jueves, 25 de mayo de 2017

9

El poema todavía busca a su tripulación
y lo que no se puede nombrar, nunca.
Aparta el amor con una mano
y con la otra, al sueño y la locura.
Solo quiere ser una aventura de niños,
esa dulzura triste más que el otoño.
Después flotará en cualquier charco
para viajar el agüita infinita del cordón.
El puro y sucio más allá de la palabra,
y obligará al futuro a volver una y otra vez.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario