoria.
La mirada es eterna en el adiós del mirar,
a un costado, ahí, el otro sueño;
pero la delegada, inmóvil,
empieza a mover la cortina:
a la voluntad nunca se la puede vencer.
Su fantasma todavía resiste,
mientras la noche acaricia sus párpados
que persisten en la memoria;
el reclamo de los compañeros,
los panfletos clandestinos y la cárcel:
el corazón ya abrió la ventana a la victoria.
LOS GALGOS DE SARA
Todo amor, desde el primer encuentro,
¿no es apenas una despedida inútil?
Palabras irreales,
sábanas de piel,
el mirar en el mirar.
Una y otra y otra pregunta:
¿a quién le importan las respuestas?
No lo sé, yo amo
a mis galgos, estos árboles...
La verdad es la felicidad de los pájaros.
Todo amor, desde el primer encuentro,
¿no es apenas una despedida inútil?
Palabras irreales,
sábanas de piel,
el mirar en el mirar.
Una y otra y otra pregunta:
¿a quién le importan las respuestas?
No lo sé, yo amo
a mis galgos, estos árboles...
La verdad es la felicidad de los pájaros.
LA DELEGADA DEL DOCKE
La certeza de la muerte no le preocupa ni perturba,
aunque siempre obedeció a su misterio.
Ella la acepta sin alterarse, la deja venir
o flotar en la sopita de cabellos blancos, suaves.
Tal vez, ya ni distinga a las diferencias,
ese hilo que enreda a todas las vidas,
la sencilla verdad que nadie puede comprender,
que simplemente es el así, por una causa...
Arriba, el color absurdo del cielo raso,
¿cuántas veces cruzo el riachuelo para trabajar?
Vacila, su mano en el borde de la cama,
todavía escucha el eco de los latidos.
Siente aquel frío, a las compañeras del Anglo.
Ahora, la delegada, apenas abre los ojos a la justicia.
La certeza de la muerte no le preocupa ni perturba,
aunque siempre obedeció a su misterio.
Ella la acepta sin alterarse, la deja venir
o flotar en la sopita de cabellos blancos, suaves.
Tal vez, ya ni distinga a las diferencias,
ese hilo que enreda a todas las vidas,
la sencilla verdad que nadie puede comprender,
que simplemente es el así, por una causa...
Arriba, el color absurdo del cielo raso,
¿cuántas veces cruzo el riachuelo para trabajar?
Vacila, su mano en el borde de la cama,
todavía escucha el eco de los latidos.
Siente aquel frío, a las compañeras del Anglo.
Ahora, la delegada, apenas abre los ojos a la justicia.
CAMBIOS EN LA LLANURA DE LOS CHISTES
Ya solo se cuentan los chistes tristes,
insoportables, en la llanura.
Algunos están aterrados y mudos,
la risa les da vergüenza.
Otros consultan a Lamborghini,
pero esa página...desapareció.
Habrá que soportar ser todavía peores,
por suerte, no faltan los muertos.
Ya solo se cuentan los chistes tristes,
insoportables, en la llanura.
Algunos están aterrados y mudos,
la risa les da vergüenza.
Otros consultan a Lamborghini,
pero esa página...desapareció.
Habrá que soportar ser todavía peores,
por suerte, no faltan los muertos.
NERVIOS DE ARTAUD
En el fondo del hielo la lengua,
ese cadáver sin sexo.
El cielo de todos los ídolos
en cada agujero, mudo.
Un poeta alza sus manos,
el ombligo del limbo.
Ya desaparecieron las muecas,
alguien cortó los nervios.
Perdió el partido del azar,
las llamas tiene miedito.
Todavía estamos muertos,
las momias olvidaron los gritos.
En el fondo del hielo la lengua,
ese cadáver sin sexo.
El cielo de todos los ídolos
en cada agujero, mudo.
Un poeta alza sus manos,
el ombligo del limbo.
Ya desaparecieron las muecas,
alguien cortó los nervios.
Perdió el partido del azar,
las llamas tiene miedito.
Todavía estamos muertos,
las momias olvidaron los gritos.
miércoles, 1 de noviembre de 2017
EXPECTATIVA ANIMAL
Todavía no acaricié esas mechas de sol.
Claro que ya te vi:
seria, loca, tan pícara.
A veces te imagino dormir, tus sueños.
después movés la cola,
saltás a la mesa;
solo para sentir el impulso de la belleza.
Incluso entre la basura,
al buscar ese hueso;
no hay dudas: ya aprendiste a ser feliz.
Pronto, muy pronto,
voy a mirarte a los ojos:
¿Decime, Baghee, vas a darme tu amor?
Todavía no acaricié esas mechas de sol.
Claro que ya te vi:
seria, loca, tan pícara.
A veces te imagino dormir, tus sueños.
después movés la cola,
saltás a la mesa;
solo para sentir el impulso de la belleza.
Incluso entre la basura,
al buscar ese hueso;
no hay dudas: ya aprendiste a ser feliz.
Pronto, muy pronto,
voy a mirarte a los ojos:
¿Decime, Baghee, vas a darme tu amor?
EL LUGAR
Solo déjenme mirar hervir la olla,
sobre una cabeza de vaca
o directamente en el suelo.
Ese largo silencio del vapor,
el secreto de mis palabras.
Así todavía soy ese niño,
ando el campo y ando el cielo,
me trepo al árbol más alto.
Déjenme... en la televisión
el mundo se ve muy oscuro.
Así la espera calma el tiempo,
durante un ratito, sabroso.
Aun inmóvil, sale la pregunta:
¿todavía puedo estar en esta vida?
Solo déjenme mirar hervir la olla,
sobre una cabeza de vaca
o directamente en el suelo.
Ese largo silencio del vapor,
el secreto de mis palabras.
Así todavía soy ese niño,
ando el campo y ando el cielo,
me trepo al árbol más alto.
Déjenme... en la televisión
el mundo se ve muy oscuro.
Así la espera calma el tiempo,
durante un ratito, sabroso.
Aun inmóvil, sale la pregunta:
¿todavía puedo estar en esta vida?
martes, 31 de octubre de 2017
A LA BELLA ISABEL PISANO
Ella solo se enamoró, así de simple.
Pero él era su pueblo,
el dolor de la historia,
apenas la ternura clandestina.
A veces no se olvidaba de ocultarlo.
Le hacía preguntas tontas,
miraba sus ojos,
esperaba siempre su llamado.
Así descubrió el corazón de Arafat.
Tardó algunos años,
pero ahora lo sabe...
Son esas cosas del amor.
Ella le contó la verdad a todo el mundo.
Ella solo se enamoró, así de simple.
Pero él era su pueblo,
el dolor de la historia,
apenas la ternura clandestina.
A veces no se olvidaba de ocultarlo.
Le hacía preguntas tontas,
miraba sus ojos,
esperaba siempre su llamado.
Así descubrió el corazón de Arafat.
Tardó algunos años,
pero ahora lo sabe...
Son esas cosas del amor.
Ella le contó la verdad a todo el mundo.
PARA LEER A ALTHUSSER
Creo que no vale la pena escribir más tonterías,
además, ya no sirve para nada.
Si apenas leí a Platón, Spinoza, Marx,
bah, intuía sus propios delirios.
Tan simple, esa era mi teoría, real y falsa:
una filosofía como dominación
tanto del sí como del todo...
A muchos les interesó, lo lamento;
Después supe la verdad
-ya demasiado un tarde-... el horror;
Pero no quise engañar a nadie:
yo aun les tenía mucho miedo a papá y a mamá.
Creo que no vale la pena escribir más tonterías,
además, ya no sirve para nada.
Si apenas leí a Platón, Spinoza, Marx,
bah, intuía sus propios delirios.
Tan simple, esa era mi teoría, real y falsa:
una filosofía como dominación
tanto del sí como del todo...
A muchos les interesó, lo lamento;
Después supe la verdad
-ya demasiado un tarde-... el horror;
Pero no quise engañar a nadie:
yo aun les tenía mucho miedo a papá y a mamá.
FRAGMENTO DE UN POEMA ENTRERRIANO
Como siempre, a Dios lo torean los perros.
Aun no llega el día,
el río apenas suelta un pájaro.
¿Volverá la arboleda?
Allá los maizales y tu casa...
Lejos miro los cristales de la Fuente,
en París o allá, en el campo.
Esos dulces fantasmas,
cerquita del fogón.
Ningún lugar es el lugar,
al fin encontré la sombra del sendero.
Ya caen las últimas estrellas,
Yo solo soy mi silencio y el alrededor, tuyo.
Como siempre, a Dios lo torean los perros.
Aun no llega el día,
el río apenas suelta un pájaro.
¿Volverá la arboleda?
Allá los maizales y tu casa...
Lejos miro los cristales de la Fuente,
en París o allá, en el campo.
Esos dulces fantasmas,
cerquita del fogón.
Ningún lugar es el lugar,
al fin encontré la sombra del sendero.
Ya caen las últimas estrellas,
Yo solo soy mi silencio y el alrededor, tuyo.
VIDA DE SANTO
Todo es más para el penar;
este íntimo pavor,
padecer de lágrimas
y tu ausencia...
A veces, creo
en el aire de las palomas,
las arboledas,
los bosques del estar.
Pero solo son palabras,
apenas
el éxtasis inútil,
ya no existe el encuentro.
Mi única esperanza
sin la esperanza de ver;
el dolor del mal,
ay, vivo mi propia muerte
Todo es más para el penar;
este íntimo pavor,
padecer de lágrimas
y tu ausencia...
A veces, creo
en el aire de las palomas,
las arboledas,
los bosques del estar.
Pero solo son palabras,
apenas
el éxtasis inútil,
ya no existe el encuentro.
Mi única esperanza
sin la esperanza de ver;
el dolor del mal,
ay, vivo mi propia muerte
lunes, 30 de octubre de 2017
MALDOROR DE ESTE MUNDO
Oh, humanos, niños asesinos,
no tiene consuelo vivir esta inmundicia.
Animales sin rastros de justicia,
resentimiento, hipocrecía y odio
¿Qué son dos corazones que se aman?
Ay, mejor guardar silencio.
Algún día al mirar en el espejo,
tu rostro será mi rostro: la venganza.
Inútil cavarse una última fosa,
los crímenes festejan a la eternidad.
¡Prisión terrible!, ¡fatalidad espantosa!...
y esa lágrima pura en una mejilla.
Oh, humanos, niños asesinos,
no tiene consuelo vivir esta inmundicia.
Animales sin rastros de justicia,
resentimiento, hipocrecía y odio
¿Qué son dos corazones que se aman?
Ay, mejor guardar silencio.
Algún día al mirar en el espejo,
tu rostro será mi rostro: la venganza.
Inútil cavarse una última fosa,
los crímenes festejan a la eternidad.
¡Prisión terrible!, ¡fatalidad espantosa!...
y esa lágrima pura en una mejilla.
EL EXTERMINIO DE RASCHELLA
Todos los días de nuestras vidas,
ya recibimos la derrota y la muerte.
En el perdido silencio
los ecos de las sombras.
Ni siquiera mi patio,
simulacro de alegrías.
Amarga es esta paz,
después del exterminio.
Hasta podrida la glicina,
memoria de tu cuerpo.
¿Sadrán soles humanos?,
mares de otros mundos.
Nada puede la conciencia,
tanto dolor, tanta blasfemia.
El trágico destino por la libertad,
ay, ante la resignación nuestra pasión.
Todos los días de nuestras vidas,
ya recibimos la derrota y la muerte.
En el perdido silencio
los ecos de las sombras.
Ni siquiera mi patio,
simulacro de alegrías.
Amarga es esta paz,
después del exterminio.
Hasta podrida la glicina,
memoria de tu cuerpo.
¿Sadrán soles humanos?,
mares de otros mundos.
Nada puede la conciencia,
tanto dolor, tanta blasfemia.
El trágico destino por la libertad,
ay, ante la resignación nuestra pasión.
ALTHUSEER, UN AMOR COMUNISTA
Ya andaba por los dantescos treinta años
y nunca había besado a una mujer.
Cuando la conocí Helene,
me atravesaron los deseos.
Pero ya era demasiad tarde...
Igual hicimos el amor:
abierto, entusiasta, violento.
Cuando me quedé solo,
en mí se abrió una herida de angustia;
¿quién había sido el padre,
o por primera vez fui madre".
El infierno me enfermó,
cada círculo era mi mente.
Había tenido momentos difíciles,
nada era comparable.
Ya pasó más un medio siglo,
esa incertidumbre abismal no se cerró jamás.
Ya andaba por los dantescos treinta años
y nunca había besado a una mujer.
Cuando la conocí Helene,
me atravesaron los deseos.
Pero ya era demasiad tarde...
Igual hicimos el amor:
abierto, entusiasta, violento.
Cuando me quedé solo,
en mí se abrió una herida de angustia;
¿quién había sido el padre,
o por primera vez fui madre".
El infierno me enfermó,
cada círculo era mi mente.
Había tenido momentos difíciles,
nada era comparable.
Ya pasó más un medio siglo,
esa incertidumbre abismal no se cerró jamás.
A VECES, DEMASIADAS, SUELE PASAR
Al menos podría-después de tanto tiempo- distinguido las pastillas
Claro que podría ser un poeta maldito o un simple quegrado.
La muerte podría haber ocurrido, pero nadie está seguro de la hora
Todos evitan llamarlo por su nombre, tienen miedo.
Solo se tiene la certeza, según los peritos, de que su casi último gesto,
antes del descasnso final, fue cerrar con llave a las ventanas.
Al menos podría-después de tanto tiempo- distinguido las pastillas
Claro que podría ser un poeta maldito o un simple quegrado.
La muerte podría haber ocurrido, pero nadie está seguro de la hora
Todos evitan llamarlo por su nombre, tienen miedo.
Solo se tiene la certeza, según los peritos, de que su casi último gesto,
antes del descasnso final, fue cerrar con llave a las ventanas.
DEFINICIÓN DE UN CLÁSICO
Durante años leyó solo libros de caballería,
todos, si excepción, tres habitaciones...
No tenían ningún apuro ni ansiedad,
solo una remota esperanza..
A los sesenta años se dio por vencido,
ya nunca podría ser El Qhijote.
Así que ahora solo duerme en una reposera,
nadie sabe si es real o un sueño.
Durante años leyó solo libros de caballería,
todos, si excepción, tres habitaciones...
No tenían ningún apuro ni ansiedad,
solo una remota esperanza..
A los sesenta años se dio por vencido,
ya nunca podría ser El Qhijote.
Así que ahora solo duerme en una reposera,
nadie sabe si es real o un sueño.
MARXISMO ORTODOXO DE SILVIO RORÍGUEZ
La verdad es una sola, absoluta,
pero imposible...o efímera.
Nadie la podría soportar,
es pedir demasiado: piedad,
un sacrificio para ser humano.
Y pontificar, en voz de bronce,
y creer en una fuerza sagrada.
Así que es absurdo escribir
en una canción de amor
que el sol no da de beber,
y justo esas palabras santas:
"Caricias, dudas y complicidad."
La verdad es una sola, absoluta,
pero imposible...o efímera.
Nadie la podría soportar,
es pedir demasiado: piedad,
un sacrificio para ser humano.
Y pontificar, en voz de bronce,
y creer en una fuerza sagrada.
Así que es absurdo escribir
en una canción de amor
que el sol no da de beber,
y justo esas palabras santas:
"Caricias, dudas y complicidad."
EL ÚLTIMO DE LOS BORRACHOS POETAS
El sol le caía como una maldición por la Avenida.
esas putas y las de vomitar.
Ahora lo más importante es cruzar el bosque,
tirarse en la cama,
un papel y algún lápiz;
al sistema logró hacer plusvalía con el reviente,
Cada cual puede elegir su rutina,
desde un policía hasta la Santa Inmaculada.
Así que escribir algunos versos,
solo para conseguir una buena cantidad vacíos gratis.
El sol le caía como una maldición por la Avenida.
esas putas y las de vomitar.
Ahora lo más importante es cruzar el bosque,
tirarse en la cama,
un papel y algún lápiz;
al sistema logró hacer plusvalía con el reviente,
Cada cual puede elegir su rutina,
desde un policía hasta la Santa Inmaculada.
Así que escribir algunos versos,
solo para conseguir una buena cantidad vacíos gratis.
A FAVOR O EN CONTRA DE LOS SOMNÍFEROS
Claro es otra de las versiones del insomnio, otra.
Ese tiempo que ya no es ...tiempo
y que, además, ni fue.
Y entonces lo normal, cualquier orden...inútil.
para algo existe el clonazepam.
Pero los que no duermen son más reales.
Viven en otra fantasía,
por lo menos distinta, ¿no?
Ningún consuelo para el adentro,
soñar sin un colchón,
y para leer una simple receta.
Solo que nadie sabe si nos puede reconciliar la luna,
Claro es otra de las versiones del insomnio, otra.
Ese tiempo que ya no es ...tiempo
y que, además, ni fue.
Y entonces lo normal, cualquier orden...inútil.
para algo existe el clonazepam.
Pero los que no duermen son más reales.
Viven en otra fantasía,
por lo menos distinta, ¿no?
Ningún consuelo para el adentro,
soñar sin un colchón,
y para leer una simple receta.
Solo que nadie sabe si nos puede reconciliar la luna,
¿IMPOTENCIA DE LA SOBERBIA?
Raro en vos, Osvaldo, eso de la indignada queja;
¿qué le pasó a la llanura de los chistes?
Capaz que fue toda esa joda tan lejos de acá,
vivir en Barcelona, entre gorilas de otra lengua.
Vos lo sabías, aunque con la Legión Extranjera,
Arturito, para siempre, desapareció en África.
Bueno, tampoco el comienzo fue una primavera,
desde siempre la Madre Hogahrt y el whisky
Además es solo una de tantas frases, al pedo,
la verdadera es un proyecto para otra vida.
Igual a mi también, muchas veces, me sale del alma:
"¿A quien carajo le importa lo que importa?".
Raro en vos, Osvaldo, eso de la indignada queja;
¿qué le pasó a la llanura de los chistes?
Capaz que fue toda esa joda tan lejos de acá,
vivir en Barcelona, entre gorilas de otra lengua.
Vos lo sabías, aunque con la Legión Extranjera,
Arturito, para siempre, desapareció en África.
Bueno, tampoco el comienzo fue una primavera,
desde siempre la Madre Hogahrt y el whisky
Además es solo una de tantas frases, al pedo,
la verdadera es un proyecto para otra vida.
Igual a mi también, muchas veces, me sale del alma:
"¿A quien carajo le importa lo que importa?".
domingo, 29 de octubre de 2017
DUDAS ACERCA DE LA RESISTENCIA
Él empezó por cambiar la rutina de sus horarios,
qué importa si es de día o de noche...
Otro parecía ser el asunto,
el suyo, el de cualquiera,
frente a la ventana: oscuridad y luz
y algunos amargos.
Obvio, no hay una solución.
nadie puede ver a la Fe.
Las drogas son tontas,
nunca revelan su consuelo.
Después una forma del olvido,
lavar la ropa, hablar, comer,
y esa duda tan estúpida:
la que saben todos,
si decirla es apenas un horror.
Pero ahí anda, entre la poesía y la enfermedad.
Él empezó por cambiar la rutina de sus horarios,
qué importa si es de día o de noche...
Otro parecía ser el asunto,
el suyo, el de cualquiera,
frente a la ventana: oscuridad y luz
y algunos amargos.
Obvio, no hay una solución.
nadie puede ver a la Fe.
Las drogas son tontas,
nunca revelan su consuelo.
Después una forma del olvido,
lavar la ropa, hablar, comer,
y esa duda tan estúpida:
la que saben todos,
si decirla es apenas un horror.
Pero ahí anda, entre la poesía y la enfermedad.
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