EL ESTAR
Así,
como ahora,
todos los días,
al menos cinco
o diez minutos
en el apenas,
sin hacer nada
solo estar.
Pero no sé...
faltan fuerzas,
pesa el miedito,
esa verdad inútil,
dejar que pase
el tiempo.
Así.
miércoles, 28 de febrero de 2018
EL ESTAR DEL MÉTODO
Sin nada más que ese algo,
entre la tontera y el abismo,
el método del estar
todavía no encuentra su discurso.
Junto a la soledad del mate
la palabra rompe su memoria,
que sí que no y peor,
esas nervaduras de la filología.
No alcanza con cerrar los ojos
para ver lo que sube
ya tibio desde la espuma.
Tampoco asomarse a la ventana,
al árbol de todos los días
y hundir la cabeza en el cielo.
Sin nada más que ese algo,
entre la tontera y el abismo,
el método del estar
todavía no encuentra su discurso.
Junto a la soledad del mate
la palabra rompe su memoria,
que sí que no y peor,
esas nervaduras de la filología.
No alcanza con cerrar los ojos
para ver lo que sube
ya tibio desde la espuma.
Tampoco asomarse a la ventana,
al árbol de todos los días
y hundir la cabeza en el cielo.
EXCRITURAS DE KUSCH
ESPACIO DEL ESTAR
Ese rutina del silencio de la silla en la cocina,
la pava en el fueguito,
el temblor que aun espera,
un cigarrillo,
solo
y la poca realidad en los viejos azulejos.
Así empieza otro día entre todos los días,
cuando es el mero estar,
un poco cansado
de tanto, de perdido
y la sorpresa
al descubrir la espuma en el corazón del mate.
ESPACIO DEL ESTAR
Ese rutina del silencio de la silla en la cocina,
la pava en el fueguito,
el temblor que aun espera,
un cigarrillo,
solo
y la poca realidad en los viejos azulejos.
Así empieza otro día entre todos los días,
cuando es el mero estar,
un poco cansado
de tanto, de perdido
y la sorpresa
al descubrir la espuma en el corazón del mate.
martes, 27 de febrero de 2018
lunes, 26 de febrero de 2018
EXCRITURA DE MALLARME
La constelación sobre el jugar de los enigmas,
el más allá.
Cualquier número
y la hilaridad de la salvación.
Apenitas un instante,
ahora y nunca.
Quizás el fondo no tiene fondo,
un cálculo falso.
La ilusión del velo
que ya no oculta a superficie.
O acaso será otro engaño,
un golpe al infinito.
Pero la mano
tiembla, y busca espacios en blanco.
Alrededor el abismo,
una sombre pueril.
Al menos aun queda aire,
una apertura al desafío.
Estos versos finales
que aprisionan, desesperados, el azar de los dados.
La constelación sobre el jugar de los enigmas,
el más allá.
Cualquier número
y la hilaridad de la salvación.
Apenitas un instante,
ahora y nunca.
Quizás el fondo no tiene fondo,
un cálculo falso.
La ilusión del velo
que ya no oculta a superficie.
O acaso será otro engaño,
un golpe al infinito.
Pero la mano
tiembla, y busca espacios en blanco.
Alrededor el abismo,
una sombre pueril.
Al menos aun queda aire,
una apertura al desafío.
Estos versos finales
que aprisionan, desesperados, el azar de los dados.
domingo, 25 de febrero de 2018
EXCRITURA DE MANAL
Solo el tren dentro del humo,
la agonía del asfalto,
el sol destrozado,
los obreros ya sin ojos
y la tristeza sucia del camión.
Siempre ese charco urbano,
su zapato podrido,
el descampado de un blues
y el destino de la fábrica:
lágrimas de grúas.
Cerca, sin esperanza
los barcos que mueren en el sur.
Solo el tren dentro del humo,
la agonía del asfalto,
el sol destrozado,
los obreros ya sin ojos
y la tristeza sucia del camión.
Siempre ese charco urbano,
su zapato podrido,
el descampado de un blues
y el destino de la fábrica:
lágrimas de grúas.
Cerca, sin esperanza
los barcos que mueren en el sur.
sábado, 24 de febrero de 2018
EXCRITURA DE KEATS
Por suerte, todavía ningún rastro del sol,
mientras busca esa palabra en el diccionario,
o cualquiera, azares del nominalismo.
Sin ganas pasa las páginas;
inútil, afuera ya tiemblan los árboles
y la ventana...es una amenaza.
Ya es imposible callar a los pájaros,
esa lejanía desconsolada de Keats...
gorriones o ruiseñores
siempre perturban al poema.
Será mejor ensayar otro recurso,
sin ningún pretexto literario.
Quizás unas pastillas y bajar la persiana,
apretar un rato los ojos
y volver a la cama antes que llegue la mañana.
Por suerte, todavía ningún rastro del sol,
mientras busca esa palabra en el diccionario,
o cualquiera, azares del nominalismo.
Sin ganas pasa las páginas;
inútil, afuera ya tiemblan los árboles
y la ventana...es una amenaza.
Ya es imposible callar a los pájaros,
esa lejanía desconsolada de Keats...
gorriones o ruiseñores
siempre perturban al poema.
Será mejor ensayar otro recurso,
sin ningún pretexto literario.
Quizás unas pastillas y bajar la persiana,
apretar un rato los ojos
y volver a la cama antes que llegue la mañana.
EXCRITURA DE RAÚL GONZÁLEZ TUÑÓN
El negro era demasiado negro
y flaco, pellejos.
Además de sus ojos,
no tenía nada.
En cuero, descalzos los pies.
Eso sí, cantaba feliz.
A veces movía la cabeza,
el pecho, una mano.
Yo lo vi...
inútil tratar de comprender:
un bulto en un rincón,
la voz de la gracia.
Apenas podía respirar,
adoraba la basura.
Evitaba a las palabras,
juntaba botellas y papeles...
O quizás todo era sencillo
una magia secreta:
para proteger a la luz
el negro era demasiado negro.
El negro era demasiado negro
y flaco, pellejos.
Además de sus ojos,
no tenía nada.
En cuero, descalzos los pies.
Eso sí, cantaba feliz.
A veces movía la cabeza,
el pecho, una mano.
Yo lo vi...
inútil tratar de comprender:
un bulto en un rincón,
la voz de la gracia.
Apenas podía respirar,
adoraba la basura.
Evitaba a las palabras,
juntaba botellas y papeles...
O quizás todo era sencillo
una magia secreta:
para proteger a la luz
el negro era demasiado negro.
viernes, 23 de febrero de 2018
EXCRITURA DE SHAKESPEARE
Hace un rato que está internado,
mira los árboles y ve sangre.
Demasiado cansado y más viejo,
el idiota que cuenta la vida
ya se quedó sin palabras:
apenas babea burbujas negras.
Nadie se le acerca, las enfermeras
al verlo se persignan miedosas.
Él no pude evitar a los aullidos
y su púbico aun no entiende
esa risa brutal al final de la historia.
Hace un rato que está internado,
mira los árboles y ve sangre.
Demasiado cansado y más viejo,
el idiota que cuenta la vida
ya se quedó sin palabras:
apenas babea burbujas negras.
Nadie se le acerca, las enfermeras
al verlo se persignan miedosas.
Él no pude evitar a los aullidos
y su púbico aun no entiende
esa risa brutal al final de la historia.
jueves, 22 de febrero de 2018
EXCRITURA DEL ESCRIBIR
¿El escritor solo es un desesperado
que intenta negar este mundo?
Quizás eso callaban las musas,
la locura de Quijote,
el desprecio de Maldoror,
la voz decapitada de Beckett...
Ninguno puede sentir el amparo,
el suave consuelo del cielo;
menos aún a las estrellas,
la noche es una página en blanco.
A pesar de sus historias,
el resplandor de cada verso.
Las palabras duelen, son reales;
van llamando a la muerte.
El escritor, desesperado, solo escribe.
¿El escritor solo es un desesperado
que intenta negar este mundo?
Quizás eso callaban las musas,
la locura de Quijote,
el desprecio de Maldoror,
la voz decapitada de Beckett...
Ninguno puede sentir el amparo,
el suave consuelo del cielo;
menos aún a las estrellas,
la noche es una página en blanco.
A pesar de sus historias,
el resplandor de cada verso.
Las palabras duelen, son reales;
van llamando a la muerte.
El escritor, desesperado, solo escribe.
EXCRITURA DE UN GRIEGO ANTIGUO
¿En la tierra, el aire, el fuego, el agua?
¿En esa vasija fresca?
¿En el llanto de cada nacer?
¿En la cocina y sus penumbras?
¿En las máscaras del destino?
¿En el delirio de la viñas?
¿En la negra sangre?
¿En el terror de la noche?
¿En el fuego de Troya?
¿En una flor abandona al sol?
¿En qué enigma moran nuestros dioses?
¿En la tierra, el aire, el fuego, el agua?
¿En esa vasija fresca?
¿En el llanto de cada nacer?
¿En la cocina y sus penumbras?
¿En las máscaras del destino?
¿En el delirio de la viñas?
¿En la negra sangre?
¿En el terror de la noche?
¿En el fuego de Troya?
¿En una flor abandona al sol?
¿En qué enigma moran nuestros dioses?
miércoles, 21 de febrero de 2018
EXCRITURA MUDA
Tantas, demasiadas palabras,
propias y ajenas.
Las metáforas del dolor,
no duelen.
Apenas una piedra literal,
la imagen ciega.
Alrededor, las paredes
ya olvidaron la piel;
la rosa de los diamantes,
cenizas frías.
Ni siquiera desesperación,
el último aullido.
Demasiadas, tantas...
los gestos mudos en cada letra.
Tantas, demasiadas palabras,
propias y ajenas.
Las metáforas del dolor,
no duelen.
Apenas una piedra literal,
la imagen ciega.
Alrededor, las paredes
ya olvidaron la piel;
la rosa de los diamantes,
cenizas frías.
Ni siquiera desesperación,
el último aullido.
Demasiadas, tantas...
los gestos mudos en cada letra.
martes, 20 de febrero de 2018
EXCRITURA DE PAUL VALERY
Las incesantes señales del simple devenir,
el pensar y los sueños.
Lejos, reposa el abismo del sol.
Yo aquí fumo tranquilo,
junto a la piedad de la sombra.
La pereza recuerda a los ausentes,
¿qué es lo que arrastra a mi cuerpo?
Esta tierra seca misterios,
esos últimos dones del agua.
El alrededor esconde un secreto,
el sendero de los instantes.
Sé que algo me aleja de mí,
mi alma se va con la brisa.
Ya vuelan las únicas palabras reales,
y veo a las palomas inquietas
tan cerca de las rocas, los pinos y las tumbas
Las incesantes señales del simple devenir,
el pensar y los sueños.
Lejos, reposa el abismo del sol.
Yo aquí fumo tranquilo,
junto a la piedad de la sombra.
La pereza recuerda a los ausentes,
¿qué es lo que arrastra a mi cuerpo?
Esta tierra seca misterios,
esos últimos dones del agua.
El alrededor esconde un secreto,
el sendero de los instantes.
Sé que algo me aleja de mí,
mi alma se va con la brisa.
Ya vuelan las únicas palabras reales,
y veo a las palomas inquietas
tan cerca de las rocas, los pinos y las tumbas
EXCRITURA DEL ÚLTIMO POETA
A la madrugada, cuando todos están dormidos,
vestido con sueños desnudos,
el último de los poemas, sigiloso,
sale ansioso a respirar la luna
y recorre, perdido, las calles vacías.
Solo revisa la basura de las bolsas,
aparta botellas, algodones, platos rotos,
y a veces, bien al fondo, sucio...
el cuaderno de las palabras nuevas.
Inútil leer la fiebre de sus hojas;
además, si lo descubren está muerto.
Nunca se nombra a su dueño,
pero sabe que pertenece a un niño,
él mismo, solitario, ya lejano.
Apenas puede contener las lágrimas,
su corazón estruja a las tapas.
Quizás esta vez ocurra el milagro,
que entre los versos recupere a su vida.
Después corre, se aferra a esa ilusión;
al salir el sol ya se encierra otra vez en su casa.
A la madrugada, cuando todos están dormidos,
vestido con sueños desnudos,
el último de los poemas, sigiloso,
sale ansioso a respirar la luna
y recorre, perdido, las calles vacías.
Solo revisa la basura de las bolsas,
aparta botellas, algodones, platos rotos,
y a veces, bien al fondo, sucio...
el cuaderno de las palabras nuevas.
Inútil leer la fiebre de sus hojas;
además, si lo descubren está muerto.
Nunca se nombra a su dueño,
pero sabe que pertenece a un niño,
él mismo, solitario, ya lejano.
Apenas puede contener las lágrimas,
su corazón estruja a las tapas.
Quizás esta vez ocurra el milagro,
que entre los versos recupere a su vida.
Después corre, se aferra a esa ilusión;
al salir el sol ya se encierra otra vez en su casa.
lunes, 19 de febrero de 2018
EXCRITURA DE UN INTERNADO
A Rubén ya no le queda un solo diente,
igual se ríe de casi todo el mundo.
Más de treinta años en el Borda
y pronto veinte en ese jardín.
Me preguntó qué libro estaba leyendo,
no entendió mi respuesta,
no conocía Bustracio ortíz.
Al escuchar a la pobre Huesolita,,
cerró los ojos y su gesto dijo sí.
Después charlamos de los filósofos
y los psicólogos famosos del siglo XX.
No aprecia a Freud, prefiere a Jung
y sus dudosos inmortales arquetipos.
Había escrito miles y miles de poemas,
pero a todos...los había perdido.
Desde chico oía a esas voces,
terribles, que anuncian su desgracia.
Fuma a la sombra, mira,
no sé qué veín sus ojos.
Rubén cree amorosamente en Dios;
no le queda un diente, y ríe su inocencia.
A Rubén ya no le queda un solo diente,
igual se ríe de casi todo el mundo.
Más de treinta años en el Borda
y pronto veinte en ese jardín.
Me preguntó qué libro estaba leyendo,
no entendió mi respuesta,
no conocía Bustracio ortíz.
Al escuchar a la pobre Huesolita,,
cerró los ojos y su gesto dijo sí.
Después charlamos de los filósofos
y los psicólogos famosos del siglo XX.
No aprecia a Freud, prefiere a Jung
y sus dudosos inmortales arquetipos.
Había escrito miles y miles de poemas,
pero a todos...los había perdido.
Desde chico oía a esas voces,
terribles, que anuncian su desgracia.
Fuma a la sombra, mira,
no sé qué veín sus ojos.
Rubén cree amorosamente en Dios;
no le queda un diente, y ríe su inocencia.
EXCRITURA DE UNA INTERNACIÓN
Algunos buscan unn rincón de sol,
la mañana trae sombras frías.
Lejos de cualquier realidad,
ya piden cigarrillos, gritan, están...
Otras ya dan vueltas y vueltas,
pero no quieren salir del encierro.
Yo todavía no soy uno de ellos,
¿o sí?; y me limito a mirar.
Pablito me invita con unos mates
y la charla carece de sentido.
Afuera es igual, o aun peor;
las palabras son meros engaño.
Poco cambia al llegar la tarde,
la gracia de cada día es un milagro.
Por eso me cuesta dormir,
tanta locura es demasiada lucidez.
Sé que del otro lado es hay odio;
ah, ¿podré salir algún día y todavía ser?
Algunos buscan unn rincón de sol,
la mañana trae sombras frías.
Lejos de cualquier realidad,
ya piden cigarrillos, gritan, están...
Otras ya dan vueltas y vueltas,
pero no quieren salir del encierro.
Yo todavía no soy uno de ellos,
¿o sí?; y me limito a mirar.
Pablito me invita con unos mates
y la charla carece de sentido.
Afuera es igual, o aun peor;
las palabras son meros engaño.
Poco cambia al llegar la tarde,
la gracia de cada día es un milagro.
Por eso me cuesta dormir,
tanta locura es demasiada lucidez.
Sé que del otro lado es hay odio;
ah, ¿podré salir algún día y todavía ser?
domingo, 18 de febrero de 2018
sábado, 17 de febrero de 2018
EXCRITURA DEL ADIÓS
El viejo se acomoda en el lugar más apartado.
Solo mueve su mano derecha
y disfruta algunos amargos;
también se rasca la cabeza
y mira los juegos y la arena de la plaza.
Así, durante horas, todas las tardes;
no le importan los otros,
los gritos de las chicos y las madres.
Junta todas sus fuerzas
y cada chupada es el final.
A veces observa a las parejitas,
pero prefiere detenerse en la basura.
La escena carece de enigma
y cualquier explicación es inútil.
El viejo ya eligió su lugar,
no se mueve de su banco hasta que cae el sol.
El viejo se acomoda en el lugar más apartado.
Solo mueve su mano derecha
y disfruta algunos amargos;
también se rasca la cabeza
y mira los juegos y la arena de la plaza.
Así, durante horas, todas las tardes;
no le importan los otros,
los gritos de las chicos y las madres.
Junta todas sus fuerzas
y cada chupada es el final.
A veces observa a las parejitas,
pero prefiere detenerse en la basura.
La escena carece de enigma
y cualquier explicación es inútil.
El viejo ya eligió su lugar,
no se mueve de su banco hasta que cae el sol.
viernes, 16 de febrero de 2018
EXCRITURA DE MANOLO JUAREZ
No es música, es Manolo Juarez.
Ni zambas
ni chacareras,
nada más que un piano.
Hay que pillar el gesto,
ese ensueño,
la realidad,
pisar la tierra del hombre.
Ni siquiera esforzarse,
solo dejar
y llega;
el cómo nunca se sabe.
Todo es devenir, ay, es armonía.
La tradición,
la memoria íntima:
no es Manolo Juarez, es revelación.
No es música, es Manolo Juarez.
Ni zambas
ni chacareras,
nada más que un piano.
Hay que pillar el gesto,
ese ensueño,
la realidad,
pisar la tierra del hombre.
Ni siquiera esforzarse,
solo dejar
y llega;
el cómo nunca se sabe.
Todo es devenir, ay, es armonía.
La tradición,
la memoria íntima:
no es Manolo Juarez, es revelación.
jueves, 15 de febrero de 2018
EXCRITURA DE DANTE Y BAUDELAIRE
El puñal del hastío en mi mente
por el camino del azar;
señas y guiños
y una gran nube oscura.
La tierra ya calcinada,
los árboles furiosos y crueles
¿Acaso en esta calles
solo viven los demonios?
Pero a veces oigo risas,
ese gran temporal silencioso.
Ya la ciudad está perdida,
sus fantasías muertas.
Si encuentro mi destino,
tu imagen, Beatríz, me condenará.
El puñal del hastío en mi mente
por el camino del azar;
señas y guiños
y una gran nube oscura.
La tierra ya calcinada,
los árboles furiosos y crueles
¿Acaso en esta calles
solo viven los demonios?
Pero a veces oigo risas,
ese gran temporal silencioso.
Ya la ciudad está perdida,
sus fantasías muertas.
Si encuentro mi destino,
tu imagen, Beatríz, me condenará.
EXCRITURA DE UNA INTERNACIÓN
A las mañana, a la tardes,
cada día y todos los días.
Daban vueltas y vueltas
alrededor de los árboles.
Tambíén reían,gritaban,
desesperaban por un cigarro.
Nada podía entenderse,
solo un movimiento vacío.
Yo veía los pies de la pena,
un dolor ciego en la mirada.
Empujados por los miedos,
la maldición de la inocencia,
ya seca la luz del amparo;
no les servían las palabras,
esas trampas de las patologías.
A veces, dormían al sol,
otras, lloraban sin lágrimas.
Pedían otra ración de pan,
un poco más de leche.
Yo los veía ahí, me veía,
creo que eran la humanidad.
A las mañana, a la tardes,
cada día y todos los días.
Daban vueltas y vueltas
alrededor de los árboles.
Tambíén reían,gritaban,
desesperaban por un cigarro.
Nada podía entenderse,
solo un movimiento vacío.
Yo veía los pies de la pena,
un dolor ciego en la mirada.
Empujados por los miedos,
la maldición de la inocencia,
ya seca la luz del amparo;
no les servían las palabras,
esas trampas de las patologías.
A veces, dormían al sol,
otras, lloraban sin lágrimas.
Pedían otra ración de pan,
un poco más de leche.
Yo los veía ahí, me veía,
creo que eran la humanidad.
sábado, 10 de febrero de 2018
EXCRITURAS VENCIDAS
Ya viene tibios los amargos, perdidos,
y un cigarrillo y otro y otro.
Esos palitos que flotan,
esa misma mañana ajena,
el gesto vacío: humo.
Ya no es real la ventana,
tampoco el laurel...
Las paredes no son el encierro,
la muerte es ilusión,
su cuerpo sin piel.
Ya nada empieza ni termina,
la confusión y las cenizas;
inútil, tratar de entender,
o demasiado tarde.
Ya no vendrá, nunca,
olvidó esos versos y la voz.
Mentir, mentirse,
ni ese patetismo falso.
Ya el rito no lo encuentra,
apenas siente las manos.
Sus garatos lastiman,
rotos, a la hoja en blanco.
Ya otra vez calienta el agua
y dura afuera del tiempo;
vuelve a pitar, muerde,
el gusto quemado de la corilla.
Ya vuelve a su silla, tiempla,
pero algo aun lo mira, en silencio, ciego.
martes, 6 de febrero de 2018
lunes, 5 de febrero de 2018
EXCRITURA DE PAUL ELUARD
En aquel viejo Castillo de los Pobres
la vida era otro color.
No existía el pasado;
cada instante, el universo.
El agua reflejaba las sombras,
el mal de los solitarios;
así que nadie usaba a las bañaderas,
todos sucios, solo cuerpos.
La ternura abría las ventanas:
resplandecía la miseria,
los sueños de tantas luchas,
el aburrimiento de las agonías.
Aún allí se encuentran los amantes,
culpables y locos,
y sus juramentos,
solo para defender a la libertad libre.
En aquel viejo Castillo de los Pobres
la vida era otro color.
No existía el pasado;
cada instante, el universo.
El agua reflejaba las sombras,
el mal de los solitarios;
así que nadie usaba a las bañaderas,
todos sucios, solo cuerpos.
La ternura abría las ventanas:
resplandecía la miseria,
los sueños de tantas luchas,
el aburrimiento de las agonías.
Aún allí se encuentran los amantes,
culpables y locos,
y sus juramentos,
solo para defender a la libertad libre.
jueves, 1 de febrero de 2018
EXCRITURA DE HEGEL ¿O GOETHE?
En los remolinos del pensamiento,
los libros,
las ideas de los pájaros,
su vuelo,
un vuelo libre sin aire.
Siempre encerrado en mi alma bella,
delicada,
tan sensible,
y lejos,
muy lejos de la mierda.
Adentro el reflejo puro de las aguas,
ese cisne,
el cuello que pregunta,
su miedo,
el miedo a la respuesta.
Y afuera el disfraz del miedo elemental,
la careta limpia,
el amor de la nada,
la conciencia,
siempre esa cnciencia sin cuerpo.
En los remolinos del pensamiento,
los libros,
las ideas de los pájaros,
su vuelo,
un vuelo libre sin aire.
Siempre encerrado en mi alma bella,
delicada,
tan sensible,
y lejos,
muy lejos de la mierda.
Adentro el reflejo puro de las aguas,
ese cisne,
el cuello que pregunta,
su miedo,
el miedo a la respuesta.
Y afuera el disfraz del miedo elemental,
la careta limpia,
el amor de la nada,
la conciencia,
siempre esa cnciencia sin cuerpo.
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