sábado, 23 de julio de 2016

EXCRITURA DE T. E. MARTÍNEZ SOBRE HIROSHIMA


I

Vi el avión desde Kaitachi
a las ocho y cuarto,
y me pareció que chocaba al sol.
Vi el avión,
y ya no me importa la hora.

II

La pintura espesa del sol
me quemó los hombros.
El cielo, siempre tan lejano,
también se vino abajo.
El fuego creció tanto
que salió de su cuerpo.
La luz murió aquel día.

III

Un viento terrible derribó las máquinas.
Hizo estallar las ventanas,
me aplastó contra la pared
en medio de un fuego azulado.
En la pesadilla, llamé a Yaeko;
al despertar, toda mi cara
ya estaba quemada y bañada en lágrimas.

IV

He muerto y resucitado en Hiroshima.
Nos parecemos a las nueces,
llenos de estrías y sufrimiento.
El viento pasa, el cielo pasa...
Pero nosotros seguimos acá, invencibles.

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