LA CONCIENCIA INSTANTÁNEA
Nacer y morir,
como este cornalito,
entre el índice y el pulgar,
frito, el último.
Vos lo sabés,
ciego, te mira,
Pero no dice nada, ¿para qué?
si lo real es....
Solo es una parte,
el Espiritu crocante.
Aunque tu dialéctica es así:
¡zas!, un mordiscón.
sábado, 29 de diciembre de 2018
viernes, 28 de diciembre de 2018
HOSPITAL HEGEL
LOS ENFERMITOS
Si, como se sabe, las demostraciones cansan la verdad de lo que se intuye al aspirar en una plaza, en el viento, casi a punto de desaparecer; ya no podrán encantarnos con su engaño las piruetas de tu razón absoluta.
Será que somos una especie de deseo que también nos desea, ante ese bisturí desalmado de crítica y tu pulgar libresco: los sublimes o miserables enfermitos de la libertad y el amor con mil frases rotas en el corazón.
Además, y por las dudas, cada cual esconde otra tesis para conservar intacto al secreto; y a veces se transforma y siempre pide más, justo el un poco más allá del implacable más acá. Pero, ay, ¿en dónde?
Seamos sinceros, si la menor distracción o estornudo burla a la fenomenología, y a cada instante todo se desintegra, se recupera, con o sin explicación; dejamos tranquila a la mosca que ahora caga en tu retrato y su sueña su eterna vida de un día.
LOS ENFERMITOS
Si, como se sabe, las demostraciones cansan la verdad de lo que se intuye al aspirar en una plaza, en el viento, casi a punto de desaparecer; ya no podrán encantarnos con su engaño las piruetas de tu razón absoluta.
Será que somos una especie de deseo que también nos desea, ante ese bisturí desalmado de crítica y tu pulgar libresco: los sublimes o miserables enfermitos de la libertad y el amor con mil frases rotas en el corazón.
Además, y por las dudas, cada cual esconde otra tesis para conservar intacto al secreto; y a veces se transforma y siempre pide más, justo el un poco más allá del implacable más acá. Pero, ay, ¿en dónde?
Seamos sinceros, si la menor distracción o estornudo burla a la fenomenología, y a cada instante todo se desintegra, se recupera, con o sin explicación; dejamos tranquila a la mosca que ahora caga en tu retrato y su sueña su eterna vida de un día.
jueves, 27 de diciembre de 2018
domingo, 23 de diciembre de 2018
viernes, 14 de diciembre de 2018
EXCRITURA DE LA NADA
Amores, odios...ninguna piel;
todo pasó como una lluvia.
Ya no se trata de mamá,
y menos de papá; inútil.
Tampoco la medicación
o su espejo: los excesos.
¿Alguna vez vi el sol
en el fondo de una magnolia?
Ni siquiera los árboles,
el asombro de sus formas.
Así que el mate lavado,
la mesa desordenada;
el humo del cigarrillo
que desparece en el aire.
Pero creo que algo sé:
cada día solo es un final,
el recuerdo quiere olvido.
¿Para qué imaginar otra vida
o cepillarse los dientes?
Ninguna, apenas sombras.
Cuando no hay nada, hay nada.
Amores, odios...ninguna piel;
todo pasó como una lluvia.
Ya no se trata de mamá,
y menos de papá; inútil.
Tampoco la medicación
o su espejo: los excesos.
¿Alguna vez vi el sol
en el fondo de una magnolia?
Ni siquiera los árboles,
el asombro de sus formas.
Así que el mate lavado,
la mesa desordenada;
el humo del cigarrillo
que desparece en el aire.
Pero creo que algo sé:
cada día solo es un final,
el recuerdo quiere olvido.
¿Para qué imaginar otra vida
o cepillarse los dientes?
Ninguna, apenas sombras.
Cuando no hay nada, hay nada.
lunes, 3 de diciembre de 2018
ESCRITURA DE NUESTRA METAMORFÓSIS
Al fin todos se han convertido en gusanos,
resignados y repugnantes,
apenas pueden respirar.
La mayoría escapa del sol,
no soportan la luz;
ninguna señal de otra vida;
pocos logran hundirse en la tierra
hasta desaparecer,
otros, perdidos, intentan trepar la pared,
pero es imposible...caen
y avergonzados vuelven a su mugre,
Ya se sabía hace rato,
nadie se asombra de su baba,
tampoco se quejan.
La resignación es la misma piel,
resistirse es inútil.
si hasta es agradable la pudrición.
La condena es lenta,
apenas un cambio de forma;
mudos y ciegos,
aunque se esconden en los rincones,
detrás de la indolencia,
los aterra la sal del olvido.
Yo prefiero no entender nada:
voy a arrastrarme hasta encontrar mi cadáver.
Al fin todos se han convertido en gusanos,
resignados y repugnantes,
apenas pueden respirar.
La mayoría escapa del sol,
no soportan la luz;
ninguna señal de otra vida;
pocos logran hundirse en la tierra
hasta desaparecer,
otros, perdidos, intentan trepar la pared,
pero es imposible...caen
y avergonzados vuelven a su mugre,
Ya se sabía hace rato,
nadie se asombra de su baba,
tampoco se quejan.
La resignación es la misma piel,
resistirse es inútil.
si hasta es agradable la pudrición.
La condena es lenta,
apenas un cambio de forma;
mudos y ciegos,
aunque se esconden en los rincones,
detrás de la indolencia,
los aterra la sal del olvido.
Yo prefiero no entender nada:
voy a arrastrarme hasta encontrar mi cadáver.
domingo, 2 de diciembre de 2018
EXCRITURA DE RAYMOND CARVER
Lamentablemente, mi lapicera no quiere escribir la verdad;
aunque la agite con vehemencia
o acaricie su tubito de tinta,
ella ya no confía en las palabras.
Apenas se acerca al papel,
temblando, busca esconderse en el olvido
y oculta su espanto.
Solo se anima con las frases huecas,
rimas publicitarias,
zócalos falsos de la TV,
redundancias y obviedades.
Yo la entiendo,
aunque a veces piense en tirarla a la basura;
mi lapicera conoce los riesgos,
la fatalidad inútil;
por eso me protege:
ella siente la fragilidad de mis latidos,
sabe que no podría soportar la desolación de un simple poema.
Lamentablemente, mi lapicera no quiere escribir la verdad;
aunque la agite con vehemencia
o acaricie su tubito de tinta,
ella ya no confía en las palabras.
Apenas se acerca al papel,
temblando, busca esconderse en el olvido
y oculta su espanto.
Solo se anima con las frases huecas,
rimas publicitarias,
zócalos falsos de la TV,
redundancias y obviedades.
Yo la entiendo,
aunque a veces piense en tirarla a la basura;
mi lapicera conoce los riesgos,
la fatalidad inútil;
por eso me protege:
ella siente la fragilidad de mis latidos,
sabe que no podría soportar la desolación de un simple poema.
jueves, 29 de noviembre de 2018
EXCRITURA PATÉTICA
El mira el adiós en las cenizas del cigarrillo,
otra metáfora inútil;
algunas sombras en los rincones,
el engaño de las formas.
Quizás espera a la salida del sol,
aunque le duele
la trampa de un nuevo día,
su vacío en el tiempo.
Lo sabe, ya no vendrá el poema;
tampoco su ausencia;
solo ante la hoja en blanco
la lamparita del cielo raso, sus latidos olvidados.
El mira el adiós en las cenizas del cigarrillo,
otra metáfora inútil;
algunas sombras en los rincones,
el engaño de las formas.
Quizás espera a la salida del sol,
aunque le duele
la trampa de un nuevo día,
su vacío en el tiempo.
Lo sabe, ya no vendrá el poema;
tampoco su ausencia;
solo ante la hoja en blanco
la lamparita del cielo raso, sus latidos olvidados.
miércoles, 28 de noviembre de 2018
EXCRITURA DEL ENCIERRO
No sabe dónde está encerrado;
mira a las paredes,
la ventana ciega,
esa puerta.
Pero el alrededor ya no existe,
no acepta palabras,
tampoco gestos,
solo aullidos mudos.
Al menos aun puede fumar;
ver el adiós del humo
y sus figuras
sin forma.
Ni siquiera su cuerpo,
en los latidos ninguna respuesta.
No sabe dónde está encerrado;
mira a las paredes,
la ventana ciega,
esa puerta.
Pero el alrededor ya no existe,
no acepta palabras,
tampoco gestos,
solo aullidos mudos.
Al menos aun puede fumar;
ver el adiós del humo
y sus figuras
sin forma.
Ni siquiera su cuerpo,
en los latidos ninguna respuesta.
sábado, 24 de noviembre de 2018
miércoles, 21 de noviembre de 2018
EXCRITURA DERROTADA
Hoy ya es el 21 de noviembre de 2018,
aun no asoma el sol,
así que escribo a oscuras.
La única luz,
esta pantalla ciega;
apenas la ventana abierta,
un árbol,
los mate fríos
y la memoria de las heridas.
Todo está en peligro,
las mentiras son felices en los diarios;
por las calles
solo hay muñecos inútiles;
los pocos apurados
no ven a los pordioseros
en los cajeros automáticos;
¿para qué salir
si enmudecieron las campanas?
Ningún amparo,
mejor otro cigarrillo;
pero no importa,
tampoco estas palabras...
ni siquiera se sabe cuando empezó la derrota.
EXCRITURA DE CORTÁZAR
Solo cuando andaba en los subterráneos
él podía olvidar a su trompeta;
no importaba el tiempo,
tampoco la melodía.
Viajaba en un cañón mudo
a través de su memoria,
solía ver sus pies de niño, desnudos,
la resignación de su madre
y alrededor el barro de la miseria.
A veces hasta sonreía,
sus ojos aun podían asombrarse,
mirar a las gallinas flacas
sin que lo moleste ningún periodista.
¡Qué buena era estar sin ropa,
sucio, puro huesos en la cocina de su casa!
Claro que en algún momento,
cualquiera, tenía que bajar;
y volver otra vez a la realidad falsa,
esas trampas del sol,
la lluvia, el viento en las calles;
con ganas de perderse
y olvidar su rostro en un callejón.
Él, además, era el gran Charlie Parker,
esa desesperación que aullaba en la trompeta.
Solo cuando andaba en los subterráneos
él podía olvidar a su trompeta;
no importaba el tiempo,
tampoco la melodía.
Viajaba en un cañón mudo
a través de su memoria,
solía ver sus pies de niño, desnudos,
la resignación de su madre
y alrededor el barro de la miseria.
A veces hasta sonreía,
sus ojos aun podían asombrarse,
mirar a las gallinas flacas
sin que lo moleste ningún periodista.
¡Qué buena era estar sin ropa,
sucio, puro huesos en la cocina de su casa!
Claro que en algún momento,
cualquiera, tenía que bajar;
y volver otra vez a la realidad falsa,
esas trampas del sol,
la lluvia, el viento en las calles;
con ganas de perderse
y olvidar su rostro en un callejón.
Él, además, era el gran Charlie Parker,
esa desesperación que aullaba en la trompeta.
lunes, 12 de noviembre de 2018
domingo, 11 de noviembre de 2018
EXCRITURA DEL POETA DERROTADO
Deja caer a las cenizas en el suelo,
en su remera, sus pantalones.
No tiene importancia,
una metáfora vacía,
antes de tirar otro poema
en el tacho de basura.
Apenas respira sin un verso,
ningún gesto de dolor.
El tiempo pasa y no pasa nunca,
las paredes son irreales.
A veces logra imagina el mar,
pero tampoco sonríe,
la arena hunde los pies
y alguien le robo las olas.
Solo puede mirar viejas series,
las persianas bajas.
Arriba, una lamparita,
el cielo raso en los hombros.
Lejos y alrededor,
la indiferencia del silencio.
Y un nuevo cigarrillo,
las señales del humo.
A veces logra mover sus manos,
y toca la palabra derrota.
De vez en cuando otra pastilla,
ya ni siquiera puede confiar en el olvido..
Deja caer a las cenizas en el suelo,
en su remera, sus pantalones.
No tiene importancia,
una metáfora vacía,
antes de tirar otro poema
en el tacho de basura.
Apenas respira sin un verso,
ningún gesto de dolor.
El tiempo pasa y no pasa nunca,
las paredes son irreales.
A veces logra imagina el mar,
pero tampoco sonríe,
la arena hunde los pies
y alguien le robo las olas.
Solo puede mirar viejas series,
las persianas bajas.
Arriba, una lamparita,
el cielo raso en los hombros.
Lejos y alrededor,
la indiferencia del silencio.
Y un nuevo cigarrillo,
las señales del humo.
A veces logra mover sus manos,
y toca la palabra derrota.
De vez en cuando otra pastilla,
ya ni siquiera puede confiar en el olvido..
sábado, 10 de noviembre de 2018
EXCRITURA DEL DANTE
En ningún lugar me enfrentó alguna fiera,
solo perros sueltos,
flacos y sucios,
que defendían su territorio,
o un bocinazo
al cruzar distraído la calle.
Tampoco estoy en la mitad de la vida,
ni me turban los pecados,
la memoria de tantas culpas,
o las tentaciones
y el engaño de los placeres:
Apenas sé que ya olvidé mi camino,
perdido, lejos del consuelo;
y así cumplo mi condena,
sin ver las señales
que iluminan la esperanza.
A veces puedo imaginar otro mundo,
debajo de la tierra;
pero es inútil la alegoría,
y aunque lea y llore tus versos.
en este infierno todos los lamentos son mudos.
En ningún lugar me enfrentó alguna fiera,
solo perros sueltos,
flacos y sucios,
que defendían su territorio,
o un bocinazo
al cruzar distraído la calle.
Tampoco estoy en la mitad de la vida,
ni me turban los pecados,
la memoria de tantas culpas,
o las tentaciones
y el engaño de los placeres:
Apenas sé que ya olvidé mi camino,
perdido, lejos del consuelo;
y así cumplo mi condena,
sin ver las señales
que iluminan la esperanza.
A veces puedo imaginar otro mundo,
debajo de la tierra;
pero es inútil la alegoría,
y aunque lea y llore tus versos.
en este infierno todos los lamentos son mudos.
lunes, 5 de noviembre de 2018
EXCRITURA DEL PERDIDO
No sé en dónde me quedé perdido.
Ningún rastro en los pies,
en las manos,
ni en los versos viejos,
las sábanas sucias
o el humo de algún cigarrillo.
Inútil vestirse,
el alrededor es nada,
también el espejo,
ese adios en el rostro.
Solo estos latidos mudos,
ya cansados de buscar;
apenas la ventana,
la sombra del naranjo,
la mueca indiferente del sol,
quizás debo aprender a vivir sin mí.
No sé en dónde me quedé perdido.
Ningún rastro en los pies,
en las manos,
ni en los versos viejos,
las sábanas sucias
o el humo de algún cigarrillo.
Inútil vestirse,
el alrededor es nada,
también el espejo,
ese adios en el rostro.
Solo estos latidos mudos,
ya cansados de buscar;
apenas la ventana,
la sombra del naranjo,
la mueca indiferente del sol,
quizás debo aprender a vivir sin mí.
sábado, 3 de noviembre de 2018
EXCRITURA DE LA POESÍA CONTEMPORÁNEA
Todos los poemas son apenas ridículos;
cada uno de sus versos,
buenos o malos,
ni siquiera son olvido.
La verdad está en las bellas pantallas,
las vidrieras irresistibles,
los amores sin piel
y los miles de muertos invisibles.
Claro que nadie es culpable,
ya resulta imposible,
o acaso inútil,
cualquier gesto humano.
Pero aun no lo puedo evitar,
aun pierdo mi tiempo,
o disimulo el fracaso:
hace demasiado que ya no existe la palabra.
Todos los poemas son apenas ridículos;
cada uno de sus versos,
buenos o malos,
ni siquiera son olvido.
La verdad está en las bellas pantallas,
las vidrieras irresistibles,
los amores sin piel
y los miles de muertos invisibles.
Claro que nadie es culpable,
ya resulta imposible,
o acaso inútil,
cualquier gesto humano.
Pero aun no lo puedo evitar,
aun pierdo mi tiempo,
o disimulo el fracaso:
hace demasiado que ya no existe la palabra.
EXCRITURA DE POE
A mí no me puede engañar ese poético cuervo,
ni tu mentirosa explicación.
Tampoco el horror de tantas historias,
sus intrigas perfectas.
Sé que muchas veces estás a mi lado,
te veo en mi sombra.
Pero no quiero recurrir al patetismo,
ser genial es una trampa.
Además a nadie le importa, es inútil,
como un callejón sucio.
Inútil que intentes ocultar una verdad tan simple:
las botellas de la otra sed.
A mí no me puede engañar ese poético cuervo,
ni tu mentirosa explicación.
Tampoco el horror de tantas historias,
sus intrigas perfectas.
Sé que muchas veces estás a mi lado,
te veo en mi sombra.
Pero no quiero recurrir al patetismo,
ser genial es una trampa.
Además a nadie le importa, es inútil,
como un callejón sucio.
Inútil que intentes ocultar una verdad tan simple:
las botellas de la otra sed.
EXCRITURA DE CHARLY GARCÍA.
Las preguntas obvias tampoco tienen respuesta.
Ni siquiera
al saltar desde algún balcón,
o al llorar
otra vez frente al espejo,
esa vereda sin sol,
la plastilina del tiempo,
las vías muertas,
sin ningún mendigo,
y el ángel vigía
apenas puede temblar de miedo,
siempre esa pared,
la sangre inútil de las uñas.
Yo solo tenía un cuis y desapareció con los payasos.
Las preguntas obvias tampoco tienen respuesta.
Ni siquiera
al saltar desde algún balcón,
o al llorar
otra vez frente al espejo,
esa vereda sin sol,
la plastilina del tiempo,
las vías muertas,
sin ningún mendigo,
y el ángel vigía
apenas puede temblar de miedo,
siempre esa pared,
la sangre inútil de las uñas.
Yo solo tenía un cuis y desapareció con los payasos.
jueves, 1 de noviembre de 2018
EXCRITURA DEL NEOLIBERALISMO
Tantas chicas lindas y tantos chicos lindos,
los autos invencibles,
ese aroma encantador,
la cerveza campeona del mundo,
el celular con bidet,
los mares del deseo en oferta,
el vino más exquisito,
los chinchulines light,
el paraíso privado de los cementerios,
la tibieza de las nieves,
los pañales celestiales,
la eternidad en tu botellita de agua,
los hoteles sin inodoros,
la magia de las tarjetas;
¿alguien se atreve a no es feliz en este mundo?
Tantas chicas lindas y tantos chicos lindos,
los autos invencibles,
ese aroma encantador,
la cerveza campeona del mundo,
el celular con bidet,
los mares del deseo en oferta,
el vino más exquisito,
los chinchulines light,
el paraíso privado de los cementerios,
la tibieza de las nieves,
los pañales celestiales,
la eternidad en tu botellita de agua,
los hoteles sin inodoros,
la magia de las tarjetas;
¿alguien se atreve a no es feliz en este mundo?
martes, 30 de octubre de 2018
EXCRITURA DE SÍSIFO
Aburrido del castigo eterno de los Dioses,
ahora solo mira a la roca.
Luego se acerca
y acaricia la rugosidad, su piel.
Siglos y siglos...
pero ya no le importa el sentido.
Al apoyar su espalda,
sentarse y estirar las piernas
el dolor desaparece:
Sísifo decide vivir ese último y único instante.
Aburrido del castigo eterno de los Dioses,
ahora solo mira a la roca.
Luego se acerca
y acaricia la rugosidad, su piel.
Siglos y siglos...
pero ya no le importa el sentido.
Al apoyar su espalda,
sentarse y estirar las piernas
el dolor desaparece:
Sísifo decide vivir ese último y único instante.
sábado, 27 de octubre de 2018
viernes, 26 de octubre de 2018
miércoles, 24 de octubre de 2018
martes, 23 de octubre de 2018
domingo, 21 de octubre de 2018
sábado, 20 de octubre de 2018
viernes, 19 de octubre de 2018
EXCRITURA DE UN ADIÓS
En ningún lugar queda una palabra
y peor el silencio.
El alrededor son las paredes,
las ventanas cerradas.
Frente a frente,
el otro es el mismo final.
Ya se despedazaron los cuerpos,
pero aun están tibios,
casi se escuchan los latidos.
En el cenicero se juntan los años,
demasiadas cenizas.
Siempre que ocurre así,
el único culpable es el amor;
ambos lo saben,
no se miran a los ojos.
Ella se llevó su paraguas, roto,
él mira el cielo para que llegue la lluvia.
En ningún lugar queda una palabra
y peor el silencio.
El alrededor son las paredes,
las ventanas cerradas.
Frente a frente,
el otro es el mismo final.
Ya se despedazaron los cuerpos,
pero aun están tibios,
casi se escuchan los latidos.
En el cenicero se juntan los años,
demasiadas cenizas.
Siempre que ocurre así,
el único culpable es el amor;
ambos lo saben,
no se miran a los ojos.
Ella se llevó su paraguas, roto,
él mira el cielo para que llegue la lluvia.
martes, 16 de octubre de 2018
domingo, 14 de octubre de 2018
EXCRITURA DEL CONDE DE LAUTREMONT
La poesía, siempre, va por mal camino;
o elevándose al cielo,
o arrastrándose por la tierra.
Ni siquiera sabe ni para qué existe
y nunca lo sabrá.
Esa antigua inspiración,
esa locura inefable.
Solo está dispuesta a aprender
sus propias miserias.
Aun cree en la voz,
aun en las tontas palabras.
Va por mal camino: siempre busca lo sagrado.
La poesía, siempre, va por mal camino;
o elevándose al cielo,
o arrastrándose por la tierra.
Ni siquiera sabe ni para qué existe
y nunca lo sabrá.
Esa antigua inspiración,
esa locura inefable.
Solo está dispuesta a aprender
sus propias miserias.
Aun cree en la voz,
aun en las tontas palabras.
Va por mal camino: siempre busca lo sagrado.
viernes, 12 de octubre de 2018
EXCRITURA DE HÉCTO VIEL TEMPERLEY
Siempre, desde muy chico, quise ser marinero;
la vida me dijo no.
Entonces hice lo que pude, o casi:
empleado, publicista, hasta escritor,
y por eso estos versos.
Pero justo ayer, por la costanera,
en el día de mi cumpleaños,
algo resignado, vacío,
ya en la mitad de mi vida;
Dios me hizo un regalo:
la mañana solo para mirar el agua...
Nunca vi nada igual:
tanto movimiento, quietud, espuma, tanta luz.
Siempre, desde muy chico, quise ser marinero;
la vida me dijo no.
Entonces hice lo que pude, o casi:
empleado, publicista, hasta escritor,
y por eso estos versos.
Pero justo ayer, por la costanera,
en el día de mi cumpleaños,
algo resignado, vacío,
ya en la mitad de mi vida;
Dios me hizo un regalo:
la mañana solo para mirar el agua...
Nunca vi nada igual:
tanto movimiento, quietud, espuma, tanta luz.
lunes, 8 de octubre de 2018
EXCRITURA DE OTRA CONTEMPLACIÓN
Ni siquiera puede escuchar a Cassandra Wilson, nada.
Inmóvil, desde hace horas
solo mira la ventana,
sus ojos atrapados
y rotos a través del cristal.
Cada vez menos luz,
reflejos confusos
que inventa la brisa
al agitar flores y plantas.
Hay algo que duele
en otro lugar;
o ahí, demasiado adentro
la ilusión del afuera.
También podría ser un espejo
para borrar a su rostro,
una tonta manera
que altere toda contemplación
hasta desaparecer,
no distinguir su sombra.
Por suerte vendrá la noche,
sus fantasmas ciegos.
Y si tiene suerte entonces escuchará a otra voz, muda.
Ni siquiera puede escuchar a Cassandra Wilson, nada.
Inmóvil, desde hace horas
solo mira la ventana,
sus ojos atrapados
y rotos a través del cristal.
Cada vez menos luz,
reflejos confusos
que inventa la brisa
al agitar flores y plantas.
Hay algo que duele
en otro lugar;
o ahí, demasiado adentro
la ilusión del afuera.
También podría ser un espejo
para borrar a su rostro,
una tonta manera
que altere toda contemplación
hasta desaparecer,
no distinguir su sombra.
Por suerte vendrá la noche,
sus fantasmas ciegos.
Y si tiene suerte entonces escuchará a otra voz, muda.
domingo, 7 de octubre de 2018
sábado, 6 de octubre de 2018
jueves, 4 de octubre de 2018
EXCRITURA DE VIOLETA PARRA
Ni una raíz encuentro al llegar,
mi patria solo son escombros;
hasta a mi árbol del jardín,
el diablo lo dejó sin flores.
Tan solo grillos y arañas
en los rincones de mis sueños,
y si pregunto por las almas
ninguna mariposa responde...
La mirada y la tristeza
ven una cordillera de huesos.
Pero aunque ya soy una sombra,
apenas viento de memoria;
yo voy a seguir, como siempre,
y voy a cantar la luz de un nuevo sol.
Ni una raíz encuentro al llegar,
mi patria solo son escombros;
hasta a mi árbol del jardín,
el diablo lo dejó sin flores.
Tan solo grillos y arañas
en los rincones de mis sueños,
y si pregunto por las almas
ninguna mariposa responde...
La mirada y la tristeza
ven una cordillera de huesos.
Pero aunque ya soy una sombra,
apenas viento de memoria;
yo voy a seguir, como siempre,
y voy a cantar la luz de un nuevo sol.
EXCRITURA DE MAROSA DE GIORGIO
Para poder hablar de Dios
nos fuimos debajo la higuera.
Apenas veíamos las hojas,
más negras que lo negro.
Si se desprendía algún higo,
nos perforaba la piel.
Solo sentíamos la brisa
y la tentación de la noche.
A lo lejos una fogata,
el aullido de los lobos.
Esa oscuridad era de piedra,
nuestras caras no existían..
No pudimos decir nada:
volvimos temblando, mudos.
Para poder hablar de Dios
nos fuimos debajo la higuera.
Apenas veíamos las hojas,
más negras que lo negro.
Si se desprendía algún higo,
nos perforaba la piel.
Solo sentíamos la brisa
y la tentación de la noche.
A lo lejos una fogata,
el aullido de los lobos.
Esa oscuridad era de piedra,
nuestras caras no existían..
No pudimos decir nada:
volvimos temblando, mudos.
miércoles, 3 de octubre de 2018
EXCRITURA DE HUIDOBRO
Hay un espacio inexplorado;
todo el mundo lo sabe,
casi una obviedad:
las miradas,
los aerolitos mudos,
una lágrima,
los milagros,
las fuentes,
un árbol podrido,
etc., etc. etc,
pero así será siempre.
Ya regresa Altazor,
el explorador;
solo se ríe
y desenreda sus palabras,
las plumas de su piel:
ya recorrió el espacio del placer
Hay un espacio inexplorado;
todo el mundo lo sabe,
casi una obviedad:
las miradas,
los aerolitos mudos,
una lágrima,
los milagros,
las fuentes,
un árbol podrido,
etc., etc. etc,
pero así será siempre.
Ya regresa Altazor,
el explorador;
solo se ríe
y desenreda sus palabras,
las plumas de su piel:
ya recorrió el espacio del placer
martes, 2 de octubre de 2018
EXCRITURA DE THOREAU
Ya sé, las desorientadas calles de La Matanza
no son los bosques de Thoreau.
Pero igual salgo a caminar,
acaso perderme rumbo al sol.
Así que evito todas las avenidas
y también a los perros.
Me cuido de las veredas rotas,
y doblo siempre hacia la izquierda.
Varias horas sin ningún destino,
rodeado de chicos, árboles, autos,
potreros, ranchitos, barro seco
Pero en un momento lo siento...
un aire distinto, más abierto, cerca y lejano
y al fondo de la villa Palito
veo una campanario humilde,
su música son mis latidos.
Entonces vuelvo a casa, liberado,
en la Matanza los bosques viven en el más adentro,
Ya sé, las desorientadas calles de La Matanza
no son los bosques de Thoreau.
Pero igual salgo a caminar,
acaso perderme rumbo al sol.
Así que evito todas las avenidas
y también a los perros.
Me cuido de las veredas rotas,
y doblo siempre hacia la izquierda.
Varias horas sin ningún destino,
rodeado de chicos, árboles, autos,
potreros, ranchitos, barro seco
Pero en un momento lo siento...
un aire distinto, más abierto, cerca y lejano
y al fondo de la villa Palito
veo una campanario humilde,
su música son mis latidos.
Entonces vuelvo a casa, liberado,
en la Matanza los bosques viven en el más adentro,
lunes, 1 de octubre de 2018
domingo, 30 de septiembre de 2018
sábado, 29 de septiembre de 2018
EXCRITURA DE UN CIUDADANO AMERICANO
Aburrido, mira otra película de acción
y toma una cerveza.
Todos se han ido a dormir,
pero él está ahí, algo cansado
en el viejo y querido sofá:
el orden de cada noche.
No sabe, ni idea -¿importa?-,
que su país empezó otro bombardeo;
quizás nuca se entere...
La película ya terminó
y ninguna sorpresa en el final:
Apaga el aparato,
recuerda a la latita en su mano
y que tiene que descansar:
mañana, temprano, a la empresa,
a cumplir con su tarea..
Antes de meterse en la cama
un último trago, largo.
En las ventanas muchas estrellas;
mientras sube la escalera,
juguetes, zapatillas, remeras,
ya relajado, casi feliz,
él siente que debe agradecerle a la vida.
Aburrido, mira otra película de acción
y toma una cerveza.
Todos se han ido a dormir,
pero él está ahí, algo cansado
en el viejo y querido sofá:
el orden de cada noche.
No sabe, ni idea -¿importa?-,
que su país empezó otro bombardeo;
quizás nuca se entere...
La película ya terminó
y ninguna sorpresa en el final:
Apaga el aparato,
recuerda a la latita en su mano
y que tiene que descansar:
mañana, temprano, a la empresa,
a cumplir con su tarea..
Antes de meterse en la cama
un último trago, largo.
En las ventanas muchas estrellas;
mientras sube la escalera,
juguetes, zapatillas, remeras,
ya relajado, casi feliz,
él siente que debe agradecerle a la vida.
jueves, 27 de septiembre de 2018
miércoles, 26 de septiembre de 2018
EXCRITURA DE FRANCISCO MADARIAGA
Un relámpago estalló, ciego, en los palmares.
La sorpresa no aleja, libres,
a las hadas de los esteros.
Hay temblor en los pájaros
que enrojecen al sol,
su presencia ya en lo oscuro.
Pero el paisaje es más que el paisaje,
estas señales son bendiciones,
miradas de otros ojos,
un realidad perdida en lo real,
o simples sueños para vivir
que cuidan el refugio íntimo del ser de lo sagrado.
Un relámpago estalló, ciego, en los palmares.
La sorpresa no aleja, libres,
a las hadas de los esteros.
Hay temblor en los pájaros
que enrojecen al sol,
su presencia ya en lo oscuro.
Pero el paisaje es más que el paisaje,
estas señales son bendiciones,
miradas de otros ojos,
un realidad perdida en lo real,
o simples sueños para vivir
que cuidan el refugio íntimo del ser de lo sagrado.
martes, 25 de septiembre de 2018
EXCRTURA DE LA SORDERA
Su oreja izquierda necesita un lápiz,
un carbón,
cualquier cosa para escribir
eso que no viene en la palabra.
Imposible evitar las tantas vueltas,
aunque es urgente...
el olvido sería fatal,
la burla triste del peor silencio.
Pobrecita, la oreja izquierda y sorda
solo vive las voces,
desesperadas, mudas,
que necesitan la verdad de su miseria.
Su oreja izquierda necesita un lápiz,
un carbón,
cualquier cosa para escribir
eso que no viene en la palabra.
Imposible evitar las tantas vueltas,
aunque es urgente...
el olvido sería fatal,
la burla triste del peor silencio.
Pobrecita, la oreja izquierda y sorda
solo vive las voces,
desesperadas, mudas,
que necesitan la verdad de su miseria.
lunes, 24 de septiembre de 2018
EXCRITURA DE CAMUS Y LACAN O VICEVERSA
Cualquier goce cuida a su mito,
el extranjero es el otro.
¿Un simple malentendido
o la falsa contraseña?
¿Sísifo muestra la negación
-casi doble- en su nombre?
¿Alguien quiere la verdad
ante el absurdo de la muerte?
Nada de lo que parece, es:
el otro oculta el signo de la peste.
Cualquier goce cuida a su mito,
el extranjero es el otro.
¿Un simple malentendido
o la falsa contraseña?
¿Sísifo muestra la negación
-casi doble- en su nombre?
¿Alguien quiere la verdad
ante el absurdo de la muerte?
Nada de lo que parece, es:
el otro oculta el signo de la peste.
domingo, 23 de septiembre de 2018
EXCRITURA DE PREVERT
La ciudad con sus cadáveres gira y gira sobre sí misma,
los niños extraviados corren por las calles,
hay llanto, mujeres débiles, sin leche,
los hombres de familia destrozan sus casas,
la policía baila la danza de las ratas,
las plazas, furiosas, amenazan a sus árboles.
Al fin las ruinas son la moda irresistible,
las cenizas petrificas en los templos.
Algunos venden agua envenenada y sangre,
otros, lanzan aullidos frente a las vidrieras,
por suerte solo está permitido soñar pesadillas.
Pero el progreso insiste con más progreso: la extinción.
La ciudad con sus cadáveres gira y gira sobre sí misma,
los niños extraviados corren por las calles,
hay llanto, mujeres débiles, sin leche,
los hombres de familia destrozan sus casas,
la policía baila la danza de las ratas,
las plazas, furiosas, amenazan a sus árboles.
Al fin las ruinas son la moda irresistible,
las cenizas petrificas en los templos.
Algunos venden agua envenenada y sangre,
otros, lanzan aullidos frente a las vidrieras,
por suerte solo está permitido soñar pesadillas.
Pero el progreso insiste con más progreso: la extinción.
sábado, 22 de septiembre de 2018
EXCRITURA DE BROCH
Con los extraños pájaros de la putrefacción,
el alma retoma su comienzo.
En el fondo de lo informe o la gran luz:
la orfandad del viejo rebaño
y el lenguaje fuera del lenguaje.
Ya perdido en la maleza de las imágenes,
con el ojo roto del vacío,
el cuerpo disuelve su inefable maravilla,
el mayor misterio...
Ah, esa búsqueda inútil de un consuelo.
¡Abre tu dolor al otro!
El amor atraviesa siempre sus propios límites.
Con los extraños pájaros de la putrefacción,
el alma retoma su comienzo.
En el fondo de lo informe o la gran luz:
la orfandad del viejo rebaño
y el lenguaje fuera del lenguaje.
Ya perdido en la maleza de las imágenes,
con el ojo roto del vacío,
el cuerpo disuelve su inefable maravilla,
el mayor misterio...
Ah, esa búsqueda inútil de un consuelo.
¡Abre tu dolor al otro!
El amor atraviesa siempre sus propios límites.
EXCRITURA DE NICANOR PARRA
Ya no puedo imaginarme nada,
una mañana de sol,
los árboles,
esas sombras de la tarde,
una mujer desnuda,
una mariposa,
ningún río,
su imagen en un cuadro,
un semáforo mudo
una ciudad moderna,
cualquier piedra,
la vieja luna,
menos una canción,
nada que pueda ser real;
ya no soporto más ser un hombre.
Ya no puedo imaginarme nada,
una mañana de sol,
los árboles,
esas sombras de la tarde,
una mujer desnuda,
una mariposa,
ningún río,
su imagen en un cuadro,
un semáforo mudo
una ciudad moderna,
cualquier piedra,
la vieja luna,
menos una canción,
nada que pueda ser real;
ya no soporto más ser un hombre.
viernes, 21 de septiembre de 2018
EXCRITURA DE RIMBAUD
Mi vida no fue más que torpes locuras,
todas patéticas.
Por suerte ya no estoy en el mundo,
voy hacia el infierno.
No vi la sombra de ningún ángel,
no oí a sus lamentos.
Ni siquiera veo a los inquietos gusanos,
quizás no sé rezar.
Ya no intentaré escribir ese silencio,
la verdad de la noche.
Tampoco volveré a escupir a la belleza,
sus engaños inútiles.
Sé que no hay nadie aquí y hay alguien:
este debe ser el castigo.
Mi vida no fue más que torpes locuras,
todas patéticas.
Por suerte ya no estoy en el mundo,
voy hacia el infierno.
No vi la sombra de ningún ángel,
no oí a sus lamentos.
Ni siquiera veo a los inquietos gusanos,
quizás no sé rezar.
Ya no intentaré escribir ese silencio,
la verdad de la noche.
Tampoco volveré a escupir a la belleza,
sus engaños inútiles.
Sé que no hay nadie aquí y hay alguien:
este debe ser el castigo.
EXCRITURA DE WALLACE STEVENS
Pocos, muy pocos aceptan a la orfandad,
nuestra simple condición.
Mi padre, el padre mi padre,
sombras del viento.
Dan sus vueltas a mi alrededor,
pero estoy solo.
Después van hacia los acantilados,
a la niebla.
No es un paisaje en una poesía,
es algo como él fue.
Pocos, o nadie, pueden animarse al sentir,
ver el sentido en la nada.
Pocos, muy pocos aceptan a la orfandad,
nuestra simple condición.
Mi padre, el padre mi padre,
sombras del viento.
Dan sus vueltas a mi alrededor,
pero estoy solo.
Después van hacia los acantilados,
a la niebla.
No es un paisaje en una poesía,
es algo como él fue.
Pocos, o nadie, pueden animarse al sentir,
ver el sentido en la nada.
EXCRITURA DE EDGAR BAYLEY
Solo trato de convencerme.
El puente y la orillas
ya acercan sus distancias;
el agua continúa,
lenta, a cada instante:
¿realmente existo?
Lejos, en la oscuridad
el sueño del fuego,
su caracol nocturno.
En el alrededor,
casas, árboles, caminos;
lo veo, parece real.
Pero aun persiste la duda,
quisiera convencerme del sí.
Solo trato de convencerme.
El puente y la orillas
ya acercan sus distancias;
el agua continúa,
lenta, a cada instante:
¿realmente existo?
Lejos, en la oscuridad
el sueño del fuego,
su caracol nocturno.
En el alrededor,
casas, árboles, caminos;
lo veo, parece real.
Pero aun persiste la duda,
quisiera convencerme del sí.
jueves, 20 de septiembre de 2018
EXCRITURA DE LUIS O. TEDESCO
Siempre esos pensamientos que no pueden llegar,
vienen y van; ven
al silencio de la Oscura
que azarosa,
otra vez, cuenta mis días.
Claro que son el qué, quién, dónde...
su remolino inútil,
esa pureza
en aguas del encuentro,
que no llegan nunca
y siempre disuelven a los pensamientos en la vida.
miércoles, 19 de septiembre de 2018
martes, 18 de septiembre de 2018
EXCRITURA DE LA DUDA
Quizás no sean los tantos y tantos dolores,
las penas cotidianas,
el adiós definitivo de otra piel,
lo peor de esta vida.
Quizás sean las inevitables ilusiones,
sus esperanzas,
las risas de la felicidad,
la hermosura del horizonte...
Quizás es el amor que oculta, inútil, la muerte.
Quizás no sean los tantos y tantos dolores,
las penas cotidianas,
el adiós definitivo de otra piel,
lo peor de esta vida.
Quizás sean las inevitables ilusiones,
sus esperanzas,
las risas de la felicidad,
la hermosura del horizonte...
Quizás es el amor que oculta, inútil, la muerte.
lunes, 17 de septiembre de 2018
domingo, 16 de septiembre de 2018
EXCRITURA DE LA SOLEDAD
Otra vez ya se despertó,
miró las agujas.
Apenas faltan quince,
veinte horas.
O para ser preciso:
unos diez mil minutos,
más o menos;
casi nada, un día.
Aun el aire es oscuro,
pero igual respira.
El después no lo sabe
o poco importa.
Afuera un pájaro,
pero no lo quiere ver.
Otra vez el reloj,
el segundero resiste...
Y vendrá mañana,
su tiempo en la la soledad.
Otra vez ya se despertó,
miró las agujas.
Apenas faltan quince,
veinte horas.
O para ser preciso:
unos diez mil minutos,
más o menos;
casi nada, un día.
Aun el aire es oscuro,
pero igual respira.
El después no lo sabe
o poco importa.
Afuera un pájaro,
pero no lo quiere ver.
Otra vez el reloj,
el segundero resiste...
Y vendrá mañana,
su tiempo en la la soledad.
sábado, 15 de septiembre de 2018
viernes, 14 de septiembre de 2018
miércoles, 12 de septiembre de 2018
EXCRITURA DE FABIÁN CASAS
La botella hundida en la arena;
en el horizonte, un barco.
Pero apenas es una imagen,
tan perdida como mis piernas,
mis manos, el viento...
la estupidez de estar vivo.
Al menos ya no queda nadie,
ese olor dulce a bronceador.
En la noche de la playa, acá,
todo es una sola palabra: lejanía.
La botella hundida en la arena;
en el horizonte, un barco.
Pero apenas es una imagen,
tan perdida como mis piernas,
mis manos, el viento...
la estupidez de estar vivo.
Al menos ya no queda nadie,
ese olor dulce a bronceador.
En la noche de la playa, acá,
todo es una sola palabra: lejanía.
martes, 11 de septiembre de 2018
EXCRITURA DE LA HOJA EN BLANCO
La hoja en blanco es el origen las musas,
ahí están ellas...siempre;
junto a la desesperación de las palabras,
las distracciones familiares,
con la sombra invisible de Gelman,
la tristeza de Pessoa...
Y entonces, ¿para qué escribir un poema?
Todo eso lo sabe la hoja en blanco,
así, muda, ella aturde
y llora...tampoco puede evitarlo,
De modo que no queda de otra, sentarse,
capaz que algún momento, sin querer,
una musa olvida el horror y vuelve a cantar.
lunes, 10 de septiembre de 2018
EXCRITURA DEL A VECES
Es fácil de entender. cualquiera,
hasta el más distraído,
con el paso de los años
-el tiempo es otra cosa-,
cualquiera, lo sabe:
como cruzar la calle.
Pero, a veces, no se puede
ni siquiera intentar,
los pies no se mueven y listo.
A veces son un par,
como mucho un minuto,
otras nunca se sabe.
También ocurre con las manos,
incuso la sangre.
Y cuando llega a la cabeza,
ya no se sabe;
ningún o todos los pensamientos,
un desierto de utilería,
cualquiera, un relato aburrido,
de mal gusto.;
sin intriga,
una sucesión etc. y etc.
A veces, no siempre,
solo es así:
fácil de entender: Samuel Beckett.
Es fácil de entender. cualquiera,
hasta el más distraído,
con el paso de los años
-el tiempo es otra cosa-,
cualquiera, lo sabe:
como cruzar la calle.
Pero, a veces, no se puede
ni siquiera intentar,
los pies no se mueven y listo.
A veces son un par,
como mucho un minuto,
otras nunca se sabe.
También ocurre con las manos,
incuso la sangre.
Y cuando llega a la cabeza,
ya no se sabe;
ningún o todos los pensamientos,
un desierto de utilería,
cualquiera, un relato aburrido,
de mal gusto.;
sin intriga,
una sucesión etc. y etc.
A veces, no siempre,
solo es así:
fácil de entender: Samuel Beckett.
domingo, 9 de septiembre de 2018
,EXCRITURA DEL APARTADO
Siempre hay que mantenerse lejos;
cerca son peligrosos, y duelen
como una herida
mal curada,
ya repugnante.
Además nos los puede entender,
hablan cualquier lengua
y se cagan encima;
todos sordos
a veces no paran de gritar,
perdieron su guerra.
No son ninguna razón
en el mundo:
hasta algunos babean,...
desconoce a las corbatas,
y la ciudad desata a sus furias.
Por suerte las pastillas,
los mudos altos.
Dan vueltas,
cualquier camino,
el mismo,
un laberinto invisible.
Nunca tocar su piel,
la locura es el peor contagio.
Lejos, hay escapar del ser de la nada.
Siempre hay que mantenerse lejos;
cerca son peligrosos, y duelen
como una herida
mal curada,
ya repugnante.
Además nos los puede entender,
hablan cualquier lengua
y se cagan encima;
todos sordos
a veces no paran de gritar,
perdieron su guerra.
No son ninguna razón
en el mundo:
hasta algunos babean,...
desconoce a las corbatas,
y la ciudad desata a sus furias.
Por suerte las pastillas,
los mudos altos.
Dan vueltas,
cualquier camino,
el mismo,
un laberinto invisible.
Nunca tocar su piel,
la locura es el peor contagio.
Lejos, hay escapar del ser de la nada.
sábado, 8 de septiembre de 2018
EXCRITURA DE ALGÚN RINCÓN
Todavía no encuentro esa metáfora para comprender el insomnio.
Aunque hace un largo rato que tomo mate
y miro las paredes, la ventana,
el desorden de los papeles en la mesa.
Ya me cansé de escuchar música,
ni siquiera siento el silencio.
Según parece esto es más o menos mi vida
que se niega absurda a cerrar los ojos
Apenas estas palabras inútiles,
gratuitas; en una de esas pasa el tiempo.
Sé que igual no cambiaría nada
¿acaso ése es el problemaP
Pero ahí, siempre fiel, está mi perro:
él se acercó para acompañarme
y buscó su rincón para dormir
o vigilar a la soledad de su dueño.
A veces despierta, me observa,
capaz que sabe que no hallo esa metáfora,
alguna frase que pueda tocar,
el instante ilusorio de un sueño eterno.
Yo voy a probar con otra de esas pastillas,
el humo liviano de un cigarrillo....
A lo mejor tendría que pedirle que me haga un lugarcito en su rincón.
Todavía no encuentro esa metáfora para comprender el insomnio.
Aunque hace un largo rato que tomo mate
y miro las paredes, la ventana,
el desorden de los papeles en la mesa.
Ya me cansé de escuchar música,
ni siquiera siento el silencio.
Según parece esto es más o menos mi vida
que se niega absurda a cerrar los ojos
Apenas estas palabras inútiles,
gratuitas; en una de esas pasa el tiempo.
Sé que igual no cambiaría nada
¿acaso ése es el problemaP
Pero ahí, siempre fiel, está mi perro:
él se acercó para acompañarme
y buscó su rincón para dormir
o vigilar a la soledad de su dueño.
A veces despierta, me observa,
capaz que sabe que no hallo esa metáfora,
alguna frase que pueda tocar,
el instante ilusorio de un sueño eterno.
Yo voy a probar con otra de esas pastillas,
el humo liviano de un cigarrillo....
A lo mejor tendría que pedirle que me haga un lugarcito en su rincón.
jueves, 6 de septiembre de 2018
miércoles, 5 de septiembre de 2018
martes, 4 de septiembre de 2018
domingo, 2 de septiembre de 2018
EXCRITURA DE MARTÍ
Ya nunca podré aprender sus nombres,
apenas veo flores y yerba.
Mudos los arroyos
y las palmas en sombra.
Me quedé sin la esperanza
para saber hacia donde ir.
Solo siento la ausencia,
su callado suspirar.
Aunque ya pasó el tiempo...
siempre será este dolor.
Sé que mataron al poeta,
y todos mis versos se pierden en su alma.
Ya nunca podré aprender sus nombres,
apenas veo flores y yerba.
Mudos los arroyos
y las palmas en sombra.
Me quedé sin la esperanza
para saber hacia donde ir.
Solo siento la ausencia,
su callado suspirar.
Aunque ya pasó el tiempo...
siempre será este dolor.
Sé que mataron al poeta,
y todos mis versos se pierden en su alma.
EXCRITURAS DEL VERDADERO YO
Entre los escombros del fondo de casa
vi un material muy extraño:
una barra brillante de hierro blando,
vencido, oscuro...y me tentó.
Empece a jugar, tratar de encontrar
el milagro de alguna forma
y resultó un figura muy dolorida,
bastante parecida a un ser humano.
Para bromear, le coloqué un cigarrillo,
lo fumó en unos minutos.
Pero aun, tan evidente, le faltaba algo;
entre los libros ya olvidados,
de casualidad, hallé un evangelio,
diminuto y muy sucio.
Fue sencillo, demasiado, agregarlo
para que pudiera sostenerlo.
No sabía, imposible, entender qué era eso:
¿un hombre que fuma y lee?
Por un instante vi algo más real,
una especie de hallazgo inútil;
entonces la coloqué en mi living
y allí no tuve más dudas, era mi verdadero yo.
Entre los escombros del fondo de casa
vi un material muy extraño:
una barra brillante de hierro blando,
vencido, oscuro...y me tentó.
Empece a jugar, tratar de encontrar
el milagro de alguna forma
y resultó un figura muy dolorida,
bastante parecida a un ser humano.
Para bromear, le coloqué un cigarrillo,
lo fumó en unos minutos.
Pero aun, tan evidente, le faltaba algo;
entre los libros ya olvidados,
de casualidad, hallé un evangelio,
diminuto y muy sucio.
Fue sencillo, demasiado, agregarlo
para que pudiera sostenerlo.
No sabía, imposible, entender qué era eso:
¿un hombre que fuma y lee?
Por un instante vi algo más real,
una especie de hallazgo inútil;
entonces la coloqué en mi living
y allí no tuve más dudas, era mi verdadero yo.
EXCRITURA DE ROSA LUXEMBURGO
Puedo imaginar la mesita en nuestra cocina,
al pequeño de la familia
y el sol asomando, hermoso.
Todos estarán en los sillones,
los árboles en la ventana,
tan frondoso, como nuestros corazones.
Aquí hace calor, ando con una blusa
y un sombrero de paja,
supongo que aun habrá aberrojos.
Pero estas palabras borran la distancia,
sé que pronto las leerán
y sentirán, otra vez, mis caricias.
Mi Niniu, permanece alegre y con ánimo,
algún día llegará el día...
Puedes escribirme a cualquier lugar, ahí estaré.
Puedo imaginar la mesita en nuestra cocina,
al pequeño de la familia
y el sol asomando, hermoso.
Todos estarán en los sillones,
los árboles en la ventana,
tan frondoso, como nuestros corazones.
Aquí hace calor, ando con una blusa
y un sombrero de paja,
supongo que aun habrá aberrojos.
Pero estas palabras borran la distancia,
sé que pronto las leerán
y sentirán, otra vez, mis caricias.
Mi Niniu, permanece alegre y con ánimo,
algún día llegará el día...
Puedes escribirme a cualquier lugar, ahí estaré.
sábado, 1 de septiembre de 2018
EXCRITURA DE BUKOWSKY
Muchas veces, solo en el mostrador pienso en vos,
me gustaría compartir tu compañía.
Quizás conversar entre trago y trago,
tonterias, nada de poesía o de la literatura.
Claro que sin esperar nada,
ni quejarme de nuestro estúpido infierno.
Reírnos al ver en el gran espejo
al comentar las peleas y los botellazos.
Además, seríamos dos extraños
que ven llegar a la oscuridad, la paz.
Al menos un rato, querido Carlitos,
y después irnos juntos con las mariposas de la noche.
Muchas veces, solo en el mostrador pienso en vos,
me gustaría compartir tu compañía.
Quizás conversar entre trago y trago,
tonterias, nada de poesía o de la literatura.
Claro que sin esperar nada,
ni quejarme de nuestro estúpido infierno.
Reírnos al ver en el gran espejo
al comentar las peleas y los botellazos.
Además, seríamos dos extraños
que ven llegar a la oscuridad, la paz.
Al menos un rato, querido Carlitos,
y después irnos juntos con las mariposas de la noche.
viernes, 31 de agosto de 2018
miércoles, 29 de agosto de 2018
EXCRITURA DE CHARLY
Ni siquiera un poquito así;
entre el living
y la cama, nadie.
El bajo mudo,
la viola rota.
Ciegas las persianas,
las botellas.
Tampoco silencio,
rincones.
Recién vomité caviar
a mi yo sin espejo.
Doy vueltas,
me pierdo;
siempre las paredes,
la nada...
¿Dónde está el balcón?,
necesito saltar hasta el amor.
Ni siquiera un poquito así;
entre el living
y la cama, nadie.
El bajo mudo,
la viola rota.
Ciegas las persianas,
las botellas.
Tampoco silencio,
rincones.
Recién vomité caviar
a mi yo sin espejo.
Doy vueltas,
me pierdo;
siempre las paredes,
la nada...
¿Dónde está el balcón?,
necesito saltar hasta el amor.
martes, 28 de agosto de 2018
EXCRITURA DE MARINA COLASANTI
Junto a mí siempre duerme la luna,
esa trenza en la ventana.
La noche, alrededor,
no se suficiente para ella,
tampoco acepta a mis caricias.
Yo invoco su viejo misterio
y le ofrezco mi desnudez.
A veces murmuro una canción
y es inútil, está sorda.
Solo cada amanecer,
cuando ya aparece el sol,
ella se refugia, tan temerosa, en mi piel.
Junto a mí siempre duerme la luna,
esa trenza en la ventana.
La noche, alrededor,
no se suficiente para ella,
tampoco acepta a mis caricias.
Yo invoco su viejo misterio
y le ofrezco mi desnudez.
A veces murmuro una canción
y es inútil, está sorda.
Solo cada amanecer,
cuando ya aparece el sol,
ella se refugia, tan temerosa, en mi piel.
miércoles, 15 de agosto de 2018
LA CABEZA DEL PUBLICISTA
Todo anduvo bien hasta que tuvo que convivir con su cabeza.
Por algún motivo, una mañana cualquiera el genial y millonario publicista Esteban Martínez despertó sin sus manos. Él recién lo advirtió al intentar lavarse los dientes. El médico -una eminencia- que lo examinó, al margen de la sorpresa, le señaló que estaba en perfectas condiciones; salvo, claro, ese pequeño detalle. Por otra parte, a pesar de algunas dificultades, el publicista se sentía bien, casi más creativo; ni siquiera necesitaba tomar un remedio. A los pocos días, lo mismo ocurrió con sus piernas. Su mujer creía que era consecuencia de alguna distracción en los sueños; el médico descartó esa posibilidad y concluyó después de un minucioso examen que el estado del paciente era perfecto, casi ideal. Aunque necesitaba la ayuda de algunos artefactos, en nada se alteró su tarea: sus proyectos eran cada vez más exitosos. Claro que inevitablemente iba a pasar, llegó el día en que se levantó solo con su cabeza. Pero entonces todo cambió, ¿para qué consultar al médico? El publicista pensaba, no podía dejar de pensar y sufría un dolor desconocido, la amenaza de cada palabra. Por supuesto, no tuvo otra alternativa que renunciar a su trabajo.
Para colmo, ahora, los sueños de su cabeza solo eran pesadillas.
Todo anduvo bien hasta que tuvo que convivir con su cabeza.
Por algún motivo, una mañana cualquiera el genial y millonario publicista Esteban Martínez despertó sin sus manos. Él recién lo advirtió al intentar lavarse los dientes. El médico -una eminencia- que lo examinó, al margen de la sorpresa, le señaló que estaba en perfectas condiciones; salvo, claro, ese pequeño detalle. Por otra parte, a pesar de algunas dificultades, el publicista se sentía bien, casi más creativo; ni siquiera necesitaba tomar un remedio. A los pocos días, lo mismo ocurrió con sus piernas. Su mujer creía que era consecuencia de alguna distracción en los sueños; el médico descartó esa posibilidad y concluyó después de un minucioso examen que el estado del paciente era perfecto, casi ideal. Aunque necesitaba la ayuda de algunos artefactos, en nada se alteró su tarea: sus proyectos eran cada vez más exitosos. Claro que inevitablemente iba a pasar, llegó el día en que se levantó solo con su cabeza. Pero entonces todo cambió, ¿para qué consultar al médico? El publicista pensaba, no podía dejar de pensar y sufría un dolor desconocido, la amenaza de cada palabra. Por supuesto, no tuvo otra alternativa que renunciar a su trabajo.
Para colmo, ahora, los sueños de su cabeza solo eran pesadillas.
martes, 14 de agosto de 2018
lunes, 13 de agosto de 2018
ESPEJO DE LA NOCHE
Siempre había sido en la noche, cerca de las doce, al borde del otro día; no se trataba de una cábala o una manera extraña de conexión; apenas una larga coincidencia en el curso de años y años. Además, en estos días, cada vez más solo, era su único consuelo para no dormir y soñar. Igual, lo más importante, ya estaba todo listo; así que otra vez puso el compacto y fue a sentarse junto a la mesita del living: en el espejo la línea blanca era casi perfecta. Pero al acercarse, el billete en su mano derecha, vio la forma de otro rostro, ése, lejano, tan propio como ajeno. Claro que no debía ser real, seguro que era un nuevo delirio. Sin embargo le resultaba imposible controlar el temblor de todo su cuerpo, esa sensación que anuncia el llanto; entonces se apartó de golpe y sacudió varias veces la cabeza, creyó que necesitaba más volumen: a los les gustaba Led Zeppelin II. Fui inútil...o peor. La habitación deba vueltas alrededor del tiempo hasta descubrir el vórtice que era el pasado. Por suerte, sus ojos ciegos lograron el balcón, su puerta abierta, la otra línea negra y paralela: su verdadero rostro.
Siempre había sido en la noche, cerca de las doce, al borde del otro día; no se trataba de una cábala o una manera extraña de conexión; apenas una larga coincidencia en el curso de años y años. Además, en estos días, cada vez más solo, era su único consuelo para no dormir y soñar. Igual, lo más importante, ya estaba todo listo; así que otra vez puso el compacto y fue a sentarse junto a la mesita del living: en el espejo la línea blanca era casi perfecta. Pero al acercarse, el billete en su mano derecha, vio la forma de otro rostro, ése, lejano, tan propio como ajeno. Claro que no debía ser real, seguro que era un nuevo delirio. Sin embargo le resultaba imposible controlar el temblor de todo su cuerpo, esa sensación que anuncia el llanto; entonces se apartó de golpe y sacudió varias veces la cabeza, creyó que necesitaba más volumen: a los les gustaba Led Zeppelin II. Fui inútil...o peor. La habitación deba vueltas alrededor del tiempo hasta descubrir el vórtice que era el pasado. Por suerte, sus ojos ciegos lograron el balcón, su puerta abierta, la otra línea negra y paralela: su verdadero rostro.
domingo, 12 de agosto de 2018
BORGES
Solo supo esa inútil verdad, su auténtica ceguera, su bastón, sus bromas dudosas, su costumbre de ser un nombre. No se podía salir de ningún laberinto, posible o imposible, él los imaginó a todos. Incluso antes de saber que vivía en uno desconocido, único y fatal. Si hasta dudaba al cruzar el living del departamento, la tibieza de su gato, esas voces de su sangre, la aterradora biblioteca que era su falso paraíso. De todos modos nadie sabrá nunca si fue un hombre o un nuevo Dios, nuestro laberinto. Al morir, a diferencia de sus personajes, tampoco encontró la salida de la verdad; ni siquiera la revelación sin palabras de la nada.
Solo supo esa inútil verdad, su auténtica ceguera, su bastón, sus bromas dudosas, su costumbre de ser un nombre. No se podía salir de ningún laberinto, posible o imposible, él los imaginó a todos. Incluso antes de saber que vivía en uno desconocido, único y fatal. Si hasta dudaba al cruzar el living del departamento, la tibieza de su gato, esas voces de su sangre, la aterradora biblioteca que era su falso paraíso. De todos modos nadie sabrá nunca si fue un hombre o un nuevo Dios, nuestro laberinto. Al morir, a diferencia de sus personajes, tampoco encontró la salida de la verdad; ni siquiera la revelación sin palabras de la nada.
VIDA DE UN INCOMPRENDIDO (CON FINAL FELIZ)
Durante largos años se desempeñó como crítico de cine en varios diarios del mundo, nadie dudaba que era uno de mejores, o acaso el mejor. Si bien su pasión era lo que en esa época de llamaba "cine de autor", resultaba inevitable que, demasiadas veces, las reglas de su trabajo lo desviaran de su pasión.
Algo decepcionado, una noche probó con una porno, o acaso sus compañeros no solían hacer comentarios... y entonces ya no pudo ver otra cosa; ni él lo podía entender, pero simplemente era así: allí encontró el verdadero sentido de su vida. En menos de un año, lleno de entusiasmo, se convirtió en un especialista, el más calificado del género.
A pesar de este pequeño detalle, toda iba bien en su vida, incluso mejoraron sus ingresos; salvo, claro, algunas discusiones con su familia, en especial con su esposa. Hasta que un día, sin motivo, sin pensarlo, comenzó a andar desnudo, a masturbarse, a usar juguetitos en cualquier lugar: su casa, las plazas, la oficina.
Su esposa -en realidad nadie, ningún amigo- sabía qué hacer; así que lo internaron durante algunos meses. Cuando se curó -o descubrió que era "curarse"-, volvió a ser casi el mismo para las convenciones de la sociedad. Además, ya no se desvestía, no provocaba a nadie; solo necesitaba un poco de tiempo y un nuevo proyecto para ser otra persona normal.
Con paciencia y algunas dudas, al fin aceptaron su propuesta. En pocos meses, trabajando sin descanso, se convirtió en un respetable productor de películas XXX. Y si no tenía una recaída (descartada por los médicos), muy pronto tendría su propia empresa y a nivel mundial. No se equivocó, hoy es una celebridad y no sabe dónde colocar tantos premios.
Por supuesto, ahora todos lo admiran, él es como todos y muy exitoso; incluso su esposa está orgullosa de él y, particularmente, de su nueva casa o mansión: ese inmenso jardín, la piscina, las fiestas exclusivas, etc. Bueno, todos, menos él... De todos modos son muchísimas las habitaciones y ya imaginó cómo construir una pared secreta para revivir y realizar su verdadero sueño: una enorme pantalla para liberar los más bellos misterios de su ser. Quién sabe, quizás algún día la sociedad podrá comprender a un hombre simple y feliz.
Durante largos años se desempeñó como crítico de cine en varios diarios del mundo, nadie dudaba que era uno de mejores, o acaso el mejor. Si bien su pasión era lo que en esa época de llamaba "cine de autor", resultaba inevitable que, demasiadas veces, las reglas de su trabajo lo desviaran de su pasión.
Algo decepcionado, una noche probó con una porno, o acaso sus compañeros no solían hacer comentarios... y entonces ya no pudo ver otra cosa; ni él lo podía entender, pero simplemente era así: allí encontró el verdadero sentido de su vida. En menos de un año, lleno de entusiasmo, se convirtió en un especialista, el más calificado del género.
A pesar de este pequeño detalle, toda iba bien en su vida, incluso mejoraron sus ingresos; salvo, claro, algunas discusiones con su familia, en especial con su esposa. Hasta que un día, sin motivo, sin pensarlo, comenzó a andar desnudo, a masturbarse, a usar juguetitos en cualquier lugar: su casa, las plazas, la oficina.
Su esposa -en realidad nadie, ningún amigo- sabía qué hacer; así que lo internaron durante algunos meses. Cuando se curó -o descubrió que era "curarse"-, volvió a ser casi el mismo para las convenciones de la sociedad. Además, ya no se desvestía, no provocaba a nadie; solo necesitaba un poco de tiempo y un nuevo proyecto para ser otra persona normal.
Con paciencia y algunas dudas, al fin aceptaron su propuesta. En pocos meses, trabajando sin descanso, se convirtió en un respetable productor de películas XXX. Y si no tenía una recaída (descartada por los médicos), muy pronto tendría su propia empresa y a nivel mundial. No se equivocó, hoy es una celebridad y no sabe dónde colocar tantos premios.
Por supuesto, ahora todos lo admiran, él es como todos y muy exitoso; incluso su esposa está orgullosa de él y, particularmente, de su nueva casa o mansión: ese inmenso jardín, la piscina, las fiestas exclusivas, etc. Bueno, todos, menos él... De todos modos son muchísimas las habitaciones y ya imaginó cómo construir una pared secreta para revivir y realizar su verdadero sueño: una enorme pantalla para liberar los más bellos misterios de su ser. Quién sabe, quizás algún día la sociedad podrá comprender a un hombre simple y feliz.
sábado, 11 de agosto de 2018
EL CAJERO DE LAS ESTACIONES
Hace varias semanas que lo veo ahí, tirado, una simple respiración. Entre cartones y algunas mantas sucias, su refugio es un rincón en el interior del cajero. Mientras lo demás retiran dinero, se protege del frío. Por momentos sospecho que no lo ven, o solo les preocupa que funcionen las máquinas. A nadie le pide nada, apenas se mueve, solo a veces se levanta para mirar hacia afuera: él espera que llegue la primavera.
Hace varias semanas que lo veo ahí, tirado, una simple respiración. Entre cartones y algunas mantas sucias, su refugio es un rincón en el interior del cajero. Mientras lo demás retiran dinero, se protege del frío. Por momentos sospecho que no lo ven, o solo les preocupa que funcionen las máquinas. A nadie le pide nada, apenas se mueve, solo a veces se levanta para mirar hacia afuera: él espera que llegue la primavera.
EL ALMA DE LOS SUEÑOS
Al fin había terminado el confuso horror de esa extraña historia; Próspero, el despiadado Amo, ya se embarcó para volver a su mundo y seguir, como siempre, con la hipocresía de sus intrigas por el poder,
Agradecido a su Diosa, después de tantos engaños, desprecios y humillaciones, solo en su isla, desnudo, Caliban contempla el cielo y el movimiento justo de las nubes: una nueva tempestad le permitirá ser libre.
Al fin había terminado el confuso horror de esa extraña historia; Próspero, el despiadado Amo, ya se embarcó para volver a su mundo y seguir, como siempre, con la hipocresía de sus intrigas por el poder,
Agradecido a su Diosa, después de tantos engaños, desprecios y humillaciones, solo en su isla, desnudo, Caliban contempla el cielo y el movimiento justo de las nubes: una nueva tempestad le permitirá ser libre.
viernes, 10 de agosto de 2018
EL SER DEL CUERPO
Después de pensarlo durante años con tranquilidad, al margen de las inevitables emociones y de las diversas teorías biológicas y filosóficas; no dudó que era la única solución.
Primero se cortó los pulgares, luego las orejas, la nariz, los ojos, el engaño de los pies... Por fin había tenido el coraje de reconocer su cuerpo, el secreto de la sangre humana.
Pero, a pesar de su coraje y su lucidez, aun sentía que le faltaba un pequeño detalle, acaso el fundamental; antes de morir, se cortó la mentira de todos los misterios: la lengua.
Después de pensarlo durante años con tranquilidad, al margen de las inevitables emociones y de las diversas teorías biológicas y filosóficas; no dudó que era la única solución.
Primero se cortó los pulgares, luego las orejas, la nariz, los ojos, el engaño de los pies... Por fin había tenido el coraje de reconocer su cuerpo, el secreto de la sangre humana.
Pero, a pesar de su coraje y su lucidez, aun sentía que le faltaba un pequeño detalle, acaso el fundamental; antes de morir, se cortó la mentira de todos los misterios: la lengua.
¿QUIÉN SOPORTA A LA LIBERTAD?
Feísima, bastante gorda, olorosa, sin depilar; y sin embargo parece ser la única persona feliz de este mundo. Desde años trabaja en un frigorífico, la aceptaron al confundirla con un hombre; a veces piensa en la dulzura de las vaquitas, sus compañeras. Claro que, lo reconoce, le encantan los asados, ni hablar de las achuras, se babea. Horriblemente vestida, resulta obvio que no encaja en ningún ambiente, y que la mayoría -en general, idiotas- le tienen mucho más que miedo. Además, a diferencia de sus semejantes, nunca se queja de nada. Vive cada jornada con una sonrisa en sus dientes podridos. Quizás sea cierto que oculta una gran soledad...pero nadie puede dudar ni siquiera por un instante que ella es realmente libre, ¡totalmente libre!
Feísima, bastante gorda, olorosa, sin depilar; y sin embargo parece ser la única persona feliz de este mundo. Desde años trabaja en un frigorífico, la aceptaron al confundirla con un hombre; a veces piensa en la dulzura de las vaquitas, sus compañeras. Claro que, lo reconoce, le encantan los asados, ni hablar de las achuras, se babea. Horriblemente vestida, resulta obvio que no encaja en ningún ambiente, y que la mayoría -en general, idiotas- le tienen mucho más que miedo. Además, a diferencia de sus semejantes, nunca se queja de nada. Vive cada jornada con una sonrisa en sus dientes podridos. Quizás sea cierto que oculta una gran soledad...pero nadie puede dudar ni siquiera por un instante que ella es realmente libre, ¡totalmente libre!
JUEGOS SECRETOS
Papá le dijo que la acariciara, era su nuevo juguete. Y ella, asombrada y feliz, vio cómo rápido ese regalo crecía y crecía.
¡Magia!
Papá también podía hacerlo desaparecer como a un conejo. Pero ella debía colaborar, sacarse la ropa y sentarse en la punta colorada.
¡Gritos!
Papá le explicó que así no funciona el mecanismo: era un secreto. Ella tenía que aguantar esa prueba para ver otra vez el conejito y el juguete.
¡Llanto!
Papá le prometió que pronto lo volverían a hacer, que era solo un juego entre ellos dos. De a poco, ella comprendió... y volvió a sonreír.
Papá le dijo que la acariciara, era su nuevo juguete. Y ella, asombrada y feliz, vio cómo rápido ese regalo crecía y crecía.
¡Magia!
Papá también podía hacerlo desaparecer como a un conejo. Pero ella debía colaborar, sacarse la ropa y sentarse en la punta colorada.
¡Gritos!
Papá le explicó que así no funciona el mecanismo: era un secreto. Ella tenía que aguantar esa prueba para ver otra vez el conejito y el juguete.
¡Llanto!
Papá le prometió que pronto lo volverían a hacer, que era solo un juego entre ellos dos. De a poco, ella comprendió... y volvió a sonreír.
FINAL DE GULLIVER
Al regresar, ya famoso, todos se reían apenas escuchaban sus nombre. Pero él no lo podía soportar: durante sus viajes había arriesgado su vida, su cordura, hasta su elemental humanidad; tantos esfuerzos no había servido para nada. Ahora sabía sin dudar que su mundo era el peor de los mundos; y que cualquier viaje era un intento inútil, otro paisaje -más o menos exótico- para ocultar lo más visible: el dolor del estar vivo. Así de sencillas y fatales era las conclusiones de su larga travesía. Lamentablemente no lo lo podía soportar: pasó sus últimos día encerrado en su casa solo con el consuelo de la tristeza y el llanto.
Al regresar, ya famoso, todos se reían apenas escuchaban sus nombre. Pero él no lo podía soportar: durante sus viajes había arriesgado su vida, su cordura, hasta su elemental humanidad; tantos esfuerzos no había servido para nada. Ahora sabía sin dudar que su mundo era el peor de los mundos; y que cualquier viaje era un intento inútil, otro paisaje -más o menos exótico- para ocultar lo más visible: el dolor del estar vivo. Así de sencillas y fatales era las conclusiones de su larga travesía. Lamentablemente no lo lo podía soportar: pasó sus últimos día encerrado en su casa solo con el consuelo de la tristeza y el llanto.
jueves, 9 de agosto de 2018
EL MUNDO DE LAS COSAS,
Desde hace muchos, muchísimos años todos los días se ocupa de recoger cosas -lo que sea- de las veredas: juguetes rotos, cajas, libretas, planchas de telgopor, etc. Por supuesto, sin ninguna intención pecuniaria.
Su familia ya desaparecida había sido muy rica, y entonces un día, solo, rodeado de obras de arte,le llegó ese proyecto y vendió la mansión, los campos, todas las empresas y se compro una casita de tres ambientes en Paso del Rey. El contador le garantizó que su supervivencia estaba asegurada, salvo que viviera más de cien años.
Siempre cumplía el mismo horario, desde la cuatro de la mañana hasta, los días de suerte, las ocho. La rutinaria experiencia le había demostrado que esas horas eran las más ventajosas y tranquilas para realizar su tarea. Después desayuna, duerme hasta el almuerzo y durante el resto del día contempla sus hallazgos que ya ocupan las habitaciones de su vivienda, apenas le quedaba un rincón para la cocina y la cama.
Su única y fundamental idea es que puede entender, comprender la existencia de las cosas; claro que no es fácil, debe hacer un gran esfuerzo. Pero muchas veces ellas se comunican con él, le cuentan sus secretos: a veces tristes, otras alegres. Cuando ocurre le segundo, su felicidad es total, incluso baila un mambo, gracias a un tocadiscos que halló cerca de la estación.
La gran mayoría de sus vecinos -aunque no lo conocen ni hablan con él- piensan que el mal funcionamiento de su cerebro lo engaña con un mundo irreal. Por eso lo apodan el loco de los residuos. además jamás causa ningún daño; él, por el contrario, sabe, tiene la certeza de que en realidad su mundo es el verdadero:solo es posible una vida humanan entre el abandono de las cosas, lo demás es una absurda mentira.
Desde hace muchos, muchísimos años todos los días se ocupa de recoger cosas -lo que sea- de las veredas: juguetes rotos, cajas, libretas, planchas de telgopor, etc. Por supuesto, sin ninguna intención pecuniaria.
Su familia ya desaparecida había sido muy rica, y entonces un día, solo, rodeado de obras de arte,le llegó ese proyecto y vendió la mansión, los campos, todas las empresas y se compro una casita de tres ambientes en Paso del Rey. El contador le garantizó que su supervivencia estaba asegurada, salvo que viviera más de cien años.
Siempre cumplía el mismo horario, desde la cuatro de la mañana hasta, los días de suerte, las ocho. La rutinaria experiencia le había demostrado que esas horas eran las más ventajosas y tranquilas para realizar su tarea. Después desayuna, duerme hasta el almuerzo y durante el resto del día contempla sus hallazgos que ya ocupan las habitaciones de su vivienda, apenas le quedaba un rincón para la cocina y la cama.
Su única y fundamental idea es que puede entender, comprender la existencia de las cosas; claro que no es fácil, debe hacer un gran esfuerzo. Pero muchas veces ellas se comunican con él, le cuentan sus secretos: a veces tristes, otras alegres. Cuando ocurre le segundo, su felicidad es total, incluso baila un mambo, gracias a un tocadiscos que halló cerca de la estación.
La gran mayoría de sus vecinos -aunque no lo conocen ni hablan con él- piensan que el mal funcionamiento de su cerebro lo engaña con un mundo irreal. Por eso lo apodan el loco de los residuos. además jamás causa ningún daño; él, por el contrario, sabe, tiene la certeza de que en realidad su mundo es el verdadero:solo es posible una vida humanan entre el abandono de las cosas, lo demás es una absurda mentira.
FIDELIDAD DE PERROS
Como todas las mañanas, ya con hambre, le insistió varias veces con su lengua húmeda. Pero nada cambió, salvo el sol que ya se asomaba irónico desde la ventana. Inquieto, empezó a dar vueltas alrededor; una, dos, cientos...Bastante cansado -aunque conocía y respetaba la prohibición- él también se subió a la cama. A los pocos días el olor logró escapar del cuarto y mezclarse con la libertad del aire. Cuando finalmente llegó la policía no tuvo inconvenientes, ni siquiera hacía falta un examen médico. El proceder era sencillo, rápido trajeron dos bolsas negras, casi idénticas, para los cadáveres.
Como todas las mañanas, ya con hambre, le insistió varias veces con su lengua húmeda. Pero nada cambió, salvo el sol que ya se asomaba irónico desde la ventana. Inquieto, empezó a dar vueltas alrededor; una, dos, cientos...Bastante cansado -aunque conocía y respetaba la prohibición- él también se subió a la cama. A los pocos días el olor logró escapar del cuarto y mezclarse con la libertad del aire. Cuando finalmente llegó la policía no tuvo inconvenientes, ni siquiera hacía falta un examen médico. El proceder era sencillo, rápido trajeron dos bolsas negras, casi idénticas, para los cadáveres.
TRISTEZA DE UNA BIBLIOTECA
Según los precisos registros, el día de mañana se cumplirán cincuenta años; y, tal vez, llegará a un siglo. Siempre en el mismo lugar: la primera fila, un rincón apenas visible, cerca de la pared del fondo. Alguien lleno de entusiasmo creyó que no podía faltar y lo habrá donado, como si fuera su corazón. Pero nadie, nada, ni se detienen a mirarlo, tocarlo...Sin embargo no puede perderse la esperanza de que algún día un joven ingrese a la biblioteca y solicite ansioso La vida nueva, de Dante Alighieri.
Según los precisos registros, el día de mañana se cumplirán cincuenta años; y, tal vez, llegará a un siglo. Siempre en el mismo lugar: la primera fila, un rincón apenas visible, cerca de la pared del fondo. Alguien lleno de entusiasmo creyó que no podía faltar y lo habrá donado, como si fuera su corazón. Pero nadie, nada, ni se detienen a mirarlo, tocarlo...Sin embargo no puede perderse la esperanza de que algún día un joven ingrese a la biblioteca y solicite ansioso La vida nueva, de Dante Alighieri.
miércoles, 8 de agosto de 2018
UN EMPLEADO EJEMPLAR
Ya hacia más de treinta años que trabajaba en la contabilidad de empresa, casi toda su vida; así que no le preocupó la nota de las autoridades que aludía a una reestruturación del personal. Pero un par de semanas después, al llegar puntualmente a su trabajo advirtió un ambiente distinto, acaso extraño: la mayoría de sus compañeros bajaban la cabeza al cruzarse con él. No le dio importancia, pensó en su edad, su cansancio...Pero mientras ordenaba su viejo escritorio lo llamó el nuevo encargado (¿Martins o Martínez?) a su reluciente oficina. Apenas pudo tomar asiento, el funcionario fue directo: su tarea provocaba gastos innecesarios a la empresa. Después con una extraña sonrisa le estrechó la mano y atendió el llamado de su celular. Él recién pudo comprender la sentencia al salir a la calle, al ver las caras de los otros, en un par de minutos lo habían despedido del mundo.
Ya hacia más de treinta años que trabajaba en la contabilidad de empresa, casi toda su vida; así que no le preocupó la nota de las autoridades que aludía a una reestruturación del personal. Pero un par de semanas después, al llegar puntualmente a su trabajo advirtió un ambiente distinto, acaso extraño: la mayoría de sus compañeros bajaban la cabeza al cruzarse con él. No le dio importancia, pensó en su edad, su cansancio...Pero mientras ordenaba su viejo escritorio lo llamó el nuevo encargado (¿Martins o Martínez?) a su reluciente oficina. Apenas pudo tomar asiento, el funcionario fue directo: su tarea provocaba gastos innecesarios a la empresa. Después con una extraña sonrisa le estrechó la mano y atendió el llamado de su celular. Él recién pudo comprender la sentencia al salir a la calle, al ver las caras de los otros, en un par de minutos lo habían despedido del mundo.
EL ESTAR VERDADERO
Al maestro y compañero Rodolfo Kusch
De pasada, unos días; el Cholo era la segunda o tercera vez que se venía Buenos Aires, más precisamente a la Capital que todos llamaban Federal. Era casi imposible alejarlo tanto de su Chaco natal. Pero hacía demasiados que no veía a su hermana, que ahora era viuda, y en una de esas encontraba alguien que arreglara el reloj que la había dejado su padre y un día se olvidó de las horas.
Anduvo y anduvo...con el reloj no tuvo suerte. Los otros cuatro días los pasó junto a su hermana menor que, cosa rara, si bien tenía todos los dientes, parecía más vieja que él. Rara vez veían la televisión, ambos todavía prefieren ese aparato mágico que era la radio. Igual hablaban poco, como cuando vivían en el rancho, por momentos el tiempo no existía entre aquel pasado y el presente.
Muchas, muchas veces, el Cholo lo había pensado y no lo terminaba nunca de entender: ¿por qué se había ido, y tan jovencita, la Clotilde ? Después de la cena, un vaso de vino de más le dio el coraje inútil para preguntar. Ella se levantó de la mesa y después de un silencio, mientras lavaba los cacharros, le contestó que, simplemente, quería progresar.
A Cholo la respuesta le resultó extraña, a su alrededor veía una casa prolija pero muy chiquita, casi faltaba aire y ni hablar del sol. Solo una ventana, un patio que no era un patio. Incluso el nombre le molestaba: Flores Entonces él la recordó de niña con los pies sucios entre las gallinas y los patos: Rosendo y Lunita; también comiendo yuyitos, trepando árboles... y antes de decir algo se fue a dormir. El ómnibus salía a la tarde del otro día.
Desde que se despertaron hablaron sin hablar: la humedad, las valijas, los pasajes, algún abrigo para la noche. Después de comer y una siesta, ella lo acompañó a la terminal de Liniers, sabía que podía perderse en esa ciudad que a él siempre le resultaba inmensa y monstruosa. Solos, esperaban la llegada de las seis y media, el final. Antes de despedirse se abrazaron fuerte y eso no era lo habitual, no recordaba un momento igual con nadie en sus setenta y cuatro años. Hasta se sintió como un pibe. Pero también percibió un temblor en su hermana, y entonces ella se le acercó al oído y le dijo: yo también, siempre, estuve de pasada.
Al maestro y compañero Rodolfo Kusch
De pasada, unos días; el Cholo era la segunda o tercera vez que se venía Buenos Aires, más precisamente a la Capital que todos llamaban Federal. Era casi imposible alejarlo tanto de su Chaco natal. Pero hacía demasiados que no veía a su hermana, que ahora era viuda, y en una de esas encontraba alguien que arreglara el reloj que la había dejado su padre y un día se olvidó de las horas.
Anduvo y anduvo...con el reloj no tuvo suerte. Los otros cuatro días los pasó junto a su hermana menor que, cosa rara, si bien tenía todos los dientes, parecía más vieja que él. Rara vez veían la televisión, ambos todavía prefieren ese aparato mágico que era la radio. Igual hablaban poco, como cuando vivían en el rancho, por momentos el tiempo no existía entre aquel pasado y el presente.
Muchas, muchas veces, el Cholo lo había pensado y no lo terminaba nunca de entender: ¿por qué se había ido, y tan jovencita, la Clotilde ? Después de la cena, un vaso de vino de más le dio el coraje inútil para preguntar. Ella se levantó de la mesa y después de un silencio, mientras lavaba los cacharros, le contestó que, simplemente, quería progresar.
A Cholo la respuesta le resultó extraña, a su alrededor veía una casa prolija pero muy chiquita, casi faltaba aire y ni hablar del sol. Solo una ventana, un patio que no era un patio. Incluso el nombre le molestaba: Flores Entonces él la recordó de niña con los pies sucios entre las gallinas y los patos: Rosendo y Lunita; también comiendo yuyitos, trepando árboles... y antes de decir algo se fue a dormir. El ómnibus salía a la tarde del otro día.
Desde que se despertaron hablaron sin hablar: la humedad, las valijas, los pasajes, algún abrigo para la noche. Después de comer y una siesta, ella lo acompañó a la terminal de Liniers, sabía que podía perderse en esa ciudad que a él siempre le resultaba inmensa y monstruosa. Solos, esperaban la llegada de las seis y media, el final. Antes de despedirse se abrazaron fuerte y eso no era lo habitual, no recordaba un momento igual con nadie en sus setenta y cuatro años. Hasta se sintió como un pibe. Pero también percibió un temblor en su hermana, y entonces ella se le acercó al oído y le dijo: yo también, siempre, estuve de pasada.
MENSAJES MODERNOS
A la cabeza la colocaron con cuidado, sin ningún cartel, en el potrero de la Villa.
No era la primera vez que sucedía, tampoco -seguramente- sería la última. Aunque temprano llamaron a la policía, ya casi de noche seguía ahí: en el poste roto de la la luz, muda, cada vez más desencarnada, la sangre, el barro, rodeada de moscas.
Nadie la reconocía... a pesar de los rulos y el lunar cerca de la boca; los pocos que pasaban apenas veían los ojos aun abiertos. Las madres prohibieron a sus hijos salir a jugar, la escuela decidió suspender las clases, algunos rezaban en la capilla.
Claro que sabían y sabían que hablar era inútil, no tenían dudas: esa cabeza era la de todos.
A la cabeza la colocaron con cuidado, sin ningún cartel, en el potrero de la Villa.
No era la primera vez que sucedía, tampoco -seguramente- sería la última. Aunque temprano llamaron a la policía, ya casi de noche seguía ahí: en el poste roto de la la luz, muda, cada vez más desencarnada, la sangre, el barro, rodeada de moscas.
Nadie la reconocía... a pesar de los rulos y el lunar cerca de la boca; los pocos que pasaban apenas veían los ojos aun abiertos. Las madres prohibieron a sus hijos salir a jugar, la escuela decidió suspender las clases, algunos rezaban en la capilla.
Claro que sabían y sabían que hablar era inútil, no tenían dudas: esa cabeza era la de todos.
martes, 7 de agosto de 2018
PROSAS DE LAS EXCRITURAS
EL BRAZO REBELDE
Al bajar, apurado, se olvidó su brazo que se había aferrado, como todos los días, poco más de una hora y media durante el viaje en colectivo para ir al trabajo. Pero al andar no sentía nada, ningún dolor, incluso hasta percibía un extraño alivio: Solo le preocupaba cómo iba a sostenerse, después de más de treinta años, al regresar a su casa; pero bueno, le quedaba otro, ¿no?
EL BRAZO REBELDE
Al bajar, apurado, se olvidó su brazo que se había aferrado, como todos los días, poco más de una hora y media durante el viaje en colectivo para ir al trabajo. Pero al andar no sentía nada, ningún dolor, incluso hasta percibía un extraño alivio: Solo le preocupaba cómo iba a sostenerse, después de más de treinta años, al regresar a su casa; pero bueno, le quedaba otro, ¿no?
lunes, 6 de agosto de 2018
INTERIOR DE LOS INTERNOS
Siempre perdidos en el amor
y todavía más adentro,
libres de la razón de las tenazas.
En esa pureza del estar solo
lejos de la soledad,
sin otra salvación que la espera.
Entre demonios y ángeles
que dan y dan vueltas,
para alejar la herida incurable.
Las ruinas de las palabras
sobre la piel del cielo,
como una flor que es un rayo.
Siempre en el cómo de sentir
desde la armonía del caos,
la furia invencible de los piadosos.
Siempre perdidos en el amor
y todavía más adentro,
libres de la razón de las tenazas.
En esa pureza del estar solo
lejos de la soledad,
sin otra salvación que la espera.
Entre demonios y ángeles
que dan y dan vueltas,
para alejar la herida incurable.
Las ruinas de las palabras
sobre la piel del cielo,
como una flor que es un rayo.
Siempre en el cómo de sentir
desde la armonía del caos,
la furia invencible de los piadosos.
RAMAS DE VIDA
Me preguntó si quería irme del neuropsiquiátrico;
no pude contestar.
Si ya me sentía un poco mejor;
tampoco dije nada.
Después hablamos de su escritorio,
esa distancia.
Decidió levantarse, ir a la ventana;
y me llamó.
Señaló con sus ojos al árbol más viejo del patio;
cada vez más alto.
Me preguntó si quería irme del neuropsiquiátrico;
no pude contestar.
Si ya me sentía un poco mejor;
tampoco dije nada.
Después hablamos de su escritorio,
esa distancia.
Decidió levantarse, ir a la ventana;
y me llamó.
Señaló con sus ojos al árbol más viejo del patio;
cada vez más alto.
PREGUNTAS DE LOS INTERNOS
Ponele que un día el sol se confunda con la luna,
¿la luz sería la misma en el patio?
¿Por qué las vacas no comen humanos?
¿las enfermeras se tiran pedos?
¿Las flores se huelen su perfume?
¿Los fantasmas están vivos? ¿Y nosotros?
¿A nadie le gusta mirar las paredes?
¿Por qué nunca se enloquecen los pájaros?
¿De qué planta sacan las pastillas?
¿Toda la mierda se va por las cañerías?
¿Dios también creó a la locura?
¿Un doctor puede hacer bolitas con los mocos?
¿Las palabras están todas curadas?
¿El que se rie siempre también está enfermo?
Cuando me toque pasar a la muerte,
¿voy a ir al paraíso, al infierno o a otro pabellón?
Ponele que un día el sol se confunda con la luna,
¿la luz sería la misma en el patio?
¿Por qué las vacas no comen humanos?
¿las enfermeras se tiran pedos?
¿Las flores se huelen su perfume?
¿Los fantasmas están vivos? ¿Y nosotros?
¿A nadie le gusta mirar las paredes?
¿Por qué nunca se enloquecen los pájaros?
¿De qué planta sacan las pastillas?
¿Toda la mierda se va por las cañerías?
¿Dios también creó a la locura?
¿Un doctor puede hacer bolitas con los mocos?
¿Las palabras están todas curadas?
¿El que se rie siempre también está enfermo?
Cuando me toque pasar a la muerte,
¿voy a ir al paraíso, al infierno o a otro pabellón?
LA CABEZA AMABLE
Algo le habían cambiado dentro de su cabeza
cuando era muy chico,
Pasó por muchos lugares,
pero allí estaba bien, más tranquilo.
Casi nunca hablaba,
acostumbraba a sonreír.
Una tarde me dijo su nombre,
un dedo señalo la herida
y se disculpó por su estupidez.
No podía recordar más, tanto tiempo.
Durante el día, al pasar,
me saludaba varias veces.
Quizás era el más amable de todos los internados.
Algo le habían cambiado dentro de su cabeza
cuando era muy chico,
Pasó por muchos lugares,
pero allí estaba bien, más tranquilo.
Casi nunca hablaba,
acostumbraba a sonreír.
Una tarde me dijo su nombre,
un dedo señalo la herida
y se disculpó por su estupidez.
No podía recordar más, tanto tiempo.
Durante el día, al pasar,
me saludaba varias veces.
Quizás era el más amable de todos los internados.
PAÑALES DE LA OSCURIDAD
Todas las noches se repetía la misma escena:
a eso de las cuatro, cuatro y cinco
siempre las enfermeras me despertaban:
había que atender al compañero de cuarto.
Primero intentar desatarlo de la cama,
un calmante, cambiarle los pañales,
dominarlo y volver a ajustar las correas.
Apenas unos minutos y se apagaba la luz.
Nunca logré hablar con él, nada,
tampoco logro recordar su nombre,
solo escuchaba un ratito sus quejidos
y ya se había dormido, yo miraba la oscuridad.
Todas las noches se repetía la misma escena:
a eso de las cuatro, cuatro y cinco
siempre las enfermeras me despertaban:
había que atender al compañero de cuarto.
Primero intentar desatarlo de la cama,
un calmante, cambiarle los pañales,
dominarlo y volver a ajustar las correas.
Apenas unos minutos y se apagaba la luz.
Nunca logré hablar con él, nada,
tampoco logro recordar su nombre,
solo escuchaba un ratito sus quejidos
y ya se había dormido, yo miraba la oscuridad.
domingo, 5 de agosto de 2018
VIDA DE NYLON
Todo está rigurosamente controlado en el pabellón,
más aun cuando sale algún interno;
no importa su nombre,
su conducta, su antigüedad,
tampoco su patología.
Al volver se revisa, siempre,
hasta la última prenda,
esa zapatilla rota,
los dobladillos del vaquero;
cada paquete, cadenitas
ni siquiera un cigarro...
Pero ¿una simple bolsita de nylon?;
apenas unos minutos, bien apretada, lo asfixió a Raúl.
VOCES
Don Laurentino había escrito, por lo menos, más de mil poemas.
Una pena, los perdió a todos;
pero le quedaban algunos dientes
y al contarlo se reía.
También leyó a Freud, aunque prefería a Jung.
Internado desde los veinte,
ya pasaba los setenta y el mate frío.
Desde entonces Don Laurentino escucha voces,
así que yo apenas murmuraba,
elegía escuchar su voz...
Creo que tenía miedo de ser uno de esos poemas y perderme en su silencio.
Don Laurentino había escrito, por lo menos, más de mil poemas.
Una pena, los perdió a todos;
pero le quedaban algunos dientes
y al contarlo se reía.
También leyó a Freud, aunque prefería a Jung.
Internado desde los veinte,
ya pasaba los setenta y el mate frío.
Desde entonces Don Laurentino escucha voces,
así que yo apenas murmuraba,
elegía escuchar su voz...
Creo que tenía miedo de ser uno de esos poemas y perderme en su silencio.
CULPAS DEL INTERNADO
Aun no puedo olvidar cuando soñé con el Diablo,
casi puedo verlo
y sé que anda por el mundo.
Nunca lo dudo,
soy ese temblor.
Pero esa noche era un niño
que vivía en el campo,
había animales:
gallinas, patos, vacas, caballos...
Ese anhelo, lo sé, siempre,
fue el alcoholismo de mi padre.
Entonces sentí que el sueño empezaba a ser otro sueño
y entonces apareció...
Claro que lo reconocí,
siempre estuvo en mi cuerpo:
el macho cabrío,
su enorme pene,
mi felicidad incontenible
al poseer a mi madre.
Sin embargo, empece a llorar.
Al despertar, sorprendido,
no podía entender.
Salí rápido de la cama,
la enfermera vio la mancha de la culpa en el calzoncillo.
Aun no puedo olvidar cuando soñé con el Diablo,
casi puedo verlo
y sé que anda por el mundo.
Nunca lo dudo,
soy ese temblor.
Pero esa noche era un niño
que vivía en el campo,
había animales:
gallinas, patos, vacas, caballos...
Ese anhelo, lo sé, siempre,
fue el alcoholismo de mi padre.
Entonces sentí que el sueño empezaba a ser otro sueño
y entonces apareció...
Claro que lo reconocí,
siempre estuvo en mi cuerpo:
el macho cabrío,
su enorme pene,
mi felicidad incontenible
al poseer a mi madre.
Sin embargo, empece a llorar.
Al despertar, sorprendido,
no podía entender.
Salí rápido de la cama,
la enfermera vio la mancha de la culpa en el calzoncillo.
CRUELDAD O CONSUELO
Nunca lo había visto antes,
sentado solo en el banco más apartado,
algo parecido a una media le cubría la cabeza,
inmóvil, solo era una mirada.
Al acercarme descubrí el secreto:
una hormiga recorría con esfuerzo y una hoja
su sendero preciso por el borde blanco.
Pensé en averiguar su interés,
pero justo todo se desmoronó sin aviso:
y él levantó su pie y la aplastó.
Enseguida vi su mano entre los yuyos verdes,
la necesidad de la misma escena.
Nunca lo había visto antes,
sentado solo en el banco más apartado,
algo parecido a una media le cubría la cabeza,
inmóvil, solo era una mirada.
Al acercarme descubrí el secreto:
una hormiga recorría con esfuerzo y una hoja
su sendero preciso por el borde blanco.
Pensé en averiguar su interés,
pero justo todo se desmoronó sin aviso:
y él levantó su pie y la aplastó.
Enseguida vi su mano entre los yuyos verdes,
la necesidad de la misma escena.
LA VOZ HUMANA
Era tan inútil decirle estoy muy triste,
si solo eran palabras.
O también no sé quién soy,
¿para qué?
La mirada fija en el escritorio,
varias carpetas, la lapicera,
un par de portarretratos...
y escuché a mi nombre.
Sonreí sin querer;
la psiquiatra sin color en la piel,
esa bufanda de lana azul:
me preguntó si compartíamos un café.
Era tan inútil decirle estoy muy triste,
si solo eran palabras.
O también no sé quién soy,
¿para qué?
La mirada fija en el escritorio,
varias carpetas, la lapicera,
un par de portarretratos...
y escuché a mi nombre.
Sonreí sin querer;
la psiquiatra sin color en la piel,
esa bufanda de lana azul:
me preguntó si compartíamos un café.
EL SER NADA
Apenas si podía hablar, pero siempre babeaba
y te molestaba, te perseguía
por un cigarro o un bizcochito.
Todos lo despreciaban,
lo alejaban a empujones.
No recuerdo la brutalidad de su apodo,
sus ojos eran huecos negros.
Jamás lo vi con nadie,
ni se le acercaban las enfermeras.
Siempre babeaba... era realmente insoportable.
Apenas si podía hablar, pero siempre babeaba
y te molestaba, te perseguía
por un cigarro o un bizcochito.
Todos lo despreciaban,
lo alejaban a empujones.
No recuerdo la brutalidad de su apodo,
sus ojos eran huecos negros.
Jamás lo vi con nadie,
ni se le acercaban las enfermeras.
Siempre babeaba... era realmente insoportable.
PREFERENCIAS DEL FRÍO.
Todavía no se había asomado el sol,
la mañana era una sombra fría.
A las seis todos arriba,
apurarse para salir del pabellón.
Sentado en un banquito
el patio entero era una heladera
y una burla la camisa
que frotaba con mis manos.
Además, faltaba más de una hora
hasta entrar a desayunar.
Algo había ocurrido con mi ropa,
desapareció la campera
aunque tenía mi nombre
y el número escrito en el cuello.
Entonces vi a otra sombra,
pero el viento mordía a mi labios
y apenas alcé la vista:
la sonrisa de una enfermera.
Creo que no pude decirle buen día,
me regaló este buzo blanco, mi preferido.
Todavía no se había asomado el sol,
la mañana era una sombra fría.
A las seis todos arriba,
apurarse para salir del pabellón.
Sentado en un banquito
el patio entero era una heladera
y una burla la camisa
que frotaba con mis manos.
Además, faltaba más de una hora
hasta entrar a desayunar.
Algo había ocurrido con mi ropa,
desapareció la campera
aunque tenía mi nombre
y el número escrito en el cuello.
Entonces vi a otra sombra,
pero el viento mordía a mi labios
y apenas alcé la vista:
la sonrisa de una enfermera.
Creo que no pude decirle buen día,
me regaló este buzo blanco, mi preferido.
LA VOZ DE LA RABIA
A cualquier hora, por cualquier motivo,
los gritos del tano Nicola
y la sonrisa cansada de los internados.
Siempre insulta al Consulado,
al intendente de Morón
y a toda su familia.
Solo unos minutos, después pasa
y busca alguna sombra.
A veces, para finalizar el show,
pide que lo lleven otra vez al Borda.
Nadie le presta atención,
tampoco ninguna enfermera.
Yo no quiero conversar con él,
quizás si me acerco esa rabia...
Pero una tarde lo vi arrodillado,
lloraba, insultaba y le rezaba al Santo Padre.
A cualquier hora, por cualquier motivo,
los gritos del tano Nicola
y la sonrisa cansada de los internados.
Siempre insulta al Consulado,
al intendente de Morón
y a toda su familia.
Solo unos minutos, después pasa
y busca alguna sombra.
A veces, para finalizar el show,
pide que lo lleven otra vez al Borda.
Nadie le presta atención,
tampoco ninguna enfermera.
Yo no quiero conversar con él,
quizás si me acerco esa rabia...
Pero una tarde lo vi arrodillado,
lloraba, insultaba y le rezaba al Santo Padre.
sábado, 4 de agosto de 2018
LA VISITA
Ese domingo, antes de que se fueran las visitas,
el Rulo volvió y comenzó a golpearse la cabeza sin parar.
El muro no podía contener su temblor.
Vino la enfermera, después unos cuatro o cinco enfermeros
y una inyección violenta lo calmó...
Todavia algo atontado, sin poder levantarse,
apenas murmuró: una sobredosis había matado a su madre.
Ese domingo, antes de que se fueran las visitas,
el Rulo volvió y comenzó a golpearse la cabeza sin parar.
El muro no podía contener su temblor.
Vino la enfermera, después unos cuatro o cinco enfermeros
y una inyección violenta lo calmó...
Todavia algo atontado, sin poder levantarse,
apenas murmuró: una sobredosis había matado a su madre.
LÁGRIMAS ECOLÓGICAS
Desde que despierta hasta tomar el desayuno
él cumple la misma tarea:
cuidadoso y veloz,
aparta cada una de las hojas
que cayeron en el caminito al comedor.
Todos los días,
más o menos media hora.
No me dijo ni siquiera su nombre,
solo me miró muy serio.
Después logré saber la verdad:
si alguien pisa una hoja, nada contiene su llanto.
Desde que despierta hasta tomar el desayuno
él cumple la misma tarea:
cuidadoso y veloz,
aparta cada una de las hojas
que cayeron en el caminito al comedor.
Todos los días,
más o menos media hora.
No me dijo ni siquiera su nombre,
solo me miró muy serio.
Después logré saber la verdad:
si alguien pisa una hoja, nada contiene su llanto.
LA CAGADA DE LOS PAJARITOS
Cada internado tiene a sus propios pajaritos,
algunos coloridos,
otros tuertos,
con o sin sus alas.
Pero inevitablemente comparten los árboles,
comen juntos,
a veces charlan
o miran...
Y cuando tienen que realizar sus necesidades,
lo más básico,
sencillo,
simplemente cagar...
todos lo hacen parados, entre la mierda, y felices.
Cada internado tiene a sus propios pajaritos,
algunos coloridos,
otros tuertos,
con o sin sus alas.
Pero inevitablemente comparten los árboles,
comen juntos,
a veces charlan
o miran...
Y cuando tienen que realizar sus necesidades,
lo más básico,
sencillo,
simplemente cagar...
todos lo hacen parados, entre la mierda, y felices.
JACOBO FIJMAN
Durante los primeros largos días
solo pensaba en vos.
Aunque no recordaba tu cara,
tu mirada,
el final de tu vida.
Eran vagas referencias,
comentarios.
Sentado en un rincón,
desesperado,
muy lejos,
solo con mi sombre;
a veces buscaba el sol,
las alas de tu ángel.
Hasta que llegó un verso,
(o eso quise creer)
la bendición de tu presencia:
ya saldremos de esta mañana negra.
Durante los primeros largos días
solo pensaba en vos.
Aunque no recordaba tu cara,
tu mirada,
el final de tu vida.
Eran vagas referencias,
comentarios.
Sentado en un rincón,
desesperado,
muy lejos,
solo con mi sombre;
a veces buscaba el sol,
las alas de tu ángel.
Hasta que llegó un verso,
(o eso quise creer)
la bendición de tu presencia:
ya saldremos de esta mañana negra.
PABELLÓN 127
Cuando abrió y cerró la puerta,
no puede evitar a los otros.
Por suerte un patio enorme
y los árboles parecían vivos;
pero ni una sola palabra...
la enfermera apurada y muda.
Aun no lograba entender,
tampoco descubrir mi sombra.
Había que ir hasta el fondo,
y otra puerta y otra llave.
Al entrar al frío pabellón,
me indicó un pieza oscura,
la cama, una mesa de luz;
ahí solté el bolso, resignado,
¿no había ninguna ventana?
Afuera, justo estalló un aullido.
Cuando abrió y cerró la puerta,
no puede evitar a los otros.
Por suerte un patio enorme
y los árboles parecían vivos;
pero ni una sola palabra...
la enfermera apurada y muda.
Aun no lograba entender,
tampoco descubrir mi sombra.
Había que ir hasta el fondo,
y otra puerta y otra llave.
Al entrar al frío pabellón,
me indicó un pieza oscura,
la cama, una mesa de luz;
ahí solté el bolso, resignado,
¿no había ninguna ventana?
Afuera, justo estalló un aullido.
viernes, 3 de agosto de 2018
PRIMO LEVI
Quien solo trabaja en el fango,
quien no conoce la paz,
quien lucha por la mitad de un pancito,
quien muere por un sí o por un no,
quien no tiene cabellos,
ni recuerda a su nombre,
los rostros amigos,
la mesa de su propia casa...
vacía la mirada y frío el corazón.
Ya no lo puedes dudar:
Eso, simplemente, no es un ser humano,.
Quien solo trabaja en el fango,
quien no conoce la paz,
quien lucha por la mitad de un pancito,
quien muere por un sí o por un no,
quien no tiene cabellos,
ni recuerda a su nombre,
los rostros amigos,
la mesa de su propia casa...
vacía la mirada y frío el corazón.
Ya no lo puedes dudar:
Eso, simplemente, no es un ser humano,.
jueves, 2 de agosto de 2018
DANTE
Al leer nuevamente la misma advertencia,
el poeta creyó que regresaba a los círculos del infierno;
pero pronto advirtió su error,
finalmente había ascendido a la tierra.
Y allí no había purgatorio ni paraíso,
enseguida descubrió las nuevas reglas;
aun peor, nada podría salvarlo:
Beatriz era la modelo más famosa en todos los medios,
su amor vendía bombachitas en una publicidad.
Al leer nuevamente la misma advertencia,
el poeta creyó que regresaba a los círculos del infierno;
pero pronto advirtió su error,
finalmente había ascendido a la tierra.
Y allí no había purgatorio ni paraíso,
enseguida descubrió las nuevas reglas;
aun peor, nada podría salvarlo:
Beatriz era la modelo más famosa en todos los medios,
su amor vendía bombachitas en una publicidad.
miércoles, 1 de agosto de 2018
martes, 31 de julio de 2018
lunes, 30 de julio de 2018
domingo, 29 de julio de 2018
sábado, 28 de julio de 2018
viernes, 27 de julio de 2018
EXCRITURA DE MIGUEL ÁNGEL BUSTOS
Por todo el cielo buscando el sol
o el fulgor oculto de la luna.
Entre nubes y arco iris,
azúcar de instantes,
van y vienen de lo alto.
Madres de los sueños infantiles.
viejas ausencias en las plazas.
Entre asombros y lejanías,
abiertas en cruz,
no detiene nunca el vuelo.
A veces son tan reales...
aquellas palomas de tu memoria.
Por todo el cielo buscando el sol
o el fulgor oculto de la luna.
Entre nubes y arco iris,
azúcar de instantes,
van y vienen de lo alto.
Madres de los sueños infantiles.
viejas ausencias en las plazas.
Entre asombros y lejanías,
abiertas en cruz,
no detiene nunca el vuelo.
A veces son tan reales...
aquellas palomas de tu memoria.
jueves, 26 de julio de 2018
miércoles, 25 de julio de 2018
EXCRITURA DE RIMBAUD
Después de siglos y siglos de buscar a la verdad
o resolver el secreto de los enigmas:
los cadáveres en cualquier campo,
las extremas brutalidades,
esas hogueras en las noches,
los ultrajes a los amores,
nuestras cenizas sin ningún nombre,
el terror a los cielos,
cada ahogado por la esperanza,
el poder del odio y la indiferencia...
Quizás lo mejor solo sea dormir,
completamente borracho en una playa sin horizonte,
Después de siglos y siglos de buscar a la verdad
o resolver el secreto de los enigmas:
los cadáveres en cualquier campo,
las extremas brutalidades,
esas hogueras en las noches,
los ultrajes a los amores,
nuestras cenizas sin ningún nombre,
el terror a los cielos,
cada ahogado por la esperanza,
el poder del odio y la indiferencia...
Quizás lo mejor solo sea dormir,
completamente borracho en una playa sin horizonte,
martes, 24 de julio de 2018
lunes, 23 de julio de 2018
EXCRITURA DE ESTELA DOS SANTOS
Solo quiero desaparecer afuera de tanto vacío,
tampoco habla mi sombra
Todavía me miran esos números
y quieren obligarme a dormir.
Yo solamente grito lo más gutural,
hasta que sueño en otro sueño.
Alrededor, aun duelen las paredes...
pero muevo a mis manos.
Los doctores son peores que demonios,
solo traicionan a mi pureza.
Los demás caminan sin los pies,
usan camisones de hierro.
Doblada hasta más abajo de abajo,
al fin descubro mi sexo podrido.
Igual que todas las mañanas, lejos,
el espejo rompe mi rostro.
Vencida, abro un hueco en un muro
y la claridad es un dolor del alma en la mirada.
Solo quiero desaparecer afuera de tanto vacío,
tampoco habla mi sombra
Todavía me miran esos números
y quieren obligarme a dormir.
Yo solamente grito lo más gutural,
hasta que sueño en otro sueño.
Alrededor, aun duelen las paredes...
pero muevo a mis manos.
Los doctores son peores que demonios,
solo traicionan a mi pureza.
Los demás caminan sin los pies,
usan camisones de hierro.
Doblada hasta más abajo de abajo,
al fin descubro mi sexo podrido.
Igual que todas las mañanas, lejos,
el espejo rompe mi rostro.
Vencida, abro un hueco en un muro
y la claridad es un dolor del alma en la mirada.
EXCRITURA DE JUAN L. ORTÍZ
Siempre entre las cosas fugitivas
o amenazantes o pesarosas,
la mirada ciega del poeta
apenas acaricia el espanto.
Una sombra en el humo
con pantanos, tigres, adioses;
pero él vuela sin alas,
inmóvil, ya vencido.
El alrededor es mudo,
un simulacro de sentidos,
el abismo de las formas,
voces rotas de sus muertos.
Inútil es su desesperación:
nunca le sirven las palabras,
solo asumir su condena,
cerrar los ojos, temblar... y escribir.
Siempre entre las cosas fugitivas
o amenazantes o pesarosas,
la mirada ciega del poeta
apenas acaricia el espanto.
Una sombra en el humo
con pantanos, tigres, adioses;
pero él vuela sin alas,
inmóvil, ya vencido.
El alrededor es mudo,
un simulacro de sentidos,
el abismo de las formas,
voces rotas de sus muertos.
Inútil es su desesperación:
nunca le sirven las palabras,
solo asumir su condena,
cerrar los ojos, temblar... y escribir.
domingo, 22 de julio de 2018
EXCRITURA DEL PENSAMIENTO OCCIDENTAL
Me compré los grandes libros de los grandes libros de los filósofos occidentales,
Necesitaba saber,
ser un hombre ilustrado.
Con mucho esfuerzo los puede leer,
incluso a Hegel.
Ahora no sé qué pensar,
si pensar me está permitido...
Según parece pertenezco a una raza inferior, sin historia, salvaje y muy estúpida.
Me compré los grandes libros de los grandes libros de los filósofos occidentales,
Necesitaba saber,
ser un hombre ilustrado.
Con mucho esfuerzo los puede leer,
incluso a Hegel.
Ahora no sé qué pensar,
si pensar me está permitido...
Según parece pertenezco a una raza inferior, sin historia, salvaje y muy estúpida.
EXCRITURA DE PAUL ELUARD
Sé que las calles tienen el color del hombre:
tierra y carne, savia y sangre.
El aire es un ritmo puro,
¿más fuerte que los odios?
Pero los muros no son la respuesta,
las manos tendrán que ser alas.
Y no hay que olvidar nunca
los amores de Paul Eluard.
Nada podrá derribar los puentes,
yo también viví las derrotas
y la bendición del triunfo.
Siempre crecerá la belleza de las arboledas.
Sé que las calles tienen el color del hombre:
tierra y carne, savia y sangre.
El aire es un ritmo puro,
¿más fuerte que los odios?
Pero los muros no son la respuesta,
las manos tendrán que ser alas.
Y no hay que olvidar nunca
los amores de Paul Eluard.
Nada podrá derribar los puentes,
yo también viví las derrotas
y la bendición del triunfo.
Siempre crecerá la belleza de las arboledas.
EXCRITURA DE HOMERO EXPÓSITO
Los dolores de aquella arboleda
en la calle sin nombre,
las promesas del viento,
mi cobardía y todo el pasado.
Los ceguera de los pájaros
aun cantan con tu voz,
ese mismo tango eterno
que fue perfume de naranjos.
Cada latido ya es el vacío:
sin pensamientos, a cada paso,
los pedazos de la vida en el adiós,
Los dolores de aquella arboleda
en la calle sin nombre,
las promesas del viento,
mi cobardía y todo el pasado.
Los ceguera de los pájaros
aun cantan con tu voz,
ese mismo tango eterno
que fue perfume de naranjos.
Cada latido ya es el vacío:
sin pensamientos, a cada paso,
los pedazos de la vida en el adiós,
sábado, 21 de julio de 2018
EXCRITURA DE ARTAUD
El embrujo maldito de esas palabras,
su tentación:
orden, progreso, libertad, justicia...
¿Cómo descubrir a sus engaños?
Así, la vida
pronto olvidó su razón: lo sagrado.
Desde un rincón de este encierro,
sin espíritu,
sé que el poder atrapó a mi cuerpo.
Pero un conjuro me hará desaparecer,
estallar:
solo dejaré a mi esqueleto podrido.
El embrujo maldito de esas palabras,
su tentación:
orden, progreso, libertad, justicia...
¿Cómo descubrir a sus engaños?
Así, la vida
pronto olvidó su razón: lo sagrado.
Desde un rincón de este encierro,
sin espíritu,
sé que el poder atrapó a mi cuerpo.
Pero un conjuro me hará desaparecer,
estallar:
solo dejaré a mi esqueleto podrido.
viernes, 20 de julio de 2018
EXCRITURA DEL INSOMNIO
Este insomnio es más fuerte que las pastillas, cuatro o cinco;
aunque pesan los párpados,
los brazos,
el silencio de la casa.
Será que, otra vez, necesito pensar en lo inútil;
dar y dar más vueltas,
el pasado,
lo irremediable.
Lástima que ni siquiera me molesta la lamparita sucia,
puedo escuchar música,
entrar al encierro
y hasta olvidar.
Claro que no tiene ningún sentido,
en todo el oscuro alrededor ya se terminó el azar de este juego
Este insomnio es más fuerte que las pastillas, cuatro o cinco;
aunque pesan los párpados,
los brazos,
el silencio de la casa.
Será que, otra vez, necesito pensar en lo inútil;
dar y dar más vueltas,
el pasado,
lo irremediable.
Lástima que ni siquiera me molesta la lamparita sucia,
puedo escuchar música,
entrar al encierro
y hasta olvidar.
Claro que no tiene ningún sentido,
en todo el oscuro alrededor ya se terminó el azar de este juego
EXCRITURA DE BORGES
No puedo recordar ese verso, o acaso una frase;
solo veo la incesante lluvia
y tomo mi café en el bar.
La hoja del cuaderno en blanco,
mi impaciencia seca.
Ni siquiera a su autor;
aunque sería la perfección,
justo para esta tarde.
¡Cuánto lamento no probar con un cigarro!,
sé que el humo podría ayudarme.
Pero ya el cielo se abre, tímido,
él se da por vencido.
Finalmente, pago y salgo,
aun el viento es frío
y otra mirada me detiene:
ese brillo oscuro en el asfalto,
algunos fantasmas en las veredas...
Sí, la lluvia siempre es algo que ocurre en el pasado.
No puedo recordar ese verso, o acaso una frase;
solo veo la incesante lluvia
y tomo mi café en el bar.
La hoja del cuaderno en blanco,
mi impaciencia seca.
Ni siquiera a su autor;
aunque sería la perfección,
justo para esta tarde.
¡Cuánto lamento no probar con un cigarro!,
sé que el humo podría ayudarme.
Pero ya el cielo se abre, tímido,
él se da por vencido.
Finalmente, pago y salgo,
aun el viento es frío
y otra mirada me detiene:
ese brillo oscuro en el asfalto,
algunos fantasmas en las veredas...
Sí, la lluvia siempre es algo que ocurre en el pasado.
jueves, 19 de julio de 2018
EXCRITURA DE GABRIELA CABEZÓN CÁMARA
En la boca, esta vez le puso el caño de un revólver,
y le grito que ella apretara el gatillo.
Así se mantenía la disciplina,
la diversión y las reglas.
Vos viste a su cara...
también era la tuya.
Atrapadas, las usaban como trapos sucios,
por eso el cafishio se reía,
insistía con la orden,
la agarraba de las mechas.
Había intentado huir,
no soportó tanta humillación.
Quizás no se dio cuenta que venían jueces,
diputados, banqueros, sacerdotes.
la mano temblaba,
su dedo decidía sobre una vida.
Entonces se convirtió en ella, un instante,
pero es su cabeza la que ya no puede dejar de estallar,
En la boca, esta vez le puso el caño de un revólver,
y le grito que ella apretara el gatillo.
Así se mantenía la disciplina,
la diversión y las reglas.
Vos viste a su cara...
también era la tuya.
Atrapadas, las usaban como trapos sucios,
por eso el cafishio se reía,
insistía con la orden,
la agarraba de las mechas.
Había intentado huir,
no soportó tanta humillación.
Quizás no se dio cuenta que venían jueces,
diputados, banqueros, sacerdotes.
la mano temblaba,
su dedo decidía sobre una vida.
Entonces se convirtió en ella, un instante,
pero es su cabeza la que ya no puede dejar de estallar,
miércoles, 18 de julio de 2018
EXCRITURA DE MI AMADO PASOLINI
No fue el tan deseado ruiseñor de la iglesia católica,
tampoco marxista.
No predicó la rabia,
menos la paz.
Ni heterosexual ni homosexual:
no amó el amor burgués,
solo los cuerpos,
la piel,
sus santos olores.
Nunca fue un provocador.
Solo hay que sentir a su obra:
fue un compañero peronista, y por eso lo tenían que matar.
No fue el tan deseado ruiseñor de la iglesia católica,
tampoco marxista.
No predicó la rabia,
menos la paz.
Ni heterosexual ni homosexual:
no amó el amor burgués,
solo los cuerpos,
la piel,
sus santos olores.
Nunca fue un provocador.
Solo hay que sentir a su obra:
fue un compañero peronista, y por eso lo tenían que matar.
EXCRITURA DE GIANNUZZI
Perder sin tirar los dados, apenas vivir;
esa oculta traición del tiempo.
Yo debo algo más que cincuenta años,
jornadas aburridas de tabaco,
distracciones de lluvias,
calles, muchas palabras y mentiras.
Pero nadie me reclama nada,
solo, a veces, esa tos inútil.
Será que no me animé a apostar,
que siempre antes me ganó este miedo.
Perder sin tirar los dados, apenas vivir;
esa oculta traición del tiempo.
Yo debo algo más que cincuenta años,
jornadas aburridas de tabaco,
distracciones de lluvias,
calles, muchas palabras y mentiras.
Pero nadie me reclama nada,
solo, a veces, esa tos inútil.
Será que no me animé a apostar,
que siempre antes me ganó este miedo.
martes, 17 de julio de 2018
EXCRITURA DE ARTAUD SOBRE VAN GOGH
Ese muro invisible entre el sentir y el realizar;
pero él solo pintaba campos
o árboles o viejos puentes,
a veces un barcito
y su soledad, la noche.
Aunque alrededor y también adentro,
siempre asomaban fuegos.
Él, no se daba cuenta,
su pincel atravesaba el muro.
¿Quién podía soportar esa visión?
Nadie aceptaba el desafío,
la magia era muy peligrosa:
la buena sociedad se defendió de su locura.
Después se arrancó una oreja,
ya no quería oír más a los colores.
Claro que es conocida la historia,
sus telas cotizan los límites.
Así, para sentir el realizar, vivió nuestro suicidado,
Ese muro invisible entre el sentir y el realizar;
pero él solo pintaba campos
o árboles o viejos puentes,
a veces un barcito
y su soledad, la noche.
Aunque alrededor y también adentro,
siempre asomaban fuegos.
Él, no se daba cuenta,
su pincel atravesaba el muro.
¿Quién podía soportar esa visión?
Nadie aceptaba el desafío,
la magia era muy peligrosa:
la buena sociedad se defendió de su locura.
Después se arrancó una oreja,
ya no quería oír más a los colores.
Claro que es conocida la historia,
sus telas cotizan los límites.
Así, para sentir el realizar, vivió nuestro suicidado,
lunes, 16 de julio de 2018
EXCRITURA FILOSÓFICA DEL FÚTBOL
No sé cuántos años hace que lo conozco,
un vecino más del barrio.
Cualquier ropa que usa:
pantalones, remeras, buzos...
todas, con los colores de Boca.
Creo que hasta al respirar
le llega el aire de la bombonera.
Siempre que nos cruzamos, al azar,
solo charlamos de fútbol.
A veces contentos, otras tristes,
pero con la certeza del campeonato;
además, con los nuevos refuerzos.
Después yo sigo mi camino,
y apenas recuerdo su sonrisa:
pícara, cómplice, amable.
Pero me pierdo, no lo puedo evitar,
entre los grandes pensamientos...
No sé ni siquiera su nombre,
él no se imagina cómo envidio su bondad.
No sé cuántos años hace que lo conozco,
un vecino más del barrio.
Cualquier ropa que usa:
pantalones, remeras, buzos...
todas, con los colores de Boca.
Creo que hasta al respirar
le llega el aire de la bombonera.
Siempre que nos cruzamos, al azar,
solo charlamos de fútbol.
A veces contentos, otras tristes,
pero con la certeza del campeonato;
además, con los nuevos refuerzos.
Después yo sigo mi camino,
y apenas recuerdo su sonrisa:
pícara, cómplice, amable.
Pero me pierdo, no lo puedo evitar,
entre los grandes pensamientos...
No sé ni siquiera su nombre,
él no se imagina cómo envidio su bondad.
EXCRITURA DE JOAO CABRAL DE MELO NETO
En el centro, un santo anda sin andas, sereno.
No acepta que nadie de la procesión,
cantando, lo cargue en sus hombros.
El camina decidido hacia un altar verdadero,
a los tumbos, todo piedra y silencio.
Las tropas vigilan cada uno de sus pasos,
ya conocen el destino del iluminado.
Ninguno siente culpa, tampoco pena,
con un grito disolverán la lenta procesión.
Todos creen que el santo escapará,
pero justo se detiene y se entrega a la ley.
Ahora las calles son un desierto,
apenas un milagro para cumplir La Palabra.
Inútiles las esposas, armas, órdenes;
el santo camina, feliz, delante de la tropa.
Las rejas y los muros serán su única bendición.
En el centro, un santo anda sin andas, sereno.
No acepta que nadie de la procesión,
cantando, lo cargue en sus hombros.
El camina decidido hacia un altar verdadero,
a los tumbos, todo piedra y silencio.
Las tropas vigilan cada uno de sus pasos,
ya conocen el destino del iluminado.
Ninguno siente culpa, tampoco pena,
con un grito disolverán la lenta procesión.
Todos creen que el santo escapará,
pero justo se detiene y se entrega a la ley.
Ahora las calles son un desierto,
apenas un milagro para cumplir La Palabra.
Inútiles las esposas, armas, órdenes;
el santo camina, feliz, delante de la tropa.
Las rejas y los muros serán su única bendición.
domingo, 15 de julio de 2018
EXCRITURA DE GELMAN
Los tramos del estar vivo son apenas papelitos,
entre el pensar y el sentir.
Así se escapan las criaturas
para eludir la pena y la humillación,
esas flores apagadas
cansadas de tantas costumbres,
los desesperos del amor
y miles y miles de versos inútiles.
Entonces se mezclan las mismas imágenes:
nubes, bosques, furias...
Pero todo el mundo que no es,
siempre enfrenta a las piedras de las injusticias.
Los tramos del estar vivo son apenas papelitos,
entre el pensar y el sentir.
Así se escapan las criaturas
para eludir la pena y la humillación,
esas flores apagadas
cansadas de tantas costumbres,
los desesperos del amor
y miles y miles de versos inútiles.
Entonces se mezclan las mismas imágenes:
nubes, bosques, furias...
Pero todo el mundo que no es,
siempre enfrenta a las piedras de las injusticias.
EXCRITURA DE LUIS O. TEDESCO
Apenas el silbido de la arboleda,
lo más leve,
el patio
y los cigarrillos.
Ni la medianera es real,
solo ladrillos,
el límite,
lo mudo al morir.
Tampoco el viejo limonero,
ya seco,
una sombra
y el pasto indolente.
Así pierdo la voz del alma,
soy inasible,
instantes,
un verso:
el ángel triste de un hombre triste.
Apenas el silbido de la arboleda,
lo más leve,
el patio
y los cigarrillos.
Ni la medianera es real,
solo ladrillos,
el límite,
lo mudo al morir.
Tampoco el viejo limonero,
ya seco,
una sombra
y el pasto indolente.
Así pierdo la voz del alma,
soy inasible,
instantes,
un verso:
el ángel triste de un hombre triste.
sábado, 14 de julio de 2018
EXCRITURA DE PASOLINI
Tuviste mucha suerte, amado Pier Paolo;
morir en ese descampado.
Claro que hace rato la veías venir,
eras otro condenado más.
Algo te hablaba entre tanto ruido,
¿la rabia?; y filmaste salomé.
También demostraste el gran teorema,
pero no sirvió de nada.
Y hasta lo viste en tu adorada juventud,
ese adiós al cuerpo sagrado.
Ahora todos le dicen neoliberalismo,
lo mismo, más destructivo.
Tuviste suerte en esa efímera pasión,
¡que importa la muerte!
Ay, querido Pier Paolo, si todavía vivieras,
serías un asqueroso burgués.
Tuviste mucha suerte, amado Pier Paolo;
morir en ese descampado.
Claro que hace rato la veías venir,
eras otro condenado más.
Algo te hablaba entre tanto ruido,
¿la rabia?; y filmaste salomé.
También demostraste el gran teorema,
pero no sirvió de nada.
Y hasta lo viste en tu adorada juventud,
ese adiós al cuerpo sagrado.
Ahora todos le dicen neoliberalismo,
lo mismo, más destructivo.
Tuviste suerte en esa efímera pasión,
¡que importa la muerte!
Ay, querido Pier Paolo, si todavía vivieras,
serías un asqueroso burgués.
viernes, 13 de julio de 2018
EXCRITURA DE UN LECTOR DE VALLEJO
El lector sonríe, perdido, al pensar esas imágenes:
la carne del llanto,
la fruta del gemido.
Quizás son las pastillas, -¿cuántas tomó?-,
que alteran los versos de Vallejo:
no hay toz hablada,
que no llegue a bruma.
Todavía no se da por vencido, insiste,
acaricia las palabras con miedo:
quiero decir muchísimo
y me atollo
Apenas sostiene, desconcertado, el libro
que lo aturde con su clamor último:
¡Vámonos, estoy herido,
vámonos a comer yerba!
El lector intenta olvidar sus inútiles pensamientos.
El lector sonríe, perdido, al pensar esas imágenes:
la carne del llanto,
la fruta del gemido.
Quizás son las pastillas, -¿cuántas tomó?-,
que alteran los versos de Vallejo:
no hay toz hablada,
que no llegue a bruma.
Todavía no se da por vencido, insiste,
acaricia las palabras con miedo:
quiero decir muchísimo
y me atollo
Apenas sostiene, desconcertado, el libro
que lo aturde con su clamor último:
¡Vámonos, estoy herido,
vámonos a comer yerba!
El lector intenta olvidar sus inútiles pensamientos.
jueves, 12 de julio de 2018
EXCRITURA DE HUIDOBRO
Pronto, lo sabemos, llega el pozo de las lágrimas;
aunque levantes las manos mudas,
un toldito en la frente,
y cierres los ojos para no ver más allá.
Sabemos que el camino nunca es derecho,
los monos reclaman su venganza,
una emboscada de gritos
y ya no sirve comprar el mejor ataúd.
Hasta los dulces pájaros de los atardeceres;
apenas pueden con su esqueleto,
el lamento de sus plumas
y solo cantan para olvidarse de la muerte del cielo.
Pronto, lo sabemos, llega el pozo de las lágrimas;
aunque levantes las manos mudas,
un toldito en la frente,
y cierres los ojos para no ver más allá.
Sabemos que el camino nunca es derecho,
los monos reclaman su venganza,
una emboscada de gritos
y ya no sirve comprar el mejor ataúd.
Hasta los dulces pájaros de los atardeceres;
apenas pueden con su esqueleto,
el lamento de sus plumas
y solo cantan para olvidarse de la muerte del cielo.
miércoles, 11 de julio de 2018
martes, 10 de julio de 2018
lunes, 9 de julio de 2018
domingo, 8 de julio de 2018
EXCRITURA DE LA RESIGNACIÓN
Creo que tengo cinco o seis lectores en todo el mundo,
y no sé si está bien o mal.
A Nabokov les gustaban las mariposas,
a Gelman, los Particulares,
a Hemingway, las corridas de toros,
a Dinensen, los africanos,
a Pessoa, los falsos heterónimos...
A mí, absolutamente nada;
creo que solo puedo escribir para esos cinco o seis lectores.
Creo que tengo cinco o seis lectores en todo el mundo,
y no sé si está bien o mal.
A Nabokov les gustaban las mariposas,
a Gelman, los Particulares,
a Hemingway, las corridas de toros,
a Dinensen, los africanos,
a Pessoa, los falsos heterónimos...
A mí, absolutamente nada;
creo que solo puedo escribir para esos cinco o seis lectores.
EXCRITURA DE MARK TWAIN
Sin ser un pitagórico, anduvo siempre entre números.
Miles de ocurrencias inverosímiles,
ríos y bromas,
todas historias infinitas.
Pero ya cerca del fin
multiplicó 2 x 2,
el resultado, claro, fue 44.
No pudo detenerse,
necesitaba conocer el gran secreto.
Y dentro de ese mundo
el misterio lo llevo a otros,
también disparatados,
increíbles,
pero, ay, tan crueles:
esos enigmas de la fragilidad,
el abismo de ser humano, ante la incertidumbre del horror.
Sin ser un pitagórico, anduvo siempre entre números.
Miles de ocurrencias inverosímiles,
ríos y bromas,
todas historias infinitas.
Pero ya cerca del fin
multiplicó 2 x 2,
el resultado, claro, fue 44.
No pudo detenerse,
necesitaba conocer el gran secreto.
Y dentro de ese mundo
el misterio lo llevo a otros,
también disparatados,
increíbles,
pero, ay, tan crueles:
esos enigmas de la fragilidad,
el abismo de ser humano, ante la incertidumbre del horror.
EXCRITURA DE ARNALDO CALVEYRA
Del hombre en la inmovilidad
y su mirada:
el agua de la fuente,
ningún alrededor,
solo ese transcurrir.
Todas las tardes,
ahí, afuera del tiempo.
Las ondulaciones tan leves,
sin imágenes
o la gota de un reflejo
entre tanto olvido.
El hombre detrás del hombre
ya está lejos,
así cuida las palabras
hasta que desaparezca el poema.
viernes, 6 de julio de 2018
EXCRITURA DE TU FU
El fondo mágico de las estrellas en la charca,
y la mirada inocente del sapo.
Ahora la noche es íntima quietud;
cerca, el amanecer de la guerra.
Aun no logro entender las sombras,
este refugio de árboles, tan altos,
para amparar a los cadáveres;
¿puedo sentir en la brisa
el temblor de miles y miles de cuerpos?
Ya el sapo saltó, para siempre, a las aguas negras.
El fondo mágico de las estrellas en la charca,
y la mirada inocente del sapo.
Ahora la noche es íntima quietud;
cerca, el amanecer de la guerra.
Aun no logro entender las sombras,
este refugio de árboles, tan altos,
para amparar a los cadáveres;
¿puedo sentir en la brisa
el temblor de miles y miles de cuerpos?
Ya el sapo saltó, para siempre, a las aguas negras.
miércoles, 4 de julio de 2018
EXCRITURA DE UN SOLO
En pocos segundos serán las nueve de la noche,
pero no tengo apetito,
tampoco quiero ver la televisión
o entrar al Facebook,
¿para qué?;
solo escribo por escribir
para saber que ya son las nueve y cinco
y solo esperar que pase otro día,
un ratito más,
que se caliente la pieza
para quitarme la ropa,
acostarme, prender el velador
sin ninguna esperanza, solo cansancio;
leer otra vez a Vallejo,
y que esos golpes tan fuertes
sean los heraldos de algún sueño,
olvidarme de mí unas horas
hasta despertar en otro lugar, cualquiera, muy lejos.
En pocos segundos serán las nueve de la noche,
pero no tengo apetito,
tampoco quiero ver la televisión
o entrar al Facebook,
¿para qué?;
solo escribo por escribir
para saber que ya son las nueve y cinco
y solo esperar que pase otro día,
un ratito más,
que se caliente la pieza
para quitarme la ropa,
acostarme, prender el velador
sin ninguna esperanza, solo cansancio;
leer otra vez a Vallejo,
y que esos golpes tan fuertes
sean los heraldos de algún sueño,
olvidarme de mí unas horas
hasta despertar en otro lugar, cualquiera, muy lejos.
martes, 3 de julio de 2018
EXCRITURA DE ROBERTO JUARROZ
La experiencia revelada de lo infinito en lo finito,
lo imposible en lo posible,
quizás el pensamiento de una rosa.
Así se imponen las palabras en tu poesía,
te engañan con sus juegos,
su consuelo para olvidar a los huesos.
Pero en el fondo del vivir, fatal,
siempre ese aullido desesperado ante la luna, ciega.
La experiencia revelada de lo infinito en lo finito,
lo imposible en lo posible,
quizás el pensamiento de una rosa.
Así se imponen las palabras en tu poesía,
te engañan con sus juegos,
su consuelo para olvidar a los huesos.
Pero en el fondo del vivir, fatal,
siempre ese aullido desesperado ante la luna, ciega.
sábado, 30 de junio de 2018
viernes, 29 de junio de 2018
jueves, 28 de junio de 2018
EXCRITURA DE LUIS O. TEDESCO
Colgado de la neblina, se confunde con la luz mala
o una herida, rojiza, bamboleante;
¿así es como se aparece Lo imposible?
Todos los fantasmas huyen de miedo,
un brillo decidido de metal
en los pastos del potrero, abierto.
Desde la ventana apenitas, afuera
el cambio es un aviso,
una invitación para ser eterno.
Estas metátoras aun son el asombro
ya cansado por los siglos,
palabra inútiles ante el milagro.
Por todas partes, aquí, allá, lejos...implacable,
su inmensidad abre los ojos:
otra vez llegó, sin pedir permiso, el amanecer al barrio
Colgado de la neblina, se confunde con la luz mala
o una herida, rojiza, bamboleante;
¿así es como se aparece Lo imposible?
Todos los fantasmas huyen de miedo,
un brillo decidido de metal
en los pastos del potrero, abierto.
Desde la ventana apenitas, afuera
el cambio es un aviso,
una invitación para ser eterno.
Estas metátoras aun son el asombro
ya cansado por los siglos,
palabra inútiles ante el milagro.
Por todas partes, aquí, allá, lejos...implacable,
su inmensidad abre los ojos:
otra vez llegó, sin pedir permiso, el amanecer al barrio
miércoles, 27 de junio de 2018
EXCRITURA DE PESSOA
Nuestra máscara de cada día es una pálida sonrisa.
Adentro, vemos muros y mortajas,
inútil la fiesta del sol.
Ni valles encantados ni montañas libres,
apenas cemento mudo.
Detenidos frente a las miserias,
miramos vidrieras.
Todavía, ciegos, algunos esperan...
y yo, otra vez, camino por mi ciudad.
La vida, a veces, la tocamos con la punta de los dedos.
Nuestra máscara de cada día es una pálida sonrisa.
Adentro, vemos muros y mortajas,
inútil la fiesta del sol.
Ni valles encantados ni montañas libres,
apenas cemento mudo.
Detenidos frente a las miserias,
miramos vidrieras.
Todavía, ciegos, algunos esperan...
y yo, otra vez, camino por mi ciudad.
La vida, a veces, la tocamos con la punta de los dedos.
EXCRITURA DE DISCÉPOLO
Si llegás a escuchar a este viejo otario,
después de reventar los timbres,
andar en la vía,
sin yerba
ni una estampita,
y frente a la televisión
solo querés escupir,
con ese dolor que muerde,
el alma ya quebrada,
sin amigos
ni un poco amor,
y a nadie que le importe...
vos también, desesperado, vas a ladrar.
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