EXCRITURA DE OCTAVIO PAZ
Al alzar los ojos,
las estrellas mudas me revelaron
que son estrellas,
Al bajarlos, descubrí mi oscuridad.
martes, 30 de abril de 2019
viernes, 26 de abril de 2019
martes, 23 de abril de 2019
lunes, 22 de abril de 2019
EXCRITURA DEL POPO VULH
En la sagrada mansión de los peces,
al sol, nacía la mazorca.
Todos admiraban ese resplandor,
el crecimiento de la vida.
Los dioses necesitaban creer,
y por eso inventaron a los hombres.
Solo que aquel comienzo,
ya se lamenta de este final.
Nadie recuerda los pájaros,
tampoco los colores del cielo.
Ni siquiera los Abuelos,
tan sabios, entienden el desastre.
Hoy, en la mansión hay un shoping,
a la sombra, los hambrientos y la basura.
En la sagrada mansión de los peces,
al sol, nacía la mazorca.
Todos admiraban ese resplandor,
el crecimiento de la vida.
Los dioses necesitaban creer,
y por eso inventaron a los hombres.
Solo que aquel comienzo,
ya se lamenta de este final.
Nadie recuerda los pájaros,
tampoco los colores del cielo.
Ni siquiera los Abuelos,
tan sabios, entienden el desastre.
Hoy, en la mansión hay un shoping,
a la sombra, los hambrientos y la basura.
domingo, 21 de abril de 2019
EXCRITURA INFANTIL DE LA COYUNTURA
La taza humeante del mate cocido
y el pedazo de pan duro;
el chico, contento, sonríe feliz.
Además, hoy lo eligieron
para izar la bandera en el patio;
su mirada viajó con el viento.
Aburrido de tantos cálculos
dobló la hoja para hacer un avión;
apenas voló unos metros.
Desde la ventana vio a sus amigos
que no van a la escuela;
les gritó que los vería en la plaza.
A la salida lo esperaba su mami
y volvieron de la mano;
pero él no quiso dormir la siesta.
La pelota gastada ya casi sin aire
y la locura del picado...
¿Será que todavía existe otra patria?
La taza humeante del mate cocido
y el pedazo de pan duro;
el chico, contento, sonríe feliz.
Además, hoy lo eligieron
para izar la bandera en el patio;
su mirada viajó con el viento.
Aburrido de tantos cálculos
dobló la hoja para hacer un avión;
apenas voló unos metros.
Desde la ventana vio a sus amigos
que no van a la escuela;
les gritó que los vería en la plaza.
A la salida lo esperaba su mami
y volvieron de la mano;
pero él no quiso dormir la siesta.
La pelota gastada ya casi sin aire
y la locura del picado...
¿Será que todavía existe otra patria?
viernes, 19 de abril de 2019
jueves, 18 de abril de 2019
2 Realizar las transformaciones necesarias en la Capital Federal hasta convertirla en una réplica de Ciudad Gótica para, una superproducción con guión de Rozitchner y dirección de Campanella. En la película, el héroe (Mauricio, con doblaje de Bonelli) extermina a los todos indigentes, callejeros o no, hasta lograr la pobreza 0.
martes, 16 de abril de 2019
lunes, 15 de abril de 2019
19
Siempre me confundo al entender las palabras,
por eso me aprietan tanto los zapatos.
Pero aun busco lo que me sigue
y se oculta en un rincón de mi aliento.
A veces, ¡qué raro!, mis ojos
no pueden olvidar sus lágrimas.
O mis pies, completamente locos,
quieren usar al cielo como alfombra.
No pretendo ninguna claridad,
me detengo en sombras de arboledas.
Siempre, al cavilar mi corbata en la vida,
solo festejo la eternidad de mi próxima muerte.
Siempre me confundo al entender las palabras,
por eso me aprietan tanto los zapatos.
Pero aun busco lo que me sigue
y se oculta en un rincón de mi aliento.
A veces, ¡qué raro!, mis ojos
no pueden olvidar sus lágrimas.
O mis pies, completamente locos,
quieren usar al cielo como alfombra.
No pretendo ninguna claridad,
me detengo en sombras de arboledas.
Siempre, al cavilar mi corbata en la vida,
solo festejo la eternidad de mi próxima muerte.
16
Para finalizar, vos elegiste París
y la agonía de una lluvia.
Ya te habían golpeado mucho,
hasta las palomas eran miedo;
ni hablar de las matemáticas,
tan exactas y melancólicas.
A nadie debía sorprender,
aun cuando no fuera un jueves:
todas las opciones son inútiles
ante el silencio de piedra.
Yo siempre imagino Andalucía
y la espuma del mediterráneo.
Pero es demasiado lejos,
aun no se cómo puedo llegar;
no quiero tomar un avión,
tampoco usar alguna metáfora,
esos engaños del patetismo
para disimular la derrota muda:
quizás me ayude tus versos.
su consuelo de la nada en la arena,
Para finalizar, vos elegiste París
y la agonía de una lluvia.
Ya te habían golpeado mucho,
hasta las palomas eran miedo;
ni hablar de las matemáticas,
tan exactas y melancólicas.
A nadie debía sorprender,
aun cuando no fuera un jueves:
todas las opciones son inútiles
ante el silencio de piedra.
Yo siempre imagino Andalucía
y la espuma del mediterráneo.
Pero es demasiado lejos,
aun no se cómo puedo llegar;
no quiero tomar un avión,
tampoco usar alguna metáfora,
esos engaños del patetismo
para disimular la derrota muda:
quizás me ayude tus versos.
su consuelo de la nada en la arena,
15
Ya no puedo llegar hasta mí
ni siquiera en barco.
Me ahogan las gaviotas,
los colores de la mañana,
el enigma de las amígdalas,
cualquier endecasílabo,
la olas de tanto miedo;
y tampoco veo ningún mar,
el cielo de la agonía,
la pena sin su horizonte,
ese perro de la conciencia,
sus pulgas de pura luz;
y ahora, en este instante,
apenas floto, solo, en mi tumba
Ya no puedo llegar hasta mí
ni siquiera en barco.
Me ahogan las gaviotas,
los colores de la mañana,
el enigma de las amígdalas,
cualquier endecasílabo,
la olas de tanto miedo;
y tampoco veo ningún mar,
el cielo de la agonía,
la pena sin su horizonte,
ese perro de la conciencia,
sus pulgas de pura luz;
y ahora, en este instante,
apenas floto, solo, en mi tumba
domingo, 14 de abril de 2019
12
A ese pedazo de queso con gusanos
ya no le importa
la punta podrida del hombre.
Tampoco a ese tapiz sordo
donde dibujaba con un palito
las muecas de su alma.
Ni a la gracia del gran caballar
sin otro destino
que la gloria de sus cenizas.
Cada poema se come a las memorias
y después las vomita:
ese miedo de los caracoles vacíos.
A ese pedazo de queso con gusanos
ya no le importa
la punta podrida del hombre.
Tampoco a ese tapiz sordo
donde dibujaba con un palito
las muecas de su alma.
Ni a la gracia del gran caballar
sin otro destino
que la gloria de sus cenizas.
Cada poema se come a las memorias
y después las vomita:
ese miedo de los caracoles vacíos.
sábado, 13 de abril de 2019
10
Siempre, en las lluvias de París,
la raíz de la palabra antigua;
veredas y charcos,
entre mugidos de vientos,
plazas y bares,
para que descanse la vicuña,
los campos Elíseos,
tristes, quieren soñar maizales...
pero no es una mezcla,
solo el alrededor de lo íntimo:
un poeta ciudadano
junto a la sombra dolida del indio.
Siempre, en las lluvias de París,
la raíz de la palabra antigua;
veredas y charcos,
entre mugidos de vientos,
plazas y bares,
para que descanse la vicuña,
los campos Elíseos,
tristes, quieren soñar maizales...
pero no es una mezcla,
solo el alrededor de lo íntimo:
un poeta ciudadano
junto a la sombra dolida del indio.
9
En la estricta lógica aromática de este día,
tan puro, abierto y soleado,
ese miedo:
apenas ser un animal;
como esos hombres
que desconocen a la pena,
y siguen al odio,
para cortar la cabeza de Dios.
Negarlo es inútil,
mejor razonar esta plaza,
olvidarme a cada paso,
hallar un sendero
y aspirar mi contorno,
hasta sentir los latido de las flores en mi hocico.
En la estricta lógica aromática de este día,
tan puro, abierto y soleado,
ese miedo:
apenas ser un animal;
como esos hombres
que desconocen a la pena,
y siguen al odio,
para cortar la cabeza de Dios.
Negarlo es inútil,
mejor razonar esta plaza,
olvidarme a cada paso,
hallar un sendero
y aspirar mi contorno,
hasta sentir los latido de las flores en mi hocico.
viernes, 12 de abril de 2019
6
A todas las chicas lindas de los nuevos imperios,
rubias y muy putas,
les fascina el grupo Dicotiledón.
Ellas cantan tus poemas,
se tocan las tetas
y consumen más que tus indios.
Claro que no les importa,
solo bailan
entre flores de plástico y la luna.
Pero el grupo solo quiere una maceta para sobrevivir.
A todas las chicas lindas de los nuevos imperios,
rubias y muy putas,
les fascina el grupo Dicotiledón.
Ellas cantan tus poemas,
se tocan las tetas
y consumen más que tus indios.
Claro que no les importa,
solo bailan
entre flores de plástico y la luna.
Pero el grupo solo quiere una maceta para sobrevivir.
3
Ya terminó la vieja función de la zarza,
solo queda una palomita muerta.
Las palabras cuelgan de los palos,
apenas velas que ardieron en la naves.
Ya viene la botella con la neblina
y el tiempo para embriagar al olvido,
¿a qué cadaver le importa la tierra?,
La gleba viaja más lejos que el mar
no quiere llegar a ningún cielo.
Ay, la libertad de los hombres está tan triste.
Ya terminó la vieja función de la zarza,
solo queda una palomita muerta.
Las palabras cuelgan de los palos,
apenas velas que ardieron en la naves.
Ya viene la botella con la neblina
y el tiempo para embriagar al olvido,
¿a qué cadaver le importa la tierra?,
La gleba viaja más lejos que el mar
no quiere llegar a ningún cielo.
Ay, la libertad de los hombres está tan triste.
EXCRITURAS DE CÉSAR VALLEJO
1
Ese hombre, lejano,
el que pasaba con un pan al hombro
o el cadáver de una margarita,
ya se perdió sin infinito.
No lo ve ninguna ventana,
menos un banquero suicida
o un ojo de Picasso...
quizás nunca existió.
Ni siquiera esas preguntas,
tan desesperadas por el frio
o los tropos del viento,
su recuerdo apenas es olvido.
Solo vos, tus anteojos,
entre la agonía de los versos de piedra
o con los pies rotos,
podés creer,verlo, lo amás.
jueves, 11 de abril de 2019
EXCRITURA DE SPINETTA
Sin dientes, podridas las encías, cadáveres de aliento,
la abuela sonríe rabiosa;
ella cada día está más feliz.
Sin moverse de su sillón de siglos,
las patas quebradas,
solo mira ansiosa la televisión.
Difícilmente se aparta de la pantalla,
esos huesos negros
no puede sostener su cuerpo.
Hace mucho tiempo que está sola,
nadie quiere verla,
o quizás crean que ya está muerta.
Ahora unas imágenes logran excitarla,
un nuevo bombardeo,
las ruinas y el humo de un hospital.
Su carcajada hace temblar las paredes,
aplaude y escupe, alegre, más sangre:
la abuela apenas es la conciencia que regula este mundo.
Sin dientes, podridas las encías, cadáveres de aliento,
la abuela sonríe rabiosa;
ella cada día está más feliz.
Sin moverse de su sillón de siglos,
las patas quebradas,
solo mira ansiosa la televisión.
Difícilmente se aparta de la pantalla,
esos huesos negros
no puede sostener su cuerpo.
Hace mucho tiempo que está sola,
nadie quiere verla,
o quizás crean que ya está muerta.
Ahora unas imágenes logran excitarla,
un nuevo bombardeo,
las ruinas y el humo de un hospital.
Su carcajada hace temblar las paredes,
aplaude y escupe, alegre, más sangre:
la abuela apenas es la conciencia que regula este mundo.
EXCRITURA PERDIDA
Juntos, en la mañana fría de este invierno,
un perro callejero y un verso borroso,
andan entre mis pasos.
Pero nada puedo hacer,
me espera otra vez el trabajo
y la rutina cotidiana.
Tampoco lo puedo evitar,
tan cercana es la belleza del perro
y ya me asedian algunas las palabras:
dejo que se pierda un poema.
¿Será una epifanía?,
tanto frío, aprieto los puños en los bolsillos.
Juntos, en la mañana fría de este invierno,
un perro callejero y un verso borroso,
andan entre mis pasos.
Pero nada puedo hacer,
me espera otra vez el trabajo
y la rutina cotidiana.
Tampoco lo puedo evitar,
tan cercana es la belleza del perro
y ya me asedian algunas las palabras:
dejo que se pierda un poema.
¿Será una epifanía?,
tanto frío, aprieto los puños en los bolsillos.
domingo, 7 de abril de 2019
sábado, 6 de abril de 2019
EXCRITURA OPTIMISTA
Hoy quizás sea uno de esos raros buenos días,
si se olvidan los espejos.
Al menos al despertar,
antes de salir de la cama
-jamás sabré sé por qué-,
Lennon me silbó un canción:
Watching the weels.
Me levanté sin pensar,
mi cuerpo era de otro.
Antes del estribillo
ya me había vestido,
contento, liviano, lejos.
Ahora preparo unos mates,
no tengo ningún apuro,
voy a comer unas tostadas,
encender la radio,
no me importan las noticias,
en la ventana, por las dudas, me espera el sol..
Hoy quizás sea uno de esos raros buenos días,
si se olvidan los espejos.
Al menos al despertar,
antes de salir de la cama
-jamás sabré sé por qué-,
Lennon me silbó un canción:
Watching the weels.
Me levanté sin pensar,
mi cuerpo era de otro.
Antes del estribillo
ya me había vestido,
contento, liviano, lejos.
Ahora preparo unos mates,
no tengo ningún apuro,
voy a comer unas tostadas,
encender la radio,
no me importan las noticias,
en la ventana, por las dudas, me espera el sol..
viernes, 5 de abril de 2019
jueves, 4 de abril de 2019
LA RUTINA DE LA ETERNIDAD
El diario recorrido del colectivo 49
siempre idéntico,
inútil y único.
Poco importan los pasajeros,
las interrupciones,
las quejas.
Tampoco su casual conductor,
apenas una silueta,
un simulacro.
Ni siquiera el destino final,
su cansancio rutinario,
otra vez vacío....
Su eternidad inmóvil en cada vuelta,
la repetida ilusión de vida,
los mismos muertos.
miércoles, 3 de abril de 2019
martes, 2 de abril de 2019
PREGUNTA DE LAS PANTUFLAS
No sé sí quiero tanto a mis hijos
como a las hojas caídas.
Si estoy solo soy feliz;
y puedo mirar el cielo,
sus colores heridos,
al comenzar la tarde:
no pensar en esta vida.
Nadie me molesta,
ni siquiera mis latidos;
quizás son las pantuflas,
su compañía muda.
Será que los años olvidan la alegría.
lunes, 1 de abril de 2019
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