sábado, 18 de noviembre de 2017

26

Demasiado es el calor en la city porteña,
a las dos de la tarde
por  la calle Libertad.
Apurados van los cuerpos,
la vereda los atrae,
junta sus olores.
Pero ahí, detenida en el brillo,
una vieja pordiosera,
desnuda,
feliz como un ángel,
con una manguera fresca limpia sus huesos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario