EXCRITURA DEL LÍMITE
En la punta de esa rama,
desnuda, casi oculta,
sin la sombra de un pájaro.
En este aquí y ahora,
al mirar lo ese anuncio,
tan abierto, hay otro límite.
Nada extraño,
sucede todas las tardes;
con unos amargos
para invitar a la noche,
la única pregunta.
Inútiles, las palabras,
solo esa presencia
y hasta ahí el apenas del ser.
domingo, 31 de diciembre de 2017
sábado, 30 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE GABRIELA MISTRAL
Nadie sabe cuándo comienza la poesía.
Con paciencia, habría que empezar,
por la impaciencia del origen.
Inútil, recurrir a los eruditos,
mucho más dice la luna y el sol.
Yo, desde que soy una vagbunda,
solo el repito andar del aire.
Antes tenía una falsa copa de luz,
una isla dentro de otra isla.
Pero la verdad, ya no me importa,
en cualquier lugar, siento su nacimiento.
Nadie sabe cuándo comienza la poesía.
Con paciencia, habría que empezar,
por la impaciencia del origen.
Inútil, recurrir a los eruditos,
mucho más dice la luna y el sol.
Yo, desde que soy una vagbunda,
solo el repito andar del aire.
Antes tenía una falsa copa de luz,
una isla dentro de otra isla.
Pero la verdad, ya no me importa,
en cualquier lugar, siento su nacimiento.
viernes, 29 de diciembre de 2017
EXCRITURA LÍRICA CASUAL
Y bueno, ya no le queda ningún papel.
Así busca hasta en los rincones,
entre la basura, donde sea,
y en una cajonera
bien al fondo...por suerte.
Todavía no le sale una sola palabra,
ese consuelo para las heridas,
tacha versos y palabras:
deseo, desesperación, tanta soledad,
el espacio es escaso
y no debe leer el otro lado
-¿por qué?; él lo sabe-,
solo es un carta, casi olvidada, de amor.
Y bueno, ya no le queda ningún papel.
Así busca hasta en los rincones,
entre la basura, donde sea,
y en una cajonera
bien al fondo...por suerte.
Todavía no le sale una sola palabra,
ese consuelo para las heridas,
tacha versos y palabras:
deseo, desesperación, tanta soledad,
el espacio es escaso
y no debe leer el otro lado
-¿por qué?; él lo sabe-,
solo es un carta, casi olvidada, de amor.
EXCRITURA DE SARTRE
Justo al Visco
se le dio por la mirada,
la de los otros.
O por el infierno,
que es verse en lo visto
y ¡uy! atrapado.
También por el ser,
la nada, la consciencia
que quiere decidir.
Y esa suciedad,
en las manos reales,
esta tonta historia.
Al pobre Visco
se le dio por este mundo
y la libertad.
Justo al Visco
se le dio por la mirada,
la de los otros.
O por el infierno,
que es verse en lo visto
y ¡uy! atrapado.
También por el ser,
la nada, la consciencia
que quiere decidir.
Y esa suciedad,
en las manos reales,
esta tonta historia.
Al pobre Visco
se le dio por este mundo
y la libertad.
jueves, 28 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE KIERKEGAARD
¿Acaso alguien en este mundo,
cada vez menos humano,
sería capaz de refutar tu tesis?
No, claro, y no importa;
el pecado es solo otra marca
al mirar las vidrieras
o, relajado frente a la tele,
un flash sobre Medio Oriente.
Claro que está la angustia
y las pastillas felices,
cada y todos los santos días:
nadie sabe que dirá en la Bolsa.
¿Acaso alguien este mundo?
Ni siquiera el viejo Adán...
si no entendió la palabra paraíso.
¿Acaso alguien en este mundo,
cada vez menos humano,
sería capaz de refutar tu tesis?
No, claro, y no importa;
el pecado es solo otra marca
al mirar las vidrieras
o, relajado frente a la tele,
un flash sobre Medio Oriente.
Claro que está la angustia
y las pastillas felices,
cada y todos los santos días:
nadie sabe que dirá en la Bolsa.
¿Acaso alguien este mundo?
Ni siquiera el viejo Adán...
si no entendió la palabra paraíso.
lunes, 25 de diciembre de 2017
EXCRITURA PROFÉTICA
Me lo juró, llorando, un perro feo y tuerto
al morderme la pantorrilla.
Después vi la sangre,
venia de color muy celeste;
pero no me asombró.
Cuando en la herida crecieron las flores,
ya empecé sospechar
y llamé a emergencias;
me dolía demasiado el sol.
Mañana me cortan la pierna,
los médicos dicen que peligra la humanidad.
El perro tuerto espera junto a mi cama.
Me lo juró, llorando, un perro feo y tuerto
al morderme la pantorrilla.
Después vi la sangre,
venia de color muy celeste;
pero no me asombró.
Cuando en la herida crecieron las flores,
ya empecé sospechar
y llamé a emergencias;
me dolía demasiado el sol.
Mañana me cortan la pierna,
los médicos dicen que peligra la humanidad.
El perro tuerto espera junto a mi cama.
EXCRITURA DE LAS POTENCIAS DEL CUERPO
No encuentro a mi zapato izquierdo,
ando lento y medio torcido.
Tampoco la nariz,
pero me respiran las fotos viejas.
Peor los oídos:
solo escuchan los bocinazos,
griteríos de sangre;
nunca ninguna música.
Hace rato que estoy ciego;
por suerte, ver es una condena.
A veces me toco, y tengo un cuerpo
y todavía me engaña...
hasta quiere vivir.
¿Dónde se habrá escondido ese zapato?
No encuentro a mi zapato izquierdo,
ando lento y medio torcido.
Tampoco la nariz,
pero me respiran las fotos viejas.
Peor los oídos:
solo escuchan los bocinazos,
griteríos de sangre;
nunca ninguna música.
Hace rato que estoy ciego;
por suerte, ver es una condena.
A veces me toco, y tengo un cuerpo
y todavía me engaña...
hasta quiere vivir.
¿Dónde se habrá escondido ese zapato?
domingo, 24 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE SPINETTA
No voy a quedarme en esta silla triste,
voy a levantar los ojos
hasta olvidar las avenidas,
y descalzo en el aire
subiré al rayo.
Ya no me importa ni los papales,
quiero ser color despierto,
un cuerpito limpio,
ese instante del ver
para el ir.
Sé que encontraré el espacio de tu voz,
la música verdadera,
y juntos veremos el día,
su gloria sin laureles,
será la canción.
No voy a quedarme en esta silla triste,
voy a levantar los ojos
hasta olvidar las avenidas,
y descalzo en el aire
subiré al rayo.
Ya no me importa ni los papales,
quiero ser color despierto,
un cuerpito limpio,
ese instante del ver
para el ir.
Sé que encontraré el espacio de tu voz,
la música verdadera,
y juntos veremos el día,
su gloria sin laureles,
será la canción.
sábado, 23 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE JUAN LUIS MARTÍNEZ
Esa angustia en el abandono del cuerpo,
apenas existen los suspiros.
El agua entre las manos rotas,
la sed de un fantasma.
Y cada hora teme más a la piel,
ese encuentro de la herida.
No puede verse a ese crisantemo,
el alrededor oculta latidos.
Ni siquiera el lejano horizonte,
el más adentro de las tripas.
Pero yo me instalo en la caída de la voz,
al menos para sentir la ausencia.
Esa angustia en el abandono del cuerpo,
apenas existen los suspiros.
El agua entre las manos rotas,
la sed de un fantasma.
Y cada hora teme más a la piel,
ese encuentro de la herida.
No puede verse a ese crisantemo,
el alrededor oculta latidos.
Ni siquiera el lejano horizonte,
el más adentro de las tripas.
Pero yo me instalo en la caída de la voz,
al menos para sentir la ausencia.
EXCRITURA DE ALLEN GINSBERG
Estoy harto de tantas celebridades,
ya basta del Times,
quiero ver flores del ciruelo.
Debe haber otra manera,
pero igual no sirve;
la maquinaria es casi perfecta.
Solo vomitan mis deseos;
no soy un poeta,
apenas un rarito inofensivo.
El alrededor es un decorado,
aunque se huelle
el otro lado lleno de ratas.
Harto de mis propios rezos,
mis lentes, mi barba,
necesito encontrar esas flores.
.
Pero también soy culpable,
aunque grite enfurecido:
América, hacete coger por tus bombas.
Estoy harto de tantas celebridades,
ya basta del Times,
quiero ver flores del ciruelo.
Debe haber otra manera,
pero igual no sirve;
la maquinaria es casi perfecta.
Solo vomitan mis deseos;
no soy un poeta,
apenas un rarito inofensivo.
El alrededor es un decorado,
aunque se huelle
el otro lado lleno de ratas.
Harto de mis propios rezos,
mis lentes, mi barba,
necesito encontrar esas flores.
.
Pero también soy culpable,
aunque grite enfurecido:
América, hacete coger por tus bombas.
EXCRITURA DE CANETTI Y CHARLY
Esa presencia extraña,
nada teme más el ser humano.
Inútil, siempre elude
el menor contacto ajeno.
Tan dócil la piel,
el universo entero es sangre.
Apenas un instante,
el otro desarma el amparo.
¿Dónde está ese ángel,
el alma que desarma el odio?
Nunca se aprende,
vivir es una escuela fatal.
Pero en la masa,
el encuentro olvida los límites.
Allí es el igual,
todos los cuerpos, el cuerpo.
Y ya no importa la nada,
el misterio baila la música del ser.
Esa presencia extraña,
nada teme más el ser humano.
Inútil, siempre elude
el menor contacto ajeno.
Tan dócil la piel,
el universo entero es sangre.
Apenas un instante,
el otro desarma el amparo.
¿Dónde está ese ángel,
el alma que desarma el odio?
Nunca se aprende,
vivir es una escuela fatal.
Pero en la masa,
el encuentro olvida los límites.
Allí es el igual,
todos los cuerpos, el cuerpo.
Y ya no importa la nada,
el misterio baila la música del ser.
viernes, 22 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE NIETZSCHE
Creo que ya entendí a la dulce fábula;
el espíritu del camello,
la voluntad del león,
el juego de la moraleja...
Ese devenir del gran anuncio,
la consumación de la alegría.
A nadie puede confundir,
ese superhombre
que al fin llega a ser hombre.
Creo...pero tengo una duda:
¿todavía los niños,
si existen, son santos para decir el sí?
Creo que ya entendí a la dulce fábula;
el espíritu del camello,
la voluntad del león,
el juego de la moraleja...
Ese devenir del gran anuncio,
la consumación de la alegría.
A nadie puede confundir,
ese superhombre
que al fin llega a ser hombre.
Creo...pero tengo una duda:
¿todavía los niños,
si existen, son santos para decir el sí?
¿EXCRITURA MÍSTICA?
Todo es el fluir en el todo.
La escasa realidad
solo es un escondite;
ese falso temor
al verse en el espejo.
Cada cosa es
el aire de la esencia,
otra musiquita
que silban los árboles.
En el abandono
ya crece el amparo,
y la piel sube al cielo,
y en el adentro, sol.
A veces una taza de té,
otras, un estornudo,
la ventana del colectivo,
los caballos de Aquiles.
Todo, hasta llegar a la nada
Todo es el fluir en el todo.
La escasa realidad
solo es un escondite;
ese falso temor
al verse en el espejo.
Cada cosa es
el aire de la esencia,
otra musiquita
que silban los árboles.
En el abandono
ya crece el amparo,
y la piel sube al cielo,
y en el adentro, sol.
A veces una taza de té,
otras, un estornudo,
la ventana del colectivo,
los caballos de Aquiles.
Todo, hasta llegar a la nada
EXCRITURA DE LAS SIETE CATEGORÍAS DE EUGENIO TRÍAS
La matriz es un programita de computación.
El templo, un shopping.
La hierofanía, el artista de moda.
El logos, los zócalos de la TV.
La hermenéutica, pura redundancia.
El misticismo, los antidepresivos.
Pero al final queda la síntesis:
la absoluta destrucción del Ideal del Espíritu.
La matriz es un programita de computación.
El templo, un shopping.
La hierofanía, el artista de moda.
El logos, los zócalos de la TV.
La hermenéutica, pura redundancia.
El misticismo, los antidepresivos.
Pero al final queda la síntesis:
la absoluta destrucción del Ideal del Espíritu.
jueves, 21 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE EDOARDO SANGUINETTI
En los sucios vegetales del útero
ya fermentan los latidos;
húmedo, el monstruo
solo espera esa oportunidad.
Dentro de las formas deformes,
todo le pertenece,
pero no tiene fuerzas
para devorar a su propia caverna
Su odio exprimen la espuma,
lascivo, único,
todavía vive lo eterno,
pronto verá el espanto de la luz.
En los sucios vegetales del útero
ya fermentan los latidos;
húmedo, el monstruo
solo espera esa oportunidad.
Dentro de las formas deformes,
todo le pertenece,
pero no tiene fuerzas
para devorar a su propia caverna
Su odio exprimen la espuma,
lascivo, único,
todavía vive lo eterno,
pronto verá el espanto de la luz.
EXCRITURA URBANA
El típico dolor de la mañana,
las ventanas ciegas,
el alrededor sin consuelo
y el espejo vencido del rostro.
Ahí, en el mismo sillón,
ya el pensar ni se aburre,
apenas algo de radio,
sin pasar los instantes vivos.
Algunos ruidos que llegan,
bocinas, sirenas;
el vértigo de la costumbre,
y una paloma o un fantasma.
Ya no se está en la ciudad,
ni adentro ni afuera,
basta mirar cualquier árbol,
demasiado ajeno y dolor
Quizás sea el último símbolo,
su ausencia sagrada...
pero ya es el mediodía,
hay que preparar el almuerzo.
miércoles, 20 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE OLGA OROZCO
El último sueño de la memoria,
el esfuerzo inútil;
si la vida apenas una sombra,
ya sin uvas, miel, sol
El polvo de todas las edades
son ecos de la desdicha;
hasta las fotos, mudas
ya olvidan su único rincón.
Inevitables, las enumeraciones,
las heridas, la magia,
el cuerpo deja de ser cuerpo,
junta sus pedazos.
Tan lejos como nunca,
ella mira a sus latidos en la luna.
El último sueño de la memoria,
el esfuerzo inútil;
si la vida apenas una sombra,
ya sin uvas, miel, sol
El polvo de todas las edades
son ecos de la desdicha;
hasta las fotos, mudas
ya olvidan su único rincón.
Inevitables, las enumeraciones,
las heridas, la magia,
el cuerpo deja de ser cuerpo,
junta sus pedazos.
Tan lejos como nunca,
ella mira a sus latidos en la luna.
martes, 19 de diciembre de 2017
EXCRITURA DEL SÍSIFO DE CAMUS
A las cinco, más o menos, ya en la parada;
casi dos horas en el 88.
Después, depende...
aunque siempre los ladrillos.
Más de cuarenta años,
el bolso y la vianda.
A veces, una tira de carne,
vino y una siestita.
No se hace preguntas,
los dolores pasan, como todo.
De vuelta, medio dormido;
es difícil conseguir un asiento.
Sus piernas llegan solas,
de la ruta derecho a la casa.
Y al fin se echa en el sofá,
Sísifo le sonríe a la basura de la televisión.
A las cinco, más o menos, ya en la parada;
casi dos horas en el 88.
Después, depende...
aunque siempre los ladrillos.
Más de cuarenta años,
el bolso y la vianda.
A veces, una tira de carne,
vino y una siestita.
No se hace preguntas,
los dolores pasan, como todo.
De vuelta, medio dormido;
es difícil conseguir un asiento.
Sus piernas llegan solas,
de la ruta derecho a la casa.
Y al fin se echa en el sofá,
Sísifo le sonríe a la basura de la televisión.
EXCRITURA DE MAETERLINCK
Acaso somos libres de esperar lo mejor
o lo peor, apenas otro enigma.
Pero sabemos que las abejas
aun producen la miel:
la tarea más preciosa:
vuelo, calor, entrega y luz...
Quizás algún ser nos contempla,
tan confundidos, lejos;
solos en la colmena,
sin la libertad del nosotros.
Todo en el tiempo es sacrifico,
y ellas brillan para olvidar las tinieblas.
Acaso somos libres de esperar lo mejor
o lo peor, apenas otro enigma.
Pero sabemos que las abejas
aun producen la miel:
la tarea más preciosa:
vuelo, calor, entrega y luz...
Quizás algún ser nos contempla,
tan confundidos, lejos;
solos en la colmena,
sin la libertad del nosotros.
Todo en el tiempo es sacrifico,
y ellas brillan para olvidar las tinieblas.
EXCRITURA DE MALCOM LOWRY
Muchas veces me imagino en tu paraíso,
la tranquila penumbra,
los deseperados más solitarios,
un poco de viento
y los murmullos de la botella:
durante toda la noche, y la eternidad.
Sé que es tan fácil entrar,
ni hace falta dinero.
Siempre habrá algún rincón;
entonces vos me mirás...
apenas el volcán de la ausencia.
Pero a veces, ay, elijo vivir en este infierno.
Muchas veces me imagino en tu paraíso,
la tranquila penumbra,
los deseperados más solitarios,
un poco de viento
y los murmullos de la botella:
durante toda la noche, y la eternidad.
Sé que es tan fácil entrar,
ni hace falta dinero.
Siempre habrá algún rincón;
entonces vos me mirás...
apenas el volcán de la ausencia.
Pero a veces, ay, elijo vivir en este infierno.
EXCRITURA DE LA EDAD DEL ESPÍRITU
Sí que no es esa bellísma luz,
sin la luna ni el sol.
Tampoco lo más hondo
que abisma desde el mar.
O la casual epifanía,
leve, de una mariposa,
una piedra de fuego,
el latido de una arboleda.
Ni siquiera las glorias,
las batallas para el ser;
el amor, su horizonte,
sus desiertos y un oasis.
Nada ajeno al mero sentir,
apenas esta respiración,
viva, a cada instante:
la revelación es la existencia.
Sí que no es esa bellísma luz,
sin la luna ni el sol.
Tampoco lo más hondo
que abisma desde el mar.
O la casual epifanía,
leve, de una mariposa,
una piedra de fuego,
el latido de una arboleda.
Ni siquiera las glorias,
las batallas para el ser;
el amor, su horizonte,
sus desiertos y un oasis.
Nada ajeno al mero sentir,
apenas esta respiración,
viva, a cada instante:
la revelación es la existencia.
EXCRITURAS DE MI PAÍS
Andamos perdidos con mi país,
no nos podemos encontrar;
así que caliento el agua,
apenas un poco de yerba.
Me llegó el afuera...
ni me acompaña la tristeza;
y evito a las preguntas,
claro que tampoco sé
si quiero oír las respuestas.
Creo que casi imagino
sus veredas, sus calles, árboles...
¿esas son mis huellas:
serán las burlas del camino?
Acá, inútil, inmóvil,
algo se apaga en este fueguito.
Hay un aire que aun duele,
y silbo desafinado otro tango;
pero ya veo a la espuma,
en una de esas le ofrezco un mate.
Andamos perdidos con mi país,
no nos podemos encontrar;
así que caliento el agua,
apenas un poco de yerba.
Me llegó el afuera...
ni me acompaña la tristeza;
y evito a las preguntas,
claro que tampoco sé
si quiero oír las respuestas.
Creo que casi imagino
sus veredas, sus calles, árboles...
¿esas son mis huellas:
serán las burlas del camino?
Acá, inútil, inmóvil,
algo se apaga en este fueguito.
Hay un aire que aun duele,
y silbo desafinado otro tango;
pero ya veo a la espuma,
en una de esas le ofrezco un mate.
EXCRITURA DE BERNARDO SOARES
Algo olvida mi cuerpo en esta silla.
Cerradas las ventanas,
sin luces, es inútil:
afuera todavía es el mundo.
¿Puede sentirse un beso
en el lugar del pensamiento?
Nadie interrumpe...
ni las voces del llanto.
El humo frágil del cigarrillo,
ese florero ausente.
La punta de los dedos
ya no acarician a la vida: me fui de mí.
Algo olvida mi cuerpo en esta silla.
Cerradas las ventanas,
sin luces, es inútil:
afuera todavía es el mundo.
¿Puede sentirse un beso
en el lugar del pensamiento?
Nadie interrumpe...
ni las voces del llanto.
El humo frágil del cigarrillo,
ese florero ausente.
La punta de los dedos
ya no acarician a la vida: me fui de mí.
domingo, 17 de diciembre de 2017
EXCRITURA LENNON
Cada vez que se te desvanece algún sueño
ya empezó la pesadilla.
Digamos, la simple realidad:
zapatillas, calles, cigarrillos, etc.
Exageradas rutinas dantescas,
pero sin noticias de Virgilio.
Cualquier consuelo es una burla,
una publicidad berreta.
Para colmo está el mismo espejo,
el corazón roto en cada mueca.
No existe un refugio,
cada lugar es un poco peor.
Pero por suerte, existe Lennon,
y esa canción como para empezar de nuevo.
Cada vez que se te desvanece algún sueño
ya empezó la pesadilla.
Digamos, la simple realidad:
zapatillas, calles, cigarrillos, etc.
Exageradas rutinas dantescas,
pero sin noticias de Virgilio.
Cualquier consuelo es una burla,
una publicidad berreta.
Para colmo está el mismo espejo,
el corazón roto en cada mueca.
No existe un refugio,
cada lugar es un poco peor.
Pero por suerte, existe Lennon,
y esa canción como para empezar de nuevo.
EXCRITURA DE J. O. GIANNUZZZI
Aún la sustancia casi viva, sus latidos,
que nunca pueden salir.
Hasta nunca acabar este mundo,
objetos y máquinas.
Claro que también está la poesía
y la música...
¿Para qué? Si solo repito
tus versos, entre nadie y nadie.
Ni siquiera esos engaños,
ya aturdido por los desastres inhumanos.
Aún la sustancia casi viva, sus latidos,
que nunca pueden salir.
Hasta nunca acabar este mundo,
objetos y máquinas.
Claro que también está la poesía
y la música...
¿Para qué? Si solo repito
tus versos, entre nadie y nadie.
Ni siquiera esos engaños,
ya aturdido por los desastres inhumanos.
EXCRITURA DE UNA RECAÍDA
El mundo daba vueltas en su cabeza
al abrir los ojos.
Por suerte, esa era su cama.
Pudo vestirse,
darle de comer a los perros.
Todo confuso,
en el cuerpo esos dolores.
También la vergüenza,
otro fracaso.
Pero todavía tenía tiempo,
unos mates,
algo bien dulce
y a las diez se reunía el grupo.
Apenas una cuadras
y el colectivo.
Aun le daba vueltas la cabeza,
abrió la heladera,
a un costado había un par de botellas.
sábado, 16 de diciembre de 2017
viernes, 15 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE CONTI
Un buen día empezó a caminar,
sin pies,
casi en el aire.
Muy sereno,
kilómetros y kilómetros,
el río amó sus huellas
y continuó,
dejó un cielo
por el otro;
para distraerse
escribía cuentos o novelas,
soñaba álamos,
cohetes del amor,
después volvía al fondo
más profundo,
tan oscuro,
lleno de futuro,
y su origen.
Ahora descansa,
inmóvil,
en el talud continental, su lugar
Un buen día empezó a caminar,
sin pies,
casi en el aire.
Muy sereno,
kilómetros y kilómetros,
el río amó sus huellas
y continuó,
dejó un cielo
por el otro;
para distraerse
escribía cuentos o novelas,
soñaba álamos,
cohetes del amor,
después volvía al fondo
más profundo,
tan oscuro,
lleno de futuro,
y su origen.
Ahora descansa,
inmóvil,
en el talud continental, su lugar
EXCRITURA DEL ABANDONO
Algunas vez decidió no barrer
a las hojas secas, solitas;
sin motivos, solo por la nada.
Así que ahora las contempla,
esa quietud amarilla;
un otro del sentido, y mudo.
Siempre entre las sombras,
casi parte de la tierra;
pero sin ninguna revelación.
Ese alguna vez y este instante,
apenas un consuelo:
necesita sus crujidos al caminar.
Algunas vez decidió no barrer
a las hojas secas, solitas;
sin motivos, solo por la nada.
Así que ahora las contempla,
esa quietud amarilla;
un otro del sentido, y mudo.
Siempre entre las sombras,
casi parte de la tierra;
pero sin ninguna revelación.
Ese alguna vez y este instante,
apenas un consuelo:
necesita sus crujidos al caminar.
EXCRITURA DE VALLEJO
Hay golpes como el odio de Dios.
Usted lo escribió
y sí, es verdad.
Pero, ¿qué se puede hacer?
Si peor es el después,
ni siquiera llueve
y las piedras mudas.
Perdóneme, poeta,
creo que no lo entiendo;
los húmeros
apenas sostienen este brazo.
solo otro verso para distraer al dolor.
Hay golpes como el odio de Dios.
Usted lo escribió
y sí, es verdad.
Pero, ¿qué se puede hacer?
Si peor es el después,
ni siquiera llueve
y las piedras mudas.
Perdóneme, poeta,
creo que no lo entiendo;
los húmeros
apenas sostienen este brazo.
solo otro verso para distraer al dolor.
jueves, 14 de diciembre de 2017
EXCRITURA SIN ESPÍRITU
La ventana no puede ver,
no soporta la mirada;
si toca el cristal,
lastima el adentro.
Perdido el símbolo,
el laurel es temor,
ese resto sin luz,
una mueca rota.
El cielo tampoco,
un fuego tibio,
inútil, tan lejano,
que huele a cenizas.
¿Cuándo vio un jardín?
ahora, ni latidos;
duelen jazmínes
y rosas y azaleas...
Resignados murmullos,
rota la gramática;
ya no hay el afuera,
así muere otro un nuevo día.
miércoles, 13 de diciembre de 2017
EXCRITURA GNÓSTICA
Esa inmensa vastedad del abismo,
el amor al silencio,
la ausencia del fondo.
Ante las ventanas del viento,
el cielo en las alas,
las huellas sin horizonte.
El cuerpo de los alrededores,
apenas el mero estar,
su misterio mudo y el canto.
Junto al escondite de la gracia,
el espíritu de la raíz:
solo lo posible hasta el imposible.
Esa inmensa vastedad del abismo,
el amor al silencio,
la ausencia del fondo.
Ante las ventanas del viento,
el cielo en las alas,
las huellas sin horizonte.
El cuerpo de los alrededores,
apenas el mero estar,
su misterio mudo y el canto.
Junto al escondite de la gracia,
el espíritu de la raíz:
solo lo posible hasta el imposible.
EXCRITURA DE VIRGILIO PIÑEIRA
El infierno y el paraíso estallaron y solo queda esta tierra.
Nadie piensa en implorar,
ni dar las gracias
o mirar un poco el cielo.
La santidad se viste de carcajadas.
Pasear es parte del horror,
calles sin salida
y solo vuela un flamenco triste.
La belleza necesitar vomitar sonrisas.
Inútiles los lamentos,
los árboles sueltos
ya no creen en la poesía.
Hay que encontrar las venas del mar y desangrar la vida.
El infierno y el paraíso estallaron y solo queda esta tierra.
Nadie piensa en implorar,
ni dar las gracias
o mirar un poco el cielo.
La santidad se viste de carcajadas.
Pasear es parte del horror,
calles sin salida
y solo vuela un flamenco triste.
La belleza necesitar vomitar sonrisas.
Inútiles los lamentos,
los árboles sueltos
ya no creen en la poesía.
Hay que encontrar las venas del mar y desangrar la vida.
EXCRITURA DE CARLOS SÁNCHEZ
Las estrafalarias ideas del tiempo,
solo son una lata con fotos,
encuentros y territorios.
No ya que darles más vueltas
a las vueltas del pasado;
ni los rostros ni la luz,
nada, una eternidad berreta.
Apenas las visiones de un eco
y sus pájaros sin alas,
el abandono de los cuerpos, vencidos.
Las estrafalarias ideas del tiempo,
solo son una lata con fotos,
encuentros y territorios.
No ya que darles más vueltas
a las vueltas del pasado;
ni los rostros ni la luz,
nada, una eternidad berreta.
Apenas las visiones de un eco
y sus pájaros sin alas,
el abandono de los cuerpos, vencidos.
martes, 12 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE URSULA K. LE GUIN
Será que el mundo siempre es nuevo.
Y a veces, da miedo.
Aunque antes de estos días
el camino era el camino,
y las rocas y las plantas y la luz;
no acechaba el Perseguidor,
el que no tiene rostro.
Ya el tiempo perdió los sueños,
solo hay un dios
que mata y nunca renace:
el puente roto de la realidad,
entre el desamparo y el horror.
Ahí, afuera, despedazados los árboles,
el agua muy amarga,
el tallo negro de los helechos...
Y los niños hablan en otra lengua,
deciden si creer o no.
Pero un pueblo no puede estar loco,
ni el fruto de raíces profundas.
En el límite, al final del sendero,
alguien extiende una mano.
Será preciso cantarle a la lluvia,
entonces el bosque volverá a ser el mundo.
Será que el mundo siempre es nuevo.
Y a veces, da miedo.
Aunque antes de estos días
el camino era el camino,
y las rocas y las plantas y la luz;
no acechaba el Perseguidor,
el que no tiene rostro.
Ya el tiempo perdió los sueños,
solo hay un dios
que mata y nunca renace:
el puente roto de la realidad,
entre el desamparo y el horror.
Ahí, afuera, despedazados los árboles,
el agua muy amarga,
el tallo negro de los helechos...
Y los niños hablan en otra lengua,
deciden si creer o no.
Pero un pueblo no puede estar loco,
ni el fruto de raíces profundas.
En el límite, al final del sendero,
alguien extiende una mano.
Será preciso cantarle a la lluvia,
entonces el bosque volverá a ser el mundo.
EXCRITURAS SIN SOL
La estación de Ramos Mejía ya ha sido secuestrada,
sobrevive en un encierro mortal;
ni un centímetro sin un cartel publicitario.
Sus paredes apenas respiran:
stripers, bandas de rock, cumbia, teléfonos...
¿Alguien les puede prestar atención?
Los peatones olvidan su sombra,
andan apurados y ciegos,
nadie escucha los últimos gemidos,
esa agonía libertaria desesperada de sol.
Salvo yo, claro, que espero el colectivo, ahí,
y sueño con alrededores blancos;
o mejor, para purificar al asombro.
un brutal descarrilamiento y el polvo de la realidad.
La estación de Ramos Mejía ya ha sido secuestrada,
sobrevive en un encierro mortal;
ni un centímetro sin un cartel publicitario.
Sus paredes apenas respiran:
stripers, bandas de rock, cumbia, teléfonos...
¿Alguien les puede prestar atención?
Los peatones olvidan su sombra,
andan apurados y ciegos,
nadie escucha los últimos gemidos,
esa agonía libertaria desesperada de sol.
Salvo yo, claro, que espero el colectivo, ahí,
y sueño con alrededores blancos;
o mejor, para purificar al asombro.
un brutal descarrilamiento y el polvo de la realidad.
lunes, 11 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE GIANNI SICARDI
Las yugulares enardecidas por el polen
adentro del ascensor;
también hay exilios y un arbusto,
lástima que no lo mea ningún perro.
Afuera el reloj detenido,
el segundero sin una palabra;
esa inmovilidad sin freno,
salvo por algún estornudo.
Y todavía asesinan a las mujeres
y tenemos lo que perdimos:
todo los anzuelos rotos,
el mismo terror que nos abre los brazos.
Las yugulares enardecidas por el polen
adentro del ascensor;
también hay exilios y un arbusto,
lástima que no lo mea ningún perro.
Afuera el reloj detenido,
el segundero sin una palabra;
esa inmovilidad sin freno,
salvo por algún estornudo.
Y todavía asesinan a las mujeres
y tenemos lo que perdimos:
todo los anzuelos rotos,
el mismo terror que nos abre los brazos.
A NINA SIMONE
Y ahora que ya no tenés más tu hermoso cuerpo,
sin tetas, con tus odios y amores,
¿en dónde vive tu color negro?
Acá, como siempre, escucho tu voz.
Pero, disculpame, quiero ser claro:
no es una pregunta retórica
y menos aun un lamento inútil.
Es que este embrujo me da curiosidad,
solo eso, y ganas de verte.
Yo sé que estarás bailando, ¿sola?,
capaz que la eternidad, no sé...
Al menos espero que no te falte un trago y el piano
Y ahora que ya no tenés más tu hermoso cuerpo,
sin tetas, con tus odios y amores,
¿en dónde vive tu color negro?
Acá, como siempre, escucho tu voz.
Pero, disculpame, quiero ser claro:
no es una pregunta retórica
y menos aun un lamento inútil.
Es que este embrujo me da curiosidad,
solo eso, y ganas de verte.
Yo sé que estarás bailando, ¿sola?,
capaz que la eternidad, no sé...
Al menos espero que no te falte un trago y el piano
EXCRITURA DE POUND
No sé si todavía leés los diarios,
¿te enteraste del desacuerdo de Tokio?
Sería una cita tan desagradable
entre las voces de tus cantos.
Y todos tus ideogramas,
inútiles; esa imagen es ciega.
Ni hablar de Medio Oriente,
peor y ¿para qué, no?
En los millones de televisores
la usura es nuestra Ley.
Así que el viento, querido Ezra,
ya no habla más del paraíso, da miedo.
No sé si todavía leés los diarios,
¿te enteraste del desacuerdo de Tokio?
Sería una cita tan desagradable
entre las voces de tus cantos.
Y todos tus ideogramas,
inútiles; esa imagen es ciega.
Ni hablar de Medio Oriente,
peor y ¿para qué, no?
En los millones de televisores
la usura es nuestra Ley.
Así que el viento, querido Ezra,
ya no habla más del paraíso, da miedo.
EXCRITURA DE MONTALE
Ya se sabe, la ciencia se ocupa de otras cosas,
casi no tiene tiempo
con tantos descubrimientos, novedades...
Pero capas que existe
al menos un hombre sin máscara,
que puede decir algo,
esas otras palabras del mundo.
Claro que es imposible de encontrar,
apenas uno entre millones,
y andará sin saber que solo es él;
aunque así es mejor,
¿quién podría soportar el desamparo de su rostro?
Ya se sabe, la ciencia se ocupa de otras cosas,
casi no tiene tiempo
con tantos descubrimientos, novedades...
Pero capas que existe
al menos un hombre sin máscara,
que puede decir algo,
esas otras palabras del mundo.
Claro que es imposible de encontrar,
apenas uno entre millones,
y andará sin saber que solo es él;
aunque así es mejor,
¿quién podría soportar el desamparo de su rostro?
domingo, 10 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE LEGUIZAMÓN Y CASTILLA
Este amor ya casi en el puro olvido,
y la sombra de la zamba,
a todo el mundo le pregunta
por el padecer del cielo,
las estrellas, tantas noches.
Sé que esa pollerita del carnaval
nunca se podrá ir...
Aun mis manos ansían las llamas
para el pecho enamorado;
oscuridad que alumbra
el querer de las viejas penas.
Ay, las preguntas de la guitarra,
pañuelitos de llanto.
Pero cada mañana florecen hijos,
el manantial del sendero;
y este amor le canta al aire su ternura.
Este amor ya casi en el puro olvido,
y la sombra de la zamba,
a todo el mundo le pregunta
por el padecer del cielo,
las estrellas, tantas noches.
Sé que esa pollerita del carnaval
nunca se podrá ir...
Aun mis manos ansían las llamas
para el pecho enamorado;
oscuridad que alumbra
el querer de las viejas penas.
Ay, las preguntas de la guitarra,
pañuelitos de llanto.
Pero cada mañana florecen hijos,
el manantial del sendero;
y este amor le canta al aire su ternura.
EXCRITURA DE UNA ALMENDRA
Ya no encuentro ninguna excusa:
nadie aguanta el llanto de esa almendra.
Aunque me aparte, lejos,
mire fijo las paredes,
suba el volumen de la radio,
o baje todas las persianas.
Ahí, tan elemental, frágil, pesadísima...
hasta me deja sin muecas.
Quizás pueda lamer la cáscara,
cerrar los ojos, olvidar los latidos.
Pero también es inútil,
esa almendra duele adentro de la tristeza.
Ya no encuentro ninguna excusa:
nadie aguanta el llanto de esa almendra.
Aunque me aparte, lejos,
mire fijo las paredes,
suba el volumen de la radio,
o baje todas las persianas.
Ahí, tan elemental, frágil, pesadísima...
hasta me deja sin muecas.
Quizás pueda lamer la cáscara,
cerrar los ojos, olvidar los latidos.
Pero también es inútil,
esa almendra duele adentro de la tristeza.
viernes, 8 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE FRANCO FORTINI
Fatales, los filos de la poesía
siempre dejan heridas en la memoria.
Al latir del otro sentido,
en el adentro, se abren dolores.
Así, apenas en una flor,
el alrededor desborda en sangres.
Ni asomar una mirada,
cualquier luz es el peor abismo.
Hasta estas tontas metáforas,
muecas repetidas del desamparo.
Por eso escribo sin pensar,
quiero tachar las palabras del horror.
Fatales, los filos de la poesía
siempre dejan heridas en la memoria.
Al latir del otro sentido,
en el adentro, se abren dolores.
Así, apenas en una flor,
el alrededor desborda en sangres.
Ni asomar una mirada,
cualquier luz es el peor abismo.
Hasta estas tontas metáforas,
muecas repetidas del desamparo.
Por eso escribo sin pensar,
quiero tachar las palabras del horror.
jueves, 7 de diciembre de 2017
EXCRITURA DEL ACONTECIMIENTO
Ni siquiera un gemido
en el hablar de la lengua,
casi nada,
y no se oye el silencio.
Entre tanto ruido,
los árboles
sin senderos;
solo el miedo del bosque.
También ellos,
los dioses,
cada vez más lejos,
sin ningún consuelo...
Ya estalla, muda,
la ilusión del esperar
alguna voz,
la propia, la humana: el ser.
Ni siquiera un gemido
en el hablar de la lengua,
casi nada,
y no se oye el silencio.
Entre tanto ruido,
los árboles
sin senderos;
solo el miedo del bosque.
También ellos,
los dioses,
cada vez más lejos,
sin ningún consuelo...
Ya estalla, muda,
la ilusión del esperar
alguna voz,
la propia, la humana: el ser.
EXCRITURA DE RAÚL GONZÁLEZ TUÑÓN
Todos lo saben, al destino le gustan las bromas pesadas.
Aunque a veces también se distrae,
y sin querer, se imagina lo que ya pasó.
Justo al vaciar la última copa,
entre ese piano dormido,
muchos marineros sin puertos,
humo, peleas, risas,
en el espejo más triste del mundo,
perdida, él la vuelve a ver.
La imagen de un blues sin fondo,
la máscarita de otro tiempo,
su boca demasiado pintarrajeada,
dulce, muy dulce, mentirosa,
una trampa para que el cuerpo descubra el amor.
Ah, en el cabaret, el destino es un adiós y la nostalgia.
Todos lo saben, al destino le gustan las bromas pesadas.
Aunque a veces también se distrae,
y sin querer, se imagina lo que ya pasó.
Justo al vaciar la última copa,
entre ese piano dormido,
muchos marineros sin puertos,
humo, peleas, risas,
en el espejo más triste del mundo,
perdida, él la vuelve a ver.
La imagen de un blues sin fondo,
la máscarita de otro tiempo,
su boca demasiado pintarrajeada,
dulce, muy dulce, mentirosa,
una trampa para que el cuerpo descubra el amor.
Ah, en el cabaret, el destino es un adiós y la nostalgia.
miércoles, 6 de diciembre de 2017
EXCRITURA DEL CUERPO
Esa insistencia de los instantes vividos,
el misterio de Viel Temperley,
anónimo, incontrolable, mudo;
lo sé, escribe estos versos.
Claro que es fácil el engaño,
para eso está el yo,
que mira el pájaro en el laurel
y el orden previsible de la gramática.
Pero siempre es él, desde las tripas,
cada uno de sus recorridos,
entradas y salidas;
el cuerpo abierto más allá de esta mano.
Esa insistencia de los instantes vividos,
el misterio de Viel Temperley,
anónimo, incontrolable, mudo;
lo sé, escribe estos versos.
Claro que es fácil el engaño,
para eso está el yo,
que mira el pájaro en el laurel
y el orden previsible de la gramática.
Pero siempre es él, desde las tripas,
cada uno de sus recorridos,
entradas y salidas;
el cuerpo abierto más allá de esta mano.
EXCRITURA EGIPCIA
Todas las almas eran pájaros,
el cielos y el vuelo;
un ángel mudo las protegía,
alrededor de la piel,
hasta cruzar el horizonte.
Después eran miles de seres,
sus brillos animales.
Acaso ingenuos consuelos,
los desamparos de la Fe.
Tanto dolor, tanto sacrificio;
igual que ahora...
pero sin pájaros ni ángeles,
su oscura extinción
y las pirámides de las muertes.
Todas las almas eran pájaros,
el cielos y el vuelo;
un ángel mudo las protegía,
alrededor de la piel,
hasta cruzar el horizonte.
Después eran miles de seres,
sus brillos animales.
Acaso ingenuos consuelos,
los desamparos de la Fe.
Tanto dolor, tanto sacrificio;
igual que ahora...
pero sin pájaros ni ángeles,
su oscura extinción
y las pirámides de las muertes.
EXCRITURA DE CARLOS CORREAS
Siempre la consigna es la misma: prohibido asustarse.
La mendiga se acurruca sin dientes
a los pies, rotos, de la Virgen,
la patrona de los Ferrocarriles Argentinos
y protectora de amigos y usuarios.
Sería más efectiva una estafa, cualquiera;
solo hace falta un poco de impiedad
para evitar la mirada del desierto
y no morir por la inflación, como Kafka.
Igual conviene dejarle algunas flores
o yuyitos de colores, sin nombre.
Total, si nadie los mira...
ni siquiera el sol se anima a esa sombra.
Son pocos, otra vez muy pocos,
los andan en los andenes.
Desde acá, las vías son líneas, indiferentes,
y lejos se diluyen como el humo.
La mendiga casi sonríe y fuma un cigarrillo sin dueño.
Siempre la consigna es la misma: prohibido asustarse.
La mendiga se acurruca sin dientes
a los pies, rotos, de la Virgen,
la patrona de los Ferrocarriles Argentinos
y protectora de amigos y usuarios.
Sería más efectiva una estafa, cualquiera;
solo hace falta un poco de impiedad
para evitar la mirada del desierto
y no morir por la inflación, como Kafka.
Igual conviene dejarle algunas flores
o yuyitos de colores, sin nombre.
Total, si nadie los mira...
ni siquiera el sol se anima a esa sombra.
Son pocos, otra vez muy pocos,
los andan en los andenes.
Desde acá, las vías son líneas, indiferentes,
y lejos se diluyen como el humo.
La mendiga casi sonríe y fuma un cigarrillo sin dueño.
martes, 5 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE LARRY LEVIS
Al final los poemas siempre vuelven a su casa;
inútil guardarlos en un cajón,
aprenderlos de memoria
o regalarlos.
Ni siquiera los más íntimos,
los que salvan amores
y naufragios.
Si hasta los que nacen sin vida,
apenas un bollito de papel.
Claro que nadie lo puede explicar,
simplemente ocurre..
También éste, aunque no escriba la palabra adiós.
Al final los poemas siempre vuelven a su casa;
inútil guardarlos en un cajón,
aprenderlos de memoria
o regalarlos.
Ni siquiera los más íntimos,
los que salvan amores
y naufragios.
Si hasta los que nacen sin vida,
apenas un bollito de papel.
Claro que nadie lo puede explicar,
simplemente ocurre..
También éste, aunque no escriba la palabra adiós.
lunes, 4 de diciembre de 2017
EXCRITURA FALSA DEL TIEMPO
Como si nada...desde aquellos quince
hasta estos cincuenta;
solo más gastado el mirar,
las arrugas en la piel,
ese alrededor de meras figuras,
calles, lunas y soles,
acaso olvidada, casi, toda ilusión.
Como si nada, nunca
la fantasía del pasar los años;
siempre el mismo miedo
y la ingenua incertidumbre de una luz
Como si nada...desde aquellos quince
hasta estos cincuenta;
solo más gastado el mirar,
las arrugas en la piel,
ese alrededor de meras figuras,
calles, lunas y soles,
acaso olvidada, casi, toda ilusión.
Como si nada, nunca
la fantasía del pasar los años;
siempre el mismo miedo
y la ingenua incertidumbre de una luz
EXCRITURA DE WILCOCK
El viento tan frío de la noche ha despoblado a las calles;
hay un portón abierto,
entre las palmeras una estatua,
una mujer gigante,
su vestido es verdadero,
su regazo tibio
la respiración llora el perdón,
y solo es sentir la vida
y el origen del calor del vientre...
ya se disuelve la desesperación, la humillación y la soledad.
El viento tan frío de la noche ha despoblado a las calles;
hay un portón abierto,
entre las palmeras una estatua,
una mujer gigante,
su vestido es verdadero,
su regazo tibio
la respiración llora el perdón,
y solo es sentir la vida
y el origen del calor del vientre...
ya se disuelve la desesperación, la humillación y la soledad.
domingo, 3 de diciembre de 2017
EXCRITURA DE CALVEYRA
A veces, creo que imagino a ese hombre;
detenido, mudo, ahí,
solo ante los brillos de las aguas.
Puedo sentir sus alrededores,
una plaza, el universo.
Vienen, entonces, tus versos,
mi propia fuente;
pero nunca una respuesta.
A veces, cuando voy en el colectivo,
al saborear un café;
y si lo veo...él también me mira.
No comprendo, ni siquiera soy: ¿sos vos?
A veces, creo que imagino a ese hombre;
detenido, mudo, ahí,
solo ante los brillos de las aguas.
Puedo sentir sus alrededores,
una plaza, el universo.
Vienen, entonces, tus versos,
mi propia fuente;
pero nunca una respuesta.
A veces, cuando voy en el colectivo,
al saborear un café;
y si lo veo...él también me mira.
No comprendo, ni siquiera soy: ¿sos vos?
sábado, 2 de diciembre de 2017
EXCRITURA HOMÍNIDA
El nómade inmóvil
ya no busca frutas ni peces.
Puede imaginar árboles,
ver algún arroyo;
y trata de masticar
para juntar a sus pellejos.
Temeroso de las hordas,
solo las llamas
y la luna, muy lejos.
Apenas respira su sombra,
el otro enigma.
A veces un aullido,
recuerdo de las sangres...
entonces apaga la televisión.
El nómade inmóvil
ya no busca frutas ni peces.
Puede imaginar árboles,
ver algún arroyo;
y trata de masticar
para juntar a sus pellejos.
Temeroso de las hordas,
solo las llamas
y la luna, muy lejos.
Apenas respira su sombra,
el otro enigma.
A veces un aullido,
recuerdo de las sangres...
entonces apaga la televisión.
EXCRITURAS DE UN BALANCE
Más de dos mil y pico de poemas
solo para evitar el ver,
asomar siquiera a la sombra
o encontrar alguna voz.
Inútil, apenas son palabras;
pero por suerte y desgano
todo queda sin corregir:
manchas de los gestos rotos.
Menos que estos pellejos...
la hipócrita tarea para seguir vivo.
Más de dos mil y pico de poemas
solo para evitar el ver,
asomar siquiera a la sombra
o encontrar alguna voz.
Inútil, apenas son palabras;
pero por suerte y desgano
todo queda sin corregir:
manchas de los gestos rotos.
Menos que estos pellejos...
la hipócrita tarea para seguir vivo.
EXCRITURA DE CHAPLIN
Todavía me queda aquel zapato viejo,
pero hasta los cordones,
tan caídos, mudos, ¿y para qué?
Me aisló tanta nieve
o el miedo o apenas la pena.
Si cuando te veo, Carlitos,
esas ganas de llorar
y tampoco ninguna lágrima.
Ni un bigote que se anime al juego,
que sirve como excusa...
hace rato que perdí las muecas.
Me falta sentir el hambre,
la picardía para burlar mis bestias;
por eso ando desnudo,
lejos, solito ante la cámara.
A veces cuando pienso,
tu bastón y tus ojos llenos de luz:
quisiera imaginar la alegría,
meter el zapato y mi cabeza en la olla.
Todavía me queda aquel zapato viejo,
pero hasta los cordones,
tan caídos, mudos, ¿y para qué?
Me aisló tanta nieve
o el miedo o apenas la pena.
Si cuando te veo, Carlitos,
esas ganas de llorar
y tampoco ninguna lágrima.
Ni un bigote que se anime al juego,
que sirve como excusa...
hace rato que perdí las muecas.
Me falta sentir el hambre,
la picardía para burlar mis bestias;
por eso ando desnudo,
lejos, solito ante la cámara.
A veces cuando pienso,
tu bastón y tus ojos llenos de luz:
quisiera imaginar la alegría,
meter el zapato y mi cabeza en la olla.
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