miércoles, 1 de noviembre de 2017

EL LUGAR

Solo déjenme mirar hervir la olla,
sobre una cabeza de vaca
o directamente en el suelo.
Ese largo silencio del vapor,
el secreto de mis palabras.
Así todavía soy ese niño,
ando el campo y ando el cielo,
me trepo al árbol más alto.
Déjenme... en la televisión
el mundo se ve muy oscuro.
Así la espera calma el tiempo,
durante un ratito, sabroso.
Aun inmóvil, sale la pregunta:
¿todavía puedo estar en esta vida?

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