EXCRITURA DE NIETZSCHE
Creo que ya entendí a la dulce fábula;
el espíritu del camello,
la voluntad del león,
el juego de la moraleja...
Ese devenir del gran anuncio,
la consumación de la alegría.
A nadie puede confundir,
ese superhombre
que al fin llega a ser hombre.
Creo...pero tengo una duda:
¿todavía los niños,
si existen, son santos para decir el sí?
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