viernes, 12 de octubre de 2018

EXCRITURA DE HÉCTO VIEL TEMPERLEY


Siempre, desde muy chico, quise ser marinero;
la vida me dijo no.
Entonces hice lo que pude, o casi:
empleado, publicista, hasta escritor,
y por eso estos versos.
Pero justo ayer, por la costanera,
en el día de mi cumpleaños,
algo resignado, vacío,
ya en la mitad de mi vida;
Dios me hizo un regalo:
la mañana solo para mirar el agua...
Nunca vi nada igual:
tanto movimiento, quietud, espuma,  tanta luz.

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