miércoles, 14 de marzo de 2018

KUSCH CON DESCARTES

Cerca de la hornalla del gran René Descartes,
antes de intentar el mero estar,
así como quién rendondea un moco
me siento en la razón de la naturaleza hipotética.

Dentro de las verdades de la mente
la prestigiosa duda olvida la vida y su alrededor:
solo soy yo casi sin yo y solo,
nada más que el todo pero sin la nada.

Y entonces ya se acabó la espuma
y el ardiente suspiro del mate,
los azulejos asustan y el encierro llora
bajo la falsa fotosíntesis de la única lamparita.

Pero por suerte asoma la ventana abierta
en la naturaleza seminal del sentido,
veo al árbol de todos los días
que aun sangra la savia para recuperar a mi cuerpo.

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