miércoles, 29 de noviembre de 2017

8

Inútil es esconderse en la ingenua ilusión,
negar las sombras,
no sirve creer en esa fantasía,
ese falso milagro:
lo peor,
siempre llega a suceder.
A cualquiera,
y puede ser en el comienzo
o en el final,
su dolor
apenas se oculta en el espejo,
la sorpresa
solo demora el insoportable llanto,
nuestro desconsuelo.
Ah, viejo Séneca,
vos siempre lo supiste, lo escribiste, lo viviste.

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