DUDAS ACERCA DE LA RESISTENCIA
Él empezó por cambiar la rutina de sus horarios,
qué importa si es de día o de noche...
Otro parecía ser el asunto,
el suyo, el de cualquiera,
frente a la ventana: oscuridad y luz
y algunos amargos.
Obvio, no hay una solución.
nadie puede ver a la Fe.
Las drogas son tontas,
nunca revelan su consuelo.
Después una forma del olvido,
lavar la ropa, hablar, comer,
y esa duda tan estúpida:
la que saben todos,
si decirla es apenas un horror.
Pero ahí anda, entre la poesía y la enfermedad.
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