CRUELDAD O CONSUELO
Nunca lo había visto antes,
sentado solo en el banco más apartado,
algo parecido a una media le cubría la cabeza,
inmóvil, solo era una mirada.
Al acercarme descubrí el secreto:
una hormiga recorría con esfuerzo y una hoja
su sendero preciso por el borde blanco.
Pensé en averiguar su interés,
pero justo todo se desmoronó sin aviso:
y él levantó su pie y la aplastó.
Enseguida vi su mano entre los yuyos verdes,
la necesidad de la misma escena.
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