EXCRITURA NECROFÍLICA
Amo a los muertos,
a todos.
No necesito verlos,
los siento.
Su tiempo ni piel,
verdaderos.
La ausencia en sus ojos,
tan plena.
El odio inútil a los vivos,
la pureza.
Ya nada altera su estar,
único.
Solo ellos son mi Ser,
estas palabras.
Amo a los muertos,
su piedad.
jueves, 31 de agosto de 2017
miércoles, 30 de agosto de 2017
EXCRITURA DEL SPLEEN NEOLIBERAL
Si Carlitos Baudelaire volviera a esta vida,
en París o en Nueva York
-en verdad, no importa-,
sería el dueño de una tienda para ricos.
Como forma de pago, rechazaría el dinero,
solo aceptaría cadáveres;
aunque podría hacer alguna excepción:
la lenta agonía de un refugiado.
Su único objetivo sería ser respetado,
un ciudadano modelo;
pero todo para disimular,
que nadie sepa que es un agente de la CIA.
Ya no saldría más a recorrer las calles,
tampoco escribiría sonetos;
a lo sumo vería un poco de tele
y encendería las alarmes ante cualquier sueño.
Si Carlitos Baudelaire volviera a esta vida,
en París o en Nueva York
-en verdad, no importa-,
sería el dueño de una tienda para ricos.
Como forma de pago, rechazaría el dinero,
solo aceptaría cadáveres;
aunque podría hacer alguna excepción:
la lenta agonía de un refugiado.
Su único objetivo sería ser respetado,
un ciudadano modelo;
pero todo para disimular,
que nadie sepa que es un agente de la CIA.
Ya no saldría más a recorrer las calles,
tampoco escribiría sonetos;
a lo sumo vería un poco de tele
y encendería las alarmes ante cualquier sueño.
EXCRITURA DE SIMMEL
Lejos, más que el horizonte,
cercana, más que el aire.
Acá, más que el cuerpo,
apenas una palabra más,
me refiero... al alma.
¿Acaso saben su sentido,
y lo leo, trato de entender?
Claro que son palabras,
y cada día es un engaño.
Ayer lo vi en la plaza,
los juegos de los niños.
No se me ocurrió una teoría,
todo era más que obvio:
más que la idea de vivir, la vida.
Lejos, más que el horizonte,
cercana, más que el aire.
Acá, más que el cuerpo,
apenas una palabra más,
me refiero... al alma.
¿Acaso saben su sentido,
y lo leo, trato de entender?
Claro que son palabras,
y cada día es un engaño.
Ayer lo vi en la plaza,
los juegos de los niños.
No se me ocurrió una teoría,
todo era más que obvio:
más que la idea de vivir, la vida.
EXCRITURA DE LA VEJEZ DE CICERÓN
En otro momento, discutiría tus suaves sentencias;
siempre hay dudas...Ay, la juventud:
no es nada fácil aceptar el paso de los años.
Claro que yo soy un nadie, o cualquiera,
¿cómo encontrar placer en la vejez?
Es que también tengo un cuerpo, y mortal.
Igual, aun resisten aquellos tiempos felices.
Lo sé, los puedo ver;
pero están tan lejos, y tan cerca...
La verdad, ya no me importa discutir con vos;
sin querer acaricio tu libro.
Será que en mi país, ahora, tu sabiduría es consuelo.
En otro momento, discutiría tus suaves sentencias;
siempre hay dudas...Ay, la juventud:
no es nada fácil aceptar el paso de los años.
Claro que yo soy un nadie, o cualquiera,
¿cómo encontrar placer en la vejez?
Es que también tengo un cuerpo, y mortal.
Igual, aun resisten aquellos tiempos felices.
Lo sé, los puedo ver;
pero están tan lejos, y tan cerca...
La verdad, ya no me importa discutir con vos;
sin querer acaricio tu libro.
Será que en mi país, ahora, tu sabiduría es consuelo.
EXCRITURA DE PLOTINO
Sin dudas, también Plotino es una naranja,
redonda, jugosa, única;
otra emanación de la perfección eterna.
Claro que al recorrer las calles del barrio,
entre tantas verdulerías,
las dudas complican la calma teológica.
Es que no paran de alterarse los precios,
suben, bajan, vuelan...
o será que algo ya no pertenece al Uno...
¿Acaso pueden tener distintos valores?
Pienso, pero no entiendo;
ay Plotino, el mercado destruye la armonía
Sin dudas, también Plotino es una naranja,
redonda, jugosa, única;
otra emanación de la perfección eterna.
Claro que al recorrer las calles del barrio,
entre tantas verdulerías,
las dudas complican la calma teológica.
Es que no paran de alterarse los precios,
suben, bajan, vuelan...
o será que algo ya no pertenece al Uno...
¿Acaso pueden tener distintos valores?
Pienso, pero no entiendo;
ay Plotino, el mercado destruye la armonía
EXCRITURA DE MANUEL PUIG
Con tanto que hacer, recuerda pavadas,
solo cosas tristes;
la falta de ella, su hija:
sola frente a una nube negra;
ninguna noticia.
¿Dios castiga
sin palo y sin rebenque?
Así es esta vida,
ya no puede ni pensar.
Ni siquiera alguna película,
nada de ilusiones.
Tristístima la tarde;
hasta no ver más esa sonrisa.
Pero siempre está ella, claro, la memoria.
Con tanto que hacer, recuerda pavadas,
solo cosas tristes;
la falta de ella, su hija:
sola frente a una nube negra;
ninguna noticia.
¿Dios castiga
sin palo y sin rebenque?
Así es esta vida,
ya no puede ni pensar.
Ni siquiera alguna película,
nada de ilusiones.
Tristístima la tarde;
hasta no ver más esa sonrisa.
Pero siempre está ella, claro, la memoria.
martes, 29 de agosto de 2017
lunes, 28 de agosto de 2017
96
AFÁNISIS CRÓNICA
No se puede ver en el espejo,
su aliento ya no es.
Aunque palpa el rostro,
los gestos mudos.
De frente o de perfil,
la imagen sin trazo.
Peor asomarse al sol,
¿dónde la sombra?
No importan las razones,
metáforas muertas.
En el trampa de la nada,
solo ama los gusanos.
Hace tiempo olvidó su herida,
ni recuerda su nombre.
AFÁNISIS CRÓNICA
No se puede ver en el espejo,
su aliento ya no es.
Aunque palpa el rostro,
los gestos mudos.
De frente o de perfil,
la imagen sin trazo.
Peor asomarse al sol,
¿dónde la sombra?
No importan las razones,
metáforas muertas.
En el trampa de la nada,
solo ama los gusanos.
Hace tiempo olvidó su herida,
ni recuerda su nombre.
domingo, 27 de agosto de 2017
94
EXCRITURA DE MAL/ARMÉ
Entre la belleza de tantos cuerpos,
Aristipo lamenta los placeres.
Cerca de sus manos,
cristales vacíos o sucios.
El desorden de la delectación,
también se aburra de la felicidad.
Cada instante ya pasó,
el tiempo es la nada.
Solo recuerda al Maestro,
al andar de su única sombra.
Esos gemidos nunca son reales.
Por última vez mira la blanca luna.
EXCRITURA DE MAL/ARMÉ
Entre la belleza de tantos cuerpos,
Aristipo lamenta los placeres.
Cerca de sus manos,
cristales vacíos o sucios.
El desorden de la delectación,
también se aburra de la felicidad.
Cada instante ya pasó,
el tiempo es la nada.
Solo recuerda al Maestro,
al andar de su única sombra.
Esos gemidos nunca son reales.
Por última vez mira la blanca luna.
93
EXCRITURA DE JUARROZ
Hace un rato largo que estoy muerto.
Esas tachaduras en el cielo raso
ya crucificaron a mis palabras.
El árbol de mi jardín olvido los pájaros.
Y aun me queda por decir casi todo,
ninguna explicación para la luz.
Pero otro interrumpe el poema:
todo comienza en otra parte, siempre.
EXCRITURA DE JUARROZ
Hace un rato largo que estoy muerto.
Esas tachaduras en el cielo raso
ya crucificaron a mis palabras.
El árbol de mi jardín olvido los pájaros.
Y aun me queda por decir casi todo,
ninguna explicación para la luz.
Pero otro interrumpe el poema:
todo comienza en otra parte, siempre.
sábado, 26 de agosto de 2017
92
EXCRITURA DE SPINOZA
Ya no puede sonreír el dios de Spinoza.
Lejos, más que la dulce salvación,
esa certeza de la unidad del ser;
hasta la beatitud sintió vergüenza
en la geometría irracional de la ética.
Después del silencioso exterminio,
ese humo de los huesos llegó al cielo;
y el todo era conatus del desprecio,
la peor atrocidad de las pasiones:
el espanto sin consuelo del odio eterno.
EXCRITURA DE SPINOZA
Ya no puede sonreír el dios de Spinoza.
Lejos, más que la dulce salvación,
esa certeza de la unidad del ser;
hasta la beatitud sintió vergüenza
en la geometría irracional de la ética.
Después del silencioso exterminio,
ese humo de los huesos llegó al cielo;
y el todo era conatus del desprecio,
la peor atrocidad de las pasiones:
el espanto sin consuelo del odio eterno.
88
FALSAS CONJUNCIONES COPULATIVAS
Los golpes mudos de las mismas paredes
y la persiana ciega
y un cigarrillo.
El ruido inútil de las voces de la radio
y los típicos amargos
y una sombra.
El almanaque que no puede negar el tiempo
y la silla sin arreglo
y un olvido.
Los contornos del cuerpo en otro cuerpo
y los espejos rotos
y una ausencia.
Solo otro engaño de la conjunción copulativa
y el abandono vacío
y este punto final.
FALSAS CONJUNCIONES COPULATIVAS
Los golpes mudos de las mismas paredes
y la persiana ciega
y un cigarrillo.
El ruido inútil de las voces de la radio
y los típicos amargos
y una sombra.
El almanaque que no puede negar el tiempo
y la silla sin arreglo
y un olvido.
Los contornos del cuerpo en otro cuerpo
y los espejos rotos
y una ausencia.
Solo otro engaño de la conjunción copulativa
y el abandono vacío
y este punto final.
viernes, 25 de agosto de 2017
86
EXCRITURA DE CLARICE LISPECTOR
Vio a esa persona sobre su rostro.
Triste es percibir lo obvio
y que parezca extraño.
Si fuera por lo menos algo,
el pronombre para un nombre.
¿A dónde estaba la sabiduría,
ese animalito tan despierto?
Inútil el intento del grito,
solo el aullido de otra imagen.
Ni siquiera el llanto,
apenas un temor de sangre.
Pero ya pensaba sin palabras,
el aliento crecía oscuro;
ese rostro ocultaba a su persona
y solo creía en el peligro:
la alegría, única, de morir por amor.
EXCRITURA DE CLARICE LISPECTOR
Vio a esa persona sobre su rostro.
Triste es percibir lo obvio
y que parezca extraño.
Si fuera por lo menos algo,
el pronombre para un nombre.
¿A dónde estaba la sabiduría,
ese animalito tan despierto?
Inútil el intento del grito,
solo el aullido de otra imagen.
Ni siquiera el llanto,
apenas un temor de sangre.
Pero ya pensaba sin palabras,
el aliento crecía oscuro;
ese rostro ocultaba a su persona
y solo creía en el peligro:
la alegría, única, de morir por amor.
85
SITUACIÓN DE LA LITERATURA
Solo el diario privado de un prisionero:
absurdo, perfecto, brutal..
Todas las noches,
su colchón aprieta sus cuadernos.
Nadie conoce las palabras,
ni siquiera su ventanita
Pero ya es un nuevo best-seller,
y después será papel
y al final, olvido.
Quién sabe, algún día
ya van a hacer la película.
Así es la condena sin condena,
las vidrieras de las ciudades.
Claro que el prisionero no lo sabrá nunca.
SITUACIÓN DE LA LITERATURA
Solo el diario privado de un prisionero:
absurdo, perfecto, brutal..
Todas las noches,
su colchón aprieta sus cuadernos.
Nadie conoce las palabras,
ni siquiera su ventanita
Pero ya es un nuevo best-seller,
y después será papel
y al final, olvido.
Quién sabe, algún día
ya van a hacer la película.
Así es la condena sin condena,
las vidrieras de las ciudades.
Claro que el prisionero no lo sabrá nunca.
84
LA REVELACION DE LA HIGUERA
Claro que ese no podía ser el final,
si ya era otro su cuerpo.
Entre las paredes, irreales,
un simple pizarrón.
Todo, entonces, estaba escrito
sin necesidad de las palabras.
Afuera las dudas fatales del tiempo,
los temores de los dioses;
el ancestral sacrificio, inútil.
todo el cielo permanecía mudo.
Ese dolor de las heridas,
la sangre, abrió su mirada.
Al fin comprendía su mandato:
no era la revolución,
su máscara era trágica.
Él debía estar de pie,
apenas ser un hombre.
Ya vendría la muerte, después el mito.
LA REVELACION DE LA HIGUERA
Claro que ese no podía ser el final,
si ya era otro su cuerpo.
Entre las paredes, irreales,
un simple pizarrón.
Todo, entonces, estaba escrito
sin necesidad de las palabras.
Afuera las dudas fatales del tiempo,
los temores de los dioses;
el ancestral sacrificio, inútil.
todo el cielo permanecía mudo.
Ese dolor de las heridas,
la sangre, abrió su mirada.
Al fin comprendía su mandato:
no era la revolución,
su máscara era trágica.
Él debía estar de pie,
apenas ser un hombre.
Ya vendría la muerte, después el mito.
83
EXCRITURA DE PERLONGHER
El vaivén aéreo de un pie en el pantano,
esa ánima en el roce.
Los remolinos del talón,
un rizo suave.
Como excusa el ramaje y la brisa
y el fluir del embrujo.
Ese templar del empeine,
su pompa de luz.
La sombra abirendo las espumas,
los ecos de jade.
Y el torrente mudo de tu espejo,
la revelación madre.
Apenas el sobresalto de otro milagrito,
el cristal de los orígenes.
EXCRITURA DE PERLONGHER
El vaivén aéreo de un pie en el pantano,
esa ánima en el roce.
Los remolinos del talón,
un rizo suave.
Como excusa el ramaje y la brisa
y el fluir del embrujo.
Ese templar del empeine,
su pompa de luz.
La sombra abirendo las espumas,
los ecos de jade.
Y el torrente mudo de tu espejo,
la revelación madre.
Apenas el sobresalto de otro milagrito,
el cristal de los orígenes.
jueves, 24 de agosto de 2017
81
EXCRITURA DE HEIDEGGER
El estar en el bosque
perdido,
entre árboles
senderos,
luces y sombras;
cada instante
en su único silencio,
El lenguaje
ya le pertenece al ser,
al viento,
ese andar inmóvil,
lejos,
y los pájaros mudos,
la poesía.
¿Para qué volver?,
apenas aliento,
sin dioses,
el ahí,
su destino,
la claridad en la nada..
EXCRITURA DE HEIDEGGER
El estar en el bosque
perdido,
entre árboles
senderos,
luces y sombras;
cada instante
en su único silencio,
El lenguaje
ya le pertenece al ser,
al viento,
ese andar inmóvil,
lejos,
y los pájaros mudos,
la poesía.
¿Para qué volver?,
apenas aliento,
sin dioses,
el ahí,
su destino,
la claridad en la nada..
miércoles, 23 de agosto de 2017
76
RESURRECCIÓN
Ya no funcionan los barbitúricos
ni los doce pasos.
El cuerpo apenas anda
y su ventanita ciega:
el laurel está tan triste.
Alrededor el mismo desierto,
las paredes.
Puede ser el día
o la noche;
nadie a quién llamar,
solo odia ese espejo.
Esos papeles a la basura,
apagar la luz.
No lo entiende, ya cae de rodillas.
RESURRECCIÓN
Ya no funcionan los barbitúricos
ni los doce pasos.
El cuerpo apenas anda
y su ventanita ciega:
el laurel está tan triste.
Alrededor el mismo desierto,
las paredes.
Puede ser el día
o la noche;
nadie a quién llamar,
solo odia ese espejo.
Esos papeles a la basura,
apagar la luz.
No lo entiende, ya cae de rodillas.
74
LA POESÍA ESCRITA POR NADIE
Pessoa es el empleado de un shopping.
Baudelaire, policía.
Catulo, gerente de un banco.
Safo, narcotraficante.
Vallejo, multimillonario.
Basho, conductor de televisión.
Hölderlin, publicista.
Shakespeare, formador de candidatos.
Manzi, urbanista posmoderno.
Pasolini, movilero.
Juan de la Cruz, torturador de la CIA.
Rimbaud, patovica
Juanele, vigilante privado..
Cavafy, cirujano plástico
Dickinson, CEO de una petrolera.
Pound, terrorista.
Artaud, asesor de imagen.
Gelman, especulador de bolsa.
Y Homero es la estrella de Hollywood.
LA POESÍA ESCRITA POR NADIE
Pessoa es el empleado de un shopping.
Baudelaire, policía.
Catulo, gerente de un banco.
Safo, narcotraficante.
Vallejo, multimillonario.
Basho, conductor de televisión.
Hölderlin, publicista.
Shakespeare, formador de candidatos.
Manzi, urbanista posmoderno.
Pasolini, movilero.
Juan de la Cruz, torturador de la CIA.
Rimbaud, patovica
Juanele, vigilante privado..
Cavafy, cirujano plástico
Dickinson, CEO de una petrolera.
Pound, terrorista.
Artaud, asesor de imagen.
Gelman, especulador de bolsa.
Y Homero es la estrella de Hollywood.
lunes, 21 de agosto de 2017
66
EXCRITURA DE DIANA BELLESI
Siempre tan frágil la poca belleza,
su desafío.
Aun al asomarse a las ventanas,
el aire verde.
Por ahí el sendero en los sueños,
¿escondite o poema?
Esas torcacitas que ya vuelan,
la luz desnuda.
El viejo jacarandá sobre la vera,
su feliz porque sí
Y entonces el ladrido de la perra,
una invitación al día.
El temor frío en esta mañana tan fría,
juntas somos dos bracitas.
EXCRITURA DE DIANA BELLESI
Siempre tan frágil la poca belleza,
su desafío.
Aun al asomarse a las ventanas,
el aire verde.
Por ahí el sendero en los sueños,
¿escondite o poema?
Esas torcacitas que ya vuelan,
la luz desnuda.
El viejo jacarandá sobre la vera,
su feliz porque sí
Y entonces el ladrido de la perra,
una invitación al día.
El temor frío en esta mañana tan fría,
juntas somos dos bracitas.
62
LA MILITANCIA CELESTIAL
Lo sabe, ya le queda muy poco tiempo al compañero;
igual despierta con los gallos, bien temprano,
rápido, hasta la cocina y los mates.
A veces se olvida de los dientes postizos;
nunca de leer los diarios
y la radio, esas costumbres de la amargura.
Después la comida a los perros,
el orgullo de las uvas frescas en el patio,
los fantasmas de tantas reuniones,
¿pero acaso no están ahí, y las mismas banderas?
Si barre, todavía esta vivo;
así que mejor salir a respirar el fondo.
Ese laurel, lo sabe, es la memoria;
nada detiene -y menos él- la libertad de sus raíces
que no dejan de crecer,
rompen el piso, buscan siempre al cielo.
El compañero no sabe si aun continúa en la lucha;
pero el sol da para un asadito,
¿solo?, seguro que el General lo acompaña desde el sol.
LA MILITANCIA CELESTIAL
Lo sabe, ya le queda muy poco tiempo al compañero;
igual despierta con los gallos, bien temprano,
rápido, hasta la cocina y los mates.
A veces se olvida de los dientes postizos;
nunca de leer los diarios
y la radio, esas costumbres de la amargura.
Después la comida a los perros,
el orgullo de las uvas frescas en el patio,
los fantasmas de tantas reuniones,
¿pero acaso no están ahí, y las mismas banderas?
Si barre, todavía esta vivo;
así que mejor salir a respirar el fondo.
Ese laurel, lo sabe, es la memoria;
nada detiene -y menos él- la libertad de sus raíces
que no dejan de crecer,
rompen el piso, buscan siempre al cielo.
El compañero no sabe si aun continúa en la lucha;
pero el sol da para un asadito,
¿solo?, seguro que el General lo acompaña desde el sol.
61
EXCRITURA DE DIANA BELLESI
Ni siquiera asomarse a la ventana,
desde las mantas.
Siempre tan frágil la desafiante,
la belleza.
El vuelo irreal de las torcacitas,
y la luz desnuda.
El jacarandará estará en la vera,
felíz en el porque sí.
Y ya ladra una vez más la perra,
invita el despertar.
Los alrededores libres de la isla,
aun más en el adentro.
Tanto frío en la nueva mañana fría,
somos estas dos bracitas.
EXCRITURA DE DIANA BELLESI
Ni siquiera asomarse a la ventana,
desde las mantas.
Siempre tan frágil la desafiante,
la belleza.
El vuelo irreal de las torcacitas,
y la luz desnuda.
El jacarandará estará en la vera,
felíz en el porque sí.
Y ya ladra una vez más la perra,
invita el despertar.
Los alrededores libres de la isla,
aun más en el adentro.
Tanto frío en la nueva mañana fría,
somos estas dos bracitas.
domingo, 20 de agosto de 2017
60
EXCRITURA DE UN EPICÚREO
Todos repetían lo mismo: no quiere trabajar, es un vago:
dormía casi siempre en la parada del 49.,
algunas lonas rotas, muchos diarios,
y solía andar sucio, bastante sucio y con olor a vino.
¿Es soportable esta arbitraria condición mortal,
sin, al menos, algunas, sin motivo,
apenas -¿no?, triviales y trabajosas rutinas:
mate amargo, viento en la cara o la tonta luna?
Claro que cualquier respuesta era y es y será absurda:
quien puede responder algo,
a la lengua de la vida nadie la entiende,
complicada, imposible de aprender en el colegio.
Pero, casi seguro, en esas andaba el pellejo de Don Rojas,
el linyera del barrio;
como el último inevitable sufrimiento,
al estirar las patas por los siglos de los siglos, y amén.
A veces se lo extraña, dan ganas de...nada;
y si es insoportable caminar esas tres o cuatro cuadras,
mirar esas paredes ausentes,
durante un instante recordar que hasta respirar es vanidad.
EXCRITURA DE UN EPICÚREO
Todos repetían lo mismo: no quiere trabajar, es un vago:
dormía casi siempre en la parada del 49.,
algunas lonas rotas, muchos diarios,
y solía andar sucio, bastante sucio y con olor a vino.
¿Es soportable esta arbitraria condición mortal,
sin, al menos, algunas, sin motivo,
apenas -¿no?, triviales y trabajosas rutinas:
mate amargo, viento en la cara o la tonta luna?
Claro que cualquier respuesta era y es y será absurda:
quien puede responder algo,
a la lengua de la vida nadie la entiende,
complicada, imposible de aprender en el colegio.
Pero, casi seguro, en esas andaba el pellejo de Don Rojas,
el linyera del barrio;
como el último inevitable sufrimiento,
al estirar las patas por los siglos de los siglos, y amén.
A veces se lo extraña, dan ganas de...nada;
y si es insoportable caminar esas tres o cuatro cuadras,
mirar esas paredes ausentes,
durante un instante recordar que hasta respirar es vanidad.
59
EXCRITURA DE LA CONFUSIÓN POLÍTICA
No se sabe ni por dónde empezar,
Mejor abandonar a la tragedia,
ya vendrá la catástrofe, ¿no?.
Así que optar por otra cara,
esa que ahora es la televisión,
chismes, cirugías culos perfectos
porque hay una confusión,
sea por donde sea, siempre
habrá que intentar perderse,
o inventar una islita para creer.
Y a veces es demasiado y a veces,
peor, ni siquiera algo de sol
por si canta el jilguero de la mañana;
¿Quién sabe cuando habla,
sin rostro, mueca, ni espejos falsos
que ya no dice nada?,
Afuera, el fuego de los hambrientos,
el show de los miserables...
Quizás los condena el cielo,
Así que entre tanto ruido,
aun no se sabe por donde empezar.
EXCRITURA DE LA CONFUSIÓN POLÍTICA
No se sabe ni por dónde empezar,
Mejor abandonar a la tragedia,
ya vendrá la catástrofe, ¿no?.
Así que optar por otra cara,
esa que ahora es la televisión,
chismes, cirugías culos perfectos
porque hay una confusión,
sea por donde sea, siempre
habrá que intentar perderse,
o inventar una islita para creer.
Y a veces es demasiado y a veces,
peor, ni siquiera algo de sol
por si canta el jilguero de la mañana;
¿Quién sabe cuando habla,
sin rostro, mueca, ni espejos falsos
que ya no dice nada?,
Afuera, el fuego de los hambrientos,
el show de los miserables...
Quizás los condena el cielo,
Así que entre tanto ruido,
aun no se sabe por donde empezar.
57
LA HISTORIA DE LA ARAÑA
A la araña la atrapó su propia tela de araña;
después de tanto y tanto...¿la nada?
De todas maneras asi pasan las cosas,
algún día alguien ya limpiará otra vez las paredes,
levantará los papeles del suelo
-apenas ordenar-; después
ya se sabe que nunca se sabe:
a lo mejor, otra vez la araña puede volver,
a tejer, a lo mismo, ¿no?,
y las patas -otra vez- empiezan a convertirse en baba,
todo mal; un figura de la ausencia,
solo la agonía de haber sido...
Salvo, que se trate de un infortunio casual, o casi,
como una versión kafkina de Volver,
parlantes en las esquinas, roncos,
Así que, entonces, la araña,
aunque piensa que no puede mover un pata,
todavía confía en su suerte,
esa fortuna que tanto atraía a Maquivello,
No enredamos, no confunimos los versos...
A modo de dilema se puede lograr una síntesis provisoria:
tal se pueda ir de la casa al trabajo y volver
o, otra vez, juicio y castigo,
Y después de muchos despues,
las calles se abren, se llenan de otro sol.
Es que siempre, lo más importante,
es Ítaca, la patria, las tardecitas en el patio
después de barrer la veredita,
asombrarse de esa araña retorcida en el rincón.
LA HISTORIA DE LA ARAÑA
A la araña la atrapó su propia tela de araña;
después de tanto y tanto...¿la nada?
De todas maneras asi pasan las cosas,
algún día alguien ya limpiará otra vez las paredes,
levantará los papeles del suelo
-apenas ordenar-; después
ya se sabe que nunca se sabe:
a lo mejor, otra vez la araña puede volver,
a tejer, a lo mismo, ¿no?,
y las patas -otra vez- empiezan a convertirse en baba,
todo mal; un figura de la ausencia,
solo la agonía de haber sido...
Salvo, que se trate de un infortunio casual, o casi,
como una versión kafkina de Volver,
parlantes en las esquinas, roncos,
Así que, entonces, la araña,
aunque piensa que no puede mover un pata,
todavía confía en su suerte,
esa fortuna que tanto atraía a Maquivello,
No enredamos, no confunimos los versos...
A modo de dilema se puede lograr una síntesis provisoria:
tal se pueda ir de la casa al trabajo y volver
o, otra vez, juicio y castigo,
Y después de muchos despues,
las calles se abren, se llenan de otro sol.
Es que siempre, lo más importante,
es Ítaca, la patria, las tardecitas en el patio
después de barrer la veredita,
asombrarse de esa araña retorcida en el rincón.
55
INMINENCIA DEL FRACASO DE UN JAIKUX
Tibios, los últimos mates.
Recién empieza el domingo,
poco sol, lejos,
la pared de ladrillos,
hojas secas
y por ahí andan los perros;
el alrededor parece real;
todo como siempre, o casi.
Alguien escucha a Yupanqui,
al menos el laurel y yo.
Ah, si fuera japonés...
Nada, ninguna revelación.
INMINENCIA DEL FRACASO DE UN JAIKUX
Tibios, los últimos mates.
Recién empieza el domingo,
poco sol, lejos,
la pared de ladrillos,
hojas secas
y por ahí andan los perros;
el alrededor parece real;
todo como siempre, o casi.
Alguien escucha a Yupanqui,
al menos el laurel y yo.
Ah, si fuera japonés...
Nada, ninguna revelación.
51
EXCRITURA DE PIZARNIK Y PORCHIA
Una lástima, no pudo ser el milagro:
ese pez del alba en las flores,
mis dedos y la niebla,
el tiempo justo para despertar,
ahí, las ondas del viejo Río,
en las cosas desesperadas, siempre.
Ah, estos garabatos en la pizarra;
¿quién sabe cuánto de todo podría no ser?
EXCRITURA DE PIZARNIK Y PORCHIA
Una lástima, no pudo ser el milagro:
ese pez del alba en las flores,
mis dedos y la niebla,
el tiempo justo para despertar,
ahí, las ondas del viejo Río,
en las cosas desesperadas, siempre.
Ah, estos garabatos en la pizarra;
¿quién sabe cuánto de todo podría no ser?
sábado, 19 de agosto de 2017
viernes, 18 de agosto de 2017
jueves, 17 de agosto de 2017
47
VIDA AMBULANTE
Al llegar a Puente 12, entre los cuerpos, subió la voz;
y el colectivero arrancó, continuó su recorrido.
Algunos pares de medias, pocas palabras,
apenas se entendía las ventajas de la oferta.
Después, ya sentado, comenzó el verdadero relato,
sin sentido, ajeno, roto: su vida.
Yo solo quería, inútil, ver las medias,
esos colores limpios entre los manos sucias.
Creo que no era posible mirar alrededor,
las ventanillas humillaban a toda la humanidad.
Pero él sabía que le hablaba a nadie:
si algo de eso era real, no podía viajar en ese colectivo.
VIDA AMBULANTE
Al llegar a Puente 12, entre los cuerpos, subió la voz;
y el colectivero arrancó, continuó su recorrido.
Algunos pares de medias, pocas palabras,
apenas se entendía las ventajas de la oferta.
Después, ya sentado, comenzó el verdadero relato,
sin sentido, ajeno, roto: su vida.
Yo solo quería, inútil, ver las medias,
esos colores limpios entre los manos sucias.
Creo que no era posible mirar alrededor,
las ventanillas humillaban a toda la humanidad.
Pero él sabía que le hablaba a nadie:
si algo de eso era real, no podía viajar en ese colectivo.
46
EXCRITURA DE ARTAUD Y DOSTIEVSKI
Atormentado, en los enredos del folletín policial,
apenas se da cuenta de que existe;
su cuerpo solo es un continuo temblor:
¿qué quiere decir la palabra crimen?
En el último ombligo de los limbos,
un viento carnal y resonante, la locura:
el espíritu nunca está en la vida.
Raskolnikof ya es una visión maldita de Artaud.
EXCRITURA DE ARTAUD Y DOSTIEVSKI
Atormentado, en los enredos del folletín policial,
apenas se da cuenta de que existe;
su cuerpo solo es un continuo temblor:
¿qué quiere decir la palabra crimen?
En el último ombligo de los limbos,
un viento carnal y resonante, la locura:
el espíritu nunca está en la vida.
Raskolnikof ya es una visión maldita de Artaud.
miércoles, 16 de agosto de 2017
lunes, 14 de agosto de 2017
41
¿UNA EXCRITURA POSMODERNA DE MEISTER ECKHART O LA ÚLTIMA APARICIÓN DEL MESÍAS BENJAMINIANO?
A veces, al andar los pasillos irreales del shopping,
un vidriera, cualquiera, suspende a su cuerpo.
Inexplicable, tan dulce y tan fatal,
y su mirada se vacía plena en los objetos:
hornos eléctricos o mini-componentes nipones,
ahí, lo invitan al encuentro de la realidad.
En verdad apenas puede identificas esas formas,
no puede evitar perderse en los detalles;
misteriosos, mínimos, leves espejos
que le revelan otro rostro en su rostro.
Y de golpe todo pierde sentido,
cada sensación desaparece en el aire.
Nunca se le ocurre comprar nada, ¿para qué?,
el goce es esa distancia imposible: la absoluta ilusión.
¿UNA EXCRITURA POSMODERNA DE MEISTER ECKHART O LA ÚLTIMA APARICIÓN DEL MESÍAS BENJAMINIANO?
A veces, al andar los pasillos irreales del shopping,
un vidriera, cualquiera, suspende a su cuerpo.
Inexplicable, tan dulce y tan fatal,
y su mirada se vacía plena en los objetos:
hornos eléctricos o mini-componentes nipones,
ahí, lo invitan al encuentro de la realidad.
En verdad apenas puede identificas esas formas,
no puede evitar perderse en los detalles;
misteriosos, mínimos, leves espejos
que le revelan otro rostro en su rostro.
Y de golpe todo pierde sentido,
cada sensación desaparece en el aire.
Nunca se le ocurre comprar nada, ¿para qué?,
el goce es esa distancia imposible: la absoluta ilusión.
lunes, 7 de agosto de 2017
domingo, 6 de agosto de 2017
36
MERCANCÍAS
Cada derrota inventa su refugio:
una poética.
Da de comer a sus animalitos
y a sus pocas ideas.
Hasta cree en algunas tardes,
ahí, en el balcón.
Pero cuando la calle es real,
el miedito.
No dobla en ninguna esquina,
algo lo detiene.
Todas las vidrieras son su rostro:
siempre en oferta.
MERCANCÍAS
Cada derrota inventa su refugio:
una poética.
Da de comer a sus animalitos
y a sus pocas ideas.
Hasta cree en algunas tardes,
ahí, en el balcón.
Pero cuando la calle es real,
el miedito.
No dobla en ninguna esquina,
algo lo detiene.
Todas las vidrieras son su rostro:
siempre en oferta.
35
EXCRITURA DE GIANUZZI
Esa leve presión en el brazo izquierdo,
un código básico de referencia.
Y la sombra soporta su indignidad
y me lleva por alguna razón
al paso de la conciencia del ciego
que cruza la calle y sus dimensiones.
Sin palabras no hay ruidos,
solo la urbanidad de la tarde.
No importa la ilusión del tránsito,
su bastón me pertenece, tantea,
apenas la rutina gastada de la agonía
cuando el zapato ya duele en el cordón.
EXCRITURA DE GIANUZZI
Esa leve presión en el brazo izquierdo,
un código básico de referencia.
Y la sombra soporta su indignidad
y me lleva por alguna razón
al paso de la conciencia del ciego
que cruza la calle y sus dimensiones.
Sin palabras no hay ruidos,
solo la urbanidad de la tarde.
No importa la ilusión del tránsito,
su bastón me pertenece, tantea,
apenas la rutina gastada de la agonía
cuando el zapato ya duele en el cordón.
33
EXCRITURA DEL SENDERO
Hoy no soy el amigo del sol,
tampoco me molesta.
Ando las sombras
o pienso en los árboles.
Veo canteros rotos,
piedras, el aburrimiento.
Ni siquiera los ruidos,
esas ventanas abiertas.
Quizás más tarde...
me ayude la transpiración
Igual camino sin rumbo,
lejos, hasta alcanzar a la luna.
EXCRITURA DEL SENDERO
Hoy no soy el amigo del sol,
tampoco me molesta.
Ando las sombras
o pienso en los árboles.
Veo canteros rotos,
piedras, el aburrimiento.
Ni siquiera los ruidos,
esas ventanas abiertas.
Quizás más tarde...
me ayude la transpiración
Igual camino sin rumbo,
lejos, hasta alcanzar a la luna.
32
ESPEJO
Durante años miró los ojos del idiota.
No quería ver nada.
Solo un afuera del estar,
el intento del recurso inútil.
Pero las palabras insistían, fatales;
y descubría arroyos, perros, diamantes.
O equivocaba las calles
para dormir junto a una calesita.
Y no lo podía evitar;
cada día un nuevo engaño.
Durante años, y hoy lo miran sus ojos.
ESPEJO
Durante años miró los ojos del idiota.
No quería ver nada.
Solo un afuera del estar,
el intento del recurso inútil.
Pero las palabras insistían, fatales;
y descubría arroyos, perros, diamantes.
O equivocaba las calles
para dormir junto a una calesita.
Y no lo podía evitar;
cada día un nuevo engaño.
Durante años, y hoy lo miran sus ojos.
31
GENOCIDIO
Desde la noche ese goteo de la canilla no lo deja dormir.
Inútil arreglar el problema,
tampoco importa permanecer despierto.
Para colmo afuera es peor: nada,
salvo alguna sirena perdida entre las calles.
Apenas el humo invisible,
en la habitación solo respiran las paredes.
Así que no prende la luz y espera,
otra vez, ese ruidito seco que ya se pierde en las cañerías.
GENOCIDIO
Desde la noche ese goteo de la canilla no lo deja dormir.
Inútil arreglar el problema,
tampoco importa permanecer despierto.
Para colmo afuera es peor: nada,
salvo alguna sirena perdida entre las calles.
Apenas el humo invisible,
en la habitación solo respiran las paredes.
Así que no prende la luz y espera,
otra vez, ese ruidito seco que ya se pierde en las cañerías.
30
EL ESTAR VIVO
No sé si alguno de estos días
como al caer de la tarde
y en un verso de César Vallejo,
distraído, aceptaré la muerte.
A veces dudo de mi cuerpo,
cuando soplo las palabras;
y más adentro esas arenas
que ya cubren a mis huellas.
Tiemblo al cerrar los ojos,
aunque la almohada es suave;
y al despertar la ventana
el sol solo trae más tristeza.
Tampoco sé si me importa:
la vida es un transcurrir
y una mariposa en el aire.
No sé si ese día aun estaré vivo.
EL ESTAR VIVO
No sé si alguno de estos días
como al caer de la tarde
y en un verso de César Vallejo,
distraído, aceptaré la muerte.
A veces dudo de mi cuerpo,
cuando soplo las palabras;
y más adentro esas arenas
que ya cubren a mis huellas.
Tiemblo al cerrar los ojos,
aunque la almohada es suave;
y al despertar la ventana
el sol solo trae más tristeza.
Tampoco sé si me importa:
la vida es un transcurrir
y una mariposa en el aire.
No sé si ese día aun estaré vivo.
27
EXCRITURA DE TRUMAN CAPOTE
Apenas se detuvo un instante
al ver el silencio aun vacío de la soga.
Andy era un tipo divertido;
no respetaba la vida, ni siquiera la suya.
Tampoco creía en el cielo
ni en el infierno, ¿para qué?
Ningún arrepentimiento valía la pena,
así de simple era su destino.
Solo había matado a sus padres,
necesitaba ser alguien.
Antes de que lo ahorcaran,
en su última tarde, pidió un Coca-cola:
y después escribió una poesía.
EXCRITURA DE TRUMAN CAPOTE
Apenas se detuvo un instante
al ver el silencio aun vacío de la soga.
Andy era un tipo divertido;
no respetaba la vida, ni siquiera la suya.
Tampoco creía en el cielo
ni en el infierno, ¿para qué?
Ningún arrepentimiento valía la pena,
así de simple era su destino.
Solo había matado a sus padres,
necesitaba ser alguien.
Antes de que lo ahorcaran,
en su última tarde, pidió un Coca-cola:
y después escribió una poesía.
viernes, 4 de agosto de 2017
miércoles, 2 de agosto de 2017
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