jueves, 9 de febrero de 2017

EXCRITURA DE SILVINA OCAMPO

Todo está perdido al descubrir a la primera telaraña
en el plumerito que parecía una peluca:
esa mueca faltal de los de tu clase,
el arma estúpida que al fin nos va a matar.

Después, los hilos sucios en la memoria de los días,
la confusión entre los reflejos y la luz,
entre los desarropados que te abrigan, el amor,
y ahora solo puedo ver las lamparitas vanidosas.

Mirá que te gustaba hacer líos, Silvina,
incluso cuando tenías que hablar en francés.
Total, después de escapabas con los peores
y así te conocí, un día mirando solo el cielo raso.

Algún día espero sentir el gran temblor de la tierra,
y gritar con vos:¿dónde está ese plumero?
A lo mejor, quién sabe, no podemos reír de verdad.
Pero igual ya entiendí a esa araña en el rincón del techo.

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