EXCRITURA DE KURT COBAIN

Acá estamos ahora, ¿por qué tan abajo?
Si divertirse es fingir y perder
y lo que sea no importa, algo huele mal.

Acaso lo peor es una trampita del don
y mejor, cuando no hay ninguna luz.
Aunque huele mal, pero ¡qué importa!

Pifian los acordes o los bombardeos,
cuando los gestos son más divertidos
y bailan las banderas de los cadáveres.

Cada vez hay más gritos y espantos,
y los gusanos repiten el estribillo
para recordar que estamos acá, felices.

Somos jóvenes, vidrieras en oferta,
pero nadie compra nuestros suicidios
si no ganamos el premio de Academia.

Ya cargué mis armas contra el mundo,
lástima que me olvido y vuelvo a reír.
Total, ya no importa, nada huele a nada