LA FORMA DEL TIEMPO
No recuerdo cuándo empecé a dar vueltas;
una, dos, tres...mil.
El patio era un simple rectángulo,
pero a veces chocaba con otro.
Así descubrí el tiempo,
el humano, real,
apenas un golpe inesperado,
un instante sin respuesta,
desde entonces no me preocupa saber la hora.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario