sábado, 2 de julio de 2016

EXCRITURA DE GREGORY CORSO


He matado a la bondad.
Ya no soportaba a sus enfermeras,
sus gordos pontífices
y a todos los puros del vecindario.
Necesita matarla
y arrodillarme y llorar junto a ella:
ser el odio:
el amor solo es mi cadáver.

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