lunes, 28 de octubre de 2019


EXCRITURA DEL DÍA LUNES.

Todos los días son lunes lluviosos y fríos,
la ventana casi ciega,
una espera inútil.
Además, siempre la misma compañía,
los mates amargos,
algunos cigarros.
Ya no recuerda cuando olvidó su cuerpo,
el gran delirio vital,
su incertidumbre.
¿Qué culpa tiene si le tocó ese calendario?
esa cabeza sin salida,
el andar inmóvil.
A veces ve pasar, veloz, a una cucaracha,
a su lado está la basura,
entonces sonríe...
Así que por las dudas nada tiene sentido,
ni el humo contra la ventana,
o la yerba sin color.
Por eso una vez más se quedará en la casa,
la silla junto a la cocina,
una sola lamparita.










domingo, 27 de octubre de 2019


ESCRITURA  DE E. E. CUMMINGS


Yo pienso en la nada:

L
A

C
A
Í
D
A

E
N

L
A

C
A
Í
D
A.

Y la nada me piensa,












sábado, 26 de octubre de 2019

EXCRITURA DE BASHO


El sol en el cielo de la primavera.
al comenzar el nuevo día;
sus reflejos en el verde
y la brisa en la piel.
Solo la mirada es real,
los latidos apenas ilusión;
cada brillo un instante,
hasta vivir su eternidad
Los primeros pájaros
en la timidez del limonero,
entre las ramas, lejanos,
sus formas invisibles
y la sombra perfecta
para esa florcita tan blanca....
Creo que no hace falta leer a Basho.


jueves, 24 de octubre de 2019


EXCRITURA DEL SUICIDA


Ya se acabaron todas las excusas,
hasta la verdad es ausencia.
Cualquier intento, inútil,
solo es perder el tiempo.
No importan las veredas,
la poesía ni el amor.
El espanto en el espejo
apenas es un rostro,
ajeno, otro simulacro
para reconocer el fracaso.
Solo me sostiene ese gesto,
su fantasma sin sombra,
las palabras del no,
nunca, nada y el olvido.
Ya no sé quién escribe el punto final.



lunes, 21 de octubre de 2019


EXCRITURA DE CÉSAR VALLEJO


En el lugar de las palabras
apenas espuma
o piedras;
ninguna cifra
ni piel,
tampoco la fe
y su delirio;
solo un atolladero
sin latidos:
el silencio olvidó la poesía.

sábado, 19 de octubre de 2019


EXCRITURA DEL FINAL

                                    a mi madre


En los últimos días ni siquiera podía hablar.
Nunca sabré qué veían sus ojos,
si sentía el sol en la ventana,
mi voz y su nombre.
Cada ocho horas la morfina,
la espera sin sentido;
en la mesa de luz tenía Boquitas pintadas,
solo pudo leer algunas páginas.
Después de tantas intervenciones,
el tratamiento inútil,
volvió a su cama,
al llegar a veces sonreía.
Hasta quiso ver a un brujo,
ella quería vivir...
Pero comenzaron los últimos días,
su cuerpo no era un cuerpo,
ya no podía despertar,
la mirada de lejos.
Yo entraba con la cuchara,
creo que no reconocía su rostro
eso había dejado de ser mi madre.
Aun no sé cuándo nos quedamos solos;
pero todo estaba preparado,
un papel con un numero telefónico,
cualquier instante podía ser el instante.
La hora indicaba otra dósis
y el silencio absurdo de mis pasos.
Apenas tragó unas pocas gotitas de la muerte.

EXCRITURA DEL DURMIENTE

Apenas un sueño le abrió los ojos,
el sol en la ventana;
así que estiro su mano
y abrió el cajón,
tomó algunas pastillas.
Nada en las paredes,
tampoco en el cielo raso.
a su lado la soledad.
Su cuerpo gira,
aunque no tiene miedo;
unos pocos minutos
y olvidará ese mal rato.
Nunca entendió sus sueños,
solo necesitaba dormir un poco más.

EXCRITURA SIN LATIDOS

No encuentra sus latidos por ningún lado,
ya revisó toda la casa,
el fondo de los cajones,
entre las sábanas de la cama,
las bolsas de basura;
cada uno de los rincones,
los cacharros sucios,
entre los puchos del cenicero
hasta se quitó la ropa,
ni siquiera un eco,
el vacío de su pecho está vacío
pero aun respira...
Quizás solo es una  simple distracción.

jueves, 17 de octubre de 2019


EXCRITURA DE LA LEALTAD


Ese día su padre lo despertó temprano,
tomaron algunos amargos
y salieron a caminar.
Aunque no lo podía comprender,
pronto vio que eran muchos
y además cantaban.
Solo lastimaba el dolor en los pies,
no importaban las horas
y todos felices,
Hasta se les unió un perrito flaco,
ya muchos los aplaudían
y así llegaron...
Ahora ese nene es la vieja memoria,
la victoria desde el sol
y sus latidos vivos.
Por eso ese día siempre va a la plaza,
con el mismo asombro
y su esperanza.
Al pisar el pasto se le abre el tiempo,
pero aun le quedan fuerzas
y aquel consuelo.
Así que en silencio siente la multitud;
entonces se saca los zapatos
y no duda un instante...
Otra vez más mete las patas en la fuente.

miércoles, 16 de octubre de 2019


EXCRITURA DE OSCAR WILDE


A la vida le gustan las complicaciones,
no le importa el momento
ni siquiera los lugares.
Y lo peor es la negación,
la distracción falsa,
entrar a la pecera.
Igual que los razonamientos,
la mínima sensatez
ese cálculo exacto.
Hasta el sol puede ser fatal
o el amor más puro...
así que lo mejor son los placeres sencillos.

martes, 15 de octubre de 2019


EXCRITURA SIN PRESENTE

Todavía me quedan dos fotos del bautismo,
mi hermosa madrina;
lástima que ya está muerta.
También encontré el cerebro mágico,
pero solo la caja,
alguien habrá tirado el juego.
Cuadernos de la escuela,
bien forrados, prolijos;
aunque uno es de mi madre.
Rarísimo, una plasticola casi llena,
dibujos de árboles,
un par de anteojos de sol,
Una fibra verde y otra amarilla,
un crucifijo sin cadena,
el muñequito mudo del Topo Gigio.
Varias llaves sueltas,
un cassette de Serú girán,
el número siete en una velita
¿Habrá un poema de la adolescencia,
ese reloj de papá,
la cédula identidad?
No, un carretel de hilo,
la aguja clavada,
aun brilla, me asusta un poco.
Claro que al fondo hay más porquerías,
pero todo es inútil,
ni siquiera en el pasado del baúl hay algo de vida.
EXCRITURA DE THERE´S A PLACE


Desde hace días o años no me levanto de mi sillón,
salvo para preparar el mate
o ir, cansado, al baño.
Creo que poco a poco dejé de pensar,
solo miro malas series,
la ventana me da miedo.
A veces imagino que soy un caracol,
aburrido, desconcertado,
en un desierto sin arena.
Otras, un perro perdido en un bosque,
el viento entre los árboles,
la nostalgia de la manada.
Pero prefiero evitar a las imágenes,
su engaño es inútil,
igual que las últimas pastillas.
Así pasan las horas junto a las cosas
y alguna cucaracha,
feliz, entre las bolsas de basura.
Claro que son nada más que tonterías,
ya no sé dónde está mi mente,
solo sé que si me levantó me espera el ningún lugar.


domingo, 13 de octubre de 2019


EXCRITURA DEL OTRO LLANTO

A pesar de plegaria irremediable de Girondo
no encuentro una palabra
para nombrar este llanto,
que ni siquiera derrama una lágrima.
Quizás lo retienen las entrañas
para evitar lo inevitable,
esa voluntad del viejo corazón
que dejó de escuchar el eco de sus latidos.
Para colmo, casi resignado,
siempre está ahí,
en cualquier lugar, lejos,
como un mendigo mudo del vacío.
Ya son demasiados los días,
y hasta las preguntas
desesperadas, su dolor,
ya olvidaron su destino sin respuesta.
¿Será culpa de mis ojos ya ciegos
que ante el abismo,
el borde de esta vida,
solo ven el adiós de las formas?
Ni siquiera al contemplar a ese árbol,
al acariciar sus cicatrices
y sentir en sus ramas
el abandono perdido en el final de la espera.
Apenas sé que cada vez que respiro
no deja de insistir, inútil,
porque ningún poema,
si aun vive, puede soportar la mueca de la nada.

miércoles, 9 de octubre de 2019

EXCRITURA DE CALDERÓN DE LA BARCA


Ay, al pobre Calderón se la hundió su Barca,
Segismundo no duda,
ya sabe qué es la vida,
el encierro libre en cualquier pantallita irreal,

EXCRITURA DE SHAKESPEARE

No es la duda del Príncipe de Dinamarca.
apenas es otro engaño,
los pilones de la máscara
aun sostienen la cara verdadera.

Además, resulta demasiado aburrido.
Ningún dilema,
mejor un nuevo chisme
y las publicidades del existir.

Ni siquiera la angustia de la voz.
Solo es un desliz
ese adentro del vacío
para evitar lo oscuro de la escena,

Hoy la questión ya no tiene sentido.
Un buen psiquiatra
y la receta de las pastillas
que anulan a la mueca del miedo.

Así se evita el patetismo del absurdo,
la mentira del soñar,
su falso consuelo
que inventa algún monólogo ante la nada


domingo, 6 de octubre de 2019


EXCRITURA DE CADÍCAMO


Ningún poeta puede escribir la palabra garúa,
salvo que acepte las reglas del tango;
por supuesto que no es un novedad
y menos una prohibición.
El explicar el motivo es demasiado obvio,
solo es un secretos de la lengua
que ya conocen todos,
hasta las palomas de Buenos Aires.
Además, cualquier reclamo es tan absurdo...
aunque no se use como metáfora
y sea el mismo dolor,
no se debe repetir esa tristeza.
Así que cuando apenas te moja la lluvia,
desesperado y solo,
con el tango en cada paso,,
el único consuelo es olvidar a esa palabra final.



viernes, 4 de octubre de 2019


EXCRITURA  PERFORMATIVA

No hay palabras de aliento,
solo a veces:
hay aliento en las palabras.

miércoles, 2 de octubre de 2019


EXCRITURA DE CÁTULO CASTILLO


Si al menos pudiera espiar detrás de ese telón
la silueta de la sombra,
una mueca,
antes del adiós,
sin luces,
apenas gris...
pero aun insisten los latidos,
su engaño,
esa voz
que oculta la herida absurda de otra borrachera.
EXCRITURA DE UN INSOMNIO

Apenas acaricia el silencio el piano de Eric Satie,
el insomnio elige la melancolía,
los rincones del techo,
esa sola lamparita en su soledad.
En la boca seca un cigarrillo y los mates,
la incertidumbre de la ventana,
tan oscura, lejana,
al menos no molestan los recuerdos.
Poco importa el desparramo sobre la mesa,
una botella y un vaso sucio,
los papeles, los libros,
el mirar ya perdido en la mirada.
Quisiera imaginar a un mar despierto,
huellas en la arena,
un color de horizonte,
pero sabe que ese engaño es inútil.
Así que mejor volver a calentar el agua,
a cambiar la yerba,
otro cigarrillo,
tal vez así encuentre un yo sentado en su silla.
Pero hace rato que se detuvo el tiempo,
aunque late el corazón
y el instante de un destino,
los pensamientos vacíos en la prisión de la melodía..


martes, 1 de octubre de 2019



EXCRITURA DE UNA LLUVIA

Al menos esta lluvia a la mañana,
los contornos ciegos,
sus ruidos en las chapas,
las calles inundadas...
Al menos limpia algunas caras,
sus dolores vacíos,
la rutina muerta,
la condena del paraguas,
sin ninguna posible salvación,
el camino es barro,
saltos inútiles;
la miseria cae desde el cielo.
Muchos ni lo pensarán,
solo andarán con frío,
ella no reconoce a nadie.
salvo, quizás, a Cesar Vallejo,
su desconsuelo,
esos huesos del dolor,
las piedras negras de la poesía final.