EXCRITURA DE LEÓN FELIPE
Hace rato que no vuelve a pasar,
ni rastros de sus aventuras.
O viajará en auto, rapidísimo,
sin respetar las señales.
Apenas para contaminar un poco,
dejará humo en el viento.
Hace rato, y miro a la llanura:
sus bloques de cemento.
Será que se volvió a enloquecer,
aunque no creo que lea.
Claro que con tanto Hollywood,
destrucción y final feliz...
Quizás ahora aquel Don Quijote,
solo sueña con las finanzas.
miércoles, 31 de enero de 2018
lunes, 29 de enero de 2018
EXCRITURA DEL POETA.
Nunca sabe bien por dónde anda
y a veces, ni cómo volver.;
hace rato -¿siempre?- no le importa.
Come de vez en cuando
y si se acuerda...se baña.
Alguien debe saber su nombre,
suelen chiflarle como a los perros.
Pero todos los días
con un pedazo de carbón,
bien negro, en la mano.
Y de pronto se arrodilla, para,
en cualquier vereda...
Nadie entiende lo que escribe,
a todos les da risa,
también a él, sus manos sucias;
aunque muchas veces -¿siempre?- él llora.
Nunca sabe bien por dónde anda
y a veces, ni cómo volver.;
hace rato -¿siempre?- no le importa.
Come de vez en cuando
y si se acuerda...se baña.
Alguien debe saber su nombre,
suelen chiflarle como a los perros.
Pero todos los días
con un pedazo de carbón,
bien negro, en la mano.
Y de pronto se arrodilla, para,
en cualquier vereda...
Nadie entiende lo que escribe,
a todos les da risa,
también a él, sus manos sucias;
aunque muchas veces -¿siempre?- él llora.
domingo, 28 de enero de 2018
EXCRITURA DE DIOS
¿Dios es el sentido?
¿un operador telefónico metafísico?
¿los ojos del amor?
¿las desesperaciones desesperadas?
¿un niño que juega?
¿la vieja moda de los milagros?
¿una rosa sin pétalos?
¿un perro destripado en la ruta?
¿la lluvia del sol?
¿esa única canción de la primavera?
¿el poema de un infeliz?
¿Dios es la pregunta?
¿Dios es el sentido?
¿un operador telefónico metafísico?
¿los ojos del amor?
¿las desesperaciones desesperadas?
¿un niño que juega?
¿la vieja moda de los milagros?
¿una rosa sin pétalos?
¿un perro destripado en la ruta?
¿la lluvia del sol?
¿esa única canción de la primavera?
¿el poema de un infeliz?
¿Dios es la pregunta?
sábado, 27 de enero de 2018
EXCRITURA DEL TRÁNSITO
En el último sol, pesado, de cualquier tarde
la incertidumbre viaja en los autos.
Algunos apuestan todo a la velocidad,
otros eligen el carril de la cautela.
El gran enemigo es la Avenida;
a esa hora la odian, nunca termina.
Nadie repara en sus arboledas,
los destellos en el asfalto caliente...
Alguien, sí, disfruta la brisa en un puente,
solo, la mirada abierta a la lejanía.
Sus movimientos son delicados,
leves, una caricia a la cornisa.
Ya no es un hombre, apenas una silueta,
desde hace rato espera ese camión,
ahora abre sus brazos y salta a la certidumbre
En el último sol, pesado, de cualquier tarde
la incertidumbre viaja en los autos.
Algunos apuestan todo a la velocidad,
otros eligen el carril de la cautela.
El gran enemigo es la Avenida;
a esa hora la odian, nunca termina.
Nadie repara en sus arboledas,
los destellos en el asfalto caliente...
Alguien, sí, disfruta la brisa en un puente,
solo, la mirada abierta a la lejanía.
Sus movimientos son delicados,
leves, una caricia a la cornisa.
Ya no es un hombre, apenas una silueta,
desde hace rato espera ese camión,
ahora abre sus brazos y salta a la certidumbre
EXCRITURA DE PREVERT
Ya se sabe, cada uno con su propio circo:
el domador con la cabeza en el león,
en la tele los grandes chismes,
los drones silenciosos en Medio Oriente,
Doña Herminda con su vereda.
Yo todavía entro a las palabras de Prevert,
casi no las leo, solo las toco:
sé que ahí sonríe mi madrina,
y a veces puedo darle algún beso.
Lástima que al irse me quedé sin ningún circo.
Ya se sabe, cada uno con su propio circo:
el domador con la cabeza en el león,
en la tele los grandes chismes,
los drones silenciosos en Medio Oriente,
Doña Herminda con su vereda.
Yo todavía entro a las palabras de Prevert,
casi no las leo, solo las toco:
sé que ahí sonríe mi madrina,
y a veces puedo darle algún beso.
Lástima que al irse me quedé sin ningún circo.
EXCRITURA DE LOS FIELES
Solo el dolor irreparable salva a los fieles,
la respiración de sus miserias;
esa insostenible carga
al andar de los días de la vida.
En cualquier lugar, a cualquier hora,
ante el desamparo del cielo;
sus nubes negras
que anuncian la gran tormenta.
Solo el dolor del abismo, esa mueca atroz,
el poder de la humillación,
las burlas de la justicia....
A los fieles los une la felicidad.
Solo el dolor irreparable salva a los fieles,
la respiración de sus miserias;
esa insostenible carga
al andar de los días de la vida.
En cualquier lugar, a cualquier hora,
ante el desamparo del cielo;
sus nubes negras
que anuncian la gran tormenta.
Solo el dolor del abismo, esa mueca atroz,
el poder de la humillación,
las burlas de la justicia....
A los fieles los une la felicidad.
viernes, 26 de enero de 2018
jueves, 25 de enero de 2018
EXCRITURA DE ALFONSINA STORNI
Siempre me deslumbró esa primera frase, perfecta:
"dientes de flores";
y la escribo y me estalla
la cabeza, el cuerpo, toda la vida.
Claro que ni siquiera es un verso completo,
aunque no sé, dudo...
Creo que esa imagen es real,
ya no me queda ningún pétalo sano.
Ahora tengo que juntar mis pedacitos
y después, ay, el olvido.
Cualquier intento es inútil
ante la semántica de la única decisión.
Lástima no estar cerca del mar,
pero es tan cansadora la pantalla en blanco;
así que me voy a dormir.
Un pedido: no llamen, el celu se quedó sin batería.
Siempre me deslumbró esa primera frase, perfecta:
"dientes de flores";
y la escribo y me estalla
la cabeza, el cuerpo, toda la vida.
Claro que ni siquiera es un verso completo,
aunque no sé, dudo...
Creo que esa imagen es real,
ya no me queda ningún pétalo sano.
Ahora tengo que juntar mis pedacitos
y después, ay, el olvido.
Cualquier intento es inútil
ante la semántica de la única decisión.
Lástima no estar cerca del mar,
pero es tan cansadora la pantalla en blanco;
así que me voy a dormir.
Un pedido: no llamen, el celu se quedó sin batería.
miércoles, 24 de enero de 2018
EXCRITURA DE MONTAIGNE
A cada instante, ahí, las sorpresas
entre mi aburrida experiencia
y estos vacilantes ensayos.
Inútil cualquier intento:
el artificio de un orden.
Tampoco el fácil recurso,
la cita de algún clásico.
Retirado, tan adentro,
a veces viajo muy lejos.
Si pudiera tocar el silencio,
a mis hijos muertos.
Pero solo ante la gran sombra,
qué sé yo...ni siquiera nada.
Y así se pasa esta vida,
apenas la piel herida de una frase.
A cada instante, ahí, las sorpresas
entre mi aburrida experiencia
y estos vacilantes ensayos.
Inútil cualquier intento:
el artificio de un orden.
Tampoco el fácil recurso,
la cita de algún clásico.
Retirado, tan adentro,
a veces viajo muy lejos.
Si pudiera tocar el silencio,
a mis hijos muertos.
Pero solo ante la gran sombra,
qué sé yo...ni siquiera nada.
Y así se pasa esta vida,
apenas la piel herida de una frase.
martes, 23 de enero de 2018
33
Voy a volver a entrar a la iglesia,
ese residuo de este mundo.
Ya no pienso en Pasolini o Weil,
tampoco en mi Padrecito.
A cada paso, tiembla la escalinata,
y crece su enigma.
Sé que nada me pertenece,
todo es un simple don.
Vuelvo a elegir a la penumbra,
pero no me importan mis pecados.
Todos los lugares son uno,
solo que no existe...
Ahí está el dolor crucificado,
el altar de la única luz
otra vez bendice a mi llanto.
Volví, rezo por un poco de amparo.
FIN
Voy a volver a entrar a la iglesia,
ese residuo de este mundo.
Ya no pienso en Pasolini o Weil,
tampoco en mi Padrecito.
A cada paso, tiembla la escalinata,
y crece su enigma.
Sé que nada me pertenece,
todo es un simple don.
Vuelvo a elegir a la penumbra,
pero no me importan mis pecados.
Todos los lugares son uno,
solo que no existe...
Ahí está el dolor crucificado,
el altar de la única luz
otra vez bendice a mi llanto.
Volví, rezo por un poco de amparo.
FIN
32
Solo me detengo a mirar las flores,
en la vereda, sin nombre,
un largo rato hasta olvidarlas;
y a veces...¿me miran?
Hace varios días dejé de comer,
mis labios partidos,
los pensamientos aun mas confusos.
A la tarde espero a la brisa,
en el fondo de casa,
de pie, casi desnudo;
quiero que me sacuda las ramas,
invisible en el aire,
que se lleve mis huesos la piedad.
Pero igual nada ha cambiado,
en realidad, busco ser polvo...
Siempre ante la puerta de la iglesia
Solo me detengo a mirar las flores,
en la vereda, sin nombre,
un largo rato hasta olvidarlas;
y a veces...¿me miran?
Hace varios días dejé de comer,
mis labios partidos,
los pensamientos aun mas confusos.
A la tarde espero a la brisa,
en el fondo de casa,
de pie, casi desnudo;
quiero que me sacuda las ramas,
invisible en el aire,
que se lleve mis huesos la piedad.
Pero igual nada ha cambiado,
en realidad, busco ser polvo...
Siempre ante la puerta de la iglesia
lunes, 22 de enero de 2018
31
Ya cerré con llave todas las puertas;
y una por una,
las ventanas.
Solo una luz,
la lamparita del cielo raso.
Apenas estar así,
en ningún lugar.
Al fin afuera de mí,
adentro y lejos,
mudo de espanto...
No esperar el esperar,
un milagro.
Un cigarrillo.
y la mano tiembla,
hoy necesito que entre en mí la iglesia.
Ya cerré con llave todas las puertas;
y una por una,
las ventanas.
Solo una luz,
la lamparita del cielo raso.
Apenas estar así,
en ningún lugar.
Al fin afuera de mí,
adentro y lejos,
mudo de espanto...
No esperar el esperar,
un milagro.
Un cigarrillo.
y la mano tiembla,
hoy necesito que entre en mí la iglesia.
30
Solo ante un mantero en Laferrere,
las incertidumbres:
el sentido de la vida.
Entre artesanías y gorritas:
esas cadenitas con curicifijos.
El precio es casi el mismo,
Yo recuerdo a Pascal,
su apuesta sin garantías.
Difícil decidir...
Todas son iguales,
todas tan distintas.
El mantero habla de otra cosa,
calidad, materiales, modas.
Yo me pregunto: ¿cuál será mi cruz?
Solo ante un mantero en Laferrere,
las incertidumbres:
el sentido de la vida.
Entre artesanías y gorritas:
esas cadenitas con curicifijos.
El precio es casi el mismo,
Yo recuerdo a Pascal,
su apuesta sin garantías.
Difícil decidir...
Todas son iguales,
todas tan distintas.
El mantero habla de otra cosa,
calidad, materiales, modas.
Yo me pregunto: ¿cuál será mi cruz?
29
Muchos son los que creen que el mal,
en cualquiera de sus formas,
como este mundo, es el demonio.
Puede ser,
¿y entonces?
Yo solo pienso en Maldoror y su perro,
voy desesperado tras sus huellas.
Quiero comprender a la furia
y el desamparo absoluto del dolor
Pero también es inútil,
apenas algunos tontos trucos poéticos,
una gran fe de ratas
-o mejor, todo junto.
Sé que la cruz solo significa la cruz.
No tiene ningún sentido la palabra iglesia.
Muchos son los que creen que el mal,
en cualquiera de sus formas,
como este mundo, es el demonio.
Puede ser,
¿y entonces?
Yo solo pienso en Maldoror y su perro,
voy desesperado tras sus huellas.
Quiero comprender a la furia
y el desamparo absoluto del dolor
Pero también es inútil,
apenas algunos tontos trucos poéticos,
una gran fe de ratas
-o mejor, todo junto.
Sé que la cruz solo significa la cruz.
No tiene ningún sentido la palabra iglesia.
domingo, 21 de enero de 2018
28
En la dulce marihuana no está la iglesia,
tampoco en el vino barato.
No está en el miedo a la noche,
ni a los infalibles drones.
No se la ve en los basurales,
en la agonía de los bosques.
No grita con los niños calcinados
o los ancianos sin compañía.
Menos en la televisión
y su ecuménico mensaje de guerra.
¿Será inútil buscar su refugio,
la mejor de las burlas del mal?
Nada sé de la verdadera iglesia,
sus ofrendas y sus pórticos....
Aunque quizás Jesús esté en mi corazón.
En la dulce marihuana no está la iglesia,
tampoco en el vino barato.
No está en el miedo a la noche,
ni a los infalibles drones.
No se la ve en los basurales,
en la agonía de los bosques.
No grita con los niños calcinados
o los ancianos sin compañía.
Menos en la televisión
y su ecuménico mensaje de guerra.
¿Será inútil buscar su refugio,
la mejor de las burlas del mal?
Nada sé de la verdadera iglesia,
sus ofrendas y sus pórticos....
Aunque quizás Jesús esté en mi corazón.
26
¿Qué es lo que se consagra en cada consagración?
El sacerdota alza la hostia,
tan poco pesa ese cuerpo.
Por supuesto, es parte del misterio:
solo se necesita a la Fe.
Después, el canibalismo
para completa al ritual.
No puedo comulgar, siento arcadas...
Prefiero no pensar, irme,
alejarme de símbolos rotos.
Pero, aun lejos, la misma escena,
aun veo a la hostia y la cruz:
¿Quién consagrará los cuerpos humillados,
alguien partirá y tragara a los corazones aun vivos?
¿Qué es lo que se consagra en cada consagración?
El sacerdota alza la hostia,
tan poco pesa ese cuerpo.
Por supuesto, es parte del misterio:
solo se necesita a la Fe.
Después, el canibalismo
para completa al ritual.
No puedo comulgar, siento arcadas...
Prefiero no pensar, irme,
alejarme de símbolos rotos.
Pero, aun lejos, la misma escena,
aun veo a la hostia y la cruz:
¿Quién consagrará los cuerpos humillados,
alguien partirá y tragara a los corazones aun vivos?
sábado, 20 de enero de 2018
viernes, 19 de enero de 2018
23
Esa delicada paloma es el Espíritu Santo;
abierta sus alas de cielo,
casi vuela
dentro del círculo de colores:
verde, amarillo, azul.
Su belleza es la sencillez,
sin ningún sponsor...
La única esperanza
para ser una verdadera humanidad.
Lástima que solo es un dibujo:
el Espirítu Santo ya no quiere descender.
Esa delicada paloma es el Espíritu Santo;
abierta sus alas de cielo,
casi vuela
dentro del círculo de colores:
verde, amarillo, azul.
Su belleza es la sencillez,
sin ningún sponsor...
La única esperanza
para ser una verdadera humanidad.
Lástima que solo es un dibujo:
el Espirítu Santo ya no quiere descender.
jueves, 18 de enero de 2018
22
Hoy no hay una sola alma en la puerta de la iglesia,
tanto calor derrite hasta a la Fe.
Apenas entro, no veo nada;
quizás sea un simple efecto,
el contraste del sol y la penumbra.
Aún no sé dónde, tanteando,
pero ya elegí mi lugar.
Es claro que no puede pasar nada,
solo las mismas incertidumbres.
Todos los vitrales me observan sin pudor
y, lejos, una joven arrodillada...
Voy a esperar hasta ver su rostro.
Cuando sale, la sigo:
un sendero verde que dobla hacía el otro lado,
rodea sigiloso a la iglesia,
un pasaje abierto para escapar del sol,
y mesas, bancos, solitarios.
Allí, increíble, hay una inmensa arboleda,
una sombra celestial
y se puede escuchar cantar al viento.
Ay, pero solo quisiera saber dónde se metió esa joven.
Hoy no hay una sola alma en la puerta de la iglesia,
tanto calor derrite hasta a la Fe.
Apenas entro, no veo nada;
quizás sea un simple efecto,
el contraste del sol y la penumbra.
Aún no sé dónde, tanteando,
pero ya elegí mi lugar.
Es claro que no puede pasar nada,
solo las mismas incertidumbres.
Todos los vitrales me observan sin pudor
y, lejos, una joven arrodillada...
Voy a esperar hasta ver su rostro.
Cuando sale, la sigo:
un sendero verde que dobla hacía el otro lado,
rodea sigiloso a la iglesia,
un pasaje abierto para escapar del sol,
y mesas, bancos, solitarios.
Allí, increíble, hay una inmensa arboleda,
una sombra celestial
y se puede escuchar cantar al viento.
Ay, pero solo quisiera saber dónde se metió esa joven.
21
¿Después de comulgar flotabas entre los hombres?
¿Abrías el cielo a las gaviotas?
¿Los ángeles se sostenían en tus hombros?
¿Volvías a la piel de la luz?
¿Los niños ciegos tocaban la flauta?
¿La ciudad era nada más que otro milagro?
¿Veías el fuego en los árboles?
¿Un choripán era el misterio?
¿El sexo te revelaba sus plegarias?
¿Los basureros bendecían la pudrición?
¿Las palabras escribían tus poemas?
Lo sé, después de comulgar encontrabas el éxtasis.
¿Después de comulgar flotabas entre los hombres?
¿Abrías el cielo a las gaviotas?
¿Los ángeles se sostenían en tus hombros?
¿Volvías a la piel de la luz?
¿Los niños ciegos tocaban la flauta?
¿La ciudad era nada más que otro milagro?
¿Veías el fuego en los árboles?
¿Un choripán era el misterio?
¿El sexo te revelaba sus plegarias?
¿Los basureros bendecían la pudrición?
¿Las palabras escribían tus poemas?
Lo sé, después de comulgar encontrabas el éxtasis.
miércoles, 17 de enero de 2018
19
Digo,¿Pat Metheny también es una iglesia?
Supongo que sí, lo creo
cuando laten así sus cuerdas
o al despertar otro acorde,
casi secreto, tan sencillo como imposible.
Nada más que con su guitarra,
al amparo de la música;
como si las manos
que son suyas...no fueran suyas.
Sí, no hay dudas, Pat Metheny es una iglesia.
Digo,¿Pat Metheny también es una iglesia?
Supongo que sí, lo creo
cuando laten así sus cuerdas
o al despertar otro acorde,
casi secreto, tan sencillo como imposible.
Nada más que con su guitarra,
al amparo de la música;
como si las manos
que son suyas...no fueran suyas.
Sí, no hay dudas, Pat Metheny es una iglesia.
18
Varias veces había cruzado su serena bondad,
instantes, esa sonrisa limpia;
el andar de sus manos abiertas,
el silencio de su voz
Creí que podía ayudarme, ver,
encontrar mi consuelo.
Su sotana era vieja y humilde,
me acerqué unos pocos pasos.
Hijo, qué es lo que aflije a tu corazón.
No respondí nada,
en la penumbra de un rincón solo pude llorar.
Varias veces había cruzado su serena bondad,
instantes, esa sonrisa limpia;
el andar de sus manos abiertas,
el silencio de su voz
Creí que podía ayudarme, ver,
encontrar mi consuelo.
Su sotana era vieja y humilde,
me acerqué unos pocos pasos.
Hijo, qué es lo que aflije a tu corazón.
No respondí nada,
en la penumbra de un rincón solo pude llorar.
martes, 16 de enero de 2018
14
Ese viejito casi sin ningún diente
que prepara garrapiñadas,
todas las tardes
y les sonríe a los creyentes.
Y si le comprás,
a su manera,
él te da su bendición,
por la Virgen
y por Dios, gracias.
Claro que busca sobrevivir,
hace su negocio,
y consiguió un buen lugar:
tranquilo,
a la sombra.
Además, apenas es otro hombre,
seguro tendrá sus pecados,
o ni siquiera creerá...
Quizás nunca entró a rezar,
ni le preocupa,
solo cumple su horario:
él hace su trabajo
y carga a su propia cruz.
Todas las tardes...
¿ese viejito, afuera, no será la iglesia?
Ese viejito casi sin ningún diente
que prepara garrapiñadas,
todas las tardes
y les sonríe a los creyentes.
Y si le comprás,
a su manera,
él te da su bendición,
por la Virgen
y por Dios, gracias.
Claro que busca sobrevivir,
hace su negocio,
y consiguió un buen lugar:
tranquilo,
a la sombra.
Además, apenas es otro hombre,
seguro tendrá sus pecados,
o ni siquiera creerá...
Quizás nunca entró a rezar,
ni le preocupa,
solo cumple su horario:
él hace su trabajo
y carga a su propia cruz.
Todas las tardes...
¿ese viejito, afuera, no será la iglesia?
11
Hoy un centenar de fieles llenan la iglesia,
claro, es domingo.
Pero mientras transcurre la misa,
sus ritos y oraciones,
yo observo esas figuras, sus rostros.
Siempre a tiempo, exactos,
sin dudar, se levantan
y se sientan...
Recuerdo a los autos en el estacionamiento,
a los mercaderes del templo.
Me cuesta, mucho, permanecer ahí;
veo máscaras a plazo fijo,
aun de rodillas,
incluso ante la sublime consagración:
quiero irme hasta el desierto.
Sin embargo, aguardo el final,
hasta que no quede nadie,
nada más que algún espíritu.
Todavía demasiadas cosas no entiendo;
pero no me arrodillo al salir,
y le pido perdón al verdadero pueblo de Dios.
Hoy un centenar de fieles llenan la iglesia,
claro, es domingo.
Pero mientras transcurre la misa,
sus ritos y oraciones,
yo observo esas figuras, sus rostros.
Siempre a tiempo, exactos,
sin dudar, se levantan
y se sientan...
Recuerdo a los autos en el estacionamiento,
a los mercaderes del templo.
Me cuesta, mucho, permanecer ahí;
veo máscaras a plazo fijo,
aun de rodillas,
incluso ante la sublime consagración:
quiero irme hasta el desierto.
Sin embargo, aguardo el final,
hasta que no quede nadie,
nada más que algún espíritu.
Todavía demasiadas cosas no entiendo;
pero no me arrodillo al salir,
y le pido perdón al verdadero pueblo de Dios.
9
Sin poder poder dormir la larga noche,
un hueco de insomnio,
sus alambres de preguntas,
las cadenas de incertidumbre.
Pero apenas salió el sol,
esos hilitos de luz,
urgente, necesité ir a la iglesia.
Al andar casi soñaba,
caminaban mis piernas,
y algo me latía muy fuerte.
Cuando llegué hasta su puerta,
sin vacilar, me detuve;
solo estaba solo,
ese hueco era mi ser.
Ya estallaba la mañana,
su encandilamiento.
Al fin sentí otro calor,
que llegaba del más adentro.
Alrededor nada,
todo era en mí;
así que volví a casa a dormir en paz.
Sin poder poder dormir la larga noche,
un hueco de insomnio,
sus alambres de preguntas,
las cadenas de incertidumbre.
Pero apenas salió el sol,
esos hilitos de luz,
urgente, necesité ir a la iglesia.
Al andar casi soñaba,
caminaban mis piernas,
y algo me latía muy fuerte.
Cuando llegué hasta su puerta,
sin vacilar, me detuve;
solo estaba solo,
ese hueco era mi ser.
Ya estallaba la mañana,
su encandilamiento.
Al fin sentí otro calor,
que llegaba del más adentro.
Alrededor nada,
todo era en mí;
así que volví a casa a dormir en paz.
8
De esas señales en el vacío, escribe,
y de las despedidas sin haber llegadas.
Yo creo entender a esos versos,
pero mi piel no es la de Hugo Mujica,
las visiones de un sacerdote
con sus enigmas y sus revelaciones.
Sin embargo, aunque los repita,
¿puedo ver la fe en el poema?
Esa anciana, sola, en la primera fila,
un espíritu vestido de negro,
apretado El Libro entre sus manos...
apenas respira, acaso murmura.
Lo sé, preguntarle es inútil
el misterio crece en sus huesitos;
ningún vacío: el simple encuentro,
ella ya liberó a las palabras del mundo.
De esas señales en el vacío, escribe,
y de las despedidas sin haber llegadas.
Yo creo entender a esos versos,
pero mi piel no es la de Hugo Mujica,
las visiones de un sacerdote
con sus enigmas y sus revelaciones.
Sin embargo, aunque los repita,
¿puedo ver la fe en el poema?
Esa anciana, sola, en la primera fila,
un espíritu vestido de negro,
apretado El Libro entre sus manos...
apenas respira, acaso murmura.
Lo sé, preguntarle es inútil
el misterio crece en sus huesitos;
ningún vacío: el simple encuentro,
ella ya liberó a las palabras del mundo.
7
Éramos, apenas, seis o siete
los que oían el Ave María.
La escena era novedosa,
pero era la misma iglesia:
la voz, grabada, neutral,
para la oración sagrada.
Una y otra vez, ídénticas
las mismas modulaciones.
El rezo era un artificio,
una presencia de los parlantes.
Y sin embargo, ocurría,
aunque me resultara ajeno.
Yo pensé en esa pobre mujer,
sus inevitables nauseas,
los dolores del parto,
gemidos, sangre, mierda...
y el milagro de la vida.
Y a pesar del fastidio,
las palabras mecánicas,
pude sentir ese don del nacer.
Éramos, apenas, seis o siete
los que oían el Ave María.
La escena era novedosa,
pero era la misma iglesia:
la voz, grabada, neutral,
para la oración sagrada.
Una y otra vez, ídénticas
las mismas modulaciones.
El rezo era un artificio,
una presencia de los parlantes.
Y sin embargo, ocurría,
aunque me resultara ajeno.
Yo pensé en esa pobre mujer,
sus inevitables nauseas,
los dolores del parto,
gemidos, sangre, mierda...
y el milagro de la vida.
Y a pesar del fastidio,
las palabras mecánicas,
pude sentir ese don del nacer.
lunes, 15 de enero de 2018
6
Ya sabe, el Padrecito era fanático de Racing;
yo, Boca.
Aunque era bien peronista,
igual que yo.
Tonterías, distracciones,
la vida verdadera es otra cosa.
En la villa encandilaba su sonrisa,
su palabra era pan celestial.
Hasta lo invitaban a la televisión.
Allí confesó, una vez, su deseo:
morir por los pobres.
Por suerte o desgracia,
así fue,
nadie duda que a su deseo lo cumplió Dios.
Ya sabe, el Padrecito era fanático de Racing;
yo, Boca.
Aunque era bien peronista,
igual que yo.
Tonterías, distracciones,
la vida verdadera es otra cosa.
En la villa encandilaba su sonrisa,
su palabra era pan celestial.
Hasta lo invitaban a la televisión.
Allí confesó, una vez, su deseo:
morir por los pobres.
Por suerte o desgracia,
así fue,
nadie duda que a su deseo lo cumplió Dios.
5
Como suele ocurrir, deben tener razón los versos de Gelman,
al decir que esas enfermeras locas
bien podrían ser Dios.
De casualidad, ayer lo vi:
un hambriento en la puerta de la iglesia,
ya ni pedía una limosna;
pero un monjita le trajo agua
y buen pedazo de pan, bendecido.
Claro que no quise ser un estúpido,
y si preguntaba sería inútil,
ella negaría la verdad del poeta.
¿Pero alguien sensato puede dudar que era una de esas enfermeras?
Como suele ocurrir, deben tener razón los versos de Gelman,
al decir que esas enfermeras locas
bien podrían ser Dios.
De casualidad, ayer lo vi:
un hambriento en la puerta de la iglesia,
ya ni pedía una limosna;
pero un monjita le trajo agua
y buen pedazo de pan, bendecido.
Claro que no quise ser un estúpido,
y si preguntaba sería inútil,
ella negaría la verdad del poeta.
¿Pero alguien sensato puede dudar que era una de esas enfermeras?
4
Aquí no llega ni el frío ni el calor;
otro debe ser el aire
o acaso el mundo.
Claro que hay iglesias pobres,
muchas, vaya uno a saber.
Tantos cuerpos transpirados,
pocas ventanas, el sol.
Pero estas son solo excusas;
hace días que eludo,
esos pasitos al confesionario.
No lo puedo entender,
¿por qué contar mis pecados?
Además, tampoco imagino,
en ese rinconcito oscuro,
a la temperatura real de mi alma.
Aquí no llega ni el frío ni el calor;
otro debe ser el aire
o acaso el mundo.
Claro que hay iglesias pobres,
muchas, vaya uno a saber.
Tantos cuerpos transpirados,
pocas ventanas, el sol.
Pero estas son solo excusas;
hace días que eludo,
esos pasitos al confesionario.
No lo puedo entender,
¿por qué contar mis pecados?
Además, tampoco imagino,
en ese rinconcito oscuro,
a la temperatura real de mi alma.
2
Ya sé que a las tardecitas casi no hay nadie,
apenas ocultas, unas sombras,
y ese silencio es un vacío tan raro,
como si estuviera lleno de paz.
Sin embargo, aun no siento la Fe;
solo permanezco con mis preguntas.
En verdad, creo que no pienso,
veo el decorado que habla, mudo.
Es cierto que olvido el tiempo,
pueden ser minutos o una hora.
Una sombra se levanta y se arrodilla,
nada cambia en el altar,
las velas mantiene sus llamas.
Perovoy a intentar, voy a aprender ese gesto.
Ya sé que a las tardecitas casi no hay nadie,
apenas ocultas, unas sombras,
y ese silencio es un vacío tan raro,
como si estuviera lleno de paz.
Sin embargo, aun no siento la Fe;
solo permanezco con mis preguntas.
En verdad, creo que no pienso,
veo el decorado que habla, mudo.
Es cierto que olvido el tiempo,
pueden ser minutos o una hora.
Una sombra se levanta y se arrodilla,
nada cambia en el altar,
las velas mantiene sus llamas.
Perovoy a intentar, voy a aprender ese gesto.
EXCRUTIRAS DE UN CONVERSIÓN
1
Todavía no sé por qué voy a entrar a la Iglesia;
al verla no lo pude evitar, ¿qué?,
si ahí estuvo siempre, tan severa,
casi invisible en el paisaje urbano;
el enigma acaso es gratuito, un desliz.
Quizás me engañan pensar en Weil
o Pasolini o nuestro Padrecito.
Pero, a cada paso, en la escalinata,
ya siento otro temblor, lejano,
me viene desde los pies y no termina.
Tampoco puedo detenerme, peor:
algo empuja a todo mi cuerpo.
Abierta, esa puerta me mira;
en la leve penumbra, desconcertado,
rápido, elijo a la última fila..
Aun no logro levantar los ojos,
el dolor del crucificado me ciega;
solo rendida mi alma, solo el llanto sin bendición.
1
Todavía no sé por qué voy a entrar a la Iglesia;
al verla no lo pude evitar, ¿qué?,
si ahí estuvo siempre, tan severa,
casi invisible en el paisaje urbano;
el enigma acaso es gratuito, un desliz.
Quizás me engañan pensar en Weil
o Pasolini o nuestro Padrecito.
Pero, a cada paso, en la escalinata,
ya siento otro temblor, lejano,
me viene desde los pies y no termina.
Tampoco puedo detenerme, peor:
algo empuja a todo mi cuerpo.
Abierta, esa puerta me mira;
en la leve penumbra, desconcertado,
rápido, elijo a la última fila..
Aun no logro levantar los ojos,
el dolor del crucificado me ciega;
solo rendida mi alma, solo el llanto sin bendición.
domingo, 14 de enero de 2018
EXCRITURA DE WALTER BENJAMIN
Toda la vida recolectando citas sueltas,
restos de alguna verdad,
condenado, lúcido y feliz.
No le importaba quién era el autor,
él confiaba en La Lengua,
su oculta revelación,
las huellas del paraíso.
Las anotaba en cualquier papel,
también las soñaba,
quería despertar al enigma.
Siempre, hasta la última frontera.
Nunca perdió la fe,
sabía que en esas palabras nacía el mesías.
Toda la vida recolectando citas sueltas,
restos de alguna verdad,
condenado, lúcido y feliz.
No le importaba quién era el autor,
él confiaba en La Lengua,
su oculta revelación,
las huellas del paraíso.
Las anotaba en cualquier papel,
también las soñaba,
quería despertar al enigma.
Siempre, hasta la última frontera.
Nunca perdió la fe,
sabía que en esas palabras nacía el mesías.
sábado, 13 de enero de 2018
EXCRITURA DE UNA FUENTE
Varios alrededor de la fuente de la plaza,
amigos, novios, chiquilines;
cada uno en su banco, cerca
para acompañar el salto de las aguas,
darle frescura al verano caluroso
o festejar otra manera del devenir.
Pero yo aun no sé qué estoy viendo,
no es tan sencilla la escena...
esos círculos de tanta transparencia
las formas que despiertan formas,
hasta los reflejos ocultos de sol.
Pero quiero quedarme, acá, sin apuro,
y cuando ya no quede solo la noche,
desnudo, voy a meterme en este milagro.
Varios alrededor de la fuente de la plaza,
amigos, novios, chiquilines;
cada uno en su banco, cerca
para acompañar el salto de las aguas,
darle frescura al verano caluroso
o festejar otra manera del devenir.
Pero yo aun no sé qué estoy viendo,
no es tan sencilla la escena...
esos círculos de tanta transparencia
las formas que despiertan formas,
hasta los reflejos ocultos de sol.
Pero quiero quedarme, acá, sin apuro,
y cuando ya no quede solo la noche,
desnudo, voy a meterme en este milagro.
EXCRITURA DE VOLTAIRE
Ya no suelo tener ninguna idea,
solo imágenes en la cabeza.
A veces me resulta raro,
otras...trato de abrir los ojos.
¿Será que vemos para ser?
Si entendiera algún color.
Lo confieso, pero es triste,
la luz es pura incertidumbre.
Pero las ideas no importan,
la cabeza son las imágenes:
únicas, confusas, perfectas.
Pero no soy un buen dibujante.
Ya no suelo tener ninguna idea,
solo imágenes en la cabeza.
A veces me resulta raro,
otras...trato de abrir los ojos.
¿Será que vemos para ser?
Si entendiera algún color.
Lo confieso, pero es triste,
la luz es pura incertidumbre.
Pero las ideas no importan,
la cabeza son las imágenes:
únicas, confusas, perfectas.
Pero no soy un buen dibujante.
EXCRITURA DE LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN HUMANA
Andaban en el puro terror,
solos con el fueguito.
Peligrosos eran los días,
fatal, cada noche.
De un lado a otro, ellos
y el olor del hambre.
Las heridas eran la piel,
el amor no sobrevivía.
Siempre entre aullidos,
ese gran espanto.
Ya pasaron miles de años...
¿hoy todo sigue igual?
Andaban en el puro terror,
solos con el fueguito.
Peligrosos eran los días,
fatal, cada noche.
De un lado a otro, ellos
y el olor del hambre.
Las heridas eran la piel,
el amor no sobrevivía.
Siempre entre aullidos,
ese gran espanto.
Ya pasaron miles de años...
¿hoy todo sigue igual?
EXCRITURA DE CADÍCAMO
Lejana esta lluvia en el puerto
hasta mi fondeadero.
Acaso es nostalgia,
o la misma mesa del cafetín.
Ya se sabe que nadie se va,
muere un poco.
Otro cielo,
o un respirar afuera del aire.
Pero el sabor de esa palabra,
el adiós.
Apenas mirar,
inútil ante la ventana ciega.
Y el barco preso en la botella
bebe los fantasmas.
Lejana esta lluvia en el puerto
hasta mi fondeadero.
Acaso es nostalgia,
o la misma mesa del cafetín.
Ya se sabe que nadie se va,
muere un poco.
Otro cielo,
o un respirar afuera del aire.
Pero el sabor de esa palabra,
el adiós.
Apenas mirar,
inútil ante la ventana ciega.
Y el barco preso en la botella
bebe los fantasmas.
viernes, 12 de enero de 2018
EXCRITURA DE ONETTI
Muchas, demasiadas veces, solo pienso en vos.
Siempre asombra releer tu prosa,
esas subordinadas interminables y perfectas,
la acumulación exacta de los adjetivos.
Lo sé, estos son apenas pretextos,
inútiles maneras de ocultar el enigma.
Es que siempre te veo tirado en la cama,
junto a esas novelitas policiales
y larga fila de botellas tristes y vacías.
Hasta hace poco me costaba,
no entendía esa decisión vital y absurda.
Ahora, maestro Onetti, yo tampoco
quiero salir a la realidad, y menos ver.
Claro que a vos te acompañaba un violín;
pero, lo prometo, voy a intentarlo...
aunque vos sabés que cuesta demasiado olvidar
Muchas, demasiadas veces, solo pienso en vos.
Siempre asombra releer tu prosa,
esas subordinadas interminables y perfectas,
la acumulación exacta de los adjetivos.
Lo sé, estos son apenas pretextos,
inútiles maneras de ocultar el enigma.
Es que siempre te veo tirado en la cama,
junto a esas novelitas policiales
y larga fila de botellas tristes y vacías.
Hasta hace poco me costaba,
no entendía esa decisión vital y absurda.
Ahora, maestro Onetti, yo tampoco
quiero salir a la realidad, y menos ver.
Claro que a vos te acompañaba un violín;
pero, lo prometo, voy a intentarlo...
aunque vos sabés que cuesta demasiado olvidar
EXCRITURA DEL ENGAÑO
Al fin encontró a la ansiasa solución,
ahí nomás, sobre su propia mesa.
Después de vueltas y tropezones,
ya no podía soportar a su cabeza.
Y da gusto ver a la felicidad,
sin límite, y solo para disfrutar...
¿Qué importan todos los dolores,
las humillaciones, el abandono?
Al fin, sobre esa mesa, ahí:
ya la mentira, feliz, destapa la botella.
Al fin encontró a la ansiasa solución,
ahí nomás, sobre su propia mesa.
Después de vueltas y tropezones,
ya no podía soportar a su cabeza.
Y da gusto ver a la felicidad,
sin límite, y solo para disfrutar...
¿Qué importan todos los dolores,
las humillaciones, el abandono?
Al fin, sobre esa mesa, ahí:
ya la mentira, feliz, destapa la botella.
jueves, 11 de enero de 2018
EXCRITURA DE HORACIO GONZÁLEZ
Es otra de las tantas trampas, y más que antigua:
esa actitud que se llama pensar.
Hay que olvidarse de las moscas,
no distraerse con el partido de Boca,
esa sonrisa vista justo ayer,
la simple pereza de ver el sol.
Así que sentarse y atrapar una idea;
o dar vueltas, patético, entre palabras,
imágenes, lecturas, tomar notas.
Y la verdad, el drama solo da risa.
Heidegger lo sabía muy bien
y eligió el sendero de las preguntas.
Pero yo aun prefiero la picardía,
la ética de algún compañero,
de acá, apenas una sugerencia:
el pensar es la tarea de recuperar
esa parte oculta del sentido
alrededor del mero hecho de pensar: un revelación.
Es otra de las tantas trampas, y más que antigua:
esa actitud que se llama pensar.
Hay que olvidarse de las moscas,
no distraerse con el partido de Boca,
esa sonrisa vista justo ayer,
la simple pereza de ver el sol.
Así que sentarse y atrapar una idea;
o dar vueltas, patético, entre palabras,
imágenes, lecturas, tomar notas.
Y la verdad, el drama solo da risa.
Heidegger lo sabía muy bien
y eligió el sendero de las preguntas.
Pero yo aun prefiero la picardía,
la ética de algún compañero,
de acá, apenas una sugerencia:
el pensar es la tarea de recuperar
esa parte oculta del sentido
alrededor del mero hecho de pensar: un revelación.
FESTEJO DE UN AA
Siete meses sin levantar la copa,
veinticuatro más veinticuatro
y hoy se despertó sobrio y feliz.
Ya se acabaron las obsesiones,
paso a paso hasta los doce:
de a poco, llegará la serenidad.
Comió bien, una siesta, un baño.
Antes de salir para la gran reunión
lo llamó un amigo: "venite"
Él estaba tan contento, siete meses,
y por un día...le dijo que sí.
Su amigo, al verlo, lo felicitó,
que lo admiraba, todo un ejemplo.
Así que charlaron de todo;
ah, aquellos viejos tiempos.
Pronto ya era la noche,
agradable, a pesar del calor.
Pero ninguno se dio cuenta, ahí,
de golpe, apareció una botella.
Y después otra y otra y otra y otra.
Siete meses sin levantar la copa,
veinticuatro más veinticuatro
y hoy se despertó sobrio y feliz.
Ya se acabaron las obsesiones,
paso a paso hasta los doce:
de a poco, llegará la serenidad.
Comió bien, una siesta, un baño.
Antes de salir para la gran reunión
lo llamó un amigo: "venite"
Él estaba tan contento, siete meses,
y por un día...le dijo que sí.
Su amigo, al verlo, lo felicitó,
que lo admiraba, todo un ejemplo.
Así que charlaron de todo;
ah, aquellos viejos tiempos.
Pronto ya era la noche,
agradable, a pesar del calor.
Pero ninguno se dio cuenta, ahí,
de golpe, apareció una botella.
Y después otra y otra y otra y otra.
miércoles, 10 de enero de 2018
EXCRITURA ARBOLADA
Me apena tanto desconocer sus nombres:
árboles frondosos, altos, erguidos,
abiertos solo al límite del cielo...
mi felicidad viene de sus sombras.
Hace ya un rato, olvidé mi cabeza.
las miserias cotidianas,
la incertidumbre más desesperada:
soy un cuerpito y nada más.
Ah, pequeño bosque en este mundo,
si hasta podría volar y creer...
Pero sé que estas palabras son ajenas,
apenas mi ignorancia en botánica;
yo quisiera conocer sus nombres,
me apena no conversar con ellos: agradecer
Me apena tanto desconocer sus nombres:
árboles frondosos, altos, erguidos,
abiertos solo al límite del cielo...
mi felicidad viene de sus sombras.
Hace ya un rato, olvidé mi cabeza.
las miserias cotidianas,
la incertidumbre más desesperada:
soy un cuerpito y nada más.
Ah, pequeño bosque en este mundo,
si hasta podría volar y creer...
Pero sé que estas palabras son ajenas,
apenas mi ignorancia en botánica;
yo quisiera conocer sus nombres,
me apena no conversar con ellos: agradecer
EXCRITURA DEL OTRO ABISMO
A nadie le gusta la verdad y viceversa;
salvo excepciones, pero no sobreviven, nunca.
Claro que también existen los árboles,
sueños que sueñan sueños,
la forma secreta de la música.
No es poco...aunque inútil.
¿A cuántos, durante siglos y siglos,
no los pudo detener el continuo fracaso?
Será que hay algo más poderoso,
íntimo, que estira a la cuerda del arco.
Pero jamás encuentran el centro.
Y eso, tan simple, es lo dijo el Gran Bigotudo:
la flecha del deseo se clava en el abismo.
EXCRITURA DE ALMENDRA
A pesar de los tantos años,
todavía,
la música secreta del nombre.
Claro que poco se puede decir;
inútil
el intento de alguna metáfora.
No se trata de la nostalgia;
solo un enigma,
otro latido en los corazones.
Siempre la caricia en el adentro,
intacta,
y esa apuesta ante toda la vida.
Ay, a pesar de los tantos años,
ahí está:
nadie cree que es una almendra.
A pesar de los tantos años,
todavía,
la música secreta del nombre.
Claro que poco se puede decir;
inútil
el intento de alguna metáfora.
No se trata de la nostalgia;
solo un enigma,
otro latido en los corazones.
Siempre la caricia en el adentro,
intacta,
y esa apuesta ante toda la vida.
Ay, a pesar de los tantos años,
ahí está:
nadie cree que es una almendra.
martes, 9 de enero de 2018
EXCRITURA SIN TIEMPO
Otra vez despertó sin entender qué pasaba,
y menos qué día.
Por suerte tenía algunos cigarrillos,
un poco de cerveza.
Sin vestirse encendió la televisión,
pero no podía ver nada.
Apenas daba vueltas por el patio,
el cielo mudo.
Pudo darle de comer a su perro,
sintió algo de hambre.
Ni siquiera le andaba el calefón,
recordó a su madre.
Subió la persiana, podía ser la mañana;
miró las ramas del laurel.
Pero su cuerpo aun estaba cansado, lejos,
tomó una pastilla y se durmió.
Otra vez despertó sin entender qué pasaba,
y menos qué día.
Por suerte tenía algunos cigarrillos,
un poco de cerveza.
Sin vestirse encendió la televisión,
pero no podía ver nada.
Apenas daba vueltas por el patio,
el cielo mudo.
Pudo darle de comer a su perro,
sintió algo de hambre.
Ni siquiera le andaba el calefón,
recordó a su madre.
Subió la persiana, podía ser la mañana;
miró las ramas del laurel.
Pero su cuerpo aun estaba cansado, lejos,
tomó una pastilla y se durmió.
lunes, 8 de enero de 2018
domingo, 7 de enero de 2018
EXCRITURA DE RICARDO ZELARAYÁN
Yo vi a muchos escupir a su propia sombra.
También a ese perro negro,
asustado, ante el mundo blanco.
Y no me preocupan más
los cuentos de las traiciones.
Así como tantos años,
las palabras flotan en la nada.
Al final del calendario,
se sabe, siempre ganan las cenizas.
Lo raro es otra cosa,
y peor si se lo puede ver.
Cada día es solo un engaño,
a la noche, viven los que escupen a la sombra.
Yo vi a muchos escupir a su propia sombra.
También a ese perro negro,
asustado, ante el mundo blanco.
Y no me preocupan más
los cuentos de las traiciones.
Así como tantos años,
las palabras flotan en la nada.
Al final del calendario,
se sabe, siempre ganan las cenizas.
Lo raro es otra cosa,
y peor si se lo puede ver.
Cada día es solo un engaño,
a la noche, viven los que escupen a la sombra.
EXCRITURA DEL SAGRADO CORAZÓN DE UN AA
Espera que empiece la reunión.
A la sombrita, sentado,
la delicia de los árboles,
esa frescura, aparta la culpa.
Volvió a caer...y cuántas.
Cerca, dos niños, solo juegan,
y prende otro cigarrillo.
Ve la gran cúpula de la iglesia,
algunos le dicen la teta.
Tiene suerte, no tiembla;
igual no puede mentir,
tampoco permitir el llanto.
Si pudiera ser el humo, flotar,
o una de esas ramas,
aunque son tan frágiles.
Él espera la reunión,
otra, para que ocurra el milagro.
Espera que empiece la reunión.
A la sombrita, sentado,
la delicia de los árboles,
esa frescura, aparta la culpa.
Volvió a caer...y cuántas.
Cerca, dos niños, solo juegan,
y prende otro cigarrillo.
Ve la gran cúpula de la iglesia,
algunos le dicen la teta.
Tiene suerte, no tiembla;
igual no puede mentir,
tampoco permitir el llanto.
Si pudiera ser el humo, flotar,
o una de esas ramas,
aunque son tan frágiles.
Él espera la reunión,
otra, para que ocurra el milagro.
sábado, 6 de enero de 2018
viernes, 5 de enero de 2018
EXCRITURA DE LA HISTORIA
No lo puedo evitar, lo juro, son demasiadas las dudas:
¿esta historia, su rigor, etc., es la historia?
Si releo estas palabras, ya inútiles,
y miro a mi pobre birome bic,
esa incertidumbre en cada instante;
disculpen..no me convencen Los Hechos.
¿Acaso se puede registrar la transpiración,
la íntima trascendencia de cada ser humano?
Pregunta absurda, ahí está epistemología;
otra ciencia más para la ciencia,
y pan con pan, comida para los eruditos.
Cada cual es esmera con su receta;
cautelosos, consultan libros,
estadísticas, nada queda al azar.
Pero yo vuelvo a la birome,
al recuerdo de mi madre,
tanta y tanta historia sin una palabra.
Perdón, las dudas son demasiadas,
y las objeciones a patadas;
solo sé que esta historia olvidó a lo sagrado: la vida.
No lo puedo evitar, lo juro, son demasiadas las dudas:
¿esta historia, su rigor, etc., es la historia?
Si releo estas palabras, ya inútiles,
y miro a mi pobre birome bic,
esa incertidumbre en cada instante;
disculpen..no me convencen Los Hechos.
¿Acaso se puede registrar la transpiración,
la íntima trascendencia de cada ser humano?
Pregunta absurda, ahí está epistemología;
otra ciencia más para la ciencia,
y pan con pan, comida para los eruditos.
Cada cual es esmera con su receta;
cautelosos, consultan libros,
estadísticas, nada queda al azar.
Pero yo vuelvo a la birome,
al recuerdo de mi madre,
tanta y tanta historia sin una palabra.
Perdón, las dudas son demasiadas,
y las objeciones a patadas;
solo sé que esta historia olvidó a lo sagrado: la vida.
jueves, 4 de enero de 2018
EXCRITURA FILIAL
Cuando el padre no es el padre,
el pesar del tiempo,
recuerdos y olvidos, es irreal.
Aunque existen recursos;
por ejemplo: las fotos,
nunca dicen nada, o casi;
a veces un gesto, un desliz,
ilumina mal el flash...
Ay, y ya no hay caso.
Claro que se pueden romper,
miles de pedacitos;
lástima que es imposible.
También está el psicólogo,
pero ¿para qué?,
nunca dice esa palabra.
Simplemente suele ocurrir;
cualquier lamparita
ésta, se quema sin aviso.
Así que todo es inútil,
hasta patético,
apenas un poema roto
cuando el hijo ya no más el hijo.
Cuando el padre no es el padre,
el pesar del tiempo,
recuerdos y olvidos, es irreal.
Aunque existen recursos;
por ejemplo: las fotos,
nunca dicen nada, o casi;
a veces un gesto, un desliz,
ilumina mal el flash...
Ay, y ya no hay caso.
Claro que se pueden romper,
miles de pedacitos;
lástima que es imposible.
También está el psicólogo,
pero ¿para qué?,
nunca dice esa palabra.
Simplemente suele ocurrir;
cualquier lamparita
ésta, se quema sin aviso.
Así que todo es inútil,
hasta patético,
apenas un poema roto
cuando el hijo ya no más el hijo.
EXCRITURA DE PROCOL HARUM
Bailamos demasiado y despareció la pista.
Teníamos sed
o un poco de algo más.
No sirvió el cuento del molinero,
tampoco el silencio.
Después vino el mozo,
esa bandejita
y tu blanca palidez.
Todo tan confuso,
ya no podía ver tus ojos.
Vos dijiste: nada es el dolor,
te fuiste,
una virgen por la playa,
ninguna huella...
No tiene sentido:
ahora tu fantasma es mi canción favorita.
Bailamos demasiado y despareció la pista.
Teníamos sed
o un poco de algo más.
No sirvió el cuento del molinero,
tampoco el silencio.
Después vino el mozo,
esa bandejita
y tu blanca palidez.
Todo tan confuso,
ya no podía ver tus ojos.
Vos dijiste: nada es el dolor,
te fuiste,
una virgen por la playa,
ninguna huella...
No tiene sentido:
ahora tu fantasma es mi canción favorita.
miércoles, 3 de enero de 2018
EXCRITURA TRÁGICA
Si el agua no llega hasta el tanque,
no sirven The Byrds.
Menos aun el plomero, ridículo;
habrá que andar sucio.
O abrir una cerveza bien fría,
y olvidarse...de todo.
Peor la pasó Antígona, esa rebeldía
tan tonta y desaforada.
Mi mamá murió de cáncer,
y nadie represento su agonía.
Si no llega, solo es la mala suerte;
los dioses son crueles.
Si el agua no llega hasta el tanque,
no sirven The Byrds.
Menos aun el plomero, ridículo;
habrá que andar sucio.
O abrir una cerveza bien fría,
y olvidarse...de todo.
Peor la pasó Antígona, esa rebeldía
tan tonta y desaforada.
Mi mamá murió de cáncer,
y nadie represento su agonía.
Si no llega, solo es la mala suerte;
los dioses son crueles.
martes, 2 de enero de 2018
EXCRITURA DE LOS TECHOS
Desde mi terraza, allá, todos los techos;
el barrio es otro:
antenas, cablerío, tejas y cemento...
pero yo vine a ver al tanque,
tan solito,
¿por qué no carga agua?
Para colmo, el verano es pesado.
Inútil, no queda otra,
ya estoy adentro
y sigo sin entender nada.
Claro que falla algo,
pero habrá que intentar otra cosa;
sin dudas, hay que resignarse,
tengo que llamar a un plomero.
Me cuesta salir,
acá me siento tan bien,
apenas un poquito de agua sucia.
Y no es fácil salir, trepar.
Ahora vuelvo a mi alrededor,
tengo los pies mojados
y quisiera seguir ahí:
solo mirar los techos ocultos del barrio.
Desde mi terraza, allá, todos los techos;
el barrio es otro:
antenas, cablerío, tejas y cemento...
pero yo vine a ver al tanque,
tan solito,
¿por qué no carga agua?
Para colmo, el verano es pesado.
Inútil, no queda otra,
ya estoy adentro
y sigo sin entender nada.
Claro que falla algo,
pero habrá que intentar otra cosa;
sin dudas, hay que resignarse,
tengo que llamar a un plomero.
Me cuesta salir,
acá me siento tan bien,
apenas un poquito de agua sucia.
Y no es fácil salir, trepar.
Ahora vuelvo a mi alrededor,
tengo los pies mojados
y quisiera seguir ahí:
solo mirar los techos ocultos del barrio.
EXCRITURA DE VICTORIA SLAVSKI
Ella deliraba en bares a punto de cerrar,
en medio de manos y piernas,
la lengua de la ginebra...
Tristístima boba del sexo sin cuerpo.
Ella juntaba puchos y cenizas al salir,
su amor de furias y contrabando.
Yo ya olvidé su nombre:
solo escucho sus llamas en la madrugada.
Ella deliraba en bares a punto de cerrar,
en medio de manos y piernas,
la lengua de la ginebra...
Tristístima boba del sexo sin cuerpo.
Ella juntaba puchos y cenizas al salir,
su amor de furias y contrabando.
Yo ya olvidé su nombre:
solo escucho sus llamas en la madrugada.
lunes, 1 de enero de 2018
EXCRITURA DE NINA SIMONE
Ahora que esta soledad, tan lejana,
solo es tu voz;
creo que toco tu cuerpo,
más adentro, libre.
Tanto dolor en la gracia,
ese escándalo del más amor.
Sé que así es la verdad,
lo sé mejor que nadie.
Quisiera llorar...lo siento,
pero me hacés feliz.
Será parte del hechizo,
mi nostalgia te pertenece: soy tuyo.
Ahora que esta soledad, tan lejana,
solo es tu voz;
creo que toco tu cuerpo,
más adentro, libre.
Tanto dolor en la gracia,
ese escándalo del más amor.
Sé que así es la verdad,
lo sé mejor que nadie.
Quisiera llorar...lo siento,
pero me hacés feliz.
Será parte del hechizo,
mi nostalgia te pertenece: soy tuyo.
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