EL MATERIALISMO DE ALTHUSSER
En las bellas tierras de mi abuelo,
ahí, por primera vez,
mi cuerpo empezó a pensar:
la acción de la mano,
el juego de los músculos,
esa piel de las sensaciones.
Ya no la vana mirada,
la boba especulación;
yo paseaba por el huerto,
arrancaba lechugas...
Y hasta eran otras las palabras,
transpiradas, reales, nobles;
lejos de los fantasmas:
ni mi padre ni mi madre.
Mi cuerpo, el gran misterio;
ahí, al fin, encontré mi propia vida.
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