domingo, 8 de enero de 2017

EXCRITURA DE NICANOR PARRA

El niño que al fin detuvo su vuelo
en la torre de la antigua Catedral,
ya no juega con las agujas del reloj:
con sus manitos quiere detener la historia.
Pero los transeuntes caminan apurados
-todos tienen un horario que cumplir-
o se detienen ante las vidrieras.
Nadie escucha el estruendo final de la caída.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario