viernes, 22 de julio de 2016

LA VERDAD DE LAS EXCRITURAS

Al igual que el despiadado sabio Sileno, también Lacan sostiene que nada es más temible que decir la verdad. Pero a la excrituras no les preocupa, solo se trata de una coincidencia sin sentido.
¿Acaso eso puede suceder alguna vez?
Por supuesto que no, jamás, lo impiden las palabras.
Claro que nadie está exento de creer, al menos por un instante, que escuchó a la verdad...Pero después casi siempre la olvida; y solo permanece la sombra de una voz  muda y ajena y fatal.

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