XI
Ya sé que algún día todo será Tlön.
Siglos y siglos de idealismo
no han dejado de influir en la realidad.
Pero yo no hago caso,
no temo la lenta desintegración
y reviso sin apuro
en un hotel de Adrogué
una curiosa traducción de Browne.
Veo los últimos árboles, su luz,
ese oro de los otoños.
Acaso sean irreales, un consuelo:
magia es la materia.
Esta ventana mira por mis ojos.
Regreso a mi escritorio.
el universo es otro juego mental, inútil.
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