domingo, 2 de septiembre de 2018

EXCRITURAS DEL VERDADERO YO


Entre los escombros del fondo de casa
vi un material muy extraño:
una barra brillante de hierro blando,
vencido, oscuro...y me tentó.
Empece a jugar, tratar de encontrar
el milagro de alguna forma
y resultó un figura muy dolorida,
bastante parecida a un ser humano.
Para bromear, le coloqué un cigarrillo,
lo fumó en unos minutos.
Pero aun, tan evidente, le faltaba algo;
entre los libros ya olvidados,
de casualidad, hallé un evangelio,
diminuto y muy sucio.
Fue sencillo, demasiado, agregarlo
para que pudiera sostenerlo.
No sabía, imposible, entender qué era eso:
¿un hombre que fuma y lee?
Por un instante vi algo más real,
una especie de hallazgo inútil;
entonces la coloqué en mi living
y allí no tuve más dudas, era mi verdadero yo.



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