sábado, 16 de julio de 2016

EXCRITURA DE LOS CANICHES PERONISTAS

Al menos por un rato olvidar a la mentira y la verdad,
el infierno de Sartre y todas sus variantes.
Esas chispas encendidas del terror
en el origen del relato del caos
o la espina chiquita en la planta del pie
que duele hasta el fin de la eternidad.
Por un rato vamos a intentar con el otro;
no digo el gran festejo de la vida,
aunque la dicha también suele pasar desapercibida
como los viejos detalles de Dios.
Veamos, por el ejemplo, a los caniches del General.
Cómo saltan, le besan las manos, la cara...
Nunca se cansan de jugar y agradecer, bailan.
Resulta mucho más fácil de lo que se piensa.
Digo, que seamos felices al menos por un rato.

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