Recuerdo a ese poema,
el sueño de Zhang Jiuling.
Ya todo está oscuro,
lejos, en la casa.
Quizás así pueda verte,
al amparo de la luna.
Imagino a tus pasos,
llego a nuestra habitación.
Y las sábanas tiemblan
y al fin veo tu cuerpo...
Ay, no puedo atrapar
apenas un rayito de tu luz.
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