lunes, 12 de marzo de 2018

KUSCH CON HUIDOBRO

Mientras no paraba de caer y caer
junto a la lluvia de las palabras,
no dudó en pedir silencio
por la tierra al parir un árbol.

Para los que ya sospechan
esa vuelta ante las nubes,
digamos que se trata de Altazor,
alguien que escupe al mundo.

A veces con su paracaídas,
otras, las alas abiertas...
¿Quién lo podría detener
si su destino no tenía fondo?

Por supuesto nunca se entendió
el ruido de sus ojos al chocar,
y nadie lo vio y dijo nada
cuando volvió a volar su pajarito.

Claro que tampoco es el Poema
y seguro ni a él le importa,
solo cae un poeta y nace un árbol:
¡las leyes del estar no fallan nunca!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario