lunes, 8 de mayo de 2017

XX

¡Ah!, si al menos en esta mañana,
además de sol, hubiera olvido.
El olor del café y el diario,
la ausencia de una voz
junto al gato y la ventana.
La miserable rutina del día,
símbolo secreto de toda eternidad.
Pero lo que se nombre, siempre,
solo oculta el nombre.
Tan ignorante del amor,
apenas las campanas del consuelo,
sin cuándo ni por qué las últimas cosas.

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