En el balcón,
lentísima cae la tarde en el verano.
También dorado,
el sol parece dormir a sus pies.
Unos mates lavados,
y perdida, la mirada en otro cielo.
Todo es soledad,
apenas el tibio aire en el aire.
Pero despierta Baguee
y mueve, indiscreta, su cola peluda.
No se entiende,
solo en esos ojos encuentra consuelo.
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