UN CUERPO DEL ESTAR
De cualquier modo, así,
y tirado de los puntos cardinales;
de los dedos, de los pelos,
la lluvia y el sol.
Porfiado al algo más
sin moverse de la sombra,
incluso bajo la lamparita seca
y a ras del techo.
O suplicando un rumor
entre morlacos de ausencia,
por un sudor animal
y un ombliguito cósmico.
Junto a cada palabra
ya quebrada en los huesos,
hasta no caber esta vida
partida en el mil mero estar.
Pucha que aun duele la nada,
los pajaritos cantores
y tener los ojos cerrados
para poder ver y dar ese mal paso.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario