jueves, 5 de enero de 2017

EXCRITURA DE UN REGRESO

Andando con pisadas ajenas,
aun sin saber el rumbo,
otra vez vuelve a su casa.
No escucha a los árboles
ni la insistencia de esa voz,
muda, que olvida las palabras.
Tampoco entiende a sus manos,
ese temblor en los bolsillos,
el fondo ya sin fondo.
A veces pasa, solo un desvío
y se pierde la orientación,
como si fuera el Dante
que no encuentra el otro mundo.
Pero justo descubre su calle,
la vereda y un perro
que busca en la basura.
Apenas escucha sus latidos,
los golpes en el pecho,
lejanos, ecos del vacío.
Solo faltan unos metros:
¿quién es el que llega,
busca las llaves, un amparo?,
si nunca abrirá la puerta
y buscará a su sillón,
 sin pensar ymirando fijo
a la lamparita del cielo raso,
la señal ciega de su eternidad.

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