miércoles, 31 de mayo de 2017

21

Solo ante el baldío,
de pie,
para deletrear el cielo
20

Bajo el hombre triste, más adentro,
tan lentamente,
el consuelo del poema;

Un sollozo de agua
al revés del cielo,

Solo el niño escucha la orilla,
a punto de miedo,
el otro reflejar.en el reflejo.

Justo el crepúsculo
entre las piedras mudas..

Aun más triste, el hombre,
caído en una coma,
ya olvida la lengua libre de los juncos.
19

Acá, y siempre perdida en mi memoria,
la caricia de la lámpara, llama viva;
apenas unas pocas sílabas
juntan la eternidad de los deseos.
¿Para qué encender la luz
si el llamado viene de la casa?
Ese aroma que mira al crepúsculo
ya imaginado en su ventana,
sin el reflejo de esta nieve, un rezo,
el poema comenzado en otro hemisferio.
18

Inútil lejanía,
la mirada sentada en la plaza.

Tan cerca,
la fuente viva del engaño.

Arco de agua,
ilusión de piedras y ríos.

Sol o noche,
fantasmas de lo inmóvil.

Apenas tiempo,
viajes de la transparencia.

La casa abierta,
vacia sola en mi adentro.

Y tu voz,
las palabras de mi borrador..
17

La verdad apenas hechas de esas imágenes,
como vereda que da al poniente;
desde temprano, siempre, la esperamos
y ahora es de noche
y ni siquiera llegamos a sus pies.
El santo de nuestros sueños
ya se despierta y reza
en un cuerpo fatigado de servir a Dios;
su búsqueda desesperada
hasta en el alto ciprés del campo.
La verdad solo para mirarse a sí misma, ciega.


16

¿Quién es el que llora en el silencio?
Salgo a la noche.
El cielo sigue fijo, ausente.
La vertiente se desliza, fría.
Ya vuelve mi árbol.
Miro las huellas,
apenas versos descalzos.
¿Quién, tan alto, ilumina las lágrimas?
15

He reconocido el lugar
donde se volaban los pájaros.
ese cielo sin límite en las manos.
El oído sobre la tierra:
viento, madrugada, rocío,
los perros en la puerta, nosotros..
Pero ya no dormiré en la casa,
en el sueño de las alacenas,

14

Mientras arden, no hacen sino arder,
perseguir al viento, inmóviles,
a la intemperie;
sin invocar a nadie;
un único canto, muso
olo un milagro de centellas.
¿Puedo ver todavía?,
¿Soy el fuego?
Ah, no hacen sino arder, vivas,
apenas los maizales el todo, por todo...

martes, 30 de mayo de 2017

14

¿Llueve?

El fondo de los campos,
un hombre ya nube.

Va quieto.

Su memoria lo moja,
el alto horizonte del cielo..
13

El volver de la mañana y el árbol,
pasos del hombre
por el sendero donde es ayer:
¿apenas un pie delante del otro?

Un cielo nunca terminado de hacer,
Descríbelo, no se borra.
¿las palabras hasta la noche?,
solo los sueños de la intemperie.
12

Ese temblor de la mano,
en ese gesto,
apenas al nacer,
ya está toda la muerte.

No se trata de una queja,
menos un lamento,
tan simple,
como el simple irse..

Pero también esta la casa,
su puerta abierta,
una ventana,
la noche de una palmera.
11

Árboles, vientos, maizales, caminos,
¿borradores de la memoria?

El paisaje de la misma transparencia
al regresar sin el regreso.

Mientras ya cae el cielo al atardecer,
¿vendrán esas estrellas?,

La casa que vuela como una mariposa,
yo espero la noche: el poema.
10

Un hombre,
su sombra en borrador.

Lejos la fuente,
los deseos del agua.

La ausencia,
tan nítida en la mirada.


9

Ya entrada la mañana,
el fino rocío sobre esos rosales
y el incendio de cielo.

Tienes a los pájaros,
el lugar donde al fin volaron
y en alguna parte el yo.

El tiempo a destiempo,
estas pocas palabras en lo solo
y el hilo invisible de luz.

Poco importa el poema,
el juego musical de los versos
y la infinita distancia.
8

Vuelto en jardín el hombre solo.
Enfrentado a una realidad de luz,
esa espera frágil en el suceder.
Así pasa el tiempo en el afuera,
más adentro que el otro tiempo.
Ni los árboles ni todas las flores,
el aire apenas impone susurros:
decidirse a escribir un poema,
la antigua magia de la curación.
En esta hora que aprieta tu silencio,
siento las palabras como un niño.
7

Palabras, las tardes miradas desde un rincón,
detenidas en un niño.
Descuidos del andar inmóvil,
alrededor o adentro,
abierto a todo el tiempo
y esos perdidos paisaje natales.
El contemplar arboles
que de a poco, casi al borde,
ya oscurecen el regazo.
¿Hay fantasmas en las flores,
y el jardín, luz en la luz?
Otra lengua, incógnita.
Apenas imágenes,el poema siempre por llegar.
6
No te olvidas que fuimos esas imágenes.
Del calor de las velas,
del labio que ausenta el rezo,
del ciervo acosada por la jauría,
del miedo que se apretuja entre tus manos,
del regreso por los maizales,
del llamado afuera del tiempo,
del plato blanco reluciente,
del calorcito que subía del regazo,
del paisaje en la fuga, que ahora es nadie,
del libro por venir,
del silencio que te encuentra,
del muerto que serás algún día,
del viento en esta nada,
del comienzo y el final de la frase.
No te olvides de estar en todas partes, perdido.



lunes, 29 de mayo de 2017

5

De soles, los soles de un jardín,
escribir de ellos;
que entren en juego
con las demás palabras;
y el cielo de la casa,
la mirada que desciende al poema.
Demorarse un poco
en las hojas del parral,
su raíz de sombras,
esa luz que somos;
¿cuál es el arquetipo de esta tarde?
4

Leídas palabras, tardes leídas,
casi un poema ya llega a la casa.

Ocaso por venir, y ya por irse;
marcas en las huellas del viento.

Podrías tocarlas con las manos;
cada sílaba vibra en el horizonte.

Después abrir la puerta, escribir
esa luz en el libro único de la vida.
3

Ese viento
entre el remolino del polvo
ya busca entrar al cuarto.
No lo puedes ver,
tampoco tocar.
Un envión del cielo
ante los temblores de la piel..
En todas partes, alaridos,
lugares adormecidos,
más desiertos.
2

Ahora pueda verla, espejarse de ella,
el agua en la sombra del hombre.

Un chorro que vierte viviendo,
seguir vivo, seguir estando vivo.

Un anochecer ajeno a la ciudad,
y el suave acaecer de una música.

Eas palabras de un cañadon,
en el misterio entrecerrado de ramas.

domingo, 28 de mayo de 2017

EXCRITURAS DE ARNALDO CALVEYRA

1

Las casas que volvían se han parado,
esa vida pasada en la mirada.
Será este frío, o la infancia.
Pero el aroma sigue transpirando raíz,
un canal silencioso en la noche.
La hora en que los campos
por un instante solo son un álamo.
Apenas las frágiles visiones,
desesperadas, sin las palabras.
Pero llegan las calandrias salvajes,
su presencia real a mi alrededor.
Las casas, después, siempre calladas,
volando salen afuera en el más adentro.
32

Aquí yace un pájarito,
una margarita,
un violín.

Entre bosta de caballo,
la encrucijada,
el llanto.
.
Una fuga lejos del sol,
los pies fríos,
una señal.



sábado, 27 de mayo de 2017

31

Tuviste tanto tiempo a tu muerte
y así crecí para tu ser.

Pasé por vos a los hermosos días,
al calor de tu animal.

Siempre supiste el ésto que hay,
solo imposibles.

Desde muy chico por vos creado,
me rebelé de vos.

No sé cómo escribiste mi cuerpo,
apenas un chirlo.

Así que decidí escribir a tus ojos,
adentro de poemas.

Tu vida fue más que mis yoes,
vos lavaste mis pañales.

Yo desciendo y asciendo tus pechos,
sin temor, gracia pura.


30

¡Atención!, yo aun grito
¡atención!:
los tigres soñarán el Sur.
29

Siempre estarás en el tiempo
en que soy en vos
y sos en mí:
somos pedacitos de junta luz.
28

Claro que nadie puede saber el decir del no decir.
Igual sucede con el mirar;
cualquier mirada se va, inventa sueños.
O el típico velorio del solo.
En realidad, quiero decir: cenizas y luz.
El pañuelito todo roto
en ese cofre del más secreto.
Para el adentro siempre llora la risa,
las humillaciones y la ventana:
esas piedras convertidas en la flor.
Y el silencio no se aguanta los aullidos,
tantos animales del amor.
Aunque eso tampoco importa,
hasta el cielo suele ser de mentira.
Pero los practicantes del afuera del espejo
ya descubrirán a los otros en su cuerpo: la poesía.
27

Voy a devorar a todas las vidas,
con un dientito de leche
voy a hacer un agujero en el tiempo.
26

Abandonaron el más poder de ese niño,
lo mataron
y no se dio cuenta casi nadie.
Sin saber qué lo trajo
a la tierra que no lo esperó;
él tuvo poco tiempo:
apenas brazos, pelos, asombros.
A veces comía hormigas
o plantas
o volcanes aun encendidos.
Pero la mariposa de las sombras,
todos, lo escupieron sin asco;
los conocidos antifaces del miedo,
indiferencias, muchas furias.
Su belleza, insoportable..
Patearon sus juguetes,
las arpilleras soñadas de su realeza,
y ya no se puede abrigar su frío
y el espanto es todo la esperanza.
¡Ay, difícil pelear al corazón de los odios!
25

Puedo escribir la palabra amor,
ternura, hueso, tigre.
O comprar un juguete a mi hijo,
ya sido, un color.
Soñar un llanto para mi madre,
el sol y la pobreza.
Creer lo que nunca podré saber,
el único silencio.
Pero la poesía solo come la vida,
sin dioses, intocable.
Amores, ternuras, huesos, tigres,
movimientos de lo real.
24

Solo una rosa sostiene este mundo.
Por más anuncios que le pongan
la nada propia es inútil;
un fierro que todavía arde,
no golpeado, en llagas de amor.
Cada rostro es la tierra,
clamor de sol y oleaje de luna;
lejos de tantos odios,
atrásalante emperrados corazones.
Miles y miles de pedazos
que aun sangran para encontrar paz.
23

Ya no bajo a los infiernos,
vuelo para llegar a la belleza.
22

La sombra vuelve a andar,
las calles con olores desconocidos.

Un estupor cada mirada,
esa llaga que enferma de amor.

En medio de los corazones,
un temblor como último presagio

Tu palabra en las paredes,
sangre, solo escribe el miedo.

Nadie puede irse
ni quedarse, todo es oscuridad.

El sol olvida las miserias,
ya huyeron los animales del placer.


22

Nada podrá separar a los amantes.
Ni la luna
ni el sol;
ellos vuelan alrededor del mundo.

viernes, 26 de mayo de 2017

21

El dolor y el amor vacían a los astros
que nunca se van, no tienen deudas.
Sin permiso recorren adentros
o escapan si se distrae la mirada.
Todo el cielo, mudo, es cómplice:
siempre se calla sus secretos.
En la trastienda de las lenguas
nadie se anima a fijar las leyes,
a muchos les preocupan los ruidos,
otros, fabrican cera y mástiles.
Pero a ninguna la importa la verdad
cuando despiertan de algún sueño
y la madrugada avanza con el sol
y acaricia a los muertos y los vivos.
Así transcurren los tantos tiempos
hasta la mutación de los amantes en luz.
20

No sé si soy el fantasma que me visita
o lo visito yo, cuando puedo ser niño.
Esas trampas de lo que no escribo
para volver a la primera casa, a irme
y equivocarme con amores y dolores.
Apenas interrupciones de otro aire
que agita las nubes de aquel cielo,
como fulgores de hojas en la plaza
que crepitan si máma me llama, grita
y mi nombre es distinto, casi poesía.
Pero el sol todavía debe ser el mismo,
el que brilla sobre los árboles, la patria.
Un caballito que golpea en mis versos,
el de la calesita, y me obliga a dar vueltas.
19

Siempre cada letra hace su pasión
con su ferocidad ante las puertas.
El silencio busca algo que decir,
esa noche tan clara, la pesadumbre.
Un música lejana sin la distancia,
más allá de los amores y la fiebre.
Eso que justo pasó aquella vez
en esta vez: vinieron, vendrán...
Claro que el aroma de la vida
también es el  aroma de la muerte,
como hablar de los bueyes perdidos
y encontrarlos solos en algún verso.
La idea ya se escapa, no quiere
ni siquiera ese ritmo de los árboles.
Siempre la materia aleja el poema
y la poca verdad, desnuda, en el alma.

18

Entre una piedra y el fulgor
o la lluvia y un barco,
la poesía se puso a trabajar
y no cierra la ventana.
Sin respeto por los domingos,
contra las viejas sombras,
el odio de las bestias,
como pobre de este mundo.
Una distancia que es milagro,
alrededor de golondrinas,
con ojos de arboleda
y su pensar en cada mano.
Por resplandor de ausencias
bajo un cielo del sur,
más abajo que la tierra,
en las formas de los huesos.
Entre el fulgor y la lluvia
o un barco y una piedra,
solita con su ternura,
y justo en el medio de vos,
de mí, para recobrar los latidos.

17

Un buitre me vigila las entrañas.
No las devora, observa
y ama, como un niño sin sol
el adentro de las muchas penas.
Vencido en su gran derrota,
su furia junta las noches,
catástrofes de mi soledad,
y siglos y siglos sin abrazos.
Él no sabe que yo lo sé,
disimulo su presencia ajena,
aunque sienta sus alas
sus desesperados ojitos.
A veces piensa con sus garras,
como si fuera un humano,
la ilusión de los restos,
esa sangre negra de poemas muertos.
16

Cuidado con el país que existe.
Ya no se vive todos los días,
peor las noches, sin pájaros, mudas.
Durante el día aparece el muro,
la sed que no bebe
y los estorbos del camino,
pestes, llantos, ombúes flaquitos.
Amenazas del sí contra el sí,
esas alma más cobardes,
impiadosas, rotas, cascotes
en las traiciones de las batallas.
Las ternuras pisoteadas,
hundidas en el fondo del retrete.
Cuidado con el país que no existe.

jueves, 25 de mayo de 2017

15

¡Qué extraño bicho el del ser humano!,
cualquier piedra tiene que ver con él.
Esa alma que ta vez alzó vuelo,
ya dada, despojada, temblando coraje.
Apenas un animal de baldío
que come pastos secos, sin crecer.
Su ojo convertido en lo mirado
no necesita causa ni perdón.
Muchas veces también es inmortal
y causa daños,y  no toca el amor.
Lo único que no pierde es la pérdida,
el cuerpo que nunca sabe, pasa.
Cierto resulta el vivir y cada vida,
aunque a solas, muda, lo piensa la piedra.
14

Ese olor a miseria debajo de la cama
no duerme, abre pensamientos.
En cada luz de la noche
un cadáver extranjero, una piedra.
Yo intento escribir en el olvido
las dulzuras sufridas de las cosas;
o fundar otros pueblos,
míos, con soles sin preguntas.
A veces fumo y el humo
solo es visible en las cenizas.
Pero ni siquiera en sueños,
y peor la mugre del más adentro.
Habrá que mundar la burla de la luna.
13

Nadie sabe qué hacer con el Verbo
que no se puede declinar.
Resulta que lo comprensible,
una vez más, no se comprende.
Los clavos nunca clavan,
la luz busca su sombra,
el viento espanta los barcos,
las ventanas ciegan los cuerpos,
a los astros les falta sal,
las manos agrietan el vacío
que no puede escribir el llanto,
Resulta que los juguetes
ya devoran a los niños.
y la vida no significa vida
y, demasiado sucias,
las aguas olvidan cadáveres.
La palabra solo trae piel de caballos.

12

Después del tiritar,
ya muerto,
ante la fría eternidad;
solo los huesos
y mi costado izquierdo,
al fin lo supe:
esa mujer no se parecía,
es la palabra nunca.
11

Siempre el triste corazón de la piedra,
esa voz que no deja dormir.
Hemos aprendido a tenernos, perdernos,
pero aun no salimos al espacio,
por los alrededores de la impaciencia,
las vacilaciones o temblores ciegos.
Y hace frío en esta zona del país,
donde solo quedan las siluetas mudas
que cuelgan de los viejos dioses,
demasiadas llantos rabiosos,
sangres negras peor que pesadillas,
y nosotros todavía en la piedra del poema.
10


Aquí
solo pasa la vida,
mientras
se juega la muerte.
9

El poema todavía busca a su tripulación
y lo que no se puede nombrar, nunca.
Aparta el amor con una mano
y con la otra, al sueño y la locura.
Solo quiere ser una aventura de niños,
esa dulzura triste más que el otoño.
Después flotará en cualquier charco
para viajar el agüita infinita del cordón.
El puro y sucio más allá de la palabra,
y obligará al futuro a volver una y otra vez.

8

Un caballo galopa por el negro cielo
y se oye de los compañeros el latir,
muerto, todavía peleando amor.
Pero nada puede detener su marcha,
doliendo, fatal, demasiado bella,
el rocío de los sudores en amaneceres.
7

Todavía el verso cava en las poesías,
se calcinan para inventar el horizonte;
y alrededor y adentro del mundo
la sombra arde en la palabra coraje.
Con ojos de hermosura aun escondida
donde siempre es el nacimiento,
la mierda y la sangre de otro futuro
que no olvida el latir y el gritar;
ese sentir más animal del espanto
hasta estallar amor en el baldío o país.
6

Ya se sabe que acá toca el sufrir
y parir monstruos de ternura,
mientras se posa en las terrazas
el ser de todos los pajaritos,
que sopla amarguras de ángeles
como viejas estatuas de Dios
con cagaditas, graffitis y tangos;
ese ayer detenido en tristeza,
días y más días de lluvia
tan grande como pueblo sin pueblo;
apenas paraguas callados,
muecas rotas, solitariadas,
cabezas bajas hasta las veredas,
húmedos pedazos de versos
que a lo mejor algún día...
juntan las cóleras y las furias,
miran el cielo, cruzan las nubes,
y lloran felices abrazados al gran sol.

miércoles, 24 de mayo de 2017

5

Claro que aquí también nacieron dulces hijos,
cada vez que canta versos la ciudad.
Sonidos que apenas se mueven
para brindar la tanta fatiga.
Así el tiempo ido se tropieza
en el estar y vuelve a serme.
Esas calladas distancias del sí
entre la gracia y su vacío, lo inmenso.
Siempre pedazos de la porfía,
picos que picotean las ventanas.
Y claro que también la poca sopa triste,
porque, seguro, que habrá más penas y olvido.
4

Ya vuelve la belleza de tu cuello
podrido y algas en la boca;
o todavía los dibujos en la celda
con sus desesperos, su sombra.
Ese penar de los pañales
donde mío solo es el dolor,
entre música de perros,
apenas temblores, y vidita rota.
Memoria frágil que pregunta
al tigre muerto de los juguetes.
Mi dedo aun moja su sangre, tu ser.
3

A cualquier hora, siempre vuelan gaviotas;
nadie se salva de existir.
Los ángeles del horizonte,
a veces, le arrancan las alas.
Y me crece el sufrimiento,
el silencio del sol bajo otro sol.
Apenas algún grito,
como la naranja en un niño,
detrás de ese metal de espanto
donde no hay directores:
la música es piedra y humo.
Ninguna huella en el cielo;
al mirar, solo viento de cenizas.
Por eso cuido que no se me caiga el amor.
2

Clavado está en el medio de mi pueblo.
En cualquier hombre,
mujer,
avenida
o sol.

No se disuelve en el amor animal.
Tampoco en el rayo,
en el horizonte,
en nacer
y morir.

Nadie puede saber el nombre verdadero.
Su canción
golpea,
siempre,
en lo más puro.




EXCRITURAS DE JUAN GELMAN


1

Un pájaro vive en mí,
el que me revisa el ser.
Así dicta su lección:
una flor que viaja en mi sangre.
Pero a veces no quiere;
solo deja su vuelo,
lejano, disperso,
y en mi se calla el otro.

lunes, 22 de mayo de 2017

GIUSSEPPE UNGARETTI


¿Apenas soy una imagen
rota y pasajera,
presa del viaje
en el naufragio inmortal?



    ¿FIN?

OSVALDO LAMBORGHINI


¿Aun puedo hablar
la lengua que nadie puede entender, mía?

¿Ya sabemos que sobramos?

¿Que ahora el ser es apenas otra parodia?

¿Y la locura no es juventud?

¿Ni las pasiones son el último intento?

¿Ya se calló la música?

¿También las braguetas y los corpiños?

¿Solo somos lo que fuimos?

¿A quien le importa lo que importa?

¿Me asomo al balcón
para tirarme, pero tampoco existe el destino?

domingo, 21 de mayo de 2017

CÉSAR VALLEJO

¿Hoy no he de preguntar
si ya dejé ese traje de la injusticia y el olvido?

¿Tampoco si no he tenido madre,
ni súplica, ni sírvete, algún versito, nonada?

¿Ha triunfado otra ay
contra nadie, un filo, químicamente puro?

¿Y me duelo sin entender,
 hondo, y cualquier causa carece de causa?

¿Hubimos de esplendor,
su oro en desgracia moqueando humillación?

¿Por entre estos dientes,
humeando, al fin salió mi raíz y mi piedra?

¿Todavía tengo esa forma
rota, camisa sin mañana, su estruendo mudo?

¿Hay golpes tan fuertes
como el del odio de Dios y los Cristos del alma?
FERNANDO PESSOA

¿Ser ni siquiera la nada,
solo una figura,
sin vida
ni muerte;
o esa cosa perdida,
una idea
inútil
y fea;
un cigarro,
la ceniza,
humo
aire;
y querer
querer que no,
tampoco
la tristeza;
ninguna máscara,
su ausencia,
lejana,
vacía,
o cualquiera,
nadie,
todos, lo mismo:
apenas un sueño en trance?
SPINETTA BORGES

¿No hay un final,
apenas los libros de la memoria?

¿Ir y venir,
solo, detrás de los barrotes?

¿A la hora del ocaso,
como un ciego frente el mar?

¿Es necesario
que vuelva esa risa del licor?

¿En la lluvia,
ya se vislumbra el oro de los tigres?
EMILY DICKINSON

¿Aun dentro de mí, cabalgan los pájaros?

¿Las revelaciones rompen el color,
puro oro extinguiéndose en púrpura?

¿Nosotros seremos la flor?

¿Algún día podré encontrar el olvido,
esa gota que cae y abraza mi angustia?

¿Al fin alienta un leopardo?

¿Vivo otro firmamento sereno y hermoso
y sin pensar camino dentro del enigma?

¿Hay un más allá, como apenas una música?
ATAHUALPA YUPANQUI

¿El canto
es el camino?

¿La voz,
solo distancia?
SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ


¿Amor nunca busca la paga,
esa usura de los dioses?

¿El velo de los desdenes
solo arde en soledad?

¿El humo del sacrificio
siempre se opone a la razón?

¿La dicha y la desdicha
aun no conocen el único goce?
BOB DYLAN

¿Cuántos caminos,
cuántos?

¿Mares?
¿Siglos?
¿Palomitas?
¿Muertes?


¿En el viento,
flotan las respuestas?
ANTONIO PORCHIA

¿Cuando digo lo que digo
me ha vencido lo que digo?
ARTHUR RIMBAUD

¿Yo bailé sobre las olas
y la tempestad?

¿Escupí a la belleza?

¿El viento me dio sus alas?
¿Me condenaron?

¿Soñar es indigno?

¿Vi lo que el hombre cree ver?
¿Lágrimas en la sal?

¿Apenas espectros?

¿La eternidad es el mar
en el sol?
CHARLY GARCÍA

¿El ángel vigía descubre al ladrón?
¿Nadie puede ser feliz?
¿No hay fin, siempre hay más?
¿Todo se construye y se destruye?
¿Odiamos todo lo que amamos?
¿Somos los sobrevivientes?
¿Serán salvados los cuerpos?
¿Los ojos lloran desde el fondo?
¿Nacimos para ser y no salir con vida?
JESÚS


¿Nunca saben lo que hacen?

¿Soy la verdad?

¿La vida?

¿Esta cruz será la salvación?
SALVATORE QUASIMODO

¿Solos?
¿En el corazón de la tierra?

¿Los rayos del sol?
¿La piel?

¿Algún amparo?
¿Un poema?

Apenas gestos inútiles;
ah, y otra vez llega la noche.
MARIANNE MORE

¿Será el único privilegio
mirar atentos
a la tanta confusión?

¿No desaprovechar
ningún detalle,
las formas de cada ser?

¿Esa rata en el desierto
que aun vive,
sola, sin agua y es feliz?


HUGO MUJICA

¿Soy acaso solo ese amor
con que no amo,
el alba todavía ciega?

¿Un oído apretado
contra su caracola,
atrapado en el desierto?

¿El recinto de la llamada
y después morir,
el silencio del hacer?

¿Un espejo de la nada,
su otro lado,
el reflejar propio y lejano?

¿El dolor de tanto soñar
que a veces,
a veces parte la vida?

¿Soy el eco de la plegaria,
su miedo a perder
la luna en la única noche?,




sábado, 20 de mayo de 2017

DIANA BELLESSI

¿Adonde se detiene la mirada encuentra al asombro?

¿El otro lado como un simple doblez
que no crece, empuja
a los indicios de belleza o pánico
para recordarnos algo del acá?

¿Los jazmines reincidentes de marzo
y la luna que rehacen la ilusión,
un verano de lo eterno
hasta inclinar caricias de sol?

¿El ensueño del humo de la salamdra
en el invierno de casa,
a ciegas, flotando,
como una niebla triste del cielo?

¿Primero lejos y luego bien adentro,
con los ojos abiertos
en la incierta luciérnaga, frágil,
deshaciendo el goce quieto?

¿Nunca vemos lo visible,
más bien sentimos lo que muestra el Es,
guiñando, oliendo, amando,
y a veces solo cenizas?

¿Adonde va, sin pensar, y se lava la única mirada?




JUAN CARLOS BUSTRIAZO ORTIZ

¿Puedes venirte con tu aire de miel
a cuajarme las serpientes?

¿Por el monte lejos de fieros
ruidos de herviderías,
¡ay!, soterrados relámpagos?

¿Con una calandria reventona
o un caballo de alma dorada,
a mi amoratado silencio?

¿Para la tan resplandora noche
que solo llueve a Dios,
alambrada sombra de luna?

¿Entre lo entrepálido y movido
bajo lo hermoso y temible
y lo a la vista y recóndito?

¿Puedes venirte a la amarga grande
y cantar con los tizones?

viernes, 19 de mayo de 2017

EXCRITURA DE HOMERO Y POUND

¿Los vientos soplan el llanto?
¿Son la poesía de la batalla?
¿O la nave en las olas del infierno?

¿Humo de los cadáveres?
¿Hechizos de la memoria?

¿Murmuran las ánimas?
¿-Nadie clama a los dioses?

¿Pasaron tantos siglos?
¿Quién escucha las voces?

¿Acaso es arte de la usura?
¿Será culpa de los otros?

¿Esta visión también es ciega?
¿Qué es lo que se puede ver?
Pobres poetas, solo tiene sus versos.
ARNALDO CALVEYRA

¿Apenas instante, la mirada inútil?

¿En borrador
 sentado cerca de la sombra?
¿Ausencia por poco?

¿Un elemento falta en el aire?
¿Acaso sentido?

¿La palabra
frente a la mañana? ¿Ajena
entre las hojas rotas?

¿Ante los oráculos, ese orden?
¿El ritmo?

¿Soy el chorro de la fuente en la plaza?
T. S. ELIOT

¿En el comienzo está el fin?

¿Esa luz
cae ahora sobre los campos?

¿Aun duerme
la dalia en su silencio?

¿Las casas
se levantan y desmoronan?

¿Apenas pies
subiendo y bajando, siempre?

¿El miedo
al miedo es nuestro Dios?

¿Estoy aquí,
o allá, o en cualquier lugar?

¿Será engaño la única sabiduría?


GARCILAZO DE LA VEGA

¿Ya tiende el sol los rayos de luz?

¿Verde la hierba?
¿Blanco el lirio?
¿Rosa la rosa?
¿Fresco el viento?

¿Al mundo da la materia esperanza?

¿Lo imposible?
¿Lo impesado?
¿El dolor?
¿Las lágrimas?

¿Aun muriendo, tanto temo la vida?

jueves, 18 de mayo de 2017

GABRIELA MISTRAL

¿Vamos las dos, sintiéndonos,
sabiéndonos, sin saber,
para cumplir un castigo o un voto?

¿Vamos por un monte negro
que se contonea, late,
siempre, hasta llegar a otro monte?

¿Vamos en grumos de oro,
ese vellón de los fuegos
subiendo entre piedras despiertas?

¿Vamos como los desesperados
que perdieron signo y palabra,
apenas gajos pisados de nueva vid?

¿Vamos cruzando a las noches,
y por tu cara pasan árboles
y me paro y te miro y te ofrezco?

¿Vamos abrazadas al jadear,
en la sangre pura del aire
que vive y muere solo en la gracia?

MANUEL PUIG

¿Los nenes
no rompen las plantas de las macetas?

¿Te quedó lindo el punto cruz?

¿Tan grande...
no es mucho trabajo limpiar la casa?

¿Ella tiene dos sirvientas?

¿Vos creés
que acá nadie se va a enterar?

¿No querés ir al cine?

¿Me das
un poco de albahaca, romero y perejil?

¿No te dice nada de ella?

¿Un hombre
cuanto más lo tratás, más te gusta?

¿Estás segura que no sospecha?

¿Vos sabés
 cómo lavar esa alfombra de la abuela?

¿El tiempo pasa volando, no?

miércoles, 17 de mayo de 2017

FRANCISCO MADARIAGA

¿Las uvas del sexo de la aurora
siempre son más claras que el esplendor más claro?

¿Un hada bellísima, fanática, feroz,
puesta sobre las sombras para salvar amores?

¿Luces fuertes de tantas plantas
en la tela de la vida hecha de magia y frutos?

¿O el mar que parece una joya
o las palmeras engarzadas en un breve suspiro?

¿Aun existen seres adoradores de la tierra,
del cuerpo de la tierra, las lenguas de la tierra?

¿Sueños de potrillos celestes
ante el asombro y la temeridad del fuego?

¿Esos niños que vomitan la seda
en los tachos de las almas de nuestras bestias?

¿Será que la Aparición duerme en el poniente
con los ojos rasgados por el perfume de los ángeles?
EXCRITURA DE LEÓNIDAS LAMBORGHINI

¿Cuando escribe
ya no entiende qué desea?

¿Cuando escribe
ya no sabe qué pensar?

¿Cuando escribe
ya no sabe qué hacer?

¿Cuando escribe
ya no sabe qué decir?

¿Cuando escribe
ríe y también llora?

¿Cuando escribe
usa pañales descartables?

¿Cuándo escribe
masturba las palabras?

¿Cuando escribe
ya no sabe lo que no escribe?

J. O. GIANNUZZI

¿El mundo acrecienta su miedo
y las tripas de su necesidad
y apenas es simple usura?

¿La vida empieza a rabiar, aúlla,
empuja, hasta estrellarse
contra una condena inútil?

¿Abrazados a lo desnudo, lejos,
aun opone la callada ideología
la pantalla negra de la televisión?

¿Alguien golpea la pared infinita,
cautivo, sin oír las señales
dentro de su pecho enfermo?

¿En la desvanecida luna, mía,
ni un mínimo hipócrita de fe,
apenas la utopía de un crimen?

¿Por estos días y estas calles,
casi aniquilado, llegaré a tiempo
para morir sin asco ni locura?

¿Solo habla mi máscara histriónica,
su burla, apaleada por la época,
un mero error de la carnadura?

¿Esa dalia que se balancea, ahí,
en la ventana neurótica del sol
todavía respira un leve equilibrio?

EXCRITURAS DE LAS PREGUNTAS


BASHO


¿Algún día romperá las piedras
el canto de la cigarra?

¿La primavera,
abrirá su palacio?

¿O se intimida
ante el rostro de las flores?

¿La brisa estremece la glicina,
sus sombras?

¿Dónde está la campana
que llegaba hasta mí?

¿Las alas de la mariposa
ya olvidaron a las orquídeas?

¿Solo florece la melancolía
en el cerezo?

¿Detrás de la neblina
la montaña es la montaña?

¿El cielo
y la vida, son reales?

¿Apenas ese caballo, mudo
lejos del único invierno?

lunes, 15 de mayo de 2017

domingo, 14 de mayo de 2017

XXVIII

Solo poseemos a la vida y a la muerte.
Nada te pertenece sino yo,
nada me pertenece sino vos.
Pero el amor nos roba todas las noches.
XXVII

No importan los caminos,
el cielo.

Ya no necesito partir,
ni volar.

Al fin esa luz desnuda,
su brillo.

En las sábanas de mi alma,
solo ella.
XXVI

Siempre recuerdo a ese adiós.
Un aire triste de jazmines,
las ventanas cerradas,
la mesa limpia
y vacía;
todo ordenado en silencio.
No pudo despedirse, todavía.
XXV

Antes
solo eras lo ido...

Te busqué,
eras el instante.

Te busqué,
eras la eternidad.

Ahora
eres la nada, yo.
XXIV

Te invito a mi vida;
ya tengo
ese boleto para pasear.
XXIII

Ella ya no me desea...
Perdido el mar,
nada mi cuerpo
en las aguas del olvido.
XXII

Tu gracia
tan dulcequeamarga.
Piedra,
paloma
y adiós.
Mi costilla,
tan huesolita te vas...
XXI


¿Vi llover la otra tarde?
No lo sé...
solo puedo verte a vos.
XXI

Ridículos
todos los poemas de amor.
Sus versos,
siempre las mismas lágrimas.
XX

No,
mi amor,
yo
no te amo.
XIX

Maldigo los amores
y sus versos,
¡Cuánto será mi dolor!
XVIII

Ya solo otoña tu cuerpo,
el olvido,
en las infinitas almohadas.
XVII


Si aun viviera
esa rosa
en tu corazón.
XVI

Por la puerta de los sueños
entró todo lo que las palabras no dicen;
cada vuelta de llave, tu cuerpo mío.
Al despertar la cama es desierto.
XV

Si por los senderos del aire
tu vinieras a verme...
¡Ay, Noche Morena!
Solo rayos de olvido es la luna.
XIV

Solo la ley del sexo azul,
las bellas blasfemias,
los suspiros salvajes,
esa tierna ferocidad...
ya arde tu piel en el paraíso.
XIII


No puedo escribir
los versos más tristes,
ya sos la Noche.

sábado, 13 de mayo de 2017

XII

Todavía,
por última vez,
te sentiré en el polvo
de las cenizas,

XI

Por mucho que la mano se me llene de vos,
para escribirte,
acariciarte,
el polvo de tu amor borra todas las palabras.
X

Oh,
mi mito,
la eromiel;
puro no
¡ay!
yollando.

IX

Solo en tu espejo,
llorando;
otra vez
yo quiero verme.
VIII

Nunca nos conocimos,
solo suspiros.
¿Dónde estará tu boca?
VII

Te acompaña mi odio,
zarpas y colmillos.

Pero me condenas,
voz en las venas.

Después de olvidar
¡ay! aun sangras en mí.
VI

La ventana
y nada más;
la sueño
lejos del sol.
V

Ya no ríe la vida;
demasiado negros, tus ojos.
IV

Ya no vendrás,
yo acaricio la luna.
III

Ciego,
el ciervo cruza el puente;
su cuerpo tiembla:
es el amor.
II

Esa mano
que enciende, aún,
el último cigarrillo;
y la llama
y la humo negro,
¿dónde estás?
MÍNIMAS EXCRITURAS LÍRICAS

I


Las lilas en su silencio,
caídas;
ya secas en la ausencia
de tu voz.
Voy a limpiar su florero.

viernes, 12 de mayo de 2017

XXVIII

Podridas las maderas,
volamos
crucificados en la luz.
XXVII

Las aves marinas,
que regresan a la velocidad de Dios,
en mi última cabeza.

Sitiado por la eternidad,
mi cuerpo olvida su resentimiento,
solo imagina el sol.

Vitrales de la espuma,
la ventana irreal del hospital,
herida de la orilla.

Ya necesito dormir,
vengo de comulgar y estoy en éxtasis.
Al fin se abre el cielo.
XXVI

Alguien, además de Dios,
cuida este mundo.
Un simple hombre
que toma la vida en broma.
Sin compañía,
en la elefantería de Península Valdéz.
Su única obligación,
siempre mirar hacia el mar.
Así pasa el invierno,
todos los días del año.
Y en las mañanas de sol
apoya su zapatilla
sobre el vientre de un gran macho.
Solo Dios se ríe, él lo sabe.
XXV


Junto al mar,
corro.
Invento aves
y vuelo.
XXIV

Un charco claro de agua
adentro mío,
como el viento y los pájaros.

Las huellas de las botas,
ningún rumbo
y lejos las fogatas pobres.

Todavía no es la noche
y las estrellas...
Solo quiero este regreso.

En ese vacío
un alambre del cielo,
apenas memorias de guitarras
XXIII

Ángeles de la tierra,
voy
lavado por esa luz.

En mitad del campo,
todo...
Y encima la tormenta.
XXII

Ayer a la tardecita
volví a caballo,
acaso solo,
convaleciente,
casi muerto.

Tan leve el galope
y los árboles.
Lejísimo,
el cielo
y el único regreso.

Oculto en el llanto,
bajo un pañuelo
y vi la claridad,
cerrados
o abiertos los ojos.
XXI


Ser multiplicado,
estallar.
La piel
por todo el cielo.
Casi ahogado
aun respiro,
unido,
y ahora es el mar.

jueves, 11 de mayo de 2017

XIX

Ya no grito que perdí mis botas
o que muero.
Ni siquiera las busco, camino
o borro mis huellas.
Tampoco cuando sueño que te vas
o volvés a sonreír.
Creo que me quitaste el fuego
o el cuerpo o el alma.
La vida es una pileta con violetas
o un florero roto.
Pero sé que cada día es un verano
y lo demás, invierno.
XVIII

Apenas un espejito
con olas
nos lleva al mar,
cansados;
de a poco,
cada día,
nos ahogamos
y así somos felices.
XVII

¿Soy ese tripulante
que no vio a sus alas?

¿El espigón desierto
en el horizonte del mar?

¿Una pampa seca
ante todos los caminos?

¿La luna sin dientes
en la montaña oscura?

¿Acaso soy Tu Rostro
cayendo como violetas?

Soy risa, libertad, sol.
XVI

Al alba, a caballo;
una hondonada
y el viento
para lavar la tristeza.

Tibieza del pocho,
entre arboledas
y galopando
para lavar la tristeza.

Temblor del cuerpo,
sin ningún rumbo
y abierto
para lavar la tristeza.

A caballo, al alba,
toda la tierra
y el cielo
para lavar la tristeza.
XV

Yo he nacido de verdad
una vez y otra vez,
tantas, demasiadas veces,
como espuma en el mar.
Y decidí, por capricho
y la sal de las olas,
no morir en una cama.
Una, dos, tres, cuatro,
cinco veces o siempre
voy a jugar al león,
haré reir a las hembras
a los cachorritos...
y así será el estar vivo
hasta terminar el tiempo
Pero morir en la cama, no.
XIV

El agua rueda desde Dios
y se desliza y se bifurca,
una tarde de verano,
un día que no existe,
y yo me baño en el río
entre las largas crines
y la cola de los caballos
Dios habla en el agua,
salta, salpica, sueña
ondulaciones brilando,
y siento mi cuerpo
abierto contra el sol,
nado entre crines y colas,
galopo, libre, hasta el cielo.
XIII

Yo me remonto,
asciendo de los pies,
el aire y el sol,
para verte
y descubrir que vas,
azul, sin alas,
por todo el cielo.
XII

Acostado, en la arena,
ese olor a luz.
Lejos, todos las misas...
Veo el mar,
alguien rezará por mí.

miércoles, 10 de mayo de 2017

XI

Estoy sobre la arena,
un aire tibio en la voz del aire.

Solo mi cuerpo dorado
bajo la manta azulada del cielo.

No comprendo las formas,
ni el movimiento ni la quietud.

Apenas sé que Aquel
hizo este mar y lo escupió de luz.


X

Siempre busco a ese arroyo
que conocí en mi infancia.
¡Qué verde era el tiempo
allá abajo...por primera vez!

A veces lo cruzaba un galope
o una sombra de víboras;
me puse botas de cuero,
pero no me animé a entrar.

Junto a mi asombro de niño,
un puente, el viento y el campo,
y en el fondo sin otro fondo
algo ardiendo más que el sol.

Hasta me olvidé del cielo,
las suaves nubes de ángeles;
lejos flotando la mirada
en las ondulaciones vivas.

Todavía busco a ese arroyo
que aun corre en mis sueños.
Allá abajo y tan verde
por primera vez...vi mi muerte.
IX


Los paisanos pobres de la Rioja
junto al fueguito de la noche.

Lejos, un rancho es una herida,
apenas abandono de barro seco.

Sé que desde hoy esta es la luna
que quiero para todas mis noches.
VIII

Yo solo te pido que me laves.

Creo que quiser ser un ángel,
y tengo el barro en los pies.

Pero no quiero oler a santo,
ya ni siquiera sé quién soy...

Señor, solo te pide que me laves
VII

Allá atrás, en mi nuca,
vi el estridente desierto de este mundo,
una ruidosa eternidad de disfraces.

¿Nunca morirá esa sensación de que el demonio
puede servirse de los cielos y los peces y el viento?

Me cubre una armadura de mariposas;
voy hacia lo que menos conocí en la vida,
voy hacia mi cuerpo.
VI

No perdona.
Así es esta tierra en todos lados;
cuando me paro, salgo y me pierdo.

Hace años
amanece gris y el viento trae penas,
y mis ojos no ven más que edificios..

Apenas hay luz,
lejos, entre las hojas de los álamos
o en algún cuadro de el Escorial.

Para nacer
mi cabeza cruza el fuego del mundo,
pero con una serpentina de agua....

Y le pide socorro..

martes, 9 de mayo de 2017

V

En este mismo instante
la brisa
y el fuego
ya penetra en la herida.

Justo cuando tu mano
traza un barco
y el mar;
ninguna cruz en mi alma.
IV

Soy un nadador de las únicas aguas;
en el pecho,
en los ojos,
la transparencia frágil de la bendición,

Soy un nadador por el misterio,
los mares
o el universo
hacia el encuentro de la Orilla.

Soy un nadador que ama la vida,
contra la corriente,
pleno de aire;
Señor,solo quiero flotar en tu piedad.
III

Si alguna vez pudiera estornudar el alma
y ver el miedo de sus ojos.

Pero corre el agua del arroyo...
y solo puedo llover.

Y al caer las hojas secas del otoño,
me arrastra la tristeza.

Peor en las avenidas tan alteradas,
ni siquiera un bocinazo.

O frente a los enormes departamentos
cuando oigo a la muerte.

Eso sí, cada vez que vuelve a salir este sol:
soy un trompetista de la luz.
II

Aburrido de ser el mono
saltaré a las ramas,
siempre hacia lo más alto.

Tarzán estará muy lejos,
en las redes del cyber
o en la iglesia. Da igual.

EXCRITURAS DE HÉCTOR VIEL TEMPERLEY

I

Lejos del principio
y del fin,
el paraíso
o el infierno;
solo en el instante
vivo el ser de Adán.

lunes, 8 de mayo de 2017

XXVI

Las calles desganadas del barrio,
casi invisibles,
y aquellas más afuera,
tan cerca del cielo y el ocaso.

Una promesa para el caminante,
con sus árboles piadosos,
las veredas rotas,
ya lejos de la escasa realidad.

Esas calles que sueña la penumbra,
inmóvil,
entre estas paredes,
aun son las entrañas de mis versos.
XXV

Ya olvidé quién soy.

Camino entre las monótonas paredes,
galerías sin centro, apenas polvo
que recuerda la usura ciega de los días..

Pero sé que hay otro.

Perdido, solo, en cualquier pasaje
que se bifurca en el mismo encierro,
las redes mudas de las piedras eternas.

El dolor nos busca, incesante,
y juntos seremos el Monstruo.
XIV

Un símbolo o una simple rosa,
te desgarra.

Ya no hay más lunas,
solo días desiertos.
Adiós a los mares,
a los lentos jardines.
Apenas la memoria,
el goce de la tristeza.

No existe la magia del mundo,
te han dejado.
XIII

Aquí, tan lejos, en la fría New England,
justo al declinar de otra tarde,
lento el hoy y breve el ayer,
mi cuerpo siente cruzar otra esquina.
Sin saber por qué, yo camino
como siempre por Buenos Aires.
Así, como en el Séptimo Día,
la ilusión es ilusión de mi único paraíso.


XXII

Siempre es el mismo enigma;
la lucidez es engaño,
ya se borró la Cifra,
ningún indicio,
todo es trivial:
la única conjetura es la muerte.
XXI

La memoria y el miedo de los días,
artificios de la esperanza.

Mirar la mañana y el ocaso,
realidades de ensueño.

Esas voces de amigas y amigos,
triviales felicidades.

Indiferencia de ciudades y cosas,
alrededor de formas.

El suceder de la vida y de la muerte,
versos de este poema.
XX

¡Ah!, si al menos en esta mañana,
además de sol, hubiera olvido.
El olor del café y el diario,
la ausencia de una voz
junto al gato y la ventana.
La miserable rutina del día,
símbolo secreto de toda eternidad.
Pero lo que se nombre, siempre,
solo oculta el nombre.
Tan ignorante del amor,
apenas las campanas del consuelo,
sin cuándo ni por qué las últimas cosas.
XIX


El recuerdo viene de Balvanera,
una noche
y un nombre.

Alguien nombró una esquina,
los cuchillos
y el entrevero.

También eso de jugarse la suerte,
la esperanza
y ¡ay! el coraje.

No me importan más detalles,
inútiles,
¿para qué?

Así son todas las milongas,
ese temblor
y las bordonas.

Pero cualquier muerte es casual,
pura sombra
y después nada.
XVIII

Apenas murmura el verso, enmudece:
uno peleó contra los godos, otro en Paraguay.
Al repetirlos, la tradicional evocación
ya solo es dolor de otra ausencia.
Esa memoria de las glorias, sus mayores,
acaso es un mero tópico, un consuelo:
Él sabe que al igual que este mundo
esas batallas, inútiles, también son irreales.
XVII

En las limpias luces de cualquier tarde,
absurdo, no puede evitar la rutina.
El hombre dispone los libros
en los soñados anaqueles:
el cuero, la tela, papeles sueltos.
Inútil, imagina un orden
y acaso confía en la magia.
El hombre, que está ciego,
demora el tacto de cada volumen.
Ya son, apenas, meros objetos;
lejanas huellas en la memoria:
perdidas felicidades del destino
Nadie puede ver eso que él no ve,
esa costumbre dolorosa de otro, su castigo.

domingo, 7 de mayo de 2017

XVI

Hacia cualquier azar
abiertas las calles y el ensueño.

El oro último
en el pájaro de la arboleda.

Voces de los patios,
esquinas tristes de compadritos.

Esa mano del mendigo
ya extiende una herida, el ocaso.

¿Todavía soy aquél,
ese ingenuo fervor de arrabal?

Otro en mis pasos,
y la memoria apenas consuelo.

En esta penumbra
así olvido la cárcel del presente.
XV

Acaso la hormiga que pisamos,
sin pensar, es esencial;
un parte esencial de la Creación.
Igual que aquella luciérnaga
-titilante, tan inqueta-,
que apenas ilumina este instante.
Remoto en el jardín,
mi respiración apenas un misterio;
y miro la simple noche
y la oscuridad también me mira.
El silencio es un verso:
aquí son demasiadas las estrellas,
tan poco ser un hombre.
XIV

Solo soñarse entre el fuego
como otro sueño;
y, asombrado, caminar:
apenas huellas en las cenizas.
XIII

Aquella vida de las plantas
en el jardín;
misterioso es el recuerdo.

El sueño de la enredadera
-también los míos-,
todavía confunde mis noches.

La plegaria de un gorrión;
una hendija
ante la reja de los caminos.

Azar o fatalidad o consuelo,
los días
que regresan son los adioses.

Tan real es esta penumbra,
su aroma,
y la brisa suave en la mirada.

Más altas que todo el cielo
las palmeras,
el ahora y el siempre, su sombra.
XII

Ya brilla otro día en Barranca Yaco,
la luna se perdió en la memoria
y los campos muertos de hambre y de sed.

Anticipo de su propio funeral
en la altura se hamaca el coche
y un cuerpo busca sin temor su última sombra.

Las ánimas, hombres y caballos
lo saben, medita el General
y sonríe; morir (como este sol) es la vida...

El griterío, los puñales, la pólvora;
acaso solo sea el simple destino:
pero ¿quién ha de matar la pasión de su alma?
XI

Ya sé que algún día todo será Tlön.
Siglos y siglos de idealismo
no han dejado de influir en la realidad.
Pero yo no hago caso,
no temo la lenta desintegración
y reviso sin apuro
en un hotel de Adrogué
una curiosa traducción de Browne.
Veo los últimos árboles, su luz,
ese oro de los otoños.
Acaso sean irreales, un consuelo:
magia es la materia.
Esta ventana mira por mis ojos.
Regreso a mi escritorio.
el universo es otro juego mental, inútil.
X

Vivos, este hombre y sus almas,
en la forma vaga de la tiniebla,
apenas recuerdos de un otro.
Pero es Buenos Aires, siempre,
y esta penumbra ciega no duele,
solo es un engaño de la Sombra.
Tanto andar, lejano y perdido,
sin haber encontrado mi centro;
y aun no ha muerto el animal,
sus pasos recorren esta sangre.
Quizás la vejez sea la dicha,
al menos pronto ya no seré yo.
Todo esto debería atemorizarme
pero la amenaza es suave y fatal.
Entre mis cosas, aquí, lo espero,
con las letras sagradas de mis libros.

IX

Aunque vengo de una lejana ciudad
pienso (¿ya lo he pensado?)
que este único invierno
ya está en los inviernos antiguos.
Extrañas las calles, y la misma
simple dicha a cada paso.
Alguien, lo sé, regará sus flores
en un patio (¿con un aljibe?)
y olvidará el símbolo del día;
pero nada alrededor, un enigma;
salvo ese perro aun dormido
que también siente mis fríos.
Por suerte, perdido, me detengo
y alzo los ojos; todo es cielo.
Apenas soy una escasa memoria,
un montón de formas ajenas,
acaso un espejo (¿siempre roto?).
Estas miserias son mis bienes,
sé que nadie mira en mis ojos:
una ciudad, veredas, árboles,
las repetidas ilusiones del empezar.


sábado, 6 de mayo de 2017

VIII

Si existiera en el tiempo
cada día un símbolo,
y sentir en el sueño la vigilia.

Algo más que el café,
la rutina de su olor
tan lejano como la piel.

O los oros del otoño
al mirar la tarde,
sus huellas y su agonía.

Al menos ese rostro
que pasa y queda y es cristal,
oscuro como de lluvia.

Pero solo es otro engaño,
los versos y el olvido:
la atroz maravilla del enigma.









VII

¿Esta lluvia
sucede en el pasado?

Quizás es real,
o le pertenece a otro.

Los cristales,
apenas admiten la ceguera.

El afuera
solo se oye en el más adentro.

Lejana una voz,
tan suave como mi madre.

En la parra
ese brillo negro de los racimos.

Esta lluvia
cae o cayó: nunca lo sabré.


VI

La magnifica ironía de Dios,
el paraíso.

O el mero azar.

En vano acariciar los anaqueles,
solo sombras.

Fugaz felicidad de las letras,
símbolos vivos.

Ya no es posible ni real...
apenas un destino.

¿Acaso un don?

Yo fatigo sin rumbo mis confines.
todavía soy otro.

V

En el largo río de los años,
perdido
como la voz del ruiseñor.

Paisajes, sueños, amores;
palabras
ya muy lejos de los latidos.

¿La desgracia o la fortuna?,
cenizas
para tantos éxtasis inútiles.

El nombre en una antología,
un poeta
y el adiós mudo de la Rosa.
IV

Dos caras:
el pasado y el porvenir,
y el horizonte.
Ilusiones de Jano,
una piedra inmóvil
y las sombras.
Dos caras,
ruinas del único instante:
invisible y vivo.
III

Ya no son triviales esas miserias de los días.
Agua, límpida diosa,
te lo suplico:
ahora el laberinto es la antigua sed y la vida.
II

Del otro lado del ocaso, solo,
en los espejo ru rostro.
Cristal de la memoria,
y universo del olvido.
Único laberinto sin salida,
tan adentro, tan lejano.
Las lunas serán tu voz,
esos miles de íntimos reflejos.

EXCRITURAS DE BORGES

I

Al buscar un tiempo en esta tarde
bajo la perdida piel, que vibra,
por el olvido de algunas calles
con su humilde fervor de patios,
puertas abiertas, el aljibe, la parra
y la ilusión de luz en el poniente;
todo ya ciego en toda la memoria.
hoy, cualquier día, la eternidad,
pienso, encerrado, en un tigre,
su libertad y la jaula de estos versos.






viernes, 5 de mayo de 2017

40. "Todo se escurre entre los opuestos, y depende de su equilibrio. Si no hay equilibrio es difícil cosechar un fruto"

A. Monsanto Company
B. Singenta A G
C. Rodolfo Kusch


ADVERTENCIA

Acá, en la vida, la única opción es el fruto. Pero la verdad nunca produce ganancias, siempre se trata de germinar.



FINAL DEL FORMULARIO

jueves, 4 de mayo de 2017

39. "La T.V. (¡estúpido) te ve."

A. Rupert Murdoch
B. Ted Tuner
C. Osvaldo Lamborghini


ADVERTENCIA

¿Alguien puede dudar que la opción C expresa lo que callan las opciones A y B?
38. "Ahora y aquí, en este presente y en este lugar, se da toda la realidad de lo eterno."

A. Plotino.
B. Macedonio Fernández
C. Vicente Fatone


ADVERTENCIA

Si quiere acertar no se mueva de su lugar y olvídese del tiempo, cualquier opción es apenas un instante...o la eternidad.
37. "Tupí, or not tupí that is the question"

A. El traductor justiciero
B. Calibán
C. Oswald de Andrade


ADVERTENCIA

¡Cuidado!, si no le elije la opción C se lo comen los indios; y si la elije...también.


miércoles, 3 de mayo de 2017

36. "¿Quién es el sujeto del sueño?"

A. Calderón de la Barca
B. Lewis Carroll
C. Walter Benjamin


ADVERTENCIA

Si usted cree estar despierto, probablemente dude entre las opciones A y B; pero si se anima a ver la realidad del sueño -lo impensable-, después de comprender la sutileza de su error, un angelito mesiánico le dirá la respuesta.
35. "Yo no le canto a la luna porque alumbra y nada más, le canto porque ella sabe de mi largo caminar"

A. Aristóteles.
B. Cyrano de Bergerac
C. Atahualpa Yupanqui


ADVERTENCIA

Solo tiene que esperar la llegada de la noche, descubrir su blanca luz, y una zamba la dirá la respuesta.
34. "Las palabras justas se abren como flores."

A. Friedrich Hölderlin
B. Gustav Flaubert
C. Ludwig Wittgenstein


ADVERTENCIA

Si bien las tres opciones comparten el mismo jardín, el perfume -¡ah, la poesía!- proviene de la opción A.
33. "Lo que llamamos camino es vacilación"


A. Henry D. Thoreau
B. Antonio Machado
C. Franz Kafka


ADVERTENCIA

Para averiguar la opción correcta, salga a caminar; y si logra perderse...ya acertó.
32. "Hay el hay"

A. Friedrich Schelling
B. Rodolfo Kusch
C. Xavier Zubiri


ADVERTENCIA

Obviamente, en este caso no hay opción.
31. "La destrucción es, pues, una de las leyes de la naturaleza, al igual que la creación"

A. El Marqués de Sade
B. Joseph Schumpeter
C. El Guernica de Picasso


ADVERTENCIA

¿A quién no le gustaría engañarse un poco y, a modo de consuelo, elegir la opción C? Lástima que, sabiéndolo o no, B es casi una copia del parlamento brutal de un personaje de A...Si usted me lo permite, le aclaro que no una cuestión de la naturaleza, tampoco una ley, apenas una trampa criminal; o mejor: es el capitalismo, estúpido.
30. " Al fin, ¿quién es culpable de la vida grotesca, del alma manchada con sangra de carmín" 

A. Blaise Pascal
B. Soren Kierkegaard
C. Homero Manzi


ADVERTTENCIA

Si intenta responder a esta pregunta, es probable que se equivoque, como al elegir a las opciones A o B. Hágame caso, sea más humilde, más sensible, más pueblo, y escuche al dolor del poeta, ¿me explico?





29. "Parece una necesidad del sujeto encubrirse. ¿De dónde le viene al sujeto esta necesidad, la necesidad de representarse o revestirse, de fabricarse un máscara? ¿De dónde procede esta especie de desdoblamiento, sino de algo inserto en el sujeto mismo y a lo que podemos llamar yo?"

A. Jacques Lacan
B. María Zambrano
C. Fernando Pessoa


ADVERTENCIA

No se apresure, no es la opción A (la correcta es la B); aunque le confieso que me parece más auténtico el nombre de la C, vivo, sin límites, muchos yo.
28. "Las noticias acerca de una cultura americana se reducen a hacernos saber que se trataba de una cultura natural, que habría de perecer tan pronto el espíritu se acercara a ella. América se ha revelado siempre, y sigue revelándose, impotente tanto en lo físico como en lo espiritual."

A. G. F. Hegel
B.Un ignorante brutal
C. Un colonialista hipócrita.


ADVERTENCIA

En este caso se trata de un ejemplo deliberado de sinonimia; pero como todo lo real es racional, elija -sin pensarlo- a la opción A.
27. "Necesito estar a oscuras, necesito regresar al hombre"


A. Franz Kafka
B. Primo Levi
C. Hector Viel Temperley


ADVERTENCIA

Si a usted le importa saber que la opción correcta es la C...Todavía no entendió este juego.
26. "Sentí el río en mí, corría en mí con sus orillas trémulas de señas, con sus hondos reflejos apenas estrellados. Corría el río en mí con sus ramajes. Era yo un río en el anochecer"

A. Heráclito
B. Norman Maclean
C. J.L. Ortiz


ADVERTENCIA.

Olvide las opciones, déjese llevar por el río.

martes, 2 de mayo de 2017

25. " Matar a un europeo es matar a dos pájaros de un tiro, suprimir a la vez a un opresor y a un oprimido: quedan un hombre muerto y un hombre libre."

A. Un esclavo africano
B. Un terrorista musulmán
C. J. P. Sartre.


ADVERTENCIA

Ay, qué curioso y sencillo es el fanatismo occidental, cualquiera es capaz de cualquier cosa, no lo pueden evitar... Por supuesto, la opción es la C.
24. "Las únicas palabras para describir la naturaleza que me han contentado siempre son las que se usan en los cuentos de hadas, tales como encanto, hechizo, atracción...Ellas expresan todo lo arbitrario y misterioso de los hechos"

A. C. K. Chesterton
B. Los hermanos Grimm
C. El brujito de la Tribu


ADVERTENCIA

No se deje engañar, la opción es la A; basta con leer cualquier manual de física moderna para saber que, además, siempre será la correcta.

23. a." El hombre reclama en la mayor parte de las circunstancias la ayuda de sus semejantes y en vano puede esperarla solo de su benevolencia. La conseguirá con mayor seguridad interesando en su favor el egoísmo de los otros y haciéndoles ver que es ventajoso para ellos hacer lo que les pide. Quien propone a otro un trato le está haciendo una de esas proposiciones. Dame lo que necesito y tendrás lo que deseas, es el sentido de cualquier oferta, y así obtendremos de los demás la mayor parte de los servicios que necesitamos. No es la benevolencia la que nos procura el alimento, sino la consideración de su propio interés. No invocamos sus sentimientos humanitarios sino su egoísmo."

A. Un avaro
B. Un usurero.
C. Adam Smith


ADVERTENCIA

Si no sabe la respuesta, jódase, yo sí la sé....después de todo, este mundo funciona así, ¿no?. Siempre hay que optar por lo peor de los otros para poder ganar y triunfar en y sobre la vida.


23.b. "Veo una multitud inenarrable de hombres, iguales y semejantes, que giran sin descanso sobre sí mismos con el único objetivo de satisfacer sus pequeños y vulgares placeres que llenan sus almas. Cada uno de ellos vive aparte, ajeno al destino de todos los demás. Respecto del resto de sus conciudadanos, están junto a ellos sin verlos; los tocan sin sentirlos; solo existe en sí y para sí mismo. Si le queda una familia, se puede decir que ya no le queda una patria. Encima de todos ellos se eleva un poder inmenso y tutelar que se encarga, él solo, de garantizar sus placeres y de velar por ellos. Este poder es absoluto, minucioso, regular, previsor y apacible. Parecería un poder paternal si, como éste, tuviera como objetivo preparar a los hombres para la edad viril; por el contrario, sin embargo, solo busca fijarlos irrevocablemente en la infancia. No le disgusta que los ciudadanos gocen, siempre y cuando piensen en gozar. Trabaja con gusto para hacerlos felices, pero quiere ser el único agente y el único árbitro. Proporciona su seguridad, provee sus necesidades, facilita sus goces, gestiona sus asuntos importantes, dirige su industria, regula sus sucesiones, divide su herencia. ¡Ah, si pudiera liberarlos totalmente de la incomodidad de pensar y del dolor de vivir!"


A. Alexis de Tocqueville
B. Slavov Zizek
C. Byung-Chul Han


ADVERTENCIA

¡Epa!, no se apure, el presente siempre cita al pasado. Aunque usted sea culto y sospeche de las opciones B y C; primero, más antigua y más sabia, como si nos estuviera viendo a todos, está la opción A. Tal vez la peor y, pronto, la completo realidad.
22. "El hombre era tan inteligente que casi no se le podía utilizar para nada"

A. Sócrates
B. G. C. Lichtenberg
C. Bartebly, el escribiente


ADVERTENCIA

Claro que puede ser la opción A; pero, en verdad, la opción B se adelantó a la C. Yo preferiría no tener que elegir.
21. "El nazismo no inventó nada, su creatividad fue nula, todo lo recibió de la civilización"

A. Joseph Gobinau
B. Hermann Göring
C. Raúl Zaffaroni


ADVERTENCIA

No importa la opción correcta, pero si desea acertar elija la C... Ya se sabe qué significa la civilización, como diría Cavafis, la solución son los bárbaros.
20. "La mediocridad para algunos es normal, la locura es poder ver más allá"

A. Vincent Van Gogh
B. Friedrich Hölderin
C. Charly García


ADVERTENCIA

Todas las opciones son correctas, la verdad no tiene autor.
19. "En medio de la miseria, de la carencia absoluta, se captan las imágenes de la prosperidad"

A. George Orwell
B. Armand Mattelart
C. Muñiz Sodré


ADVERTENCIA

Muchos dudarán entre las opciones B y C (la correcta);  pero la opción A, sin dudas,  nombra a quien vio por primera vez esta realidad.
18. "¿En qué consiste la humanidad del hombre?

A. Martin Heidegger
B. Un monito
C. Dios


ADVERTENCIA

En este caso la opción es clara, aunque...mejor hacer silencio.

lunes, 1 de mayo de 2017

17. "Una gran fuerza impulsa mi voz y otra más grande la retiene."

A. Carlos Gardel
B. Mercedes Sosa.
C. Séneca.


ADVERTENCIA

Si usted es argentino debe elegir la opción A o B, o las dos y listo; en cualquier otro caso, no queda más remedio que la trágica opción correcta. También se puede silbar y caminar tranquilo sin ningún destino...y ver qué pasa, ¿no?
16. "¿La mentira primera es la unidad primera?"

A. Dioniso
B. Theodor Adorno
C. José Lezama Lima.


ADVERTENCIA

Aunque la opción correcta es la C; lo más importantes es intentar, inútilmente, de encontrar un respuesta. Digamos, vivir.
15. "Hizo que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, se les imprimiese una marca en la mano derecha y en la frente y que nadie pudiese comprar y vender sin el que tuviera la marca, el nombre de la bestia o el número de su nombre"

A. Apocalipsis, 13
B. Coca-Cola
C. Mastercard


ADVERTENCIA

Ya es demasiado tarde, las opciones B y C (y cuántas más) son sinónimos de la A. En verdad, la única opción que no existe ninguna opción.
14. "La belleza es más ahora que morir es cuando"

A. Horacio
B. Macedonio Fernández
C. E. E. Cummings


ADVERTENCIA

Si quiere aceptar, no piensa en las opciones, elija ya.
13. "El pasado que se destruye no se recupera jamás. La destrucción del pasado es quizás el mayor de los crímenes. Actualmente la conservación de lo poco que queda debería convertirse en una idea fija"

A. Simone Weil
B. Walter Benjamin
C. Un osito panda


ADVERTENCIA

Si quiere acertar, entre las opciones A y B, elija la primera; aunque la más poética y urgente es la C . Además, ya todos somos osos panda sin la esperanza de una foto en las remeras.
12. "Niños: la vida anda de flor en flor y de olvido en olvido"

A. Una mariposa
B. La Brisa
C. Juan Leónidas Escudero.


ADVERTENCIA

No pierda tiempo; la única opción es salir al jardín y recuperar la inocencia y la melancolía.