miércoles, 8 de febrero de 2017

EXCRITURA DE UNA EXCRITURA DE PROUST

Otro, antes, podía,
y mojaba una galletita y subía, lento, con la mano.

El recuerdo de un atardecer
adentro de algo, en otro mundo, más real.

Ahora, ni rastros,
en ninguna parte, apenas la ventana y el sillón.

Alrededor, nada y nadie,
salvo el enredo resignado del humo del cigarro.

Y la luz ciega del sol
que baja fría sobre estas lejanas rodillas.

Ha de ser mi yo;
pero por suerte la taza humeante ya se desintegra, sola.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario