miércoles, 11 de enero de 2017

EXCRITURA DE MONTAIGNE

Sin dudas, todas las cosas se agitan sin cesar,
también yo, que aun marcho confuso y vacilante.
En cualquier momento, puede cambiar mi suerte
o hacer justo aquello que no me proponía.
A pesar de mis años, tanto me contradigo...
y hasta me cuesta comprenderme a mí mismo.
Mi alma se halla, siempre, en el aprendizaje.
Ay, todavía soy un niño, una duda en el asombro.
Pero no me molesta; al menos tengo una verdad:
la vida no es más que una perenne agitación.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario