viernes, 31 de agosto de 2018

EXCRITURA DE IDEA VILARIÑO Y ONETTI

Solo hasta esperar que caigan,
ya gastados;
o al fin se borren:
cada día,
cada minuto,
esos poquitos segundos.
Siempre acá;
echado,
perdido,
dormido o despierto
y esperar...
en esta cama tan lejana sin vos.

miércoles, 29 de agosto de 2018

EXCRITURA DE CHARLY

Ni siquiera un poquito así;
entre el living
y la cama, nadie.
El bajo mudo,
la viola rota.
Ciegas las persianas,
las botellas.
Tampoco silencio,
rincones.
Recién vomité caviar
a mi yo sin espejo.
Doy vueltas,
me pierdo;
siempre las paredes,
la nada...
¿Dónde está el balcón?,
necesito saltar hasta el amor.


martes, 28 de agosto de 2018

EXCRITURA DE MARINA COLASANTI

Junto a mí siempre duerme la luna,
esa trenza en la ventana.
La noche, alrededor,
no se suficiente para ella,
tampoco acepta a mis caricias.
Yo invoco su viejo misterio
y le ofrezco mi desnudez.
A veces murmuro una canción
y es inútil, está sorda.
Solo cada amanecer,
cuando ya aparece el sol,
ella se refugia, tan temerosa, en mi piel.

miércoles, 15 de agosto de 2018

LA CABEZA DEL PUBLICISTA

Todo anduvo bien hasta que tuvo que convivir con su cabeza.
Por algún motivo, una mañana cualquiera el genial y millonario publicista Esteban Martínez despertó sin sus manos. Él recién lo advirtió al intentar lavarse los dientes. El médico -una eminencia- que lo examinó, al margen de la sorpresa, le señaló que estaba en perfectas condiciones; salvo, claro, ese pequeño detalle. Por otra parte, a pesar de algunas dificultades, el publicista se sentía bien, casi más creativo; ni siquiera necesitaba tomar un remedio. A los pocos días, lo mismo ocurrió con sus piernas.  Su mujer creía que era consecuencia de alguna distracción en los sueños; el médico descartó esa posibilidad y concluyó después de un minucioso examen que el estado del paciente era perfecto, casi ideal. Aunque necesitaba la ayuda de algunos artefactos, en nada se alteró su tarea: sus proyectos eran cada vez más exitosos. Claro que inevitablemente iba a pasar, llegó el día en que se levantó solo con su cabeza. Pero entonces todo cambió, ¿para qué consultar al médico? El publicista pensaba, no podía dejar de pensar y sufría un dolor desconocido, la amenaza de cada palabra. Por supuesto, no tuvo otra alternativa que renunciar a su trabajo.
Para colmo, ahora, los sueños de su cabeza solo eran pesadillas.

martes, 14 de agosto de 2018

NECESIDADES URGENTES

                                      A los zapatitos de Hemingway


Si siente que pierde sentido su vida, no se desespere: vendo odio y desprecio. De regalo, un globo amarillo.
LA EXTINCIÓN DE MONTERROSO

Cuando despertó, el dinosaurio ya no estaba allí...y sintió miedo, mucho. Tampoco alrededor, nada; solo le quedaba una posibilidad: volver a dormir.

lunes, 13 de agosto de 2018

ESPEJO DE LA NOCHE

Siempre había sido en la noche, cerca de las doce, al borde del otro día; no se trataba de una cábala o una manera extraña de conexión; apenas una larga coincidencia en el curso de años y años. Además, en estos días, cada vez más solo, era su único consuelo para no dormir y soñar. Igual, lo más importante, ya estaba todo listo; así que otra vez puso el compacto y fue a sentarse junto a la mesita del living: en el espejo la línea blanca era casi perfecta. Pero al acercarse, el billete en su mano derecha, vio la forma de otro rostro, ése, lejano, tan propio como ajeno. Claro que no debía ser real, seguro que era un nuevo delirio. Sin embargo le resultaba imposible controlar el temblor de todo su cuerpo, esa sensación que anuncia el llanto; entonces se apartó de golpe y sacudió  varias veces la cabeza, creyó que necesitaba más volumen: a los les gustaba Led Zeppelin II.  Fui inútil...o peor. La habitación deba vueltas alrededor del tiempo hasta descubrir el vórtice que era el pasado. Por suerte, sus ojos ciegos lograron el balcón, su puerta abierta, la otra línea negra y paralela: su verdadero rostro.

domingo, 12 de agosto de 2018

BORGES

Solo supo esa inútil verdad, su auténtica ceguera, su bastón, sus bromas dudosas, su costumbre de ser un nombre. No se podía salir de ningún laberinto, posible o imposible, él los imaginó a todos. Incluso antes de saber que vivía en uno desconocido, único y fatal. Si hasta dudaba al cruzar el living del departamento, la tibieza de su gato, esas voces de su sangre, la aterradora biblioteca que era su falso paraíso. De todos modos nadie sabrá nunca si fue un hombre o un nuevo Dios, nuestro laberinto. Al morir, a diferencia de sus personajes, tampoco encontró la salida de la verdad; ni siquiera la revelación sin palabras de la nada.
VIDA DE UN INCOMPRENDIDO (CON FINAL FELIZ)

Durante largos años se desempeñó como crítico de cine en varios diarios del mundo, nadie dudaba que era uno de mejores, o acaso el mejor. Si bien su pasión era lo que en esa época de llamaba "cine de autor", resultaba inevitable que, demasiadas veces, las reglas de su trabajo lo desviaran de su pasión.
Algo decepcionado, una noche probó con una porno, o acaso sus compañeros no solían hacer comentarios... y entonces ya no pudo ver otra cosa; ni él lo podía entender, pero simplemente era así: allí encontró el verdadero sentido de su vida. En menos de un año, lleno de entusiasmo, se convirtió en un especialista, el más calificado del género.
A pesar de este pequeño detalle, toda iba bien en su vida, incluso mejoraron sus ingresos; salvo, claro, algunas discusiones con su familia, en especial con su esposa. Hasta que un día, sin motivo, sin pensarlo, comenzó a andar desnudo, a masturbarse, a usar juguetitos en cualquier lugar: su casa, las plazas, la oficina.
Su esposa -en realidad nadie, ningún amigo- sabía qué hacer; así que lo internaron durante algunos meses. Cuando se curó -o descubrió que era "curarse"-, volvió a ser casi el mismo para las convenciones de la sociedad. Además, ya no se desvestía, no provocaba a nadie; solo necesitaba un poco de tiempo y un nuevo proyecto para ser otra persona normal.
Con paciencia  y algunas dudas, al fin aceptaron su propuesta. En pocos meses, trabajando sin descanso, se convirtió en un respetable productor de películas XXX. Y si no tenía una recaída (descartada por los médicos), muy pronto tendría su propia empresa y a nivel mundial. No se equivocó, hoy es una celebridad y no sabe dónde colocar tantos premios.
Por supuesto, ahora todos lo admiran, él es como todos y muy exitoso; incluso su esposa está orgullosa de él y, particularmente, de su nueva casa o mansión: ese inmenso jardín, la piscina, las fiestas exclusivas, etc. Bueno, todos, menos él... De todos modos son muchísimas las habitaciones y ya imaginó cómo construir una pared secreta para revivir y realizar su verdadero sueño: una enorme pantalla para liberar los más bellos misterios de su ser. Quién sabe, quizás algún día la sociedad podrá comprender a un hombre simple y feliz.

sábado, 11 de agosto de 2018

EL CAJERO DE LAS ESTACIONES

Hace varias semanas que lo veo ahí, tirado, una simple respiración. Entre cartones y algunas mantas sucias, su refugio es un rincón en el interior del cajero. Mientras lo demás retiran dinero, se protege del frío. Por momentos sospecho que no lo ven, o solo les preocupa que funcionen las máquinas. A nadie le pide nada, apenas se mueve, solo a veces se levanta para mirar hacia afuera: él espera que llegue la primavera.
EL ALMA DE LOS SUEÑOS

Al fin había terminado el confuso horror de esa extraña historia; Próspero, el despiadado Amo, ya se embarcó para volver a su mundo y seguir, como siempre, con la hipocresía de sus intrigas por el poder,
Agradecido a su Diosa, después de tantos engaños, desprecios y humillaciones, solo en su isla, desnudo, Caliban contempla el cielo y el movimiento justo de las nubes: una nueva tempestad le permitirá ser libre.

viernes, 10 de agosto de 2018

EL SER DEL CUERPO

Después de pensarlo durante años con tranquilidad, al margen de las inevitables emociones y de las diversas teorías biológicas y filosóficas; no dudó que era la única solución.
Primero se cortó los pulgares, luego las orejas, la nariz, los ojos, el engaño de los pies... Por fin había tenido el coraje de reconocer su cuerpo, el secreto de la sangre humana.
Pero, a pesar de su coraje y su lucidez, aun sentía que le faltaba un pequeño detalle, acaso el fundamental; antes de morir, se cortó la mentira de todos los misterios: la lengua.
¿QUIÉN SOPORTA A LA LIBERTAD?

Feísima, bastante gorda, olorosa, sin depilar; y sin embargo parece ser la única persona feliz de este mundo. Desde años trabaja en un frigorífico, la aceptaron al confundirla con un hombre; a veces piensa en la dulzura de las vaquitas, sus compañeras. Claro que, lo reconoce, le encantan los asados, ni hablar de las achuras, se babea. Horriblemente vestida, resulta obvio que no encaja en ningún ambiente, y que la mayoría -en general, idiotas- le tienen mucho más que miedo. Además, a diferencia de sus semejantes, nunca se queja de nada. Vive cada jornada con una sonrisa en sus dientes podridos. Quizás sea cierto que oculta una gran soledad...pero nadie puede dudar ni siquiera por un instante que ella es realmente libre, ¡totalmente libre!
JUEGOS SECRETOS

Papá le dijo que la acariciara, era su nuevo juguete. Y ella, asombrada y feliz, vio cómo rápido ese regalo crecía y crecía.
¡Magia!
Papá también podía hacerlo desaparecer como a un conejo. Pero ella debía colaborar, sacarse la ropa y sentarse en la punta colorada.
¡Gritos!
Papá le explicó que así no funciona el mecanismo: era un secreto. Ella tenía que aguantar esa prueba para ver otra vez el conejito y el juguete.
¡Llanto!
Papá le prometió que pronto lo volverían a hacer, que era solo un juego entre ellos dos. De a poco, ella comprendió... y volvió a sonreír.


FINAL DE GULLIVER


Al regresar, ya famoso, todos se reían apenas escuchaban sus nombre. Pero él no lo podía soportar: durante sus viajes había arriesgado su vida, su cordura, hasta su elemental humanidad; tantos esfuerzos no había servido para nada. Ahora sabía sin dudar que su mundo era el peor de los mundos; y que cualquier viaje era un intento inútil, otro paisaje -más o menos exótico- para ocultar lo más visible: el dolor del estar vivo. Así de sencillas y fatales era las conclusiones de su larga travesía. Lamentablemente no lo lo podía soportar: pasó sus últimos día encerrado en su casa solo con el consuelo de la tristeza y el llanto.

jueves, 9 de agosto de 2018

EL MUNDO DE LAS COSAS,

Desde hace muchos, muchísimos años todos los días se ocupa de recoger cosas -lo que sea- de las veredas: juguetes rotos, cajas, libretas, planchas de telgopor, etc. Por supuesto, sin ninguna intención pecuniaria.
Su familia ya desaparecida había sido muy rica, y entonces un día, solo, rodeado de obras de arte,le llegó ese proyecto y vendió la mansión, los campos, todas las empresas y se compro una casita de tres ambientes en Paso del Rey. El contador le garantizó que su supervivencia estaba asegurada, salvo que viviera más de cien años.
Siempre cumplía el mismo horario, desde la cuatro de la mañana hasta, los días de suerte, las ocho. La rutinaria experiencia le había demostrado que esas horas eran las más ventajosas y tranquilas para realizar su tarea. Después desayuna, duerme hasta el almuerzo y durante el resto del día contempla sus hallazgos que ya ocupan las habitaciones de su vivienda, apenas le quedaba un rincón para la cocina y la cama.
Su única y fundamental idea es que puede entender, comprender la existencia de las cosas; claro que no es fácil, debe hacer un gran esfuerzo. Pero muchas veces ellas se comunican con él, le cuentan sus secretos: a veces tristes, otras alegres. Cuando ocurre le segundo, su felicidad es total, incluso baila un mambo, gracias a un tocadiscos que halló cerca de la estación.
La gran mayoría de sus vecinos -aunque no lo conocen ni hablan con él- piensan que el mal funcionamiento de su cerebro lo engaña con un mundo irreal. Por eso lo apodan el loco de los residuos. además jamás causa ningún daño; él, por el contrario, sabe, tiene la certeza de que en realidad su mundo es el verdadero:solo es posible una vida humanan entre el abandono de las cosas, lo demás es una absurda mentira.
FIDELIDAD DE PERROS

Como todas las mañanas, ya con hambre, le insistió varias veces con su lengua húmeda. Pero nada cambió, salvo el sol que ya se asomaba irónico desde la ventana. Inquieto, empezó a dar vueltas alrededor; una, dos, cientos...Bastante cansado -aunque conocía y respetaba la prohibición- él también se subió a la cama. A los pocos días el olor logró escapar del cuarto y mezclarse con la libertad del aire. Cuando finalmente llegó la policía no tuvo inconvenientes, ni siquiera hacía falta un examen médico. El proceder era sencillo, rápido trajeron dos bolsas negras, casi idénticas, para los cadáveres.
TRISTEZA DE UNA BIBLIOTECA

Según los precisos registros, el día de mañana se cumplirán cincuenta años; y, tal vez, llegará a un siglo. Siempre en el mismo lugar: la primera fila, un rincón apenas visible, cerca de la pared del fondo. Alguien lleno de entusiasmo creyó que no podía faltar y lo habrá donado, como si fuera su corazón. Pero nadie, nada, ni se detienen a mirarlo, tocarlo...Sin embargo no puede perderse la esperanza de que algún día un joven ingrese a la biblioteca y solicite ansioso La vida nueva, de Dante Alighieri.

miércoles, 8 de agosto de 2018

UN EMPLEADO EJEMPLAR

Ya hacia más de treinta años que trabajaba en la contabilidad de empresa, casi toda su vida; así que no le preocupó la nota de las autoridades que aludía a una reestruturación del personal. Pero un par de semanas después, al llegar puntualmente a su trabajo advirtió un ambiente distinto, acaso extraño: la mayoría de sus compañeros bajaban la cabeza al cruzarse con él. No le dio importancia, pensó en su edad, su cansancio...Pero mientras ordenaba su viejo escritorio lo llamó el nuevo encargado (¿Martins o Martínez?) a su reluciente oficina. Apenas pudo tomar asiento, el funcionario fue directo: su tarea provocaba gastos innecesarios a la empresa. Después con una extraña sonrisa le estrechó la  mano y atendió el llamado de su celular. Él recién pudo comprender la sentencia al salir a la calle, al ver las caras de los otros, en un par de minutos lo habían despedido del mundo.
EL ESTAR VERDADERO

                                       Al maestro y compañero Rodolfo Kusch

De pasada, unos días;  el Cholo era la segunda o tercera vez que se venía Buenos Aires, más precisamente a la Capital que todos llamaban Federal. Era casi imposible alejarlo tanto de su Chaco natal. Pero hacía demasiados que no veía a su hermana, que ahora era viuda, y en una de esas encontraba alguien que arreglara el reloj que la había dejado su padre y un día se olvidó de las horas.
Anduvo y anduvo...con el reloj no tuvo suerte. Los otros cuatro días los pasó junto a su hermana menor que, cosa rara, si bien tenía todos los dientes, parecía más vieja que él. Rara vez veían la televisión, ambos todavía prefieren ese aparato mágico que era la radio. Igual hablaban poco, como cuando vivían en el rancho, por momentos el tiempo no existía entre aquel pasado y el presente.
Muchas, muchas veces, el Cholo lo había pensado y no lo terminaba nunca de entender: ¿por qué se había ido, y tan jovencita, la Clotilde ? Después de la cena, un vaso de vino de más le dio el coraje inútil para preguntar. Ella se levantó de la mesa y después de un silencio, mientras lavaba los cacharros, le contestó que, simplemente, quería progresar.
A Cholo la respuesta le resultó extraña, a su alrededor veía una casa prolija pero muy chiquita, casi faltaba aire y ni hablar del sol. Solo una ventana, un patio que no era un patio. Incluso el nombre le molestaba: Flores Entonces él la recordó de niña con los pies sucios entre las gallinas y los patos: Rosendo y Lunita; también comiendo yuyitos, trepando árboles... y antes de decir algo se fue a dormir. El ómnibus salía a la tarde del otro día.
Desde que se despertaron hablaron sin hablar: la humedad, las valijas, los pasajes, algún abrigo para la noche. Después de comer y una siesta, ella lo acompañó a la terminal de Liniers, sabía que podía perderse en esa ciudad que a él siempre le resultaba inmensa y monstruosa. Solos, esperaban la llegada de las seis y media, el final. Antes de despedirse se abrazaron fuerte y eso no era lo habitual, no recordaba un momento igual con nadie en sus setenta y cuatro años. Hasta se sintió como un pibe. Pero también percibió un temblor en su hermana, y entonces ella se le acercó  al oído y le dijo: yo también, siempre, estuve de pasada.

 MENSAJES MODERNOS

A la cabeza la colocaron con cuidado, sin ningún cartel, en el potrero de la Villa.
No era la primera vez que sucedía, tampoco -seguramente- sería la última. Aunque temprano llamaron a la policía, ya casi de noche seguía ahí: en el poste roto de la la luz, muda, cada vez más desencarnada, la sangre, el barro, rodeada de moscas.
Nadie la reconocía... a pesar de los rulos y el lunar cerca de la boca; los pocos que pasaban apenas veían los ojos aun abiertos. Las madres prohibieron a sus hijos salir a jugar, la escuela decidió suspender las clases, algunos rezaban en la capilla.
Claro que sabían y sabían que hablar era inútil, no tenían dudas: esa cabeza era la de todos.

martes, 7 de agosto de 2018

PROSAS DE LAS EXCRITURAS

EL BRAZO REBELDE

Al bajar, apurado, se olvidó su brazo que se había aferrado, como todos los días, poco más de una hora y media durante el viaje en colectivo para ir al trabajo. Pero al andar no sentía nada, ningún dolor, incluso hasta percibía un extraño alivio: Solo le preocupaba cómo iba a sostenerse, después de más de treinta años, al regresar a su casa; pero bueno, le quedaba otro, ¿no?

lunes, 6 de agosto de 2018

INTERIOR DE LOS INTERNOS

Siempre perdidos en el amor
y todavía más adentro,
libres de la razón de las tenazas.

En esa pureza del estar solo
lejos de la soledad,
sin otra salvación que la espera.

Entre demonios y ángeles
que dan y dan vueltas,
para alejar la herida incurable.

Las ruinas de las palabras
sobre la piel del cielo,
como una flor que es un rayo.

Siempre en el cómo de sentir
desde la armonía del caos,
la furia invencible de los piadosos.
RAMAS DE VIDA

Me preguntó si quería irme del neuropsiquiátrico;
no pude contestar.

Si ya me sentía un poco mejor;
tampoco dije nada.

Después hablamos de su escritorio,
esa distancia.

Decidió levantarse, ir a la ventana;
y me llamó.

Señaló con sus ojos al árbol más viejo del patio;
cada vez más alto.
EL SER INTERNO

Su enfermedad nunca tendrá solución.
No son culpables ni inocentes,
viven un mundo en otro mundo.
Así cualquier tratamiento es ínútil,
no quieren usar a las cosas,
apenas aprendieron del dolor.
Para colmo, dicen la verdad o estallan

PREGUNTAS DE LOS INTERNOS

Ponele que un día el sol se confunda con la luna,
¿la luz sería la misma en el patio?
¿Por qué las vacas no comen humanos?
¿las enfermeras se tiran pedos?
¿Las flores se huelen su perfume?
¿Los fantasmas están vivos? ¿Y nosotros?
¿A nadie le gusta mirar las paredes?
¿Por qué nunca se enloquecen los pájaros?
¿De qué planta sacan las pastillas?
¿Toda la mierda se va por las cañerías?
¿Dios también creó a la locura?
¿Un doctor puede hacer bolitas con los mocos?
¿Las palabras están todas curadas?
¿El que se rie siempre también está enfermo?
Cuando me toque pasar a la muerte,
¿voy a ir al paraíso, al infierno o a otro pabellón?
LA CABEZA AMABLE

Algo le habían cambiado dentro de su cabeza
cuando era muy chico,
Pasó por muchos lugares,
pero allí estaba bien, más tranquilo.
Casi nunca hablaba,
acostumbraba a sonreír.
Una tarde me dijo su nombre,
un dedo señalo la herida
y se disculpó por su estupidez.
No podía recordar más, tanto tiempo.
Durante el día, al pasar,
me saludaba varias veces.
Quizás era el más amable de todos los internados.

PAÑALES DE LA OSCURIDAD

Todas las noches se repetía la misma escena:
a eso de las cuatro, cuatro y cinco
siempre las enfermeras me despertaban:
había que atender al compañero de cuarto.
Primero intentar desatarlo de la cama,
un calmante, cambiarle los pañales,
dominarlo y volver a ajustar las correas.
Apenas unos minutos y se apagaba la luz.
Nunca logré hablar con él, nada,
tampoco logro recordar su nombre,
solo escuchaba un ratito sus quejidos
y ya se había dormido, yo miraba la oscuridad.

domingo, 5 de agosto de 2018


VIDA DE NYLON

Todo está rigurosamente controlado en el pabellón,
más aun cuando sale algún interno;
no importa su nombre,
su conducta, su antigüedad,
tampoco su patología.
Al volver se revisa, siempre,
hasta la última prenda,
esa zapatilla rota,
los dobladillos del vaquero;
cada paquete, cadenitas
ni siquiera un cigarro...
Pero ¿una simple bolsita de nylon?;
apenas unos minutos, bien apretada, lo asfixió a Raúl.

EL AFUERA DE LOS INTERNOS


Ya los internos están afuera,
nada lo puede evitar.
Ni las paredes
ni las pastillas;
cada mirar es cielo:
el sol estalla en todo el patio.
VOCES

Don Laurentino había escrito, por lo menos, más de mil poemas.
Una pena, los perdió a todos;
pero le quedaban algunos dientes
y al contarlo se reía.
También leyó a Freud, aunque prefería a Jung.
Internado desde los veinte,
ya pasaba los setenta y el mate frío.
Desde entonces Don Laurentino escucha voces,
así que yo apenas murmuraba,
elegía escuchar su voz...
Creo que tenía miedo de ser uno de esos poemas y perderme en su silencio.
CULPAS DEL INTERNADO

Aun no puedo olvidar cuando soñé con el Diablo,
casi puedo verlo
y sé que anda por el mundo.
Nunca lo dudo,
soy ese temblor.
Pero esa noche era un niño
que vivía en el campo,
había animales:
gallinas, patos, vacas, caballos...
Ese anhelo, lo sé, siempre,
fue el alcoholismo de mi padre.
Entonces sentí que el sueño empezaba a ser otro sueño
y entonces apareció...
Claro que lo reconocí,
siempre estuvo en mi cuerpo:
el macho cabrío,
su enorme pene,
mi felicidad incontenible
al poseer a mi madre.
Sin embargo, empece a llorar.
Al despertar, sorprendido,
no podía entender.
Salí rápido de la cama,
la enfermera vio la mancha de la culpa en el calzoncillo.
CRUELDAD O CONSUELO

Nunca lo había visto antes,
sentado solo en el banco más apartado,
algo parecido a una media le cubría la cabeza,
inmóvil, solo era una mirada.
Al acercarme descubrí el secreto:
una hormiga recorría con esfuerzo y una hoja
su sendero preciso por el borde blanco.
Pensé en averiguar su interés,
pero justo todo se desmoronó sin aviso:
y él levantó su pie y la aplastó.
Enseguida vi su mano entre los yuyos verdes,
la necesidad de la misma escena.
LA VOZ HUMANA

Era tan inútil decirle estoy muy triste,
si solo eran palabras.
O también no sé quién soy,
¿para qué?
La mirada fija en el escritorio,
varias carpetas, la lapicera,
un par de portarretratos...
y escuché a mi nombre.
Sonreí sin querer;
la psiquiatra sin color en la piel,
esa bufanda de lana azul:
me preguntó si compartíamos un café.

LA FORMA DEL TIEMPO

No recuerdo cuándo empecé a dar vueltas;
una, dos, tres...mil.
El patio era un simple rectángulo,
pero a veces  chocaba con otro.
Así descubrí el tiempo,
el humano, real,
apenas un golpe inesperado,
un instante sin respuesta,
desde entonces no me preocupa saber la hora.
EL SER NADA

Apenas si podía hablar, pero siempre babeaba
y te molestaba, te perseguía
por un cigarro o un bizcochito.
Todos lo despreciaban,
lo alejaban a empujones.
No recuerdo la brutalidad de su apodo,
sus ojos eran huecos negros.
Jamás lo vi con nadie,
ni se le acercaban las enfermeras.
Siempre babeaba... era realmente insoportable.
PREFERENCIAS DEL FRÍO.

Todavía no se había asomado el sol,
la mañana era una sombra fría.
A las seis todos arriba,
apurarse para salir del pabellón.
Sentado en un banquito
el patio entero era una heladera
y una burla la camisa
que frotaba con mis manos.
Además, faltaba más de una hora
hasta entrar a desayunar.
Algo había ocurrido con mi ropa,
desapareció la campera
aunque tenía mi nombre
y el número escrito en el cuello.
Entonces vi a otra sombra,
pero el viento mordía a mi labios
y apenas alcé la vista:
la sonrisa de una enfermera.
Creo que no pude decirle buen día,
me regaló este buzo blanco, mi preferido.
LA VOZ DE LA RABIA

A cualquier hora, por cualquier motivo,
los gritos del tano Nicola
y la sonrisa cansada de los internados.
Siempre insulta al Consulado,
al intendente de Morón
y a toda su familia.
Solo unos minutos, después pasa
y busca alguna sombra.
A veces, para finalizar el show,
pide que lo lleven otra vez al Borda.
Nadie le presta atención,
tampoco ninguna enfermera.
Yo no quiero conversar con él,
quizás si me acerco esa rabia...
Pero una tarde lo vi arrodillado,
lloraba, insultaba y le rezaba al Santo Padre.

sábado, 4 de agosto de 2018

LA VISITA

Ese domingo, antes de que se fueran las visitas,
el Rulo volvió y comenzó a golpearse la cabeza sin parar.
El muro no podía contener su temblor.
Vino la enfermera, después unos cuatro o cinco enfermeros
y una inyección violenta lo calmó...
Todavia algo atontado, sin poder levantarse,
apenas murmuró: una sobredosis había matado a su madre.
LÁGRIMAS ECOLÓGICAS

Desde que despierta hasta tomar el desayuno
él cumple la misma tarea:
cuidadoso y veloz,
aparta cada una de las hojas
que cayeron en el caminito al comedor.
Todos los días,
más o menos media hora.
No me dijo ni siquiera su nombre,
solo me miró muy serio.
Después logré saber la verdad:
si alguien pisa una hoja, nada contiene su llanto.
LAS PASTILLAS Y LA SANGRE

Siempre están relajados, dóciles, puras pastillas,
claro que dan vueltas
y el patio nunca lleva a ningún lado.
Pero ayer el pibe Bruno no lo pudo evitar más,
sin querer, algo...
y su mano en el culo de la doctora.
Todos lo patearon hasta ver la calma de la sangre.
LA CAGADA DE LOS PAJARITOS

Cada internado tiene a sus propios pajaritos,
algunos coloridos,
otros tuertos,
con o sin sus alas.
Pero inevitablemente comparten los árboles,
comen juntos,
a veces charlan
o miran...
Y cuando tienen que realizar sus necesidades,
lo más básico,
sencillo,
simplemente cagar...
todos lo hacen parados, entre la mierda, y felices.
EL CASTIGO

Ya no quiero recordar
y solo puedo recordar.
JACOBO FIJMAN

Durante los primeros largos días
solo pensaba en vos.
Aunque no recordaba tu cara,
tu mirada,
el final de tu vida.
Eran vagas referencias,
comentarios.
Sentado en un rincón,
desesperado,
muy lejos,
solo con mi sombre;
a veces buscaba el sol,
las alas de tu ángel.
Hasta que llegó un verso,
(o eso quise creer)
la bendición de tu presencia:
ya saldremos de esta mañana negra. 
LA CURA

Durante más de media hora el silencio,
un escritorio.

La psiquiátrica quería ver a mis ojos,
¿ya ciegos?

Yo descubrí una reproducción de Monet,
esos colores.

No logro recordar qué me preguntó,
aguas, hojas, sombras.

"Tranquilo, todos acá te vamos a ayudar..."
solo veía esas formas.
PABELLÓN 127


Cuando abrió y cerró la puerta,
no puede evitar a los otros.
Por suerte un patio enorme
y los árboles parecían vivos;
pero ni una sola palabra...
la enfermera apurada y muda.
Aun no lograba entender,
tampoco descubrir mi sombra.
Había que ir hasta el fondo,
y otra puerta y otra llave.
Al entrar al frío pabellón,
me indicó un pieza oscura,
la cama, una mesa de luz;
ahí solté el bolso, resignado,
¿no había ninguna ventana?
Afuera, justo estalló un aullido.

EXCRITURAS DEL PABELLÓN 127

LA BIENVENIDA

El viejo morral,
las remeras,
una campera,
el buzo azul,
las medias,
los pantalones,
los calzoncillos;
todas las cosas...
ahora un número
y mi nombre:
yo ya no soy yo.
JOSÉ HERNÁNDEZ

Vine a este mundo a cantar...y me echaron a patadas.

viernes, 3 de agosto de 2018

BARTOLOMÉ DE LAS CASAS

La libertad es lo más precioso y estimable que un pueblo debe tener; es decir, elegir como estandarte único y obligatorio a la bandera de EEUU.
GEORG C. LICHTENBERG

El hombre era tan inteligente que casi no se lo podía utilizar para nada en el mundo. Solo aceptó ser un personaje de Melville: Bartebly.
JUAN GELMAN

Ya me caí del borde de aquella silla desfondada; pero no sé porqué me da tanta risa: nadie me ayuda a ponerme de pie.
ROBERTO ARLT

¡Vivir con extrañeza!...Vivir.
PLATÓN


Si los bienes más preciados llegan a nosotros a través de la locura, los neurosiquiátricos poseen la mayor riqueza en este mundo.
 JEAN-JACQUES ROUSSEAU


Si los errores de la imaginación convierten a la pasión en vicios, ¿por qué persisten las peores pasiones y los vicios más destructivos, cuando ya desapareció la imaginación?
PRIMO LEVI

Quien solo trabaja en el fango,
quien no conoce la paz,
quien lucha por la mitad de un pancito,
quien muere por un sí o por un no,
quien no tiene cabellos,
ni recuerda a su nombre,
los rostros amigos,
la mesa de su propia casa...
vacía la mirada y frío el corazón.
Ya no lo puedes dudar:
Eso, simplemente, no es un ser humano,.



jueves, 2 de agosto de 2018

AMANUENSE DE "LAS VOCES" DE ANTONIO PORCHIA

Sus mejores aforismos son los mudos.
DANTE

Al leer nuevamente la misma advertencia,
el poeta creyó que regresaba a los círculos del infierno;
pero pronto advirtió su error,
finalmente había ascendido a la tierra.
Y allí no había purgatorio ni paraíso,
enseguida descubrió las nuevas reglas;
aun peor, nada podría salvarlo:
Beatriz era la modelo más famosa en todos los medios,
su amor vendía bombachitas en una publicidad.
HAMLET

To be or not to be...No comments
CLARICE LISPECTOR

La necesidad más urgente del ser humano era transformarse en una ser un humano. Pero el experimento no resulto, se convirtió en una variante de los cajeros electrónicos.
WALTER BENJAMIN


Ante el huracán de la historia y su cadena interminable de ruinas, se reemplazó el espanto del ángel de Paul Klee por la precisión indolente de los drones. Y gracias a los avances meteorológicos, muy pronto van a bombardear el paraíso.
SIMÓN RODRÍGUEZ

O inventamos o erramos...Erramos.

miércoles, 1 de agosto de 2018

EVA


Dale, boludo, ¿hasta para morder una manzana le tenés que pedir permiso a tu papá?
LUIS ALBERTO SPINETTA

La canción no llegó hasta el sol, se disolvió en algún agujero negro.
UN MONO SABIO

Las prendas íntimas son un invento para ocultar la verdad.
THEODOR ADORNO

Lo único evidente sobre el arte es la estupidez de buscar su evidencia,
MARÍA ZAMBRANO

El camino que se tiende y se abre cobra una demanda de anhelo: ¿qué mierda dice ese aviso mal iluminado al costado de la ruta?
EXCRITURA DE UN ZÓCALO

Inseguridad: asesinaron al ruiseñor de Keats
FRIEDRICH NIETZSCHE


El niño que juega solo desea destruir a su pantalla.
CARL SMITT

El destino no es la política ni la economía; hoy el destino no tiene ningún destino
HÉCTOR VIEL TEMPERLEY

Hace tiempo que cristo está crucificado en luz...pero nadie se cargo de pagar la factura.
NORBERRT ELÍAS

En el centro del universo humano se encuentra cada persona sola, un individuo que, en última término, es absolutamente ajeno a los demás: un lobo sin su manada.