domingo, 22 de enero de 2017

EXCRITURA DEL REY MIDAS EN AA


Falta menos de una hora para ir, ahí la mesa.
Quedaron dos botellas de vino tinto,
una casi llena.

Todavía no sabe qué hacer, ni lo piensa,
y empiezan a molestar o doler;
y ya están  abiertas.

Pero faltaba poco para llegar a las 24 horas,
no irse otra vez a la mierda,
olvidarse de todo.

No han cambiado los alrededores, nada,
ni esas paredes,
los objetos mudos del comedor.

Ahora prefiere no imaginar a la otro mesa,
ninguna voz, y la suya
menos que menos.

Al fin levanta una de las botellas y sonríe,
la mira sin mirar,
no puede comprender .

Claro que un par de tragos traen la vergüenza,
pero ya pasó la hora...
Así se acaban todos los problemas.

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