martes, 10 de enero de 2017

EXCRITURA DE JUAN RULFO

Yo estoy loco, nunca se me acaba el hambre.
Sentado junto a la alcantarilla, atento,
hasta que salte alguna de las ranas.
Los sapos no se comen, aunque a veces...
Pero Felipa siempre me espanta los miedos,
y que no me crea la condena del cura.
A ella la picó una avispa en una nalga,
toda la noche le unté saliva y rezamos.
A veces ella me da su leche, suspira,
y así mi tanta hambre tiene otro saborcito.
A mí se me confunde mucho la vida,
nunca se me aclara qué es lo que pasa.
Así que estoy con mi demonio en la alcantarilla.

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