jueves, 30 de noviembre de 2017

9

Un cacharrito quebradizo a cualquier golpe,
a la destrucción fatal,
un instante y miles de pedazos
sin forma, mudos, apenas la nada.
Esta es la simple respuesta
ante la incertidumbre de cada latido,
la efímera alegría,
su certeza única de mortal tristeza.
Ahí lo ves, te ves... siempre
en el último borde de la vida, un cacharrito

miércoles, 29 de noviembre de 2017

8

Inútil es esconderse en la ingenua ilusión,
negar las sombras,
no sirve creer en esa fantasía,
ese falso milagro:
lo peor,
siempre llega a suceder.
A cualquiera,
y puede ser en el comienzo
o en el final,
su dolor
apenas se oculta en el espejo,
la sorpresa
solo demora el insoportable llanto,
nuestro desconsuelo.
Ah, viejo Séneca,
vos siempre lo supiste, lo escribiste, lo viviste.
7

Acaso tus sabias palabras
aun sobreviven;
tanto tiempo, tanto,
¿quien recuerda la virtud?
Pero ya no es la ira,
el peor de los males.
Al fin venció la razón:
fría, exacta, pura...
sin ningún sentimiento.
Ella es el exterminio.
Igual no te equivocaste,
solo creías en los hombres.

martes, 28 de noviembre de 2017

6

Imaginamos una solución tras otra;
dudamos y, seguros,
desechamos lo que buscamos;
insistimos
para decidir y continuar...
Tan débiles, siempre el huir de la vida.
5


El sabio vivirá mientras deba, no mientras pueda...
Quizás, yo no lo sé,
tan dura y simple sea la verdad.
Claro que la elección es más que valiente;
pero son demasiados
los mortales que apenas pueden vivir.
Así que, viejo Séneca, te pregunto:
¿cuál es la mayor virtud: ser sabio o ser humano?
4

Ese único puerto que se busca sin buscar,
el último;
la insensatez del viaje,
nuestro navío,
escollos, esperanzas, espumas,
días y noches.
Apenas una metáfora,
casi nada;
toda la vida
hay que aprender la verdad de la muerte.
3

¿Acaso el sol, único, se sostiene sin la luz?
El laurel del jardín,
sus colores de pájaros,
la gloría olvidada de las estatuas,
un melodía de Mozart,
ese ranchito de chapas y cartón,
una mirada al horizonte,
cada galaxía,
un simple latido;
nada por sí mismo tiene la fuerza para vivir.
2

Sé que el milagro del tiempo no es eterno,
apenas pasa y soy o no;
tan sencillo,
el ahora es siempre.

Veo otra vez al sol en la ventana,
acaricio a mi perro,
unos mates;
solo deseo que la vida entera sea este día.
EXCRITURA DE SÉNECA

1

Las piedras,
¿estarán libres del temor?

Tan frágil,
un suspiro es la felicidad.

domingo, 26 de noviembre de 2017

8

Tu gran bosque de árboles desnudos,
tu  barranco y el fuego.
Hace años escribiste:
"Soy en el fondo soplo de la luz".
Yo aun no lo sé,
apenas veo algunas palabras.
A veces me pregunto:
¿cuándo me cegarán las luciérnagas?
7

Aquellas palomas perdidas,
tan rojas,
en la noche.
¿Qué buscaban?
Nadie vendrá,
el mito ya olvidó su muerte.
6

Si todavía es verdad que existió Helena,
si no fue un engaño,
si la belleza también es dolor;

ella nunca estuvo en Troya,
jamás cruzó el mar,
siempre será el desconsuelo de los Dioses.
5

Los aullidos que arden en sus manos
ya son la fría roca,
esa venganza eterna y roja del Buitre.

El círculo es el paraíso y el infierno,
todos los días;
el pasar incesante del sol y las lluvias.

Pero a nosotros pertenecen las heridas.
Aunque cae el silencio
y su pregunta: ¿el dolor agotará al mar?

4

A la mañana no quedaría nada,
ni el sueño de una mujer.

Los cipreses mudos,
el viento salvaje,
más allá todo el mar.

Asustados los ojos,
apenas horizonte,
el adiós de un delfín.

Veíamos el gran fuego,
los esttallidos
y las pálidas cenizas.

El cielo era un atardecer nublado...
a la mañana, que ya llegó.
3

Ese niño que vio al otro cielo,
esa lagartija en las piedras,
ese ruiseñor que no deja dormir,
esa plenitud del pino,
ese cuerpo solo en el mar...
siempre entre las tinieblas y la luz.
2

Un día menos cada día.

Mi cuerpo,
las gaviotas,
el horizonte
y viajar...

Otro crepúsculo eterno.
EXCRITURAS DE YORGOS SEFERIS


1

Las ruinas de las piedras
aun esperan el último peregrinaje.

Ardientes de sol,
tristes sin la luna.

El día que pasó,
pasa para volver.

Lentos, llegarán los muertos
que todavía no olvidaron a la vida.

sábado, 25 de noviembre de 2017

70

Tenés toda la razón, viejo Séneca:
solo la calma del espíritu,
el mero pasar por esta vida,
que se deleita ante su espejo:
la naturaleza, misterio sin misterio.
Pero mi cuerpo ya es sombra,
un pájaro en el aire ciego,
el desierto de la desgracia
y la burla efímera del vicio,
ni siquiera desespera el horror.
Si me dolieran estas quejas...
tenés toda la razón, nunca seré feliz.
69

Si solo pudiera ser un santo,
la mudez del ser,
carne del aire,
con el alma de la ausencia,
clavos al andar,
una flor del sexo,
la nada en el todo,
si viviera esta miseria en luz.
68

Me matan los para qué,
las risas publicitarias,
los vidrios polarizados,
el día que ya pasó,
los que vendrán,
las cirugías tétricas,
el apuro de las bocinas,
los alambres de púas,
la rutina de las voces,
esa plaza con rejas,
los festejos en titulares,
el crimen de la moda,
la cara de mi yo,
este destino indolente,
cada hora, cada minuto,
¿para qué estos versos?

viernes, 24 de noviembre de 2017

67

Él pensaba en la tristeza de los vampiros,
hacía un bollo con la piel sucia
y lo metía en el lavarropas;
solía perderse así, inmóvil,
por culpa de tantas películas,
casi todas absurdas y viejas,
mientras veía sangre en la espuma.
Después, al colgar los pellejos,
no podía evitar insultar al sol,
pisarse sus propias tripas
y acariciar el silencio de la soga
para volver al sitio más oscuro, su sombra.

jueves, 23 de noviembre de 2017

66

Hay gusanos negros en la vagina de Pizarnik
que no conocen su obra,
ni siquiera la condena de la niña monstruosa.

Será que vienen hartos de sus propios versos,
el suicidio fallido en cada silencio
y las palabras patéticas de tantas súplicas.

Ellos andan ansiosos por el espanto
entre los pellejos podridos...
con suerte disfrutan las sombras de sangre.

Claro que a ella le gusta ese juego sucio,
y siempre acabar con una imagen:
su ángel aterrado por los colmillos de una lila.
65

A los cuerpos sin amor
nunca le crecen yuyos,
salvajes, sin nombres
los que salen libres,
aquí, allá, inevitables,
tan vivos como el sol,
la luna y el agua.
Por eso en mi país no hay
-acá vale la limpieza-
ni siquiera un yuyito;
todo prolijo y ordenado,
las veredas y las calles,
hasta la última plaza...
y así andan los cuerpos,
sin un pelo demás,
sobre el césped del odio.
64

Tanta vida al pedo, ¿un tiro?
La idea es cómoda, acaso justa,
pero no termina de convencer;
mucho ruido y lo obvio.
Además sobran cadáveres,
tonos de la redundancia:
si la nada ya es lo mismo.
Cuando aburre el dolor
ver un árbol es una ofensa.
No es algo en particular, es
solo otro cigarrillo y otro trago;
ah, cualquier vida da muerte.
63

Todos los días son peores,
también los de ayer.
Una pasta de mariposas
sin alas, insípida.
Ni el aire puede respirar,
solo bromas muertas.
Aunque ya no es dolor;
los pozos clausurados
o ciegos, mienten.
La culpa es otra burla.
No viene lo que llegó,
algún día será esa palabra.
62

Todavía Onetti sigue sin hablar,
a lo mejor se murió.
Tampoco sus personajes,
ni una mueca.
Así se baja la persiana,
una pierna de cualquier mujer.
O esa música de violín
con el arco degollado.
Es verdad que algunas tardes
el sol también se esconde.
Alguien deberá entender,
y yo que no sé qué mierda decir.
61

Alguien llama por teléfono,
pero nadie atiende.
Él ya metió la cabeza
afuera del cenicero
y descubrió el engaño.
Igual no dice nada.
La ventana espía
a su única sombra.
Podría ser un chiste
o esas pastillas,
cualquier foto vieja.
Otra vez el teléfono, alguien.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

60

¿El último intento son las palabras?
Yo me asomo al balcón:
la horrible avenida, brillan autos,
soledad para un mal poema.
Lamborghini era más concreto,
una insatisfacción en la bragueta,
solo el camelo del fingir
hasta vaciar todas las botellas.
Aunque creo que llega ese gesto...
no, apenas una parodia del ser.
Pero ahora ni existe el autor,
¿si me tiro podré caer en el desierto?

59

Ya huecos los tuétanos,
sus besos.

Esa bolsa negra,
el olvido.

Solamente las uñas,
sus filos.

Adentro la mierda,
aun ciega.

Cadáver del llanto,
un pozo.

Más mortal la herida,
el estar vivo.
58

Recién acaba de morirse uno más, cualquiera;
¿hambre?
Y muy pronto será otro
y así sucesivamente...
Solo es rutina,
los nacidos no tienen consciencia de este mundo.
57

Al fin decidí cortarme la mano
que escribía los poemas de mierda,
molestaba al sostener el cigarro,
ni para visera ante el sol.
Aliviado, la tiré a la basura,
casi no movía los dedos...
aunque parecía estar feliz,
sin el pulso de mis palabras.
Algo, en verdad, me sorprendió,
demasiado fácil, indoloro,
y además no hubo resistencia,
¿cómo no me enseñó su puño?
Después me fijé en sus uñas...
pero veía mi derrotas, triste,
sospecho que esa negra sangre
aun es la tinta brutal de estos versos
56

Decapitado el vuelo de las garzas,
las hadas correntinas
no encuentran refugio
en la mágica piel de los esteros.

Ya desaparecieron tus apariciones,
el puente de los tigres,
aquel ciervo cantor,
esas memorias de montoneras.

Tuviste suerte, querido Francisco,
con tu mirada de otro mundo
y su revelaciones salvajes:
ahora solo hay pantanos de llanto.
55

Lo lamento,
sé que la soga para sacarte del pozo
ya no te importa,
hasta te resulta una burla.
Por supuesto, vos tenés razón,
¿para qué mirar el cielo?.
Todo tan negro,
cualquier árbol es una ofensa.
Ni hablar de hablar,
mal chiste.
Igual si la aprietan mis manos,
debe ser por algo...
Será la esperanza para ahorcarme
y bailar, feliz, con el aire.
54

A veces alguien me toca el portero;
pero no respondo...nunca,
incluso en la madrugada.
Todas las puertas son seguras
y de acá no voy a salir.
Poco a poco, el alrededor
apenas se asoma en la memoria.
Por las dudas no veo la tele,
sé que pronto no pasarán los días.
Solo me molestan los espejos,
esa ya cara no es la mía.
Hace tiempo dejé de pensar,
pero afuera aun hace mucho miedo.
53

Por esos desvíos insólitos de la vida,
después de leer el evangelio,
él aprendió a multiplicar los peces.
No lo asombró su don,
tenían un olor espantoso...
y prefirió venderlos en el barrio.
En pocos años comprendió al mundo,
arrojó sus redes al mercado
y naturalmente monopolizó el negocio.
Así se lleno de dinero y ahora,
lejos de los brillos del mar,
solo hace milagros con las finanzas.
52

A este mundo de mierda
no le gusta mi cara,
y a mí tampoco.
Lo supe desde el primer
y todos los días;
no se puede evitar,
Pero no pido perdón:
Escupo al espejo,
a mi cara y al mundo.

martes, 21 de noviembre de 2017

51

Después de tantos días
y tantas noches,
soles,
lunas,
ya se olvidó la luz:
los jazmines son negros.
50

¡Ay, pero qué frase tan ridícula!,
y absolutamente genial:
por el sendero venia avanzando el viejecillo...

Claro que hasta da risa.
Aunque ese personaje soy yo, o todos;
inútil intentar cualquier engaño.

Antes, en el medio, después,
siempre el malentendido insoportable y bello,
como escribiste vos, Abelardo.

Por el sendero venía avanzando el viejecillo....
y todo lo demás no importa,
si también suele ser cursi el destino.

49

Por un tonto descuido, un instante, justo ayer,
se rompió la botella para arrojar al mar.
Esas cosas que pasan..
inevitables, y casi siempre.
Tantas dudas durante tanto tiempo,
y sin escribir, ni siquiera, un mensaje.
Todo perdido, lejos del mundo,
la isla, aburrida, se burla de las esperanzas.
Pero esas gaviotas ¿o buitres?
dan vueltas y vueltas en el cielo,
también dentro de su sombra,
en sus huellas que borran la espuma.
Así es la vida, ¿no?, ya pasó,
algún día, ¡ojalá!, desaparecerá el horizonte.
48

Cada día más brutal el capitalismo
y, de golpe, pienso en tu pene,
triste, ya apenas tierra.
Ah, querido Pier Paolo, no sé...
Quizás debiera salir, olvidar,
o esperar el sonido de una campana.
Pero seguro que vos entendés;
pienso, y también el mío:
tanta pena detrás de la bragueta.
No te equivocaste, poeta,
solo que ni siquiera asoma la rabia.
47

Ese perro horrible con tres patas
solo quería morder;
y mostraba sus dientes,
ahí, cerca de sus pantorrillas.
Él trató de alejarlo,
agito nervioso sus brazos
y después tuvo que recurrir,
temblando, a una patada al aire.
Aunque pasaron varios días,
esa escena perduraba...
como si algún detalle,
invisible, escondiera un secreto.
Así que volvió, lo necesitaba,
pero el perro no,
ni rastros de su odio feroz.
Al igual que su pata,
también había desaparecido.
Y sintió dolor y más pena,
ya nadie le clavaría los colmillos.

lunes, 20 de noviembre de 2017

46

Después de largos siglos de grandes progresos de la humanidad,
precisos y vertiginosos,
algo extraño ocurre en los televisores;
en los programas de chismes,
noticieros,
series policiales,
vampirescas,
comedias,
documentales de la BBC...
Ninguno se salva,
huelen mal, cada vez peor.
También en las transmisiones por cable,
las redes,
hasta en los satélites.
Ya apenas se puede asomar la nariz,
los perfumes vomitan,
occidente apesta;
y lenta, insistente se proyecta y crece la hediondez de los humillados.
45

Imposible la pureza de la lengua,
ni siquiera su traducción,
ese balbuceo al borde del silencio,
la pasión de Judas en la soga.
Vos lo sabías, Benjamin,
y sentías el dolor alrededor:
la mudez de los árboles,
apenas aullidos en el cielo...
Solo desechos, sonidos rotos,
el llanto seco de un Origen.
Imposible, hasta la palabra luna,
su lejana luz sin consuelo;
mierda, tampoco se salva la poesía
44

Pintan jeroglíficos en las paredes,
patean tachos de basura,
andan sin horario.
A veces rompen una vidriera,
hacen humito de esquina,
meta birra y birra.
Pueden bailar en la plaza,
sacarse las remeras,
siempre sucios los pies.
También gritan sus canciones,
mean las veredas,
sueñan delirios juntos.
Son muy peligrosos,
los jóvenes aun aman estar vivos.
43

Así, las largas horas.
Deja caer
suave
la saliva;
afuero del todo.
A veces
sonríe,
o llora;
solo un gargajo.
Burbujas,
un hilo,
agua;
apenas un espejo,.
Huella,
inútil,
ya seca;
así, resiste al mundo.

42

No sé por qué me acordé de esa perrita,
la de la humilde Chiquillada,
y me puse contento y la canté como Favio.
Pero después, ay, cuando salí,
mientras caminaba la Estación de Catán,
la vi en el playón: una sombra
solita entre el ir y venir de los colectivos.
Tan temerosa, sucia, puro costillas,
la mirada todas las súplicas...
No estaban los pibes jugando al fútbol,
solo cuerpos cansados y casi ciegos.
Culpé al tiempo, a la memoria,
aquellos años en los que era inocente.
Resignado, me fui a esperar al 620,
¿qué se puede contra la derrota?
Ningún perdedor se la podía llevar a casa.

41

Al fin abandoné mi cabeza al sol,
acá nomás,
con sus gusanos y moscas
entre la basura;
le cerré los ojos y me fui.
Pero es inútil,
apenas un poco de olvido,
todavía no entiendo...
Y ni siquiera se pudre,
apenas suspira,
me llora.
Creo que ya más no puedo hacer.
40

El ovillo en la sombra aun respira
su refugio abierto de la noche;
Muchos diarios, algunas mantas,
y entre la mugre, ahí,
apenas un mover de algo.
Difícil es detenerse a mirar,
la vergüenza bajo las estrellas;
montoncito de misera que insiste
una media asoma en el resistir.
Es casi una figura  sin forma,
ese último temblor de lo humano,
con olor a olvidos, a meo,
a mierda, sí; y aun respira en el ser.

domingo, 19 de noviembre de 2017

39

Miles ya murieron de hambre,
miles van a morir.
Mi país apoya a los culpables.
¿Yo también?
Igual nadie quiere saber.
Solo Yemen conoce la noticia.
38

Un bocadito del cielo,
mucha rabia,
esperanza,
brisa,
explosión,
ruta,
peronismo,
dios;
nada de mierda
ni poesía,
apenas
por un instante
un bocadito de amor, nena.
37

No le encontraban ningún remedio
para ese llanto o lagrimeo.
Ya lo decía Macedonio: los médicos
siempre fracasan;
ante la nada, ¿cuál es la receta?
Pero era otro el gran inconveniente;
como siempre, ese enigma;
o la miseria de la escasa verdad,
Para colmo, hasta podían contagiarse.
Así que mejor apretar los ojos
y consumar el sacrificio.
Por un rato volver a creer en esta vida.
36

Esa lengua que aun no conocemos,
con sus propias figuras.

Sería una solución, un consuelo,
al menos algo real.

Por ahora poco, casi nada para decir,
y no tenemos mucho tiempo
35

Aquellos lindos frasquitos del tango,
vidrios rotos.

Voy a sacarme los zapatos,
pisotear a todas mis huellas.

Nada de sangre,
el pasado me abandonó a la vacuidad.
34

No pasa más el tiempo en Anhedonia
y ni siquiera una película.
Solo tengo un tomate, una cebolla
y un dudoso zapallito.
Claro ahora no importa la hora,
tampoco los pactos de sangre;
secas las pilas del alma
incluso a la sombra, en el jardín.
Si fuera al menos mi perro...
o esa pared desnuda de ladrillos.
Lejos del alrededor, el amor
apenas si se asoma para el doler.
Estos poemas de mierda
ya se olvidaron de mi corazón y mi furia.
33

¿Puedo romper el vidrio de la ventana y ser un pájaro?
Mejor arrancarme los ojos,
comprar un M 16 de juguete
y superar las muertes de todos los superhéroes
y sus variantes paródicas.
O dormir sobre los escombros de Libia,
flotar más allá de cualquier horizonte,
nadar...hasta el último suspiro.
Pero me quedo acá, sentadito y mudo,
todavía no puedo parar de temblar frente a las paredes.

32

No sé  de dónde me habrá venido ésta,
casi invisible, muda, ahí,
adentro del cuerpo y más peor,
esa sombra de los dolores
o su no ser en la melancolía.
Inútil dar detalles,
cualquier aclaración es lágrima.
Pero nunca falla ni falta,
hasta en estos poemas de mierda, sí,
apenas un ratito le sobra,
ah, escondida detrás de cada verso;
solo sé que nunca me dejarás, mi tristeza.
31

Hoy la luna tiene que darle buena suerte,
además no hace nada de frío
y pocas salen los domingos.
Ya le falta menos al maquillaje,
pero esa sombra, ay, necesita depilarse,
no es igual con la maquinita, no,
que la noche sea la más oscura.
Paciencia, sin apurarse;
que el espejo le diga otra vez que es ella:
una reina, como antes; bueno,
aunque es imposible el engaño,
ya no tiene veinte, casi el doble.
Al menos con cuatro o cinco clientes;
vienen mal las últimas semanas,
fideos y arroz, arroz y fideos.
Igual nadie va a notar la media rota,
esas cosas a ellos no les importa;
y si viene la policia va a decir que no.
En la villa se hizo respetar,
todos la saludan sin hacer comentarios;
Tanto aguantar para ser lo que es...
ahora su verdadera vida, ahora es la Karen.

sábado, 18 de noviembre de 2017

30

Nadie entiende sus propios mensajes,
los del celu.
nada, ni esos dibujitos truchos;
pero por suerte a veces te lo roban;
o lo perdés...
igual es inútil,
aunque después lo vendan,
nadie puede entender.
Además, ¿para qué?,
si los mensajes se olvidaron el sentido.

29

Antes de la lengua,
el aullido.

Demasiada noche,
apenas el fuego.

Después murallas,
afuera las bestias.

Ahora las ciudades,
todo es el miedo.

Gritos de multitud,
los bombardeos.

Final de la lengua,
ni el silencio.
28

Yo también quiero mostrar a mis semejantes
toda la verdad del hombre...
Pero no sale ninguno real,
todo intento es un fracaso y termina en la nada.
27

El gran historiador marxista argentino,
al igual que la oligarquía,
no tiene dudas:
ella era resentida, una farsante y una puta.

Claro que usa otra expresión, burlona:
una María Magdalena moderna.
No importa,
él después se suicidó y Evita siempre vive.
26

Demasiado es el calor en la city porteña,
a las dos de la tarde
por  la calle Libertad.
Apurados van los cuerpos,
la vereda los atrae,
junta sus olores.
Pero ahí, detenida en el brillo,
una vieja pordiosera,
desnuda,
feliz como un ángel,
con una manguera fresca limpia sus huesos.
25

A veces Maldoror piensa en el cielo,
apenas un instante.
No quiere volar con el odio,
tampoco vomitar.
Alrededor la humillación,
su reino.
Violan a otro niño
y sonríe.
Despedazan inocentes
en las cárceles
Y prender fuego a un hambriento
para cumplir las ley.
Lo de siempre,
siempre la bella crueldad.
Piensa, no mira;
solo disfruta el horror de los humanos.

viernes, 17 de noviembre de 2017

24

¡Aleluya!
Al fin ha resucitado Heliogábalo,
y baila
desnudo:
su pija festeja a la muerte.

¡Aleluya!
Todos seremos criminales,
y bestias
absolutas:
abrámosle nuestros culos.

¡Aleluya!
Solo el odio es la salvación,
sangre
y mierda:
disfrutemos la leche del demonio.
23

No quiero salir más de esta cama,
no quiero.
Ni prender la luz,
la radio,
menos la tele.
O leer,
escuchar música.
Solo el humo del cigarrillo
en el cielo raso,
sin forma;
ya se deshace
y cae,
apenas cenizas...
¿Miedo?
No quiero escribir estas palabras.
22

Así de simple:"Desgraciadamente
¿viste?,
somos humanos..."
Y por eso te matamos, querido John.
21

En el fondo del inodoro,
el nacido.

Ahí, entre la mierda,
la vida.

Claro que pasó y que pasa,
a cada rato.
20

¡La tanta vida, plena, por todas partes!
Pero él no está...
en ninguna.
Ni siquiera el desierto
con sus barbitúricos mudos.
Ya olvidó a su propio encierro.
En la ventana
las hojas están muertas;
y nadie,
apenas la burla sin gestos.
Tampoco espera a los gusanos,
solo una ausencia, lejana, en los latidos
19

Alguien lanzó la gran consigna.
Muchos creyeron, muchos más murieron...
y peor es esta derrota:
la resignación del silencio.
¡Proletariados del mundo,
ay, ya solo los puede unir la desesperación!

jueves, 16 de noviembre de 2017

18


Detrás de esa enorme puerta,
cerrada, todos los sueños.

Afuera, los gritos del chiquero.

Sé que nunca podré entrar,
yo mismo me tragué la llave.

Aspiro, el estiércol es mi piel.
17

Sentadito, ahí, casi todo el día.
Abierta la ventana,
la habitación sin luz.
De fondo la radio,
poca tele,
algunas canciones.
Si se acuerda, también come.
Rompe versos,
cualquier clase de ilusión.
Eso sí...
siempre el mate,
la espuma
y el mismo desconsuelo.
Ahí, con sus poemas de mierda.
16

Pienso en tus manos,
Fermín.

Necesito girar,
hace demasiado frío.
Comer aserrín,
vivir por tu locura.
Y quiero llorar,
todos tanta tristeza.

Pienso en tus manos,
mis alas.

15

Alrededor de la panchería de la Estación;
apenas mira, da vueltas, mudo,
como si se escondiera...
Acaso siente vergüenza,
¿miedo?
Siempre lejos de los clientes.
Claro que no es un perro,
alguien sabrá si eso puede tener ún nombre.
14

Aunque -raro- ya pasaron varios años
y no entiendo, recuerdo la imagen.
Apenas otra foto en el diario,
una panorámica de la destrucción,
en Irak, tal vez Bagdad.
Los edificios, las casas... escombros.
Mucho polvo, ningún cuerpo.
pero ahí, escondida, a un costado,
justo descubrí ese detalle:
una zapatilla Nike, casi para un bebé.

13

No se parece en nada a Rimbaud.
Viejo, arrastra los pies
entre las mesas del shopping
y rescata las sobras:
algunas papas fritas,
un sorbo de Coca.
Todos los días,
cuando cae la tarde.
Nunca habla con nadie
A veces lo echan...
Él agacha la cabeza, se va.
Igual, para mí es nuestro Arturito.
12

Serían cerca las seis de la tarde
en la plaza de San Justo,
menos de 15 años,
sucio, sin ojos, casi desnudo,
en la mano un porrito,
habla o canta,
da vueltas, solo, da vueltas,
a veces se detiene
y mira el agua de la fuente,
pero nadie lo ve,
y pasan a su lado, apurados,
a la policía tampoco no le importa.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

11

Al borde de la ruta
un harapo helado de Paul Celan;
no tiene rostro,
tampoco voz,
ni siquiera luna.
Pero puede escupir,
una y otra vez;
en silencio,
y apenas una línea.
Con un zapato de Dylan Thomas
ya cruza a la noche.
10

Desde siempre adoramos esa carne,
la más humana.
Poco importa la receta,
cruda o cocida,
a la luz de la luna o del sol,
ceremonia o mentira.
Nos hace falta; tan obvio,
hasta lo reconoce Lévi-Strauss.
Ya hace mucho tiempo,
nos engaña la compasión,
la hipocresía,
cientos de excusas tontas:
la religión, la moral, la ley...
¡Cómo gustan las nalgas,
un buen corazón sangrante!.
Ay, solo somos para devorarnos el ser.
9

Aquellos boludos salvajes de Rousseau
ahora juegan con los drones;
ya se cansaron de tanto torturar.

Y van de un lado a cualquier otro,
cada vez más rápido;
pero no levantan el culo de la silla.

Solo cuando imaginan a un árbol,
imploran a los demonios:
no soportan el horror de una rica banana.
8

Hoy todas las baladas son ridículas.
Cualquier batalla,
un asesinato, sangriento,
tiene muchísimo más rating
y hasta dan risa.
Lo lamento, queridos románticos,
de la libertad y la belleza
ay, ni el olvido.
Ahora los enamorados,
mudos, profanan las tumbas del amor.
7

Inmóvil, una mancha negra.
Ni siquiera un agujero,
sombra de ceniza,
ruego mudo.
Fue parte de la luna,
la última.
Lejos de la manada,
el sol da miedo.
Pero ahora el tiempo es él,
ningún rostro,
mugre de pellejos
en la puerta de la panadería.

6

El poeta de la ONU solo se caga de risa.
Ahora le tocó Yemen...
difícil, aun no bombardearon.
Y algo tiene que hacer,
hay que justificar el sueldo.
Para colmo ese resfrío,
saca un moco y hace una bolita.
Piensa en los hambrientos
y se traga la metáfora.
El poeta de la ONU, otra vez, se ríe de todo.
5

Claro que ya vio seis o siete veces
ese capítulo de House.
Otra cosa no hay
o peor...es decir, su vida.
La agonía es irreal,
aunque al final, inevitable,
solo interesa la muerte.
Quizás esté enfermo,
pero él no tiene una pizarra,
tampoco un bastón.
Al menos pasa el tiempo,
no hay diagnóstico para tanta pena.
4

El colchón ya es el humo negro.
Los gendarmes
vigilan
y sonríen.
Nadie dice nada.
Uno menos duerme en las calles.
3

Él andaba perdido, tan solito,
con un collar gastado,
y daba vueltas y vueltas,
detrás de cualquiera,
la mirada una súplica.
Dudé, pero seguí mis pasos,
demasiado para mí,
la piedad ya no es posible:
¿Cómo darle de comer?
Un perro bello, ni puedo llorar
2

Si yo también pusiera una bomba.
En la cola del banco,
el almacén,
cualquier lugar humano.
Volver a ver huesos,
tripas negras,
ninguna cabeza viva.
Si al menos pudiera soportar la verdad.
POEMAS DE MIERDA

1

En la resignación de una vieja pared,
ladrillos rotos,
una esquina
mi barrio:

MACRI GATO.

Los vecinos,
perdidos,
pasan sin leer;
ya no importa la verdad:
esta es la situación actual de la poesía.

sábado, 11 de noviembre de 2017

DESPEDIDA DESPEJADA, OTRO COMIENZO.

Las palabras de los otros, o nadie.
hasta esas del Príncipe.
Claro que a lo mejor, están vivas.
Debajo de los escombros,
aun respiran los sobrevivientes.
Yo nunca sé lo que hago,
a aveces creo que soy libre..
Tonterías, solo quería un amparo,
ese conocerse en el estar.
En verdad, un divertimento,
casi una forma de la plenitud.
solo escribir en la incógnita,
Pero igual..¿para qué?
si no entiendo las razones.
Quizás algún día, una noche:
estas excrituras festejen los enigmas.


LOS PASOS DE LA RECAÍDA.

Un sorbito que te deja sin el alma,
el primero o el segundo.
y todo es como en Fantasía.
La tentación del mal,
tan profunda, tan bella...
Después vienen los vomitos, etc.
Pero solo es un reacaída,
a cualquiera la pasa,
todos necesitan dentigrarse,
al menos un poquito,
la vida es así:
un vaso dorado en todo mi cuerpo.

EL FRACASO

Voy a tratar de escribir algo bueno,
aunque también,
qué se yo, como diria Montaine,
-¿se escribe así, no?
podría escuchar
a George con Dylan...
Volver al silencio del mate,
un fracaso y humo,
o mejor dicho: lo de siempre,
y otra vez la ventana.
Ahí están las cosas: ningún lugar,
there´s a place,
la versíón de Charly
y una cama, las llamas.
Lástima, no quiero ni puedo escribir
LLUVIA DE TUÑÓN

Justo ahí, en el extremo de toda la nada
el destino me llamó con tu vos.
Pero no paraba de llover,
con furia, tambores, relojes, descalzo.
Demasiado parecido a un poema,
cualquiera, de Túnón: ternuras rotas.
Justo en este extremo y en el otro,
ay, yo no podía hablar,
Sin fuerza para soñar un puente,
la transparencia de tu sombra tan tibia.
No podía comprender la lluvia,
ni a la ventana o el laurel,
así la silla me sentó en el olvido,
y ahí perdí a las caricias de la hermosura.

viernes, 10 de noviembre de 2017

TELEPATÍAS CON CHARLY

Solo la línea blanca,
un jugador hábil,
y esta prisión.

¡Qué locos éramos!
El espejo llora,
y ya no te puedo ver.

jueves, 9 de noviembre de 2017

EL AMOR DE MAROSA

Nadie sabía que había otro habitante,
tan cerca, en el jardín.
Los ojos de esplendor violeta,
siempre cerca del rosal
o en la pileta
donde nadan las azucenas...
Él está ahí y también más allá,
con su tacita de miel;
y necesito ir hacia su mirada,
mi propio corazón,
el idioma del aire:
nos amamos, aunque a veces lo olvide.
TRISTEZAS

También eso que fue mi corazón
ya duerme en las sombras.
Nada me estremece,
ni azul, rojo, ni verdor.
Si he sido, poco importa...
¿Dónde está el viento?
Ni siquiera el cielo, vano.
Y menos las ilusiones,
el consuelo de ser conmigo.
Mis versos mudos
me olvidan desde lejos.
Oh, Pessoa, si tuviera tu tristeza.
IDENTIDAD

Ya perdí la conciencia, pero no importa.
Ni siquiera siento quién soy
y tampoco a mi animal.
A veces imagino a una rosa,
a mi lado, para siempre.
Otras, el fondo de un pozo
con su estúpida piedad.
Quizás estoy en mi infancia,
una felicidad de la tristeza;
o me pasé de la vejez
para no molestar al ataud.
¿Quién es Clarice Lispector?
Tan sencilla es esta vida:
palabras, gotas de cristal, la luna y nada.
EL SUEÑO DE LA LUNA

Recuerdo a ese poema,
el sueño de Zhang Jiuling.
Ya todo está oscuro,
lejos, en la casa.
Quizás así pueda verte,
al amparo de la luna.
Imagino a tus pasos,
llego a nuestra habitación.
Y las sábanas tiemblan
y al fin veo tu cuerpo...
Ay, no puedo atrapar
apenas un rayito de tu luz.

UNA MOSCA DE JOAQUÍN O. GIANUZZI

Cualquier mal estornudo puede matar al gato,
nadie domina a sus posibilidades.
Será por las antiguas apariciones del demonio
o los efectos de tanto barbitúrico.
Es que en tu época, querido J. O. G.,
el nudo de la corbata delata la impostura,
la de cualquiera; y aun peor:
solo sirve hablar con los muertos
sin esperar ninguna respuesta esperada.
Pero ya te instalaste, lejos, en el inodoro
y delirás sobre cosas como el infinito y...
Una mosca te revela la nulidad de toda historia.
ANTON WEBERN EN EL FUEGO

Apenas tocar una flor,
el origen del fuego retorna  a las manos.

Siempre, desde los bordes,
cada pétalo necesita arder en las huellas.

En la corola, secretas,
las formas reavivan a las vida humanas.

No soy más Anton,
ya siento la viejas llamas de la melodía.

Pero se diluye tan pronto,
y el calorcito olvida el temblor del aire.

Todo es ígneo y se consume,
solo quedan esas cenizas para la música.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

¿DE LA POESÍA MODERNA?

No es cuestión de confiar en la cabeza.
A veces, Wallace, solo ocurre;
no tiene explicación.
Apenas esa emoción de la palabra;
el mundo, claro, es el teatro.
En todo caso, también está el cuerpo,
la posibilidad del mirar.
Digo, un hombre patinado
y una mujer que baila...
La mente estalla en el acto del poema.
LA DELEGADA DEL DOCKE VI

Ya las manos enlazadas suben al tren,
los primeros fantasmas,
los más inocentes, la despedida
y la última mirada de su padre
más allá del horizonte, en el sol.
Aquella remota esperanza,
los miedos de la libertad.
Después la marcha de los años,
esa felicidad de los cantitos.
La memoria entibia a los dedos,
la verdad del calorcito:
el crucifijo y el carnet del 46.
Y aparecen todos los compañeros:
la eterna historia de la delegada del docke.
EL MALÓN DE TEDESCO O EL MACRISMO

Ni libertad ni respeto ni piedad.
Uno anda por ahí,
entre agujeros del ser
y los casos de la malevolencia.

Prefiero olvidarme el corazón.
Cerquita, el griterío
y la polvareda de venganza,
acá, a la vuelta de la esquina.

Nadie recibe, no convida un mate.
El odio es condolencia
y te sonríe en los afiches,
calabozos, afuera de toda ley.

Yo no soy más que un cascajo.
Corro, ya me perdí;
se me confundió el malón:
tanta pena ya me dejó sin cautiverio.

PARADOJAS DEL MERCADO DE LA POESÍA

Creo que tengo cinco o seis lectores,
¿por qué?
Si yo jamás me propuse ser famoso.
LA FUENTE DE DUCHAMP

A veces creo que la cagaste con ese famoso mingitorio;
sin querer, ese primer asombro
que atentó contra el arte, instaló el aburrimiento.
Todo, después, fue demasiado evidente,
apenas un catálogo de bromas banales, o peor,
como si lo único sagrado,
el terror de esta vida, desapareciera en los museos.
Pero así ocurren estas cosas, siempre;
la necesidad elemental se convierte en lujo:
una galería de objetos inhumanos, solo para millonarios.
EL VIAJE DE JOAO CABRAL DE MELO NETO

Alguien que nunca podré ser yo,
durante la noche
me dice, sin soñar, palabras rotas.

Un viaje escondido en el viento
con un perro famélico
y la vieja mochila de los fracasos.

Lejos, hasta morir el horizonte,
pero ahí, en mi cuarto,
en la inmensidad del cielo raso.

Alguien se despierta a la mañana
adentro de mi ropa,
y camina, solo, a juntar mi tristeza.

EL PASEO DE JOHN MUIR

Solo salí a dar un simple paseo,
apenas perder el tiempo:
calles, avenidas,
plazas, arboledas.
Ningún rumbo,
vueltas y vueltas,
un encuentro vital
con mi alrededor,
así empecé a sentir,
descubrir el aire,
olvidar que soy John,
nadie, huellas...
y ya al anochecer,
por fin, decidí quedarme afuera.

martes, 7 de noviembre de 2017

CANCIÓN CON PUÑALES

Siempre, como en el primer día, solo.
Pero no hay almanaques
cuando faltan las pasiones.
En la pared apenas un cuadro,
esa pena de las tantas noches.
Hace rato perdió al asombro
y se deshace en el hombre.
Indigna, la tonta melancolía
aun intenta mentir un pasado.
La distancia...parecida el amor,
aunque solo es otro cigarrillo.
Ay, sin querer se rompió el último vaso.

FILOSOFÍA MATTONI

Somos apenas animales, solos, secretos,
restos de combustibles.

Un poco más de la tanta materia pútrida:
o semen, sangre, una fogata.

Entre las flores, los basurares, los trenes,
y perdernos en el viaje.

A veces jugamos a creer en las palabras,
nos aterra el simple silencio.

Así nos inventamos nobles sentimientos,
y después volvemos al odio.

Y si aceptamos los fantasmas del tiempo,
solo es para llorar y morir.

lunes, 6 de noviembre de 2017

LA DELEGADA DEL DOCKE V

A pesar de los tantos y tantos años en el frigorífico,
las carnes y las sangres,
nunca pensó en la muerte.
Tampoco ahora, y eso
que ni siquiera puede ir sola al baño.
Es cierto que se le dio por rezar,
pero es charlar un rato,
hay que discutir las reivindicaciones.
Los dolores son sabiduría.
Pronto la enfermera apagará la luz,
y hoy lo vio triste a su hijo.
Todavía no aprendió bien la doctrina,
quizás debió insistir más...
Para la delegada, la muerte es otra mentira de los gorilas

WATERS Y CHARLY

Ya se sabe que está la Pared.
Impenetrable y siempre.
Afuera, en el más adentro.
Destruirla es una ilusión,
tan solo la fortalece...
Mejor intentar con las uñas,
la sangre en el rasguño,
por el otro que aun respira.
Esos únicos latidos vivos
hasta las preguntas de la voz.
SENSANCIONES DE MIGUEL ÁNGEL BUSTOS

A veces me extraño,
en cuclillas
o en la bicicleta.
ese viento.
Y escucho dolores
sílabas rotas.
Incluso me acaricio,
el rostro,
libritos viejos,
una pancarta.
Así me ocurre
hasta el nombre.
Tanto tiempo
y aun tme extraño,
a vos, Miguel Ángel.


domingo, 5 de noviembre de 2017

LA DELEGADA DEL DOCKE IV

Estos días apenas pasan sin dejar rastros.
Ahí, junto a la cama, las pantuflas;
un vacuidad afuera del tiempo.
Pero en el adentro, todavía
esos empujones de toda la vida:
el sol en la pirámide,
la dignidad desborda a la Plaza.
Después...los bombardeos,
cadáveres, cenizas y el odio.
Así lo siente su sangre
que vuelva a juntar a los compañeros,
una sola es la consigna: ¡la vida por Perón!
EL PORVENIR DE ALTHUSSER

A cada instante, feliz,
Cezanne pintaba la misma montaña:
la luz es un don.
Yo tengo setenta y siete años,
y aunque no tuve juventud
hoy me siente joven.
Después de la locura y el horror,
la angustia en mi cuerpo:
creo que aprendí qué es amar:
no pedir nada para aguardar el recibir.
Incluso si esta historia,
ya debiera acabarse pronto...
Sí, el porvenir es largo.
MILAGRO ZAINO

Antes, siempre borracho, todos los miserables días.
El imposible de subirse a la carreta,
si hasta olvidaba atar al Zaino;
igual, solo había que escarbar basura.
Claro que pasa lo que pasa
y dejó la botella y el resentimiento;
tan doloroso, más dificil
que encontrar algo de comida.
Pero la sobriedad es un amanecer,
calles, arboledas, un destino...
lástima que hoy llueve, ay, no puede trabajar.
Así que se prepara unos amargos,
fácil...y le agradece a la vida.
Con una sonrisa y unos yuyos
ya camina a ver a su compañero.
Algo le murmura, suave, en la oreja;
el Zaino con la cabeza dice que sí
y, mientras descansa, come despacio la palabra sol.
AMORES

Ella dijo que había demasiados papeles,
que muchas telarañas,
persianas sucias,
paredes descascaradas,
cucarachas,
vidrios rotos,
polvo en todos lados,
poco sol,
no se podía ni respirar...
Ella se fue y me dejó, para siempre, la casa.

sábado, 4 de noviembre de 2017

TE EXTRAÑO MUCHO

Nadie está aquí, Luis.
Ningún cisne,
seco el manantial.
Hojas rotas,
tanto en dolor.
Esa mancha,
ay, en los árboles.
Valles de lunas,
mi cuerpo.
Triste
la dulce armonía.
Todo,
y es nada.
Ya quiero olvidar,
Luis, nadie está aquí.

UN NIÑO DE JUANELE

Ese niño
en su orilla.

Su perro,
soledades.

El agua,
que crece.

Y viene,
la noche.

Profunda,
ya no es.


Ese niño,
su perro...

Juanele,
en su orilla.
DUDAS INTRASCENDENTES

Hasta la nada de los simples mortales,
tienen ese detalle del misterio:
¿el último instante de la vida
redime y ennoblece al hombre?
Discupá, Schiller, pero tengo dudas;
a veces me imagino con pañales y...
Será que cambiaron los tiempos,
ni te imáginas los adelantos médicos.
Claro que la frase tiene grandeza,
además, solo es una cuestión de esperar.
LA DELEGADA DEL DOCKE III

A la delegada se le acerca la rama más alta,
desde su mirada sube con cuidado,
lentamente, y de pronto se pierden en el cielo,
abren una pueblada de victoria, y el pino,
ahí, en el corazón del hospital, ya no es,
casi desaparece en inmensidad de sombras,
y un instante, borrosa, se le cruza la imagen:
esa sonrisa de Evita, otra vez, en el frigorífico.

viernes, 3 de noviembre de 2017

FLOR DE JUARROZ

Ese balbucear de tu flor
no es una palabra.
Aunque digas lo contrario,
el engaño es perfume.
Ajenas al mundo, mudas,
su lugar es el páramo.
Versos sin nacer,
rotos por el silencio
¿Para qué disimular
si conocés el fracaso?
Siempre están perdidas
y nadie escucha sus colores.
DE ÚLTIMA

Ya no hay mucho que decir.
Lento, el hastío
y la extinción del deseo.
¿Nombrar una rosa
no es peor que un insulto?
Hasta el cigarrillo,
solito, se consume.
El aire y las estrellas,
¡la luna!...pavadas.
El origen estéril,
el final ya pasó hace rato.
Quejas patéticas,
apenas la cobardía.
Mejor, escuchar a los muertos.
LA COMPAÑÍA DE LAS MOSCAS

Hay un revuelo de moscas alrededor de la basura.
Pero todo está en orden;
bueno, las mismas paredes sucias,
los ceniceros, etc., etc., etc.
Puedo poner la pava al fuego,
otro cigarrillo, esperar,
y quedarme un rato tranquilo.
El aire huele a cadáver.
Por suerte tengo un papel y un lápiz,
aunque no vienen...las palabras.
Algo se me escapa, no entiendo,
ni siquiera al asomarme a la ventana.
Creo que aun estoy vivo.
La verdad, por ahora prefiero contemplar las moscas
EL LABERINTO DE OLGA OROZCO

Ya no sé si al avanzar, solo retrocedo.
Tantas culpas,
el frágil despeñadero hacia el paraíso.

El camino siempre crea a las nieblas,
curvas falsas,
ese brillo fatal de la única serpiente.

A veces puede imaginar al monstruo,
los deseos,
sus laceraciones en la voz del cuerpo.

Y otra vez ante la misma emboscada,
la verdad del río...
no quiero saber a donde van las aguas.
RUTINA DEL HORROR

Acá, en la flotación del mundo,
en este vértigo,
su aliento,
apenas un lamento suspira la nada.

Acá, masacrada la primavera,
en este jardín,
pobres mariposas,
los árboles se hunden en el cielo.

Y ante las imágenes del final,
en este video,
ya ciego y mudo,
acá, el error es la rutina del horror.

EL MATERIALISMO DE ALTHUSSER

En las bellas tierras de mi abuelo,
ahí, por primera vez,
mi cuerpo empezó a pensar:
la acción de la mano,
el juego de los músculos,
esa piel de las sensaciones.
Ya no la vana mirada,
la boba especulación;
yo paseaba por el huerto,
arrancaba lechugas...
Y hasta eran otras las palabras,
transpiradas, reales, nobles;
lejos de los fantasmas:
ni mi padre ni mi madre.
Mi cuerpo, el gran misterio;
ahí, al fin, encontré mi propia vida.

jueves, 2 de noviembre de 2017

LA DELEGADA DEL DOCKE II

La mirada es eterna en el adiós del mirar,
a un costado, ahí, el otro sueño;
pero la delegada, inmóvil,
empieza a mover la cortina:
a la voluntad nunca se la puede vencer.
Su fantasma todavía resiste,
mientras la noche acaricia sus párpados
que persisten en la memoria;
el reclamo de los compañeros,
los panfletos clandestinos y la cárcel:
el corazón ya abrió la ventana a la victoria.
ESPUMA DE LA PLEGARIA

Todo lo que se pide es eternidad.
Hay una playa desnuda,
la sal en el viento,
esa esperanza de horizonte,
el dolor de la plegaria;
y la marea que se retira, el cielo.

LA CULPA ES DEL POETA

Ya no sé qué puedo decir:
amo y odio.

Todo tan de verdad,
solo tu mirada.

Pero es simple,
nadie lo puede comprender.
LOS GALGOS DE SARA

Todo amor, desde el primer encuentro,
¿no es apenas una despedida inútil?
Palabras irreales,
sábanas de piel,
el mirar en el mirar.
Una y otra y otra pregunta:
¿a quién le importan las respuestas?
No lo sé, yo amo
a mis galgos, estos árboles...
La verdad es la felicidad de los pájaros.
LA DELEGADA DEL DOCKE

La certeza de la muerte no le preocupa ni perturba,
aunque siempre obedeció a su misterio.
Ella la acepta sin alterarse, la deja venir
o flotar en la sopita de cabellos blancos, suaves.
Tal vez, ya ni distinga a las diferencias,
ese hilo que enreda a todas las vidas,
la sencilla verdad que nadie puede comprender,
que simplemente es el así, por una causa...
Arriba, el color absurdo del cielo raso,
¿cuántas veces cruzo el riachuelo para trabajar?
Vacila, su mano en el borde de la cama,
todavía escucha el eco de los latidos.
Siente aquel frío, a las compañeras del Anglo.
Ahora, la delegada, apenas abre los ojos a la justicia.
NINA MAL

Ya no tengo mi cabeza,
ni sexo,
ni lengua.
Menos una sonrisa,
un sueño,
un grito;
nada de nada:
solo me queda la sangre.
POR CHARLY Y EL FLACO

Yo crecí con esas sonrisas de casa,
la voz de mi madrina.

No me gustaba la escuela,
solo el mercurio.

Después fui un joven y un sueño,
amores en los balcones.

Y todos estos años de gente,
y mis perros...

Así que ahora me pregunto:
¿qué hago en esta calle del hambre?
SORDERA BÍBLICA

¿Alguien quiere oír?

Perdón, lo repito:
¿alguien quiere oír?



Yo no pregunto más.
CAMBIOS EN LA LLANURA DE LOS CHISTES

Ya solo se cuentan los chistes tristes,
insoportables, en la llanura.

Algunos están aterrados y mudos,
la risa les da vergüenza.

Otros consultan a Lamborghini,
pero esa página...desapareció.

Habrá que soportar ser todavía peores,
por suerte, no faltan los muertos.
NERVIOS DE ARTAUD

En el fondo del hielo la lengua,
ese cadáver sin sexo.

El cielo de todos los ídolos
en cada agujero, mudo.

Un poeta alza sus manos,
el ombligo del limbo.

Ya desaparecieron las muecas,
alguien cortó los nervios.

Perdió el partido del azar,
las llamas tiene miedito.

Todavía estamos muertos,
las momias olvidaron los gritos.
DUDA DE BERNARDO SOARES

Ya no soporto a mi alma,
ni a su silencio.
Apenas ese instante
en el humo del cigarro.

Me duele el deseo,
y el aire y la luz.
Mirar por el balcón,
todo esos sombreros.

Tampoco las sonrisas
o una lágrima...
Nada es mi piel:
¿podré morir en el amor?

miércoles, 1 de noviembre de 2017

REVELACIÓN ANACRÓNICA

Siempre el estar borracho
en la arena
o cualquier lugar,
y la mirada
en todo el cielo
tan claro;
así de simple:
solo un poema de Rimbaud
EXPECTATIVA ANIMAL

Todavía no acaricié esas mechas de sol.
Claro que ya te vi:
seria, loca, tan pícara.
A veces te imagino dormir, tus sueños.
después movés la cola,
saltás a la mesa;
solo para sentir el impulso de la belleza.
Incluso entre la basura,
al buscar ese hueso;
no hay dudas: ya aprendiste a ser feliz.
Pronto, muy pronto,
voy a mirarte a los ojos:
¿Decime, Baghee, vas a darme tu amor?
UNA POÉTICA

Esa gota en el laurel,
suspiro de rama,
sus bordes,
y el temblor
cuando ya terminó la lluvia,
y esa luz tan lejos,
inútil,
en el apenas, muda.
En mi ventana:
ay, apenas otra poesía.
CONTI, PIENSO EN VOS

Uno mismo es el invierno,
el verano.

La historia de un álamo,
su sombra.

Uno mismo es la primavera,
el otoño.

La memoria de un pueblo,
su gloria.

Uno mismo es el horizonte,
la respuesta.

Apenas la ansiedad y la luz,
el único río.
EL LUGAR

Solo déjenme mirar hervir la olla,
sobre una cabeza de vaca
o directamente en el suelo.
Ese largo silencio del vapor,
el secreto de mis palabras.
Así todavía soy ese niño,
ando el campo y ando el cielo,
me trepo al árbol más alto.
Déjenme... en la televisión
el mundo se ve muy oscuro.
Así la espera calma el tiempo,
durante un ratito, sabroso.
Aun inmóvil, sale la pregunta:
¿todavía puedo estar en esta vida?