jueves, 21 de octubre de 2021

 22

Otro día.

El sol apenas en la ventana,

Rincones de sombra

en el cielo raso.

Un cigarrillo.

¿Cuándo será el despertar?

Es insoportable soportar lo insoportable.

domingo, 17 de octubre de 2021

 21


Dejaré mi vida

                        en la vida

Me abriré a la oscuridad

No buscaré ninguna luz

                                         ¿Dónde estoy?

20


Apuesto a la nada de mi nombre

                                 sin horizontes

                veo la oscuridad

                 veo las heridas

Me pierdo en el humo del cigarrillo. 

 19

El tajo en la tela

           El relato mudo

                     El otro sin mi yo

El único aprendizaje es el dolor

sábado, 16 de octubre de 2021

18

La sencilez de dejarse caer

                           sin mi yo


Al vacío

a la plenitud

y tomar unos mates amargos. 

 17


Testigo del viento

nada en mi

un cordero perdido

viernes, 15 de octubre de 2021

 16


No creo en mi mí

No debo creer en mí


voy a quemar mis ojos

a mi mirar mi despojo

 15


Cantan pájaros

crepita lo apagado en la mañana


Busco un lugar sin memoria

unos ojos en mis ojos, 

                                    ver la nada

sábado, 9 de octubre de 2021

 14


La oración desalma palabras

                                una agonía


Un resto de huesos de cielo

 13


El cuerpo ajeno

     en un muelle de lluvias

Nada espero

      mis pies ya son charcos.

viernes, 8 de octubre de 2021

 12


Un violoncelo sin cuerdas

el miedo en el ser.

Su tatuaje en la música.


Nunca llega la respuesta.

 11


La luz del ciego

en plena noche.

Nadie conoce el camino,

                                        anda.

jueves, 7 de octubre de 2021

 10


Olvidar el amanecer

Perderse al partir

Quemarse el alma.

 9


Un grito que nadie escucha

Miro la ventana y fumo.

 8


Voy a dejarme caer

             en la sed del río.


Voy a ocultar mi sombra.

 7


Las costras en el cuerpo

Las uñas 


Y el miedo de la sangre.

 6

La luz es un adentro

un color roto

la memoria de la nieve.

 5


Me duele estar en el ser

ver en un espejo partido

 4


Lo que nos encuentra

      en cada cosa


Sombras de palomas

       en la pared.

 3


Latidos

palabras en el barro


Una luz siempre ciega.

 2


Ya no soy más la carne

              que se desea Dios


El camino de lluvias

            que borra las huellas.

 EXCRITURAS DE HUGO MUJICA



1


En el esperar

                ajeno

un espejismo de ausencia

             

                los recuerdos

un mate amargo


El viento de la primavera.

jueves, 5 de agosto de 2021

En las cocina hay ratas.

Comprar veneno.

Para ellas

y para mí.









Hoy me levanté a las tres de la tarde.

No podía tenerme en pie.

El whisky de ayer.

Fui a la cocina 

y me serví otro whisky. 

No puedo ponerme los pantalones.

Tengo mucho frío.

No voy a salir de la cama.









Me pregunto para qué escribo.

¿Para matar el tiempo?

¿Para olvidarme de mí?


Dejé de estar en mí.

Todo es inútil.

Me repito.

Voy a tomar mate

y fumar.







Nadie vendrá.

Nadie estuvo acá.

Mi vida es adiós.


Mi cuerpo se aleja de mi cuerpo.

Me voy

sin saber a donde.

No puedo salir de la cama.










No quiero desnudarme.

No quiero bañarme

No quiero, 

miércoles, 4 de agosto de 2021

Voy descalso de la pieza a la cocina.

Ya sé lo que voy a hacer.

Mi cuerpo está agotado.

Sé que nada cambiará,

solo me espera el mate.









No puedo pedir ajuda.

No quiero escuchar otra voz.

Miro mis pies.

No sé si me pertenecen. 

martes, 3 de agosto de 2021

Mi casa ya es un desierto,

pero no es una metáfora.

Yo lo sé.

Camino y no dejo huellas.









Ninguna flor cuida mi pasado, Charly.

Solo yuyos

y más yuyos.

También algunos soretes de perros. 

Otra vez una mañana.

Para colmo, sol.

Voy a bajar la persiana.

No voy a levantarme hasta la noche. 










En las figuras del humo un sapo reventado.

Miro por la ventana el adiós de otra tarde.

Quiero escribir la palabra amor

pero prendo un cigarro.

Algo me duele.









La oscuridad del cuarto.

La cama

y un whisky.

No necesito nada más.


Cada vez hay más telas de araña.

En los rincones del techo,

en los cajones,

en las puertas, etc.

Voy a tener que convertirme en un insecto.









Recién vengo de la plaza.

Fui borracho a mirar los chicos,

pero me senté en un banco.

De espaldas.

 

Hoy a la noche al sacar la bolsa de basura

aparecieron unos gusanos.

Eran blancos y movedizos.

Uno se trepó a mi mano.

Lo dejé subir.

Luego cayó al suelo y lo maté.








En las figuras del humo una medusa inquieta. 

No atiendo más el celular.

No sé qué decir.

Por suerte ya casi nadie llama.

Yo también 

soy un fantasma. 









¿Algún día ordenaré la mesa del living?

No lo creo.

Necesito poco espacio.

Un cenicero

y un vaso.

Lo demás sobra.

Hace meses que no hago la cama.

Me tapo como puedo.

Aunque solo me preocupa el frío en los pies.

De todas maneras apenas duermo

y siempre traigo la botella.










Lo peor no es la depre.

Lo peor es quedarse sin cigarrillos.

Para eso no hay pastillas 

Cuando era chico tenía un loro.

Repetía todo lo que decía.

Lo extraño.

Creo que sería un buen acompañante.










No puedo cortarme las uñas de los pies.

No hay caso.

No sé manejar el alicate.

Y la tijera desapareció.

Después de todo es una estupidez.

 

La muerte no es suficiente.

Quiero ir al fondo

A mi esqueleto.

A lo que soy.











En las formas del humo un triángulo ondulado. 

Ser una cucaracha.

Alimentarse de deshechos.

Bien encerrado

¡Que buena suerte la de Kafka!











¿Me escuchas, Del?

Tu fantasma me persigue.

Las pastillas son inútiles.

No te preocupes.

Solo es el patetismo de la depre.


Ya no me quedan medias sanas.

Apenas un calzoncillo.

Todo se destruye.

Mejor fumar y meterse en la cama.











No pienso lo que escribo.

También las palabras me traicionan.

Juegan al sentido

y ya no hay,

ninguno.

Mi cuerpo es ajeno.

Una pérdida.

O no lo entiendo.

Solo sabe defecar.













Voy de la cocina al living.

Y viceversa.

Cuento las baldosas.

No levanto la cabeza.

Me rodean los fantasmas.

Perdí el olfato.

La sed.

El hambre.

Perdí la apuesta de Pascal.










Todo lo que sucede es distancia.

Ningún puente.

Un atajo.

Y mis zapatillas están rotas. 

Escucho a Chet Baker

Trato de no sentir

y siento.

Trato de no pensar

y pienso.

Un whisky,

o dos...







No quiero estar acá.

Ni en ningún lugar.

Fumo.

Ya llega la noche.

Otra más. 

La monotonía del para qué.

Ni bañarse.

Ni cambiarse la ropa.

Ni salir de la cama.

Apenas respirar.










El psiquiatra volvió a cambiar algunas pastillas.

Pero no tome, me dijo.

Un dealer legal. 

Miro sin ver

el cielo raso.

Esa lamparita.

El pasado pesa sin pasar.









La fórmula de la depre: (...)


En el cenicero hay siete puchos de anoche.

Son casi las 3 AM.

Tuve una pesadilla que olvidé

igual a este silencio.

Voy a prender el octavo para empezar.










Nada de adjetivos.

Solo sustantivos.

Vacíos, neutros, rotos.

Muecas de la depre.

 

lunes, 2 de agosto de 2021

Para qué levantarme de la cama. 

Ya conozco la casa

y la amenaza del afuera.

Mejor tomar unas pastillas.

Dormir con los ojos abiertos.









Veo caer el chorrito de agua en el mate.

Aparece la espuma.

Voy a olvidar.

Odio la poesía de la vida. 

A la luna,

a su larga tradición poética.

No le importa mi depre.

A mi tampoco.

Me sueno la nariz

y bajo la persiana.









En las formas del humo un feto degollado. 

Lejos los ojos.

Nada más que viento.

Otra vez su fantasma.











Las palabras quieren llevarme al lugar de la poesía.

Con sus aliteraciones,

metáforas,

ritmo, etc.

Pero yo las rechazo.

Vuelvo a mirar a las baldosas del patio. 

Para qué afeitarse.

En el espejo estoy lejos,

muy lejos.

Pronto olvidaré mi cara.









Me quedan dos cigarrillos antes de que abra el quiosco.

Faltan quince minutos.

El castigo es despiadado.

Pero voy a sobrevivir

Voy a romper el reloj.


Me miro desnudo en el espejo.

Ya no tengo sexo.

Solo cuelga,

inerte.

Vuelvo a la cama.

Voy a soñar con una sirena.








En las figuras del humo del cigarrillo un pie sin dedos. 

A la tarde escucho canciones de amor.

Obvias, exageradas, pegajosas.

Son detestables

pero dicen la verdad.

Al menos la patética verdad de mi depre.









Enciendo la computadora.

Busco la entrada.

Veo la pantalla en blanco.

Me agrada

y me atrae.

No escribo, prefiero fumar.

 

Para qué buscar la otra zapatilla.

Puedo caminar igual.

Solo tengo que ir hasta la cocina.

Tomar mate

y fumar.









La puta me mira.

No quiero nada.

La invito a comer pizza.

Ella me habla.

Pregunta.

Le digo que quiero dormir. 

Ya no escribo palabras.

Las escupo.












El escándolo con Delfina.

Los gritos.

Los vecinos.

El llanto.

La policia.

Todavía estoy borracho. 

Como no sé qué hacer.

Leo un pensamiento de Simone Weil

Pienso

y no entiendo.

Solo tengo ganas de llorar.







Vidrios rotos en la cabeza.

Cantan los pájaros en la mañana.

Yo me tapo con la frazada,

ya no quiero sentir el afuera. 

Uno, dos, tres, cuatro...

¿Cuántos puchos en el cenicero?

¿Cuántos amores en el adiós?

Volver a la cama.

Apretar los ojos al pasado.








En las figuras del humo la forma de un cráter lunar. 

Con la mano derecha sostengo la manija de la pava.

Con la izquierda, el mate.

Siempre la situación es la misma.

Chupo

y luego enciendo un cigarrillo.

Asisto al derrumbe del mundo.







Arrodillarse frente a la ropa sucia.

¿Rezar?

Pero mi Dios es sordo

o también está con la depre.

domingo, 1 de agosto de 2021

Metido en un tango.

Con sus remordimientos

Rencores

Amores grises.

Metido en la cama

con todos los fantasmas.






Ya no puedo masturbarme.

Lo intenté varias veces.

Deben ser las pastillas.

Aunque no tengo fantasías.

sábado, 31 de julio de 2021

El psiquiatra me explicó cómo funciona mi cerebro.

Fue muy didáctico.

Lo entendí.

Pero nuevamente estoy en la cama

y tomo un whisky.






No quiero ver a nadie.

Ni libros

Ni radio.

Menos gente.

No quiero verme a mí.

Olvidé el cenicero en la cocina.

Dejo caer las cenizas en el piso.

Deben ser las tres, las cuatro.

Me coloco en posición fetal.

La cama aun está tibia.

Debería dormir.

Pero mis ojos siguen fijos en la oscuridad.





Una de las estufas ya no funciona.

 El invierno entra en la casa.

Hay que tomar mate y fumar.

Recién ahora me doy cuenta que estoy dezcalso.

No me puedo mover de la silla.

Voy a combatir el frío con más frío.



  DIARIO DE LA DEPRE


 FRAGMENTOS 

lunes, 8 de febrero de 2021

 9


A cada instante que pasa

a cada flor

y sin trascendencia

el estar les respeta sus preguntas

a veces mudas

otras muy jugosas

y sin comicidad

la lengua de la naturaleza es severa

 8


Espero

con la lengua seca

a la pregunta

pero el estar no entiende

él prefiere silencio

o ruido de tripas

meterse en el cuerpo

y perderse.

 7

Sentado sobre la angustia

el estar no dice nada

ni que sí ni que no

a veces piensa en una piedra

cualquiera

pero como si fuera un diamante

oro puro

a veces ni eso

y el tiempo pasa

y los pies cuelgan en el aire, aun vivos-

sábado, 30 de enero de 2021

 6

Hay que recoger los huesos

con paciencias

admirar su mugre

única

plena en universo

hay que abandonarse al estar

sus palabras mudas

esa mueca

sin otro sentido

que la espera sin la espera.


 5


En los huecos del estar

entre sus bordes

la tensión de las palabras

que ocultan

temerosas

el ritual del silencio

y la mueca banal

definitiva

¿esperada?

con los zapatos sucios

su tierra

la pasión de la muerte

4


Con todos los poemas rotos

el viento

los árboles

sus perros

y la distancia: 

calles.

Cada pasa borra a las huellas