jueves, 23 de noviembre de 2017

62

Todavía Onetti sigue sin hablar,
a lo mejor se murió.
Tampoco sus personajes,
ni una mueca.
Así se baja la persiana,
una pierna de cualquier mujer.
O esa música de violín
con el arco degollado.
Es verdad que algunas tardes
el sol también se esconde.
Alguien deberá entender,
y yo que no sé qué mierda decir.

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