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Al fin abandoné mi cabeza al sol,
acá nomás,
con sus gusanos y moscas
entre la basura;
le cerré los ojos y me fui.
Pero es inútil,
apenas un poco de olvido,
todavía no entiendo...
Y ni siquiera se pudre,
apenas suspira,
me llora.
Creo que ya más no puedo hacer.
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