viernes, 9 de marzo de 2018

KUSCH CON MACEDONIO

Para descubrirle la quinta pata al gato
o saltar la soga de la eternidad,
no se requieren condiciones extraordinarias
ni poderes mágicos o celestiales.
Simplemente hay que relajarse y leer
cualquier página de Macedonio Fernández,
después uno ojo mira la luna
y el otro olvida a las referencias,
para buscar lo que nunca se encuentra.
Claro que mal o bien así no es el mundo,
pero por hoy ya es suficiente,
y hay que olvidar la miseria del estar.
Entonces se apoya la cabeza en la vigilia
y mañana será otro día o no, otro sueño.


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