domingo, 26 de febrero de 2017

EXCRITURA AUTOBIOGRÁFICA V

Cada vez que me llegaba la pelota,
yo era mi papá.
Tan feliz, me veía en sus ojos
y a veces una gambeta, un gol.
Todo era él, para él:
la camiseta de Boca, los botines, el sol.
Y cuando me tocaba ganar,
ahí, sentados, me compraba una coca
y me comparaba con Rojitas.
Claro que se jugaba por nada,
apenas para estar en otro mundo.
Ah, los sábados en el potrero
junto a las pocas alegrías, nuestras...
Lástima que no pueda decirlo este poema.
EXCRITURA DE MALCOM LOWRY

Nada hay más humano
que esos silencios repentinos y extraños,
un galopar de la luz en el bar.

Así se aparece el verdadero paraíso,
mientras se mira otro rostro
en el ventana, la calma del monstruo.

Después alguien grita
y tiene razón, la muerte es insoportable...
humana como ese vaso sucio.

El último trago antes de partir
sin recordar el regreso,
el estallido mudo del volcán en el alma.
EXCRITURA DE KAFKA

Durante algunas pocas horas,
al escribir, logré escapar del mundo.
Sin moverme, acá, y solo,
una cucaracha en su único rincón.
Claro que sentí ese miedo:
¿cómo puede uno atreverse;
cómo estar en el real afuera,
y ser un fuego y morir y resucitar?
Apenas un viaje inmóvil,
ese sótano oscuro en todo el aire.
Por suerte, otra vez vuelve la rutina
y el cielo azul en la ventana.
Ahora, un hombre cruza el puente;
ya cierro mi cuaderno, mi piel.
EXCRITURA DE OCTAVIO PAZ

Veo, no pienso:

una piel lejana y musical,
la caricia del silencio,
el vacío pleno del aire,
un resplandor de otra vida.

Pienso, y olvido.

sábado, 25 de febrero de 2017

EXCRITURA AUTOBIOGRÁFICA IV

Desaparecía, ¡increíble!, el dedo de mi tío Cali.
A mí no me alcanzaban
los ojos ni el asombro,
y una y otra vez...
Él se reía: "no ta más".
Yo le agarraba la mano,
preocupado, y volvía a aparecer.
Poco después entendí la broma;
pero, ¡qué dolor!,
ya no hubo sonrisas.
Y empecé a no entender nada.
Mi abuelita, tan dulce...igual que el dedo, y llanto.
UNA EXCRITURA DE LOS DESPLAZAMIENTOS DE LACAN

Siempre, cada cosa es otra
cosa.

Mi ventana,
un miedo de pájaro ciego.

La lamparita
el pellejo de estas palabras.

El cigarro,
la memoria rota del humo.

Esa silla,
otro cuerpo sin pulsión.

Y las paredes,
la verdad de los sueños.

Cada cosa es, sin un lugar
y muda.
EXCRITURA DE MAROSA DI GIORGIO

Al fin me hice una máscara, pura de vida,
con alas de mariposas y de gladiolos.
Y sin dudar la llamé Laura,
por la memoria del bosque de laureles,
allá, donde nacieron mis pasos.
Vivía en su propia habitación,
nos gustaba compartir el silencio y bailar.
También la lejanía de la ventana,
esos murmullos de la brisa, un mar invisible.
Solo la llevaba sobre mi rostro
cuando andaba desnuda, al aire del sol
Pero ella padecía, lloraba las noches.
Una mañana le regalé mi caballo;
libre, galopó hasta perder el horizonte.
Yo ya no era más la alegría,
hasta las mariposas y los gladiolos me dolían,
en mis ojos el espejo veía sus ojos.
Después apareci, sola, sucia, flotando en el río.


viernes, 24 de febrero de 2017

EXCRITURA DE LA LLAVE.

Esa llave rota
en el bolsillo perdido.

Ya oxidada
aprieta la mano ajena,

Asi es el llegar
al lugar que ya se fue...

Y no hay otra
para olvidar la puerta,

Ese ruido sordo
para regresar a tu adiós.
EXCRITURA DEL ANIMALITO


Ya no tengo otra alternativa
ese animalito me obliga,
a escribir, escribir y escribir.
Sin que importa la hora,
el lugar, ni siquiera
si estoy dormido o despierto.
Así que no me resisto,
ni tampoco pienso,
sé que es inútil y peor.
Claro que no es tan grave,
¿a quién puedo lastimar
con algunos versos?
Aunque a veces me aterra,
al sentir esos gruñidos
que niegan a las palabras;
pero él, ansioso, me devora,
mis entrañas sangran,
soy el cuerpo del miedo
y le exige la verdad a mi corazón.



EXCRITURA AUTOBIOGRÁTICA  III

Nunca lo pude aceptar, y tenía razón.
Así que los lunes, siempre,
la misma rabia, el pataleo, el llanto.
¿Por qué no venía la Negrita?
No me importaban las explicaciones,
ni saber de su trabajo
y de su merecido día de descanso,
que lavaba, planchaba, baldeaba.
Yo quería jugar con ella,
regalarle todos mis dibujos,
los más lindos de su sonrisa,
andar entre sus piernas,
bochinchar con las ollas,
mucho ruido, cantar y sus ojos...
¿Por qué no me miraban a mí,
solo a mí? No lo podía aceptar,
al menos hasta el martes, tempranito,
y todavía tengo razón, Negrita, los lunes.
EXCRITURA DE LORCA

Ya desapareció ese perfume,
sus mariposas.
.
Los latidos de tanto fuego,
tu cabello y tu piel.

Ningún pájaro en el cielo,
todo es el adiós,

Adentro la voz del desierto,
mi solo camino.

Apenas un romancero roto,
destino sin rimas.

Ya siento brillar el cuchillo,
la luna en la oscuridad.
.
EXCRITURA DEL BARCO Y EL HUMO

Un barquito de humo en el horizonte
ya desaparece sin forma;
y las palabras cada vez más lejos,
quizás perdidas en el mar.

Pero la imagen es otro engaño,
un falso consuelo del temor;
así que hundo en la arena
la soledad, ciega, del cigarrillo.

¿Acaso una tonta metáfora,
en el eterno mar, su espuma,
no se hundirá en su propio fondo
para olvidar la vida  del cielo?

Resignada, mi sombra se aleja
-el dolor necesita más dolor-,
aunque no puedo evitar al viento
en todo el cuerpo, mi andar, sin brújula.



jueves, 23 de febrero de 2017

EXCRITURAS AUTOBIOGRÁFICAS II

Entre tanto sol de cielo y el griterío,
un milagro, algo flota en mí.
También hay brazos, pelotas, risas,
y esos son mami y papá, sus ojos.
Yo sueño ser la forma de un pez,
aguanto, no llorar ni salir
y miro el fondo de la pileta.
Adentro y afuera, todo movimiento;
el cuerpo se olvida en el agua
o regresa y patalea hacia su origen.
Lástima que una voz, ¿quién?,
justo dice mi nombre y ahora es real.

EXCRITURA DE RASCHELLA

La noche con calaveras de lobos.
Esos olores, sin la existencia.
En la niebla, lamentos.
Voy llenando, lejos, la taza;
ya no hay lugar para recobrar.
No quiero preguntar al odio,
la miseria de los hombres.
La muerte bebe mi mano; crece
el silencio de los hundidos
y los viejos no mueren, como yo.
EXCRITURA DEL "FRENTE" VITAL

Al llegar a la villa saltó de la moto.
Los pasillos eran cómplices,
corrió junto a los pibes, asustados,
ya aturdía la cumbia como una sirena.
Él temblaba y reía, vio una puerta
y entró, y otra vez todo bien,
Apenas unos minutos, la puerta cayó:
una cuarenta y cinco, la venganza.
Él se rindió al ver el uniforme,
levantó una mano para detener las balas.
Después lo convirtieron en santo,
pero su cadáver todavía baila cumbia.


BANALIDAD DEL PLACER

Hoy la fortuna está de mi lado; ahí,
con casi cuarenta de sensación térmica,
un banco y gran árbol de sombra.
Pocos en la plaza, apenas la musiquita
y las vueltas de la calesita.
No me alcanza para un poema,
ni siquiera para recordar a Tuñón.
Pero recién, al bajar del tren, un cartel,
cartón berreta, trazos dudosos,
un vendedor desanimado;
lo leí dos veces: "Placer 10 $".
Después asimilé la confusión, o no,
sería una golosina o un refresco,
igual evité cualquier conjetura.
Rápido me perdí entre los puesteros,
contento de caminar por Catán, solo,
mientras espero para ir al trabajo.
Y acá estoy, al menos un ratito;
por momentos -lo reconozco-,
casi una forma de negar lo peor.
A pesar de fortuna y esta sombra,
ese cartel, entre las vías, dice la verdad:
el placer se vende muy barato
y ya casi no tiene ese gustito a dolor.

miércoles, 22 de febrero de 2017

EXCRITURA DE NICANOR PARRA

Ese astrólogo enloquecido dice la verdad:
las estrellas curan el cáncer,
o cualquier enfermedad y más todavía.
¿A quién le importa ese ataud?
Todo es una comedia funeraria,
ya me lo había dicho mi amigo.
De chicos jugábamos a los fantasmas,
temblábamos, después las risas.
Yo me aguanto la rabia del sol,
lo despido con falsas palabras,
prefiero respetar a las costumbres.
Sé que después vendrá la noche: las estrellas.
EXCRITURA DE ANTONIO CISNEROS

No quiero recordar esa única calle.
Menos aún el almacén de Cacho
y la sombra de la esquina,
esa higuera que juntaba amistad.
Demasiado seca era la tierra,
a veces barro y puentes de tablones.
El camión del padre de Celia
o los viejos en el club, ahí,
con el vino fresco y el domino.
Los picados interminables al sol.
Yo pisé una botella rota,
pero ya se borró la cicatriz.
Y tampoco a los perros y a los otros,
los llevaron una noche, y nadie...
Después afaltaron, no recuerdo.
No quiero caminar, otra vez, esta calle.

EXCRITURAS AUTOBIOGRÁFICAS I

Justo en este, otro, aquel,
cualquier espacio;
pero al fondo de la casa
que la ventana puede ver
-también en el ahora,
al revés del tiempo-;
una mesa al sol, voces
y ese griterío, intacto,
del otro lado, la medianera,
y la diversión del agua.
Apenas esa escena
o el deseo de su recuerdo;
aunque dude, tiemble,
ahí, feliz, sin palabras, ¿yo?
EXCRITURA DE T. S. ELIOT


Apenas en la silla, el espejo y ella.
Las llamas de los candelabros
y el resplandor de las joyas,
pero la de su oreja aturde...
Aromas que ascienden, agrios,
perdidos entre los leños.
No sabe qué piensa, si piensa.
Al llegar él querrá saber,
qué hizo hoy con el dinero.
Y otra vez, justo, el carruaje,
retumba noche en los pasos.
Aunque vea sus cabellos sueltos,
así son las reglas del juego.
Ella tan solo tomó sus píldoras;
no puede evitarlo, se apura,
ya es la hora y desaparece la voz.

martes, 21 de febrero de 2017

EXCRITURA DE NÉSTOR PERLONGHER

En ese aroma derretido en las aguas,
sus chispas de verde espuma,
reflejos de magma vegetal
con una idea fija de luz.
La constelación ignea de lejanías
para internarnos en un túnel,
no más que un instante;
y ese suspiro de levezas,
otro tul, tembloroso del ánade:
el plus de irisación, la ondulación vital.
CASTILLO DE LOS PERROS

En los yuyos de la vereda, entre los desperdicios,
o cansados, casi dormidos, en el potrero,
tramposos suplicantes ante la puerta de la escuela.
Todos los días, en su mundo, sobreviven,
tan libres y huesudos como su elegida miseria,
a veces hasta mueven contentos sus colas.
Hoy ninguno se me acerca, y otra vez los envidio.
Ay, los perros roñosos de Rafael Castillo,
yo ya me pongo el collar para empezar la jornada.

EXCRITURA DE CAVAFY

Jamás llegaron, lo sabemos,
ni llegarán,
nunca.

Tampoco esa impaciencia,
tanta desesperación,
la vida.

Pero aun continúa la espera,
sin motivos,
muerta.

Allá están, siempre, los bárbaros.
nuestra resurrección,
la sangre.
UN ESTAR URBANO

A lo mejor la soledad de las macetas,

junto al tiempo de la terraza
y la invisible mueca del hilo
con la ropa que cuelga, ahí,

mira al primer árbol del otoño;

a esa única hoja que ya
flota en el viento y cae
en un movimiento sin sentido,

como otra lágrima de la perfección.

EXCRITURA DE ROBERTO RASCHELLA

Otra vez el sin sentido de cualquier verano,
su agonía final en las lluvias.
El fruto que se pudre, indiferente.
No veo lo que sueño,
no sueño, no puedo ver.
Apenas soy ese niño en la voz de la madre,
más triste, más duro.
Tampoco comprendo quiénes somos,
ni el viento o los árboles.
Acaso deseo el honor de la humillación,
caer desde alguna rama.
Ya ha visto, lejana, la sangre.
Sé que la muerte duerme en mis venas
y yo me oculto en ellas y crezco, aun desnudo.

lunes, 20 de febrero de 2017

EXCRITURA DE SANTA TERESA DE JESÚS

No sabía que estaba en todas las cosas;
pero no podía dejar de creer
en su clarísima presencia.
Hasta en las penas, su gracia.
El entendimiento, si se entiende, no se entiende.
Ya no vivía en mí, solo en Él.
Sin imaginación de nada, abierta,
apenas un suave abismo al perder el aliento;
mis sentidos, puro placer.
Y al fin llegó la voz:
entrégate, hija, entrega tu cuerpo.
Esa caricia del cielo en la llama del alma.

EXCRITURA DE EL INNOMBRABLE

Estoy, desde que estoy sin cabeza, aquí.
Durante este tiempo, todo en la mayor calma,
en el más perfecto orden.
A nadie le debo mi existencia.
He buscado por cualquier parte, y nada,
así que voy a probar otra cosa, ¿qué?
Siempre, inmóvil, en la misma dirección,
y solo veo a mi sombra o peor.
ese sombrero con la mirada de mi amo.
Aquí todo es posible, o casi;
aunque no puede moverme, no quiera
que se asusten mis piernas.
Ellos pasan, y sigo siendo yo,
apenas las palabras que no paran de hablar.
Además estoy completamente sordo,
recuerdo el primer ruido en este lugar, o lejos,
un débil grito. otra voz.
Aguardo con impaciencia, que se repita;
tal vez sea una cosa que se rompe
o a lo mejor solo se trata de agua, un mar.
Sin las manos, podría ahogarme,
aprender a vivir en el fondo de una burbuja.
Pero aquí estoy a salvo, no sé quién pudo herirme.
ENGAÑOS DE LA ESPERA

Siempre irritantes,
las chicharras aturden en la poca sombra.

Un vecino
también insiste con algunos chamamés.

En silencio,
el laurel y el mate y los cigarrillos.

Ahí, lejano,
el lápiz mudo sobre el papel en blanco.

Inútil el cielo,
la mirada se olvida en las nubes..

Los latidos,
todavía resisten el eco frente al muro.

Pasa y no pasa,
el tiempo sin asombro en la brisa.

A estos versos
ni siquiera crecen le los yuyos del jardín.

Apenas la tarde,
ese engaño escondido ante la única espera.
EXCRITURA DE CÉSAR FERNÁNDEZ MORENO

Todavía reparan a los olvidados frescos
y encalan sus paredes.
Un mendigo yace en el portal,
la mano sucia
y una latita.
Todavía siguen en pie las ruinas de la iglesia.
PENAS MINIMALISTAS

En la palangana llega otro domingo
con la ropa sucia de la semana.
Ese fastidio de las costumbres
o el minimalismo de tantas penas,
que ya pasa y nunca pasó
y la certeza oscura del fondo:
medias, calzoncillos, camisas, remeras;
todo hundido en la transparencia del agua.
EXCRITURA DE VILLON

Para mí es turbio lo claro y evidente.

Cerca de las aguas,
tanta sed.
En el medio del fuego,
el frío.

Me lastima esa certeza en la noche.

La voz de la dulzura,
un cuervo.
Y en el aire de la pena,
mi arte.

Tan respetable como un gusano, me engaño.

domingo, 19 de febrero de 2017

EXCRITURA DE HUGO PADELETTI

¿Palpitan,
los espacios abiertos?

El helecho,
ese gorrión,
mis latidos,
este instante.

¿El milagro,
aun respira en el aire?
EXCRITURA DE ALEXANDER HUMBOLT

Desde el Chimborazo, justo en la cima,
la naturaleza es la inmensidad de toda vida.

Un latido universal con miles de hilos
que tejen y sostienen a la verdadera magia.

Y el ser humano, ay, apenas un accidente:
una cagadita de araña y su enemigo más brutal.
EXCRITURA DE BARDAMU

Una vez vivo, hay que aguantar.
De los olores, el mejor guía es la mierda.
Me lo enseñaron, y bien clarito,
en la guerra; nunca lo olvido.
Solo queda un poco aire en la angustia.
Lástima que es real este cuerpo
y contemplarlo es asqueroso y triste.
Ya abandoné la esperanza,
apenas asco siento en la piedad.
Hemos caído al fondo de los intestinos
por creer, ingenuos, en las palabras.
Por el momento, esta es mi conclusión.
EXCRITURA DE ISIDRO VELÁZQUEZ

Con las puntas de su pañuelo y su sapucay,
Isidro desaparece y aparece, siempre.
Ante las tantas humillaciones, las miserias,
el payé acompaña las huellas del bandolero.
Oculto en los montes, libre,
la partida olfatea la sangre: su justicia.
Pero el cabalga en otro tiempo,
y sus andanzas inventan la memoria.
Ningún documento lo atrapa, se burla,
él prefiere la pólvora y el chamamé.
Mienten, si dicen que está muerto;
también los consuelos de la leyenda.
Todavía, limpias como algodón, crecen
las llamas benditas del árbol del Vengador.

sábado, 18 de febrero de 2017

EXCRITURA DE MALLARMÉ Y LACAN


En la ausencia
de la palabra rosa,
ese deseo:
la voz del Otro.
EXCRITURA DE LEÓNIDAS LAMBORGHINI

Como el ya qué esperar,
dónde,
qué hacer.

Como ya el qué gozar,
cuándo,
qué doler.

Como el ya que inventar,
elegir,
qué creer.

Al escribir el no se sabe;
mienten
las palabras.
EXCRITURA DE GONZALO ROJAS

Solo queda el azul del mar, casi en un más allá,
llorando sin lágrimas de tanto ver sin ver.
Nos morimos los unos a los otros
y ni el adiós, su arrullo mudo.
Alguien todavía olfatea lo que ya no hay,
esa saliva mántrica, ese brillo,
los pellejos en la extinción del amor.
Lo humano que es uno, perdido; un féretro
para la magia de las palabras.
Solo queda una urraca china para matar un erizo.
EXCRITURA DE ESTELA DOS SANTOS

Ya el vórtice oscuro en todos mis párpados,
tan adentro y lejos.

El único entendimiento solo es un no,
terco, como las aguas.

Pero todavía puedo soñar con un pez,
nadar el vacío.

O flotar en silencio, buscar la espuma
y desaparecer.

Apenas esa última vida en alguna burbuja,
hasta alcanzar la otra orilla.


EXCRITURA DE PAUL VALERY

Solo perderse,
adentro, en el bosque encantado
y la amenaza de la piel.

No existe
ninguna tentación más grande
que el poder de gozar.

Esa indeterminación
que abre la sensación la armonía
y su abismo, otro universo.

viernes, 17 de febrero de 2017

EXCRITURA DE DISCÉPOLO

Una porquería
tanto el fue como el que será, siempre lo mismo.

Tan insolente,
la fría fe sin el viejo calefón.

A un lado
y al otro, apenas la maldad.

En el merengue,
el horror del manoseo febril.

Y allá en el horno,
nadie, nada, ni siquiera la vidriera del cambalache.
EXCRITURA DE H. D. THOREAU

¿Qué sentido tiene ese enorme pino?
¿Ese mirlo, oculto en la sombra?
¿A quién refleja el agua,
tan transparente, en el estanque?
¿No soy parte de las hojas
y también de la lejanía del sol?
Muda, la naturaleza está viva,
quizás solo es otra manera del andar.
EXCRITURA DE FOGWILL

En el andar de los pasos
ya vuelve,
sin aparecer, todavía....
esa música.

Las huellas de un pájaro
sus alas,
detrás del cielo:
la memoria.
EXCRITURA DE JUAN JOSÉ CESELLI

A lo largo del más sucio corredor,
el aroma de flores marchitas.

Detrás de sus ojos, a cada paso,
la amenaza de la memoria.

A veces, tristes figuras de la culpa,
esos aullidos mudos.

De tanto en tanto vuelve la cabeza,
un rastro de mariposas muertas.
EXCRITURA DE RAÚL GUSTAVO AGUIRRE

Los prisioneros se odian,
su dolor
olvida a la poca piedad.

Detrás de las rejas, lejos,
miran
la misma ventana ciega.

Y durante las noches,
las pulgas
les devoran los sueños.

No obstante, por dignidad
nunca
se rascan ante los guardias.



EXCRITURA DE DERRIDA

No solo es el signo,
las muecas,
cualquier distracción,
un parpadeo,
ese estornudo,
todo, ay, es teológico.
EXCRITURA DE GEORGE TRAKL

Ya el bosque, escondido, es el gemido mudo de las últimas sombras.
No tengo miedo, trato de entender;
a lo mejor distingo tu voz.
Imposible moverme, regresar,
este es el lugar para vivir.
Algunos ruidos, animales inquietos,
que buscan un refugio.
Aun tienen ese don perdido:
la inocencia ante la luna.
Voy a resistir las tentaciones,
el mundo no es humano.
Yo miro sin ver a las aguas,
ese espejo ciego que siempre deviene:
veo una barca lejana que, sin rumbo, desciende por las aguas negras.

jueves, 16 de febrero de 2017

EXCRITURA DE CAMILO BLAJAQUIS

Adoro las flores,
ese perfume que veo y no puedo disfrutar.

Me baño
en el mar que aun no conozco, tan azul.

Soy adicto,
no dejo de mirar y mirar por la ventana.

Afuera, la sociedad,
solo sueña con las propagandas de TV.

Inútil el el delirio,
ya se acerca la sombre brutal del guardia.
EXCRITURA DE EZRA POUND

Entre las únicas cosas primeras,
tu nombre.

La pasión del poema en el Poema,
ese perfume eterno.

¿Vendrá tus manos con flores
en la noche?

Ahora esta vida se seca, muerta,
como una hoja.

Si tan solo pudiera soñarte otra vez,
tu voz, Francesca.

miércoles, 15 de febrero de 2017

EXCRITURA DE ZELARAYÁN

Solo hasta que se asoman los huesos,
la vida,
tan dulcemente, y la tierra negra.

Entre las lombrices, entera la noche
ya se perdió;
la circunstancia apagó el fosforito.

Sin asco, se ríe un frasco de miel;
y las uñas
siempre crecen sin consultar a nadie.
EXCRITURA DE ALLEN GINSBERG

Por la orilla del muelle, botellas y latas y frutas podridas,
y el ocaso sobre las colinas.

El agua aceitosa reflejaba el cielo enrojecido, furioso;
unos vagabundo en la ribera.

Pero en ese girasol había otra sombra, transparente o gris,
tan desolado contra el ocaso.

Así, ahí, en el crepúsculo, toda la gloria de su forma,
un ojo natural para la vieja luna.

Jack Kerouac sentado junto a mí, los mismos pensamientos:
éramos también girasoles vivos.




,
EXCRITURA DE DIANA BELLESI

Adentro,
ya cautivo en la luz.

Al acecho,
en el bosque carnal.

Las fieras,
su cárcel de deseo.

Otra piel,
el centro del otro.

Afuera,
me sangra la imagen.

Entrar.


EXCRITURA DE LA DESESPERANZA

Hoy tarda la mañana,
pero vendrá
otra vez,
ciega
con su luz.
No es esperanza,
solo duele,
tan lenta,
ajena
y muda.
Apenas un engaño,
una ilusión,
colores,
la vida
que ya  no tiene piedad..



EXCRITURA DE ANTONIO DI BENEDETTO

En el altar, el sermón declina las llamas de la cruz,
él se anima y crece otro dolor.

Aballay es la andanza de una mera sombra,
un bulto quieto, apenas remordimiento.

Los anacoretas, solitarios, vivían en la altura,
a lo más, la compañía de un animal.

Ahora solo le queda el andar en la penitencia,
no se le perderá esa mirada, esa sangre.

Ese gurí que lo vio matar, esa noche, borracho,
Aballay decide despegarse de la tierra.

No desmontará jamás de su caballo y el desierto,
así, solo espera el perdón de su muerte.

martes, 14 de febrero de 2017

EXCRITURA DE CHARLY GARCÍA

En todas las historias del había una vez
hay violines, un rey malvado, un pueblo
y la manzana de lo que será o no.
Casi siempre es así de simple,
tan imposible, como la misma vida.
Pero a Julia no le importa;
por eso baila los días y las noches
en cualquier calle con tachos y el mar;
sonríe y levanta cada vez más la pollera
o le muestra los pechos al diablo.
Ella solo se quiere liberar
y así se complica la historia;
porque parece que del había una vez
no quedan ni los violines...
El rey y los malos del pueblo la buscan
con antorchas, con perros, otra cruz.
Pero tampoco le importa, Julia
baila y se frota la manzana en la piel,
como la prometida del peor o no.
Además, le dio el primer mordisco.
ya sabe que la verdad es pura fantasía;
así que olvida todas las historias
y también al final del colorín colorado.
EXCRITURA DE COPI

Dudo, prácticamente no tengo nada de memoria.
Tampoco encontré a la lengua de ayer
y no paro de inventar palabras, gruñidos tristes.
Para ellos, yo no soy nadie o casi nadie
aunque viven con el terror de que alguien..,
uno de los suyos, cualquiera, grite o llore. O peor.
A veces estoy acá, y digo, por decir, Montevideo,
pero prefiero perderme en otro relato,
como si solo quisiera creer en las mentiras,
las únicas fantasías que son reales;
pero nada de eso, si aun está el espejo del mar,
y si encuentro huellas de perros en la arena,
me dan ganas de aullar y devorar la luna
Ya está claro que la historia no tienen salida,
cualquier ocurrencia es vana, pasajera.
Lo lamentable, sin remedio, es el tiempo,
cada día que se pierde en la nulidad de la vida.
Igual los viejos generalmente mueren más veces,
aunque nunca se sabe quién respira o no.
O quizás la vida siempre llega a destiempo;
para colmo, la mayoría se ha puesto a resucitar.
CONFESIÓN DE LAS EXCRITURAS

Ya escribí muchas, demasiadas
palabras,
pero aun
no comprenden las excrituras
esos trazos,
su pulso
que late lejos, mudo y sin sentido.

lunes, 13 de febrero de 2017

EXCRITURA DE GUILLERMO HUDSON

Aun sostiene mi mano la flor de Buenasnoches,
aspiro su perfume que flota en el aire.

En realidad, en este momento escribo estas palabras;
aunque me imagino en el jardín, y esa flor.

Dulce es la confusión en la intimidad del tiempo,
mi cuerpo se pierde entre el antes y el ahora.

Igual  la acerco hasta mi nariz y se abren mis ojos,
el placer del pensamiento es aun más intenso.
UNA SOMBRA DE PESSOA

Solo puede soportar el pan tostado
con un poco de mermelada.

Ya no sale a caminar por el barrio;
tratar de perderse, inútil

Cuando se le olvida el silencio,
el miedo es peor.

A veces, mira y mira esa pared;
recuerda algún llanto.

También suele imaginar su cara
en las cenizas del cenicero.

Los días pasan sin ningún día,
o sol o lluvia o cielo.

Y todas las noches, antes de dormir
reza para no soñar.

Pero igual se siente bastante bien;
ayer vio una mariposa.
GARABATOS DEL FRACASO

Aunque las palabras sirvieran para algo...
nombrar el pan o inventar un consuelo;
las excrituras prefieren dudar de su existencia
y apenas admiten el cadáver del sentido.

Por eso, repiten los garabatos del fracaso,
como buscar alguna tumba confortable:
el cuaderno de notas, esta misma pantalla
o ese papelito que recién arrojaron a la basura.
EXCRITURA DE MARTÍN GAMBAROTTA

Eso que era en el antes
o el después,
apenas estar este tiempo.

Pero ahora la piedra,
tan blanca,
que escupe a la mente.

Y en otro espacio
ese caballo,
como un polvo sagrado.

Eso, lo que parecía ser,
a decir verdad,
ya fue: solo un relámpago.
EXCRITURA DE GOETHE


Siempre la que habla es la naturaleza,
su fuerza,
su pasión,
su vida;
las palabras reales:
el más leve sonido y el ruido más violento.

domingo, 12 de febrero de 2017

UNA BORRACHERA SECA

Seca, otra vez te mira la vieja borrachera.
En realidad no hay nada, nadie
que al menos pueda ver algo.
Peor en el más adentro, lejana,
la misma tonta, y tanta, tristeza.
Pero después de un rato, ya sabés,
con una pastillita, pasa...
Lástima que nunca te olvida
y vuelve y duele, y ni siquiera
un trago de whisky o vino berreta.
Solo esos ojos ciegos que miran,
el ya no sirve buscar un sentido.
Entonces no hay otra, apenas
morder lo más podrido del hígado.
O al revés, mejor quedarse desnudo
y esperar que venga a rescatarte ese ángel.
CASI UNA EXCRITURA DE BORGES

La lluvia, ¿será algo que ocurre en el pasado?
Puede ser, a mi madre
siempre le gustaba salir a la vereda,
ver el agüita en las calles.
Nunca dijo nada, solo ocurrencias mías.
Aunque ahora, en verdad,
apenas es una llovizna,
casi invisible, tan delicada,
que mejor espero hasta que llegue ayer
y salgo a caminar para mojarme en su mirada.
OFERTAS POR LIQUIDACIÓN

El misal blanquísimo de Marosa di Giorgio.
La rosa de cobre de Roberto Arlt.
Los galgos de Sara Gallardo.
Algún suspiro del culo de Francisco Quevedo.
El hipócrita lector de Charles Baudelaire.
Las pijas de Alejandro Urdapilleta.
El cerro Luvina de Juan Rulfo.
Las aladas palabras de Homero.
El caballo de los sueños de Neruda.
Las ciruelas maduras de William Carlos Williams.
Un muchacho impuro de Cavafis.
El odio del Conde de Lautréamont.
La dama piadosa de Dante Alighieri.
Todos los pajaritos vivos de Juan Gelman.
Las suplicas en el canto de Erza Pound.
Lo abierto de Federico Hölderin.
Las campanas de Orvieto de Pier Paolo Pasolini.
Los pilluelos de París de Víctor Hugo.
Esa gacela dorada de Karen Blixen.
El Adán del fin de Héctor Viel Temperley.


EXCRITURA DE JOAQUÍN O. GIANNUZZI

Ya empieza la rutina del poema cotidiano,
ese intento inútil de la mano rota
que se desplaza hacia la primera luz
sin porvenir, una mueca ajena en el papel.

A tientas, la mano de mi consciencia
junto al borde falso de la ventana,
y del otro lado busca su liberación
en las calles apretadas, cerradas, mías.

Así amanece en su otra ciudad, tan frágil,
como si pudiera derribar los edificios.
Mi mano, entre los perros y la basura,
ya escribe sola en el callejón del verso final.
EXCRITURA DE JOAO CABRAL DE MELO NETO

Tan difícil es defender esta vida
nada más que con palabras;
mucho más cuando la de acá,
sin responder, piedra, oscura,
solo brota entre las miserias.
Tan difícil, como estallar otra vida.
EXCRITURA DE LI KIULING

Entre las espesas nubes, mi cabaña.
Acá no pasa el tiempo;
y se pierden las huellas.
Lejos, el mundo,
solo el polvo de mis libros.
La memoria llena tu ausencia,
pero ante mi ventana, corre el arroyo.

sábado, 11 de febrero de 2017

EXCRITURA DE ARMANDO TEJADA GÓMEZ

Tus ojos,
sus huellitas,
¿a dónde voy?

Me olvidó
el cielo,
tu ausencia.

Herido,
buscándote,
un aire de paloma.
EXCRITURA DE REINALDO ARENAS

Yo opongo este canto casi mudo, secreto y violado,
las manos del barro,
el rostro maquillado de una vieja marica,
la furia incesante de la lluvia,
una pancarta urgente y chillona,
ese cangrejo solito en la arena,
millones de hambre de niños,
aquella ruta que no viene ni va,
el olor de mi semen,
los ojos del peor infierno;
yo opongo, me opongo a la hipocresía de este mundo.
EXCRITURA DE FABIO MORÁBITO

¿Esta quietud anuncia la llegada del poema?
Acá, frente a la pantalla, el cigarro,
solo espero el murmullo de las palabras,
la liviana forma de algunos versos.
Pero es tanta la calma que me distrae,
como si en verdad aguardara otra cosa;
no sé, algo tan lejano en los latidos,
quizás otro cuerpo para desnudar la ausencia.

viernes, 10 de febrero de 2017

NINÍ Y PIPO

Ellos ya se quedan a mi lado;
Niní junto a la sillón
y Pipo debajo de la mesa.
Veo televisión o espero, da igual;
todavía no tengo sueño
y tarda el efecto de la pastilla.
Toda la casa, silencio;
el mundo es otro último cigarrillo.
Duermen, me cuidan;
a mi lado, ellos, así de simple.
EXCRITURA DE EDUARDO AINBINDER

En el pasillo oscuro
un giro brusco de la camilla:
murió su padre.

No puede ver su mirada,
la camilla no detiene el tiempo
y atraviesa el pasillo.
EXCRITURAS SIN PROPIEDAD

No me pertenece este único aire,
ni el agua, la tierra, el sol.

Ningún hombre o mujer,
perro, gato, ratoncito, ese colibrí.

Tampoco la voces de la memoria,
aquella noche inolvidable en Epuyen.

No sé de quién son los zapatos,
apenas sigo sus huellas.

No soy dueño del silencio,
el nombre del verdadero nombre.

Menos aun la desesperación,
ni la calma de la muerte.

No me pertenece mi cuerpo,
y me regalo estas palabras.
EXCRITURA DE CHARLY GARCIA

Tan encerrados,
todavía no pueden ver el día que vendrá.

Si hasta el correo
también es un sol en la canción escondida del alma.

Pero el terror,
esa soledad muda en la pista del circo.

Y las preguntas,
y los magos y los payasos y la soga del equilibrista...

Yo igual sueño,
sé que voy a llevar mis huesos al justo lugar.
EXCRITURA DE LICHTENBERG

Ese pensar,
en el presente de la angustia,
lo que hubiera...

También tus aforismos,
aunque muestren su ingenio,
son presos de la culpa.

Cualquiera lo sabe:
la grácil ilusión de las frases
solo evita la Palabra.

Soñar es distinto,
pero te faltó miedo y coraje.
ver el otro cuerpo.

Igual ya ocurrió
y vuelve ese dolor otra vez,
¡ay!, todavía peor.
ESTADO SIN SITUACIÓN

Entre los ruidos de las voces de la radio
y la mugre de siempre, alrededor;
ahi, en la cocina, el patio, el living,
en cada rincón de tanto miedo.
Ante el escaso residuo de los sueños
que buscan sus palabras y un papel;
pero igual se sabe que es inútil,
con cada palabra borraría la revelación.
Apenas los lejanos latidos, el mate,
ya frío, lavado, ajeno en la bombilla.
Claro que no sorprende la escena,
menos al pasar los minutos, y la sombra
ni siquiera sostiene la lapicera.
Alrededor y adentro ningún signo,
tampoco la típica amenaza de los objetos.
Solo empieza este nuevo día, otro,
el mundo entre estas pocas paredes
y una vez más la ausencia rota de un verso.
EXCRITURA DE PASOLINI

Solo hay historia en la vida, en la pasión,
¡qué vano es cada ideal!

En estas ciegas salidas del sol,
en este aire impuro.

Y vos, compañero, en la gloria de mayo
con tus dedos abiertos.

Nosotros también estamos muertos, desnudos,
entre la mugre y las chatarras

Pero tu alegría aun es religión,
esa entrega milenaria.

Entre estos delgados cipreses, las tumbas,
esa pintada que vuelve.

Y vos siempre vas en ese colectivo, cantás,
así tus cenizas llegan a la plaza.


jueves, 9 de febrero de 2017

EXCRITURA DE LOS MANCHADOS


Algunas vez tuvo tres plazas y quedó una sola,
más allá el camino, ya tierra seca.

Ahí encomienda de los Padres Franciscanos,
pero también calchaquíes y diaguitas.

En las terrazas cultivaban zapallos, porotos, maíz,
y criaban a las llamas y las alpacas.

Y aun cae la sangre del Chacho en cada lluvia,
la misma derrota de los antiguos.

A veces da por el pensar en las penurias, los cerros,
las piedras tristes, las baguales y la Chaya.

Pero la arena irrita los ojos de los Tameños,
aunque demasiados se marcharon.

Esta puede ser la historia de todos nosotros,
una memoria herida sedienta del sol.


EXCRITURA DEL NOMBRE

Lejos del tiempo, un suspiro,
el nombre.

Esa falsa transparencia
y su alrededor.

Más allá de los papeles,
sin documento.

A veces perdido, justo ahí,
en toda la piel.

Otras un grito sin eco,
casi mudo.

Y el pobre yo, siempre solito,
innombrable.
EXCRITURA DE SILVINA OCAMPO

Todo está perdido al descubrir a la primera telaraña
en el plumerito que parecía una peluca:
esa mueca faltal de los de tu clase,
el arma estúpida que al fin nos va a matar.

Después, los hilos sucios en la memoria de los días,
la confusión entre los reflejos y la luz,
entre los desarropados que te abrigan, el amor,
y ahora solo puedo ver las lamparitas vanidosas.

Mirá que te gustaba hacer líos, Silvina,
incluso cuando tenías que hablar en francés.
Total, después de escapabas con los peores
y así te conocí, un día mirando solo el cielo raso.

Algún día espero sentir el gran temblor de la tierra,
y gritar con vos:¿dónde está ese plumero?
A lo mejor, quién sabe, no podemos reír de verdad.
Pero igual ya entiendí a esa araña en el rincón del techo.
LOS GAJES DEL OFICIO

Demasiados poetas tan desgraciados:
perseguidos,
alcohólicos,
piratas,
sifilíticos,
melancólicos insufribles,
furiosos,
delincuentes,
solitarios,
asesinos,
trastornados mal,
cocaicómanos,
sucios,
fracasados suicidas
y etc., etc., etc.
Bah, simplemente demasiados poetas.
EXCRITURA DE WILLIAM BLAKE

Nada pueden ver estos ojos,
la furia de la vida
la burla de las palabras.

El hombre es una grieta,
el muro, la sangre.
Un desierto del otro lado.

Los pájaros son asesinos
y cantan la condena,
a veces cagan el cielo.

Demasiada es la estupidez.
la tortura su consuelo,
todo se esconde en el odio.

Nada quieren ver estos ojos,
ya ciegos, podridos...
Ni la fe de los gusanos

Tampoco el último poema,
ese suspiro de la mudez
Ninguna percepción es real.

miércoles, 8 de febrero de 2017

EXCRITURA DE SPINETTA

Por el prado, la madreselva
y los espejismos.

Al aire ya se abrió, libre,
su alma.

Por el prado, y en su corola
el deseo más vivo.

Con esas gotas del Algo
para el amor.

Vamos, madreselva, vamos,
ya canta la luz.
LA PASTILLA DEL LAUREL

Ya tomó la pastilla de cada mañana.
Ahora hay que esperar; afuera,
del otro lado de la persiana gris,
el grito de algunos pájaros y el sol.

Pero en el cuerpo poca sangre,
ese resto dudoso de la vida
que aun resiste, sin ningún sentido,
y lo obliga a levantarse, y andar.

Así junta a todas sus fuerzas,
tira de la correa y se abre la ventana.
Durante un rato mira el laurel,
sus ramas...si pudiera sentir a su raíces.

En cada pantufla el mismo destino,
pasos eternos, lejanos, y las paredes.
Nada adentro del vacío del tiempo,
¿ya tomó la pastilla de cada mañana?
EXCRITURA DE UNA EXCRITURA DE PROUST

Otro, antes, podía,
y mojaba una galletita y subía, lento, con la mano.

El recuerdo de un atardecer
adentro de algo, en otro mundo, más real.

Ahora, ni rastros,
en ninguna parte, apenas la ventana y el sillón.

Alrededor, nada y nadie,
salvo el enredo resignado del humo del cigarro.

Y la luz ciega del sol
que baja fría sobre estas lejanas rodillas.

Ha de ser mi yo;
pero por suerte la taza humeante ya se desintegra, sola.


EXCRITURA DE SCHOPENHAUER

Todo su pensamiento, un engaño perfecto.
Temeroso, nunca entendió la vida
y le faltaba ese poquito
para aceptar, sin vueltas, la mueca de la nada.

Ante las ilusiones de la pobre verdad,
cualquiera, inventó otra, más vacía.
Una voluntad involuntaria,
justo la otra cara de los falsos consuelos.

Tampoco son tan distintas estas excrituras.
Por eso vuelve a leer sus obras,
sin velos, desnudas,
para aceptar la desesperación de sus palabras.

EXCRITURA DE GONZALO ROJAS


El apenas de los que somos,
desnudos.

Los días pasan rápido
y uno está aquí.

A nadie le gusta ver
ese peligro

Ni a los que sueñan
con Venus.

Monos de la tristeza,
sin origen.

Solo queda arder y despertar,
el nacer.


martes, 7 de febrero de 2017

EXCRITURAS PROVISORIAS PARA SIEMPRE.

Por momento, o para siempre, lo mejor es dormir; como escribió Rimbaud: borracho, una playa y el sol.
O entre cajones y trapos, muerto de frío. sucio, con el últmo cuerpo, en el reparo de una esquina.
También es tentadora la mirada ciega desde un balcón, a punto de derrumbarse, en la última casa deshabitada del romanticismo.
Al menos estar lejos, bien adentro-afuera del mundo y apenas respirar, así por un par de siglos, hasta que se derrita el hielo.
Ya en el después se verá, si al abrir los ojos; todavía existe algún sueño. Igual, por el momento y para siempre es imposible el olvido.
JAIKUX DE VERLAINE

¿Ya llegó el otoño? En el parque, lejanas, hace un rato caminaban dos sombras.
EXCRITURA DEL INSOMNIO DE CHARLY GARCIA

En cada familia hay un tonto que llora durante los días de lluvia y se aplasta los mocos más tristes contra los charcos de la ventana.
De chicos siempre se pierden; y entre los juegos de la plaza, cuando ven el sube y baja. cierran los ojos y cantan el himno nacional.
Cada vez que suena el teléfono, corren a esconderse debajo de la cama.
En su rincón no quieren ni asomarse al terror de las miradas, ellos conocen la fábula de la normalidad de los enanos fascistas. Y otras peores.
Nunca miran, aunque les encantan, las películas de vampiros.
Pero todas las noches pueden reír y soñar con tus canciones: por eso casi nunca podés dormir: ¿O no te diste cuenta que sos el papá de los tontos de la familia?
EXCRITURA DE LA ILIADA POR HAMMETT


Ya sabía lo que pasaba: el viejo estaba poseído,
echado junto a la furia en su propia cama;
pero el detective había leído La Iliada.
La venganza no paraba de gritar,
lo único que no se permitía era el llanto.
Él sabía que sus palabras ocultaban el terror,
de allí venían todos los fantasmas
y por eso no había dejado que nadie
-salvo para arrastrarlo-, se llevara el cadáver.
El viejo lo quería ahí, ante sus ojos;
quería verlo, como Aquiles, para alejar el pánico.

EXCRITURA DE LOUISE GLÜCK

Algunos pocos días,
extraños,
esa luz de una gran distancia, su transparencia.

No en un lugar
o un cuerpo;
una intensidad lejos de cualquier destino.

Unas horas,
pocas y perdidas en la memoria,
vivas en un mundo de otro mundo, toda la vida.

lunes, 6 de febrero de 2017

EXCRITURA DE CORTÁZAR

Aunque a nadie le importa, ella esté en el fondo del reloj, allá. Inútil correr, siempre se llega tarde; el segundero es fatal.
De todas maneras, hay que aprender a darle cuerda todos los días. Aceptar sus latidos, sus árboles, la brisa y ese aroma de pan; y llevarlo en la muñeca o en un bolsillo, cerca del otro corazón.
Ya se sabe, así se pasa el tiempo, entre las áncoras, los recuerdos, el olvido, y en cada mirada el mismo miedo. Y allá, en el fondo, ella.
UNA EXCRITURA DE LA PALABRA MUERTE

La muerte no es lo que en verdad importa,
lo que importa es su verbo: morir,
estirar la pata,
esa incomodidad del ataúd.
Pero muchos no la entienden.
Ni siquiera al pasar frente a una funeraria,
tampoco, o casi nada;
solo les importa respirar, estar vivos,
Igual da lo mismo,
la muerte, en verdad, es apenas otra palabra.



EXCRITURA DE LA FELICIDAD

Esto es, más o menos, la felicidad:
andar tranquilo un rato,
sin apuro,
poca gente en las veredas,
la bolsita blanca
con un cuarto de pan
y el dulce de leche.
Por rato, casi nada más esto,
salvo las ganas de oler un mate cocido.


EXCRITURA DE ALBERTO SZPUNBERG

Poco a poco, la luz
entre las nubes más cercanas del cielo.

Las últimas gotas de lluvia,
tan diferentes.

En la tierra húmeda
ya se abre en el aire el aroma de la vida.
EXCRITURA DE UNA EXCRITURA DE GÓNGORA


Nado en el agua más fría,
enamorado.
Tu cuerpo real,
y tan severa, la ley de Ley.

Hasta las médulas el deseo
Mis venas,
gloriosamente,
contra el latido del olvido.

En la otra parte de la ribera
el alma desatada
que se calienta en el fuego.

El origen de los horizontes:
la ilusión eterna
y la última prisión de Dios.


EXCRITURA DE MIGUE ÁNGEL BUSTOS

Esas veces me quiero
y me acaricio.

De rodillas,
girando en el afuera.

Siento los pasos,
besos, odios, a todos.

Pero cuando se alejan
olvido mi nombre.
EXCRITURA DE OCTAVIO PAZ

Abierta,
la noche es el único puente.

Ya fuera de los cuerpos,
perdidos,

buscamos,
el vértigo ese otro abismo.

Movimientos en la quietud,
sin palabras

El ser que busca su forma,
solo piel.

Esta ahora,
el nunca, el siempre: es deseo

domingo, 5 de febrero de 2017

LA ANSIEDAD DE LAS EXCRITURAS


Siempre el ya,
a cada instante, casi sin tiempo:
en el colectivo,
en los supermercados,
en un estornudo,
en una baldosa rota,
en un desliz,
en tu otra sombra,
en la televisión, of course,
y  etc. etc. etc.
No entiendo:
¿para qué el apuro que ya pasó ?

¡Ya basta!
EXCRITURA DE OSVALDO LAMBORGHINI

Antes de irse, de casualidad lo encontré en un barcito de Barcelona.
No sé por qué, me senté y charlamos un rato largo,
hasta me invitó una par de buenos whiskys.
Me acuerdo que andaba bastante preocupado,
quería escribir un poema sobre la mierda y no le salía,
no podía pensar en otra cosa, días enteros.
Incluso, a la manera de Flaubert, la observaba,
registraba detalles, su color, el aroma...
pero las palabras -de mierda- no querían escribir.
No dejaba de mirar a su alrededor, nervioso,
como si alguien lo siguiera;
salvo que pasara algún travesti,
entonces se paraba e intentaba un acercamiento.
Creo, no estoy muy seguro,
que me dijo que eran el pasado y el futuro;
aunque la mierda era el gran enigma.
Después nos quedamos mudos,
un rato bastante largo hasta que él se levantó:
me voy a la mierda, dijo y sonrío, a los pocos días me enteré de su muerte.


EXCRITURA DE HUGO MUJICA

Rajada,
la voz del vaso.

Apenas
para poder vaciar

la tanta sed.
EXCRITURA DE LA TROMPETILLA ACÚSTICA

Cuenta el lejano rumor de las malas lenguas
que acá a la vuelta, en el geriátrico,
tras las cortinas secretas y grises,
las ancianas abandonadas sueñan el apocalipsis.
Todas las noches, sangrientas,
abusan y matan a un torito inocente.
Y beben su sangre, bailan y cantan.
Dicen que pronto nacerá otra vida, la verdadera.

EXCRITURA DE UNA COPLA DE LACAN


Si usted, anustiado, anda en hiancia,
no se mueva de ahí
y acuérdese de mí,
que ya me llevan en una ambulancia.
BAUDELAIRES DE LA MATANZA


¡Qué boludo!, querés ser como un Baudelaire
y naciste en La Matanza; acá,
el pasear es apenas una miseria.
Incluso en los días de primavera, al sol:
el barro roto de las veredas, ranchitos, gritos,
y los mocos secos de los bebés.
Hasta las costumbres son pobres;
con suerte da para una porrito en la esquina.
Eso sí, cuando pasa una morocha
no se pierde en la multittud de la eternidad;
tenes que encarar y acompañarla a la casa.
Yo entonces me olvido de todo,
le escribo versos demasiado cursis,
y si no le gusta, Baudelaire, quiero ser como vos.



EXCRITURA DE LA PANTALLA FANTASMA

Los fantasmas ya no son un consuelo,
cuando aparecen en la pantalla, asustadísimos,
solo buscan a la puerta de emergencia.
No soportan tantas  miradas
que solo esperan a los efectos miserables.
Para colmo, el ruidito del pochoclo,
peor que la realidad y sus inútiles flashbacks
Ni siquiera la oscuridad.. Pronto
van a encender las luz para echar a los que lloran.
Así que mejor algún paseo por un basural
cualquiera, y encerrarse en la casa.
A veces puede ocurrir ese milagro,
y viene vencida la más linda de Hollywood
Claro que es inútil, me quedé dormido:
todo se convirtió en un cuento gótico berreta.

sábado, 4 de febrero de 2017

CHINO BÁSICO

Si de casualidad, cualquier día, se presencia ese único instante,
cuando sin asomarse ya se siente el sol,
el agraciado, consciente o no, se convierte en un poeta chino.
De todas las dinastías, aunque no se le ocurra
-¿para qué?- ni siquiera un solo verso;
solo importa la lejanía de la sensación en el adentro.
Justo hoy, hace un ratito, recién, me pasó a mí.
Al salir a tirar la yerba en el jardín, levanté la mirada
y todavía no puedo expresar ese color, transparente.
Inevitable, mis ojos se alargaron más que el horizonte,
a punto de perderse, hasta alcanzar otra armonía.
Pero ya pasó, y no sé si esa revelación muda,
tan breve, podrá perdurar en mis fatigadas memorias.
Al menos ese instante fui un poeta chino, o nadie, inminencia de luz.


EXCRITURA DE PIZARNIK

Entre las últimas posesiones del no tengo,
te resucito.

Y pasás desnudo, sin sombra,
roto en la luz.

Será por estas palabras ciegas
o mi fantasma.

Pero ya no quería decir la misma herida,
solo su ausencia.
EXCRITURA DE NOAM CHOMSKY

Furiosamente,
sin color
duermen
las verdes ideas.
EXCRITURA DE SAFO

Esa rosa
y un pétalo que tiembla.

Tu piel
y el lugar de mis sueños.

viernes, 3 de febrero de 2017

EXCRITURA DE HENRI DELUY


No olvidar pasar primero por cajero.
Pagar la factura de luz.
Pedir turno para dentista.
Comprar pollo, papas, lechuga,
un buen vino tinto y sal.
Preguntar por libro de Correa.
Cargar sube en la estación.
Al volver, olvidar la palabra soledad.
EXCRITURA DE GIRRI

Insensata,
la vida apenas ocurre en la vida.

Un pasaje
entre errores, miradas y el horror.

Y acá, en el cuerpo,
siempre nos devora lo que somos.
EXCRITURA DE ALFONSINA STORNI

Al oído, esta noche
me dijo apenas esas dos palabras.

Simples, tan dulces,
bajo la luz desnuda de la luna.

Nerviosas, mis manos
ahora se mueven hacia el cielo.

Esta noche, al oído,
y mis dedos ya tocan las estrellas.
EXCRITURA DE LACAN

Cuando ya no está ni ahí,
separado de él mismo,
por los hilos de la araña,
recién reconoce su voz.
Habla, no sabe lo que dice,
ni su propia herida
y camina sin sus pies...
esa mueca, es apenas real.
En el rincón una grieta
que sangra en su cuerpo
¿él era solo la mosca?
Apenas somos un fantasma.

jueves, 2 de febrero de 2017

EXCRITURA DE ATAHUALPA YUPANQUI


Ante
esas cruces de palo
a la orilla del camino;
el Ver.

EXCRITURA DE ODISEO ELYTIS

La sonrisa fresca,
libre la primavera en el aliento.

Así trae el mar,
junto a la espuma de la mirada.

Y en su cuerpo
los terrenales cielos de felicidad.
EXCRITURA DE CONRADO NALÉ ROXLO


Al despertar,
ese sonoro porque sí del grillo.

Una brisa
en la ventana hasta el cielo.

Vana, la música,
tan sencilla que ilumina el alma.
EXCRITURA DE SAN JUAN DE LA CRUZ

Tan alto, tan alto;
mi todo en su puro vuelo.

Ciego y oscuro,
en el cielo la esperanza.

Apenas estrellas,
suspiros de mi deseos.

Solo abrirse,
hasta flotar en tu mundo

Tan alto, tan alto,
por el gran amor hasta caer.
EXCRITURA DE PETER HANDKE

La verdad es que el cansancio es lo más temible,
esa fuerza imparable del sufrimiento.
Una cinta de hierro que aprieta las sienes,
como el más del yo menor: vacía en el vacío.
El que está cansado mira a su alrededor
y el dolor aumenta con cada forma de vida.
Sin nada que hacer, crece y aplasta,
y rechaza el juego aunque le toque ganar.
Siempre, el cansado cae en la fantasía,
pero sus visiones solo muestran su cansancio.
Al mismo Dios ni siquiera lo conmueve
o quizás también está cansado de su creación.
No le importa la muerte ni la nada,
en el último horizonte hunde su eterno deseo, cansado.



EXCRITURA DE KAFKA

A mi amado padre,
un gran hombre,
honesto, decidido, respetado,
siempre firme en sus convicciones,
solo le gustan los gusanos,
aplastarlos de un pisotón;
yo me arrastro,
como todas las noches,
y babeo el piso
hasta llegar a sus zapatos,
pero una vez más
él me decepciona,
ni siquiera advierte mi presencia.

miércoles, 1 de febrero de 2017

EXCRITURA  DEL PARAÍSO DEL DANTE

Ya todo es nada,
una luz.

Acaso el Amor,
la eternidad.

Solo que ella,
ya no...

Prefiero volver,
estar pedido.

Quiero su piel,
el infierno

Ya todo es nada,
puro dolor.
EXCRITURA DE SAN AGUSTÍN

Voy a morir, a encontrarte;
la fiebre me revela la eternidad.
¿Estamos juntos en el delirio?
Desde mi alma, quiero soñar
la última de las plegarias
para sentir, ahora, tu presencia.
Pero mi agonía te desprecia,
blasfemo, grito y resisto;
ya me vuelvo solo un cuerpo.
Oh, mi señor, perdóname,
apenas soy tentación de la nada.


A ERIC SATIE

Siempre supieron que la verdad
las esperaba en el fondo de sus ojitos,
y que después del tiempo que pasa
pocas novedades sirven para el asombro.
Justo ayer se le cayó el último,
el diente más flojo al piano de la pena.
Ahora, por fin, se ríen sin culpa,
no necesitan llorar con las melodías
para soportar las tristezas de este mundo.
Abandonadas y olvidadas por todos,
las lauchas festejan su triunfo.
Entonces corren y chillan liberadas,
disfrutan el silencio enloquecido de Satie.
EXCRITURA DE NORMAN MACLEAN


Hermano, todos se mezcla y es uno.
Ese gran río que fluye.
como una avenida.
Sobre  rocas, praderas,
bosques y memorias,
la transparencia del tiempo.
Allí se pescan las palabras,
las verdaderas, vivas,
las que llegan con tu voz.
Ya viejo, preparo mis señuelos,
temprano, junto con el sol.
Y aunque nada es para siempre,
hermano, aun me obsesionan las aguas.