domingo, 15 de enero de 2017

EXCRITURA DE LEÓNIDAS LAMBORGHINI

Otra vez descolocado,
solo solicito una butaca, en cualquier fila,
para ver el espectáculo.

Lástima que mi risa negra,
en el país tuerto del rey ciego o al revés,
ya vendió los dientes postizos.

Poco a poco, rapidísimo,
la vergüenza ni siquiera es el olvido;
aunque peor es recordar.

Al Divino Botón
lo aturden los porcentajes de los tarifazos,
las plegarias no cotizan...

Cada cinco minutos,
con exactitud, el tren de tanta alegría
atropella a otro miserable.

Pero las inversiones
¡qué suerte! muy pronto nos harán extranjeros,
A la mierda esa bandera.

Yo me detengo acá,
y entrego la dignidad con los documentos;
al fin empieza la función.



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