LA CONCIENCIA INSTANTÁNEA
Nacer y morir,
como este cornalito,
entre el índice y el pulgar,
frito, el último.
Vos lo sabés,
ciego, te mira,
Pero no dice nada, ¿para qué?
si lo real es....
Solo es una parte,
el Espiritu crocante.
Aunque tu dialéctica es así:
¡zas!, un mordiscón.
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