EXCRITURAS DESESPERADAS

A veces, cuando están desesperadas,
las excrituras buscan versos rotos
por todos los rincones.
O un poco de mugre,
una cucaracha, alguna araña muerta.
Cualquier  cosa para sus versos,
sus voces distorsionas,
esa frase ya sin ninguna salida.
Horas y horas inútiles,
apenas un vicio de los signos.
Después de un largo rato,
se resignan o se calman,
 vuelven a su único lugar
y clavan la mirada en la pantalla
en blanco: la perfección:
entonces festejan la plenitud de la nada.