domingo, 29 de enero de 2017

EXCRITURA DE LA MUERTE

Inútil, ella todavía no quiere ser mi amiga.
A veces lo entiendo; otras, no.
Sin embargo, jamás la maltraté,
ni siquiera con algún pensamiento.
Por el contrario -y no es una metáfora-,
al ver las lentas caídas del sol
o el mar tan profundo y tan azul,
hasta siento deseos de su compañía.
Antes de dormir, al cerrar los ojos...
a pesar del esfuerzo ningún mensaje.
Tal vez sea eso, mi insistencia,
la gratuita curiosidad ante el misterio.
Después de todo, en la eternidad,
solo ella estará en la ausencia de mi sombra.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario